☪︎ 𝘁𝘄𝗲𝗻𝘁𝘆 - 𝗲𝗶𝗴𝗵𝘁
Las miradas se cruzaron, ese amor que ambos se transmitían desde el inicio. Como todas las parejas al comienzo, el amor es tan puro y notable, con una rápida mirada y estaban flechados. Pasaron un par de años juntos y los cambios comenzaron a notarse, una brecha entre ellos, su relación se vio afectada solo por esa maldita brecha llamada distancia.
Fueron duros meses, meses donde el adolescente solo lloraba por la distancia entre él y su pareja. Jimin era su compañero, siempre lo entendía en cualquier situación y mantenía las palabras correctas para calmarlo. Yoongi no podía superarlo, fue su primer amor, su verdadero amor. Era tan difícil conseguir un chico que lo pueda entender de una única forma como él mismo quería y buscaba.
Jimin pudo irse varias veces, haberlo dejado solo al mayor, más en momentos difíciles. Tenía sus excusas, tenía sus ideas, pero al fin y al cabo, luego de dejarlo solo, él supo volver.
Allí estaban los dos, con unos metros de distancia, mirándose con ese amor que hace meses no expresaban. Ese amor que sintieron la primera vez que se conocieron. Las sonrisas iban poco a poco formándose, extrañaban la presencia del otro. Ambos corazones obligaron a los chicos a juntarse, eran como el imán y el metal. Los pasos se aligeraban mientras iban acercándose, así al estar juntos, fundiéndose en un fuerte abrazo.
-Lo siento Mimi- susurró con lágrimas en sus ojos Park, apretando el delicado cuerpo de Min.
-Te amo- dijo del mismo modo. Abrazó con fuerza el cuello del menor y perduraron así por unos segundos, para luego juntar sus labios en un beso lleno de sentimientos.
Ellos pasaron por tormentas muy fuertes, por cosas que parecían bobas pero eran muy importantes para ellos. Podían decir que eran dos chiquillos enamorados sin tener noción del amor, pero estaban todos equivocados, nadie tenía noción del amor, al menos, de la manera en que ellos lo transmitían.
- Quiero que te quede claro. Tu sabes defenderte bien, sabes como hacerlo. Pero no sabes defender lo que es tuyo- Jungkook escuchó aquello y vio como todo se derrumbaba. No quería admitirlo, pero ese chico tenía razón, Taehyung solo buscaba salvarse y defenderse. Aquello lo hizo pensar ¿Alguna vez lo defendió? ¿Pensó en él? ¿O era un simple egoísta? Jamás. Sus ojos eran ciegos, solo se dejó llevar por el amor y no notó aquello.
Nunca notó que no hubo amor por parte de él, lo usó. Jugó con sus sentimientos, lo usó como medio para no tener problemas. Fantástico, además de ser lastimado físicamente, ahora estaba mucho más lastimado psicológicamente, más que antes. Fue un juego, una ilusión absurda, era el típico juego de novios, donde los sentimientos no eran reales y uno no sentía real esa historia.
De ese modo se sintió JungKook, estaba tan feliz de jugar aquello, viviendo como si fuera real, pero cuando Kim decidiera terminarlo, el juego no seguía y los sentimientos se acababan. Todo era olvidado hasta la siguiente partida.
Todo lo que vivió, todo lo que sufrió, todo aquello era transmitido en cadena. Al parecer su compañero era así de posesivo con él, y toda esa posesión era transmitida a Kim, para transmitirla a JungKook. Era todo un círculo encadenado, con la diferencia de que Yang no llegaba a ser extremista como Kim.
Ya no quería vivir, solo quería tirarse en algún lado y dejar su cuerpo, abandonarlo todo y renunciar al juego. Todo lo que lo rodeaba, nada le importaba. No pensaba en sus amigos, Hoseok, Yoongi y Jimin, quien también se sumó a ellos, lo dieron todo, pero el rubio solo los apartó. Yugyeom también estaba incluido en la lista, quería ayudar a su amigo. Sabía el dolor que era tener una pareja complicada cuando las circunstancias eran distintas, pero aun así no se rindió. JungKook no estaba enterado de nada de sus amigos, no supo de la ruptura entre Yoongi y Jimin, sobre el delirio de Hoseok o el suicidio de BamBam. Perdió contacto con todos, era lo que quería, ya no sentía interés por nadie, ni por su familia. No sentía emoción por irse a su casa nuevamente, no tenía emociones, ni ganas de existir. Quería ser un alma en pena buscando algún rumbo en la nada, sin tener que volver a tener un solo contacto con alguien, también así dejando de sentir por los demás.
