☪︎ 𝘀𝗲𝘃𝗲𝗻𝘁𝗲𝗲𝗻
Un pequeño de seis años, meciendo sus piernitas de adelante para atrás, esperando durante tres horas que sus padres volvieran luego de cuatro meses de estar desaparecidos. Miraba hacia el piso de baldosas de aquel lugar frío y temeroso, esperando a la persona quien por el momento lo estaba cuidando.
-¿Y mamá? ¿Dónde está papá?- preguntó el infante apenas vio a aquella mujer salir de la sala.
-Solo deja de preguntar eso y vete al auto- gruñó, tomando fuertemente del brazo al niño.
El pequeño soltó un quejido por el fuerte agarre de esa loca mujer, queriendo soltarse.
-¡Quiero ver a mis papás! ¡¿Dónde están mis papás?!- gritó con un fuerte llanto, llamando la atención de todas las personas en esa oficina. Un sonoro golpe se escuchó, la mano de aquella mujer dio contra su espalda y luego contra su cara.
-¡Escúchame mocoso! ¡Tus padres están muertos! ¡Ya no te quieren!- gritaba sin tenerle piedad al niño- ¡Deja de pedir por ellos, ahora te quedarás conmigo!- volvió a darle un nuevo golpe en su otra mejilla, sin compasión y sin interés de pasar vergüenza.
Fue arrastrado hasta el auto de su tía, quien agarró fuertemente los cabellos del menor. Lo subió al auto y éste arrancó para irse dirección a la casa donde habitaban.
Una vez en ese viejo departamento, la mujer metió al niño a su cuarto, encerrándolo en la oscuridad, mientras que ella se iba con una de sus tantas parejas por largas horas a la noche. El infante solo soltó un fuerte sollozo cuando se encontraba solo, sobando su pancita por el hambre y restregando sus ojitos por las lágrimas.
Se paró mirando hacia la ventana y comenzó a hablarle a aquellas estrellas que brillaban con más intensidad.
-Mami, papi- limpió otra lágrima- Hoy aprendí que no existe el amor.
Jeongin llegaba al destino que tanto quería, estacionó su auto justo en la esquina donde aquella casa estaba ubicada. ¿Qué era lo que veía? Una pareja totalmente feliz, abrazándose. Eso no le pareció favorable. ¿Cómo iba a darle un abrazo y besarlo luego de su fabulosa aventura en Australia? Quiso acercarse un poco más, pero era tarde.
La pareja había entrado.
Minutos luego, bajó del auto para acercarse a la casa, pero un auto que casi lo atropella lo hizo retroceder, ya que iba en dirección a la casa.
Se quedó un largo rato viendo aquella discusión y como se hizo cada vez más violenta. No todo es resuelto con palabras dulces, estúpido. Hizo clic en su mente, recordando aquellas palabras de hace veinte años atrás.
- Te juro Kim, que si un día me entero que vuelves a hacerle daño, te haré pudrirte en la cárcel
Escuchó a aquel grito y vio como el auto de ese chico arrancó y se fue, sin rumbo alguno. Yang comenzó a seguirlo, así parando en una estación de servicio. Vio su nivel de gasolina, la cual estaba por la mitad, pero ya que se encontraba en aquel lugar, aprovechó a cargarle un poco más.
Salió del auto y esperó a que lo atendieran. Mientras tanto, se acercó al otro chico.
-Buenas noches- sonrió amable.
-Buenas noches- respondió seco el más alto.
Se quedó pensando que palabras usar para poder hablar con él.
-¿En esta estación no hay alguien quien atienda rápido? Me congelo- dijo, abrazándose a si mismo debido al frío.
-Créeme, hoy es un día donde todos están en contra de uno- rodó sus ojos.
Jeongin asentía hacia aquel chico.
-Yang Jeongin, un gusto- dijo, estrechando su mano. El otro chico miró incrédulo, pero terminó por aceptar. Después de todo, él no tenía la culpa de la situación.
-Jung Hoseok- devolvió el saludo.
-Hoseok...- repitió el nombre- Un amigo mío tiene un amigo llamado así. No hubo un solo día que no me haya hablado de él en mi viaje- mintió.
