🏴 𖠵 ˓ 17
Despertó a su lado, sintiendo el calor de su cuerpo pegado al propio, las sábanas enredándose entre sus piernas desnudas. Le gustaba que al abrir los ojos en la mañana se encontrase abrazado por Taehyung, tan dulce y romántico como siempre lo soñó. Pero se sentía extraño, su corazón albergaba un miedo que debía sacarlo pronto antes de que lo consumiera. Salió de la cama en silencio y se dirigió a la cocina, un ambiente moderno con una isla de mármol negro en medio. Comenzó a hacer café y sacó fruta picada con yogurt griego y miel. Cuando estaba por empezar a comer sintió las manos firmes de su amante sujetarse a su cintura.
— Un buen muñeco nunca dejaría a su caballero solo en la cama —gruñó ronco contra su oído.
— Tú mismo dijiste que no eras mi caballero sino mi dragón —corrigió JungKook con una sonrisa en los labios.
Una risa profunda le provocó escalofríos, tan sensual como Taehyung podía ser.
— Debo ducharme, voy a salir.
— ¿A dónde irás? Hoy no trabajas —le recordó que ese día era para sus actividades particulares. Taehyung, por otro lado, debía ir a la estación en menos de una hora, y el primer papeleo que debía hacer era sobre las vacaciones de Yoongi.
— Iré a ver a Jimin, debo hablar con él.
Taehyung asumió que se trataba sobre el atentado de la noche pasada, por lo que no indagó más. Jungkook se removió del abrazo de Taehyung algo incómodo, y eso lo notó el mayor.
— ¿Te sucede algo?
— No, sólo... tengo prisa —consiguió decir antes de saliera pasos rápidos de la estancia y correr al baño de la recámara principal, dejando olvidado su casi intacta taza de café.
"¿Hice algo malo?", se preguntó el Comandante contrariado por la actitud de su pareja.
Usualmente JungKook era muy alegre y chispeante, tímido a veces, pero siempre tenía algo que decir. No era propio de él esa mirada de miedo o el nerviosismo en sus acciones, lo que era preocupante. Algo en el corazón del oficial le dijo que su pequeño principe estaba demasiado temeroso, y ello conllevaba más problemas.
"No debes tener miedo, mi niño, voy a cuidarte"
— ¡Agh, mmm, Yoongi! —chillaba Jimin con las piernas abiertas, recostado sobre el mesón de la cocina, con su amado rubio en medio embistiéndolo fuerte.
— Maldita sea, eres un pequeño chico escandaloso.
El pene del rubio impactó fuerte contra el punto dulce del muchacho, una y otra ves siendo atacado con brutalidad, haciéndole gemir fuerte y alto. Quien diría que ese pequeño ojeroso tendría tanta energía en la mañana.
La boca de Yoongi devoraba el cuello blanquecino de su amante, dejaba marcas a por doquier declarando su propiedad sobre el chico. Jimin esta extasiado, su pene se encontraba lloroso por las ganas de eyacular, pero la mano de Yoongi estaba apretando su base impidiéndoselo.
— Eres el mejor desayuno que pude desear —le susurró antes de besarlo en los labios, degustando el dulce sabor y la danza que sus lenguas hacían dentro de sus bocas.
— Mmgh, Yoongi... quiero correrme.
— Ruega por ello —le dijo antes de seguir follándolo duro y salvaje, como le gustaba al pequeño chico.
—Por favor, fóllame hasta que me corra fuerte —suplicó con voz ebria de deseo—. Quiero que tu pene destroce mi culo mientras me corro.
Yoongi gruñó antes de tomarle la palabra, llevándolos a ambos a un delicioso orgasmo que los embargó les hizo gemir con descaro. El oficial derramó su semilla en el cálido interior hasta que su culo quedó rebosante de blanca esencia.
— Lo siento, no pude contenerme.
— Está bien, tomaré una píldora.
¡Toc, Toc!
Jimin se irguió en seguida en la mesa cuando escuchó la voz de JungKook llamarlo desde afuera. Su amante retiró su miembro del interior del chico para poder calzarse el bóxer. Jimin corrió, a duras penas, hasta su recámara, abrió su armario y tomó el primer suéter gigante que encontró para cubrir su desnudez. Tomó un bóxer, pero al ponérselo sintió pegajoso su agujero y le causó disgusto, necesitaba un baño. Yoongi llegó al poco tiempo, seguido de JungKook.
— Estaba ansioso porque le abrieran la puerta —explicó el rubio.
— Quizás debí esperar —murmuró JungKook notando la situación en la que Jimin se encontraba—. Deberían tomar un baño.
Yoongi le tomó la palabra, y con él arrastró a Jimin hacia la bañera. JungKook decidió que si ya había interrumpido de forma poco conveniente en el lugar, al menos debería darles privacidad. Se retiró al salón, y tomó asiento en el sofá; esperó un rato hasta que vio salir a su hermano seguido por el oficial Min.
