Jisung describe la cita en una sola palabra, Fracaso.

Pasaron un montón de cosas malas, desde caerse frente al rubio, hasta perderse la película, y ahora mismo se dirigían a la casa del más bajo.

Era un silencio bastante incómodo, solo que a Sung no le importaba mucho, ya que intentaba no pisar las rayitas del suelo.

— Uhm... Sung, perdóname, está salida no fue la mejor, pero para la próxima... tal vez sea mucho mejor.

El menor asintió sin ponerle mucha atención, solo quería olvidar este día en el que sintió mucha vergüenza, pero se había pasado de su casa por andar jugando con las rayitas del suelo.

Sintió como algo lo atrajo al cálido y cómodo cuerpo del rubio, lo estaba abrazando mientras le daba caricias en el pelo.

Sung no entendía como es que a veces Minho podía ser muy mamón, y otras veces era la persona más linda del mundo.

— Te quiero mucho, ahora entra a tu casa, que tu mamá nos está viendo desde la ventana. — Apenas dijo eso, el menor giró un poco la cabeza encontrándose a la señora Choi saludando con su mano.

De inmediato se separó del contrario, entrando a su casa, sin siquiera despedirse

Aquel fin de semana fue maravillosamente horrible, pero ya era Lunes, y tenía que ir a la escuela.

Sung suspiró pesadamente, tenían educación física y hacia calor, no se quería poner un pantalón, ya que iba a sentir mucha calor, así que se puso un pantalón corto, algo así como un short y una polera manga corta.

Comió un poco, y salió de su casa tranquilamente, no estaba apurado, y le encantaría llegar tarde para que no lo dejaran entrar, pero ahí estaba Jeongin hablando con el guardia. Cuando se acercó más, pudo escuchar que hablaban de él.

— Pero él va a llegar, ¡Yo lo sé! — Puchereó el castaño, mientras miraba al mayor.

Oh maldición.

— ¿Se da cuenta? ¡Ahí está Sung! — Dijo acercándose. — Ahora vamos Sung, tenemos mucho de que conversar. — Tomó a este de la mano y lo llevó hacia dentro.

— ¡Pero Jeongin! Quería llegar tarde para que no me dejaran entrar. — Lloriqueó.

— Shh, nos toca Educación física y nosotros somos pareja en los juegos, y si no estoy contigo me sentiré muy solo. — Formó un puchero con sus labios.

El pelinegro iba a responder a eso, pero sintió como alguien lo abrazaba por detrás, apenas sintió su olor, supo de quien se trataba.

— Oh, y mira, Minho hyung estaba preguntando por ti, y ahora aquí está. — Aplaudió emocionado.

El rubio se separó, y se dio cuenta de como iba vestido el menor.

— Lindas piernas, ¿Cuándo abren?

Las risas del menor se escucharon, al menos hasta que él mismo tapo su boca.

— ¡Hyung! — Chillo el pelinegro sintiéndose avergonzado por las palabras del mayor, mientras que éste lo único que hacia era reír de la reacción del contrario. — ¡Le dije que dejara de hacer eso! No me gusta cuando dice esas cosas. — Puchereó, haciendo que el contrario sonriera con ternura.

— Prometo ... — Se quedó callado un momento ganándose la atención de todos en ese lugar. — Prometo seguir diciendo más cosas así, porque se nota que te encanta.

Gracias por leer ♡︎
Vallan a leer mis otras historias :D

🍄: Minnh-aye