Se recostó en su cama, con su cabeza hundida en las sábanas, odiándose a si mismo y odiando todo a su alrededor. Ya no le importaba saber si JungKook lo veía llorar, no le interesaba que le gritara ser un débil y un llorón, porque lo era. Se sintió un inútil sin salida. ¿Qué podía solucionarlo? Lee consideraba estúpido aquel pensamiento. Recordaba que si quería autoflagelarse, no podía cometerlo, simplemente por ser él, Jeon JungKook, un estúpido sin coraje ni valor.
-Jungkook necesito que... ¿JungKook?- dijo Kim acomodando las mangas de su camisa, encontrando a su novio en ese estado. Al no recibir atención de su parte, se sentó junto a él- ¿Ahora por qué lloras?
Seguía sin respuestas. Por un segundo pensó en lo peor, ¿Y si escuchó todo? Estaba siendo más que egoísta, pero ya no le prestaba atención a aquello. No más.
-Kookie- corrió sus cabellos. El menor seguía sin expresión alguna- Si es por... todo lo que pasamos...- suspiró- Prometo dejarte libre- el rubio levantó su vista, mirando a su mayor para escuchar la nueva mentira- Una vez que viajemos vas a...
Basta. No quería oír más. Cuando viajemos a Australia; Prometo cuidarte; Serás libre. Nada de eso sería real. No confió en nada. Se levantó y corrió hasta el baño, sin importar los llamados de Kim.
-Jungkook- llamó, pero no obtuvo respuesta- ¡Jungkook, no empieces con tus berrinches, ven aquí!- silencio- ¡¡¡Jungkook!!!- lo persiguió. El menor cerró con llave la puerta del baño, evitando que entrara.
El mayor golpeaba bruscamente la puerta pidiendo que abriera. No le importaba que hizo de mal, solo quería tener a Jungkook y que lo escuchara.
Todo se había ido a la mierda, le prometía cosas que no cumplía solo para no perderlo. Jungkook no era tonto, él sabía que no funcionaban así las cosas, pero aún se expresó bien ¿Por qué? Porque él si tenía corazón, si tenía ese único valor de poder seguir siendo alguien puro que sabe perdonar y amar, sin importar cuanto daño sufriera. Su error fue llegar hasta el extremo.
Los extremos eran malos, mucho amor y mucho odio. Siempre debía mantenerse neutral, debía estar a la mitad del hilo. Jungkook llegó más allá de la mitad, estaba en la punta del hilo, él perdonaba con facilidad y le era imposible ver lo malo. Mucha bondad lo hizo sentir mal, pidió perdón hasta el último día, amó hasta más no poder, y le estaban compensando con lo peor que podía vivir: el maltrato.
-¡Kook! ¡Maldita sea! ¡¡¡Ábreme, mierda!!!- pateó la puerta. El rubio sollozaba allí. Tenía miedo de aquel psicópata. La puerta era constantemente golpeada, en un segundo, podía llegar a romperla. Estaba asustado, al igual que un niño al ver una película de terror. Taehyung nunca llegó a ese nivel, si lo golpeaba, pero no lo perseguía. Cubrió su cuerpo con sus brazos, evitando aquella pesadilla.
Todo fue diferente desde ese día, el ser interior de Taehyung fue sacado a la luz. Todo estaba siendo peor que nunca. Iba de mal en peor todo.
Y aún faltaban solo siete horas para que la tragedia sucediera.
Porque tantas visitas y tan poco follow, hay que hacer bestie🤨
¿Ustedes creen que la historia terminará bien o en muerte?
Ya falta poco para el final!
🥝: Minnh-aye
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