愛 ໑ O3
El el pelinegro chasqueo la lengua, y sonrió por las palabras del pequeño.
- Así que me recuerdas.
El contrario solo le apartó de una manotada, el pánico se expandió por todo su sistema, su respiración se volvió errática y juraba que se iba desmayar, ni siquiera entendía por que estaba llorando ¿Miedo? ¿Tristeza? ¿Nostalgia? Su cuerpo era una ola de emociones en ese momento.
- ¿Porque..los mataste? ¡Cual es tu maldito tu problema! ¡Acaso estas loco tienes idea de quienes son hijos! ¡Eran mis amigos!. - le grito y miraba como si quisiera extrangularlo y el mayor solo le vió con una ceja alzada y cambió su expresión una seria, dura, como si fuera un tempano de hielo.
- No has cambiado, sigues siendo igual de hipócrita. - solto una ligera risa amarga.- No los considerabas tus amigos, te juntabas con ellos por conveniencia, los utilizabas para llegar mas alto, porque asi eres siempre quieres más y para conseguir eso pisoteas a los demás. Típico de Han. - finalizó y el contrario se quedo cayado viéndolo con cada pequeñas pizca de odio en sus ojos, su respiración no se había calmado y se atrevió a hablar.
- Tu tampoco has cambiado sigues siendo el mismo cobarde, haciendo que los demás hagan cosas malas por ti y al final solo te lavas las manos, claro quien sospecharía del angelito Lee. - el contrario solo le sonrió divertido, pues le parecía cómico ver como el azabache le miraba como si ya le hubiese matado de todas maneras posibles en su mente.
- Tiene agallas.- se colocó el otro guante y vió a los otros dos individuos quienes miraban al menor con total asombro (pues se habían quitado lo que les cubria el rostro) nadie se atrevía hablarle asi a MinHo.
Al rey de la mafia.
- Traiganlo y los demás que se encarguen de los cuerpos. - les hizo un ademán con la mano y solo asintieron y se iban a hacercarse a Han quien solo soltó una pequeña carcajada.
- No ire con ustedes, no cabe duda que estas loco. - les mostró el dedo del corazón y Lee también solo se limitó a reír de manera cero amistosa.
- Vendrás conmigo por las buenas o por las malas, tu decides chiquito. - le vió con aires de superioridad.
- Lo tienes, y no ire contigo ¿acaso estas sordo, o eres idiota?. - se cruzó de brazos y su miedo era menos que el del principio. Pero obvio no se había ido por completo, porque vamos ¿Quien no temeria al ver este hombre?.
- Ese el Han que conocía. - chasqueo los dedos y caminó de nuevo en dirección para salir de la playa y los dos individuos se le acercaron, no podía echarse a correr por dos cosas:
Uno de ellos ya lo había tomado de los brazos inmovilizandolo, claro de inmediato comenzó hacer fuerza, removiendose pero era inútil el tipo media como dos metros y ni hablar de su fuerza, vio al otro sacar una pequeña jeringa con algo dentro y allí si su pánico aumento.
- ¡Que estas!...que ¡no!...vamos idiota sueltame, ¿Que estas?... ¡Que! no te me acerques aleja esa cosa de...
Estaba luchando con todas sus fuerzas, y mas cuando el tipo inserto la jeringa en uno de sus brazos, sintió su cuerpo débil casi al instante y dejo luchar su respiración comenzó a ser pausada, y finalmente todo se volvió negro, su cuerpo se desplomó cayendo rendido ante aquel desconocido quien sin problema alguno lo cargo.
Cuando por fin comenzo a recobrar el conocimiento estaba sudando frío y sentía que su corazón latía muy rapido, se despertó del golpe he intento moverse pero sus manos estaban apresadas al asiento, no estaban en auto, era una avión ¿Esto es en serio?, Se removió y lo único que logro fue que el agarre en sus muñecas doliera, a decir verdad le dolía todo el cuerpo y el dolor de cabeza era casi insoportable.
- Oh despertaste. - hablo una voz femenina a su lado, y el otro chico solo le vió con el ceño fruncido. - tranquilo no te hare daño. - le dió una dulce sonrisa pero todavía desconfiaba de ella por el simple hecho de estar de Lee.
¿Era su esposa?.
- ¿Que?...
- Si quiza tengas preguntas pero no las puedo responder querido.- interrumpió al chico quien se quedo con las palabras en la boca.- te traeré agua y algo para que comas ¿Si? Te repito, no te hare daño ¿Entiendes?.
