
愛 ໑ 2O
Los primeros minutos fueron bastante faciles o así lo denominaba el, pero cuando ya iban casi treinta minutos el dolor era fuerte pero no insoportable, la tortura fue cuando ya había pasado una hora. Sus manos dolían y sus rodillas igual, juraba que lloraría si no se movía, y oh grabe error se movió pero fue minúsculo el movimiento pero al final termino estando de rodillas dos horas completas y cinco minutos. Claramente se hecho a llorar como un bebé cuando el tiempo finalizó pero suspiró aliviado, ya eran las ocho de la noche y Minho no había llegado.
Pero llegó y encontro a el menor sentado en el piso lloriqueando y cuando lo vio fue como si le mandará cuchillos invisibles por los ojos.
— Me duele.— Dijo tratando de sonar lo menos infantil posible y Minho solo se rio ligeramente.
Era extrañamente bonito ver que si podía sonreír.
— Entonces ¿Me vas a volver a desobedecer?.— Minho le ayudó a levantarse y lo cargo para sentarlo en la cama.
Jisung negó repetidas veces.
— Pff si esto fue "leve", no quiero averiguar lo que es un castigo grave.— Siguió negando y el mas alto lo recostó sobre la cama y se colocó encima de el.
— ¿Quieres hacer algo?.— cuestionó el rubio.
— ¿Me vas a dejar salir?.
— No.
Jisung frunció el ceño y lo empujó para se quitará de encima de el.
— Estamos en españa y no puedo salir dios esto es el colmo, es el colmo.— Iba a levantarse pero sus pies prácticamente temblaron y no pudo por lo que se quedó sentado en la cama.— Si te ries te ahorcó.— amenazó viendo al rubio.
Quien se reincorporo, y le colocó una mano en la garganta haciendo leve presión.
— ¿No crees que es mejor al revés? ¿Me dejaras hacerlo cuando tengamos sexo?.— Minho movió su mano en forma de masaje y el contrario le colocó una mano en la muñeca para que se detuviera.
— Si me das comida quizá lo consideré, además no sabía que eras fetichista.— Yang hizo una mueca mientras quitaba la mano de su garganta y Minho se rio.
— Hay muchas cosas que no sabes.
— Entonces dimelas, quiero conocer este Lee Minho— Jisung le dió un golpesito en la frente con el índice.
— Tal vez lo haga después.— Minho se levantó y estaba apunto de salir de la habitación.
— ¿Otra vez te vas?.
— Seguro tienes hambre, pediré que te traigan comida.— Jisung formo un corazón con su índice y su pulgar, y ahora Minho si salió de la habitación.
Luego de eso se habían acostado a dormir.
No hablaron mucho al menos no Minho, pese a que el azabache intentaba sacarle algo el rubio cuidaba sus palabras. Era casi de madrugada cerca de las dos y varios besos en su cuello hicieron que se despertará un poco.
— ¿Que se supone que estas haciendo?.— cuestionó el azabache colocando una de sus manos en el cabello del contrario.
— Quiero hacerlo.— Respondió para luego succionar una parte del cuello del menor donde se formó un pequeño chupete.
Jisung se quejó adormilado.
— No quiero dejame dormir.— Jisung le dió un empujoncito muy débil pero el mas alto estaba prácticamente encima suyo.
— Vamos solo una vez.— le dió un beso en la mejilla y el contrario frunció el ceño.
— No.
— ¿Porque no? Hace rato querías hacerlo, dijiste tengamos sexo, quiero atender las necesidades de mi prometido.— Le beso la barbilla he hizo un pequeño caminó de besos hasta llegar a su mejilla.
— Tu lo dijiste hace rato ya cambié de parecer.
— Entonces atiende mis necesidades.— introdujo sus manos dentro de la camisa del azabache quien jadeo por el frío contacto en su piel.
— Quiero dormir déjame.— Se quejó el contrario pero no tuvo tiempo para hacer berrinche pues había sido silenciado por los belfos del contrario sobre los suyos.
En pocos segundos no tardo en corresponder pese a que seguía medio dormido, incluso estaba pensando que era un sueño o algo por el estilo, pero su piel se erizó cuando los dedos del contrario rozaron debajo de su camisa la cual fue retirando despacio, asi hasta que cada prenda abandonó el cuerpo de cada uno de los dos, la habitación estaba llena de jadeos y respiraciones un tanto agitadas, y suaves jadeos emanaban de la boca del azabache pues era casi imposible que no salieran de su boca teniendo en cuenta que el rubio dejaba marcas en varias zonas de cuerpo. Su piel quemaba cuando los labios del labios del mas alto besaron sus muslos y volvieron a sus labios, un gemido desgasto la garganta del menor cuando el mayor introdujo uno de sus dedos con lubricante obvio para preparar al chico, no quería lastimarlo.
Un segundo, un tercero se añadió y por último luego de pocos minutos, los dedos fueron reemplazados por algo mejor que se le hizo retorcerse y arañar la espalda del rubio quien solo gruñó. La misma sensación del interior cálido, húmedo y apretado, ya no había rastro de sueño en ninguno de los dos y lo de menos era lo ruidosos que estaban siendo, era como si no pudieran contenerse. Comenzo con un vaiven bastante calmado. Sus bocas se unieron de nuevo dejando que sus lenguas se encontraran y mas gemidos murieran en medio del beso, las manos del Lee hacían un caminó por todo el cuerpo del mas bajo quien se estaba deshaciendo en gemidos debajo de el, con el pasar del rato se sentían tan pero tan bien su punto dulce siendo tocado una y otra y otra vez; que terminó por correrse encorvando ligeramente su espalda y soltando un fuerte jadeo. Lo mismo paso con Lee.
Respiraron de manera pesada sobre el rostro del otro, y nuevo terminaron durmiendo desnudo bajo las sábanas. Jisung había tomado algo