— Me iré a la estación —le dijo antes de darle un beso para luego marcharse.
— No sabía que vendrías, pude-
— ¿Usaste preservativo? —cuestionó abruptamente JungKook sorprendiendo a Jimin quien se quedó mudo por segundos antes de responder.
— N-no, pero tomaré una píldora.
— ¿Y antes?
— Yoongi y yo siempre nos cuidamos —admitió con un leve sonrojo en las mejillas.
El abogado soltó un suspiró cansado antes de dejarse caer sobre el sofá, tendido, consumiéndose entre su miseria. Su hermano, aunque no de sangre, lo miraba curioso, preguntándose a qué se debía traer a colación un tema que para JungKook podría considerarse muerto. El joven no lucía nada bien, estaba algo pálido, se le notaba agitado y nervioso.
— ¿Y tú? —le preguntó Jimin.
— No, nosotros no —bisbiseó.
— Eso es peligroso. Sabes que podrías...
— Sabes que no me gusta hablar de esto, pero... Mamá me lo recordó.
— ¿Qué sucede, Kook?
El abogado exhaló un suspiro, entonces habló:
— Nosotros nunca usamos preservativos, nunca me tomé nada para... Después de todo nunca he sabido si soy o no un doncel, y pensé que nada sucedería.
— Sé que siempre has querido ignorar el tema, aunque ahora, creo, que ya no puedes obviarlo más.
JungKook no contestó, no podía argumentar nada en contra porque la situación era más que obvia y no le daba muchas opciones a escoger. Su mente se encontraba en una cruzada contra su corazón, aquella parte que le decía que ser un doncel no era el fin del mundo, pero los miedos albergados en su corazón le hacían temblar en la cuerda floja, tambaleante y en peligro de caer, y al parecer su dragón no estaba cerca para atraparlo.
— ¿Piensas que podrías estar embarazado?
No, no podía, eso...
— Eso..., no.
— Nunca te hiciste la prueba, sabes que hay una gran posibilidad.
Su rostro afeminado, sus piernas delgadas pero torneadas, sus manos finas, su cintura estrecha y las caderas ligeramente anchas. Todo en él gritaba doncel. Siempre supo eso, no obstante, toda su vida se esforzó en creer lo contrario, y ser un hombre común. Las experiencias sobre su físico, los comentarios, todo lo empujaron a ponerse una venda en los ojos que eliminaría de su conocimiento esa posibilidad.
— Tengo miedo —admitió derrotado.
— Ser un doncel no es malo, Kook. En la actualidad es muy normal que un hombre pueda concebir.
— Lo sé, yo lo sé... Tú sabes lo que viví, fuiste testigo de lo que me hicieron por... parecer un doncel. A veces, solo me gustaría no parecer un doncel.
— Lamento lo que te sucedió, pero Taehyung es diferente. Él no va a rechazarte.
¿Cómo saberlo con certeza?
Para JungKook era muy difícil decir que Taehyung lo entendería, que no lo rechazaría, cuando estuvo muy cerca de hacerlo sólo por ser JungKook el hijo de un mafioso. No dudaba del amor que el oficial le profesaba, mas no siempre el amor es suficiente para ganar todas las batallas.
— Debes hacerte una prueba, y si eres doncel, debes decírselo.
Y eso le traería una nueva tensión a su relación. Ni siquiera hubieron superado el hecho de que JungKook era de la mafia, como para ahora incluir un tema aún más crítico. El muchacho temblaba de sólo pensarlo, imaginarse siendo rechazado por Taehyung hacía que su corazón se sobrecogiera. Lo amaba y no quería perder aquel amor, aquella relación. JungKook se juró jamás mendigar por amor, ni de tu familia ni de un amante, eso lo aprendió a las malas en el orfanato y años después con un hombre al que quiso mucho. Al final, rogar por amor se convertía en un camino labrado de espinas que lo llevaría al infierno.
— Yo estaré contigo, no debes tener miedo. Además, los niños no son tan malos —quiso animar Jimin aunque dudaba que su objetivo se consiguiese.
— No es que les tema a los niños o que no me gusten. Cuando supe que podría ser doncel, antes de todo ese tormento, me entusiasmaba saber que podría tener un hijo con la persona que quiero. Sin embargo, no todos creen que es normal, no todos están de acuerdo con ello.
A muchos les disgusta tanto que pueden llegar a lastimar a aquello que consideran anormal, y empujarlos a un abismo de locura y odio a sí mismos..., te empujan a destruirte a ti mismo. Mientras tu sujetas la daga, ellos la empujan contra tu pecho hasta que te desangres.
"Si soy un doncel, si estoy en cinta, mi bebé jamás deberá avergonzarse por lo que es o por lo que yo soy... y quiero que Taehyung tampoco lo haga"
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Gracias a 6kimkookie9 por hacerme acordar de actualizar <33
🪴;; minnh-aye
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