- Entiendo...- susurró desconfiado pues todavía tenia miedo de lo que había pasado hace algunas ¿Horas? Ni siquera sabían donde diablo iba o estaba, de nuevo quería llorar pero esta chica parecía ser la única buena persona de allí.
De nuevo intento a moverse y sintió el corte en su muñeca derecha iba dejar de moverse, de todos modos si se soltaba que haría ¿Saltar del avión? Estaba centrado viendo un punto fijo con el ceño fruncido y sentía que el corazón se le iba salir del pecho tenía miedo otra vez, y nuevo comenzó a sudar frío, la presencia se alguien más le hizo ver en dirección de donde pensó que estaba y de nuevo el estaba allí y esta vez podía ver su rostro con claridad.
Simplemente perfecto.
Tan perfecto que si se soltaba le desfiguraria la cara de un golpe.
- Veo que despertaste. - se sentó en el asiento libre frente a el y el azabache le miraba como si lanzara cuchillos por los ojos.
- Suéltame, suéltame, idiota, si me suelto juro que yo mismo que arrancó la garganta idiota ¿Porque me trajiste? ¿Donde vamos? ¿Que diablos quiedes...
No pudo terminar de hablar bien pues el contrario le había tomado del rostro con una mano apretando sus mejillas impidiéndole hablar, haciendo que abultara sus labios y esta le vio con el ceño fruncido aunque internamente se había asustado, y mucho.
- Hablas mucho, solo cállate no tengo porque darte explicaciones niño...
- ¡Minho! - la misma voz femenina fue lo que le gritó y el chico solo soltó al azabache de mala gana. - Porque eres tan grosero con el niño.
- ¿Escuchaste lo que el me dijo?. - le reprochó serio.
- Si...Tiene osadía. - dejo la bandeja en una pequeña especie de repisa o mueble de madera que había allí, y se cruzo de brazos observando al menor quien solo se mantenía serio.
- "per questo che ero attratta". - eso si que no lo había entendido el menor y solo le seguía mirando de la misma forma, vió que la chica soltó una pequeña carcajada y negó levemente, al decir aquello no mostro ningún tipo de emoción o expresiones facial por lo que el menor no tenía idea de que fue lo que dijo tenía que mejorar su italiano definitivamente. Le dio una última mirada y el pequeño solo le quería decir todas las maldiciones existentes en el mundo.
Y se levantó y fue a otro lado, la chica solo negó levemente y tomo de nuevo la bandeja, hacercandose al pequeño quien le miraba con el ceño levemente fruncido.
- ¿Que fue lo que dijo?. - pregunto algo dudoso.
- Que se iría, y no te molestaría lo que queda del vuelo. - hablo tranquila, y le colocó el dedo índice en el entrecejo se confundió por eso. - deja de fruncir el ceño.
No le molesto pues la chica parecía ser muy amable por como lo estaba tratando la mencionada abrió la botella de agua y la posó cerca de los labios del menor, quien se iba a negar pero su cuerpo se sentía muy débil y ni siquiera sabía cuanto tiempo estuvo inconsciente.
- ¿Que hora es?. - le había apartado la botella de los labios pues esta vez había tomado el pequeño plato con comida.
- Las 7 de la mañana, estuviste como 4 horas inconsciente...supongo que te pego fuerte esa cosa. - le hizo una especie de ceña para que abriera la boca y le dió una pequeña porción de esta, se sentía como un niños pequeño siendo alimentado por su mama.
- Gracias...
- Jihyo. - completo con una pequeña sonrisa.
- ¿Usted es la esposa de Lee?. - preguntó algo dudoso y ella soltó una carcajada negando varias veces.
- Soy su prima, mi esposo es otra persona.
Le siguió dando de comer y evitaron hacer mas preguntas.
El menor tenía muchas MUCHAS preguntas no entendía porque estaba allí donde estaban llendo o que era lo que quería Kim, estaba muy confundido, ¿Que no siempre fue el niño bueno que no rompía ni un plato? ¿El nerd? ¿El débil? ¿El chico de gafas algo tímido que conoció alguno? Quien era esta persona, o quiza nunca conoció al verdadero Minho y este es verdadero yo solo se preguntaba.
¿Quien es Lee en realidad?.
Espero que les guste ✨
🍄: minnh-aye
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