-Que coincidencia- fue lo último que dijo, esperando a que alguna persona se acercara a cargar su auto.
Yang Jeongin. Amigo. Viaje. Hizo un análisis con aquellas palabras y lo miró fijamente para luego preguntar.
-Solo por curiosidad, ¿Dónde trabajas tu?- dijo, enarcando una ceja.
- Oh, en una oficina, soy abogado y contador. Trabajo en Park Corporation- sonrió falso.
Hoseok abrió grande su boca, formando una O.
-Mi amigo... ex amigo... trabaja ahí- comentó, viendo como Jeongin hacía una cara de sorpresa- Si no te molesta, ¿Conoces a Kim Taehyung?
Jeongin rio internamente.
-Claro que si, es mi amigo de universidad. Viajamos juntos y justo hoy volvimos de Australia- sonrió.
-Es un completo idiota- dijo, mirando hacia otro lado cuando un señor se acercó a cargar su auto.
-¿Por qué?- dijo fingiendo inocencia.
-Ese chico es un completo farsante. Hace años que maltrata a su pareja física y verbalmente- su voz denotaba rabia, tanta que hasta el mismo señor que trabajaba allí se sorprendió.
-¡No puede ser cierto!- llevó una mano a su boca- Pero... me contaba maravillas sobre él.
-Es un completo mentiroso- chasqueó la lengua.
Éste pensaba en su plan, el cual iba perfecto como lo planeó.
-Se que es muy pronto pero... ¿Me darías tu número? Realmente me sorprende las cosas que me has dicho sobre Taehyung y quisiera seguir hablando contigo, pero debo ir con mi esposo e hijos- habló apenado.
-Claro- buscó su teléfono para ver su número. Yang sacó el suyo para agendarlo.- Aquí tienes- sonrió levemente.
-Te lo agradezco mucho- estrechó nuevamente su mano, regalando otra sonrisa más grande que la anterior- Fue un gusto encontrarnos aquí teniendo a alguien en común. Te mandaré un mensaje hoy.
-No hay problema. Hasta luego- se metió a su auto dispuesto a irse.
Mientras se iba, Jeongin miró triunfante a aquel chico, feliz por conseguir lo que quería.
-Que inocente eres ¿No?- rió sarcástico.
Taehyung esperaba una respuesta de Jungkook, necesitaba confirmar enseguida si querían irse o no a vivir a Australia, puesto que el límite se iba agotando.
-Kookie, necesito que me digas. Tengo que confirmarle al señor Bang sobre esto- dijo, viéndolo fijamente.
-Taehyung-... no es fácil- comentó apenado- Si nos vamos, dejaremos a todos aquí, y no quiero esto- su cara expresaba lástima al pensar aquello.
El mayor no quería seguir viviendo una pesadilla en Corea, quería irse de una vez con su pareja y cuidarlo para no pasar por más cosas.
-Amor, si nos quedamos aquí nos harán más daño. Mira lo que pasó con Hoseok, tu confiabas en él, pero mírame, mira lo que ocurre cuando confías mucho en alguien, te apuñalan por la espalda, te dañan Kook, no podemos confiar en nadie aunque sean nuestros amigos. No podemos- para él era demasiado fácil manipular a su pareja. Era como engañar a un pequeño niño.
- Taehyung...- susurró.
-Si nos vamos, viviremos bien allí, nadie interrumpirá nada. Podremos remediar nuestra relación- se arrodilló frente a él, tomando su cara- Seremos libres, no debemos confiar en nadie más, solo en nosotros mismos- Lee seguía sin reaccionar- Y podremos estar solos al fin. Dime que si Jungkook, ¡Dime que si!- suplicó, sacudiendo un poco su cuerpo.
-S-si- murmuró, sintiendo el apretón en su cuerpo.
Taehyung lo soltó, viendo feliz a su novio. Se irían de aquel atroz lugar y vivirían una nueva historia. Mientras tanto Jungkook se arrepentía haber vuelto a aquel lugar, pensaba que debía vivir por más tiempo con él, siendo restringido nuevamente, sin poder vivir por su cuenta, o alejarse del daño que juró que no iba a volver a sentir.
¿No tengo otra opción?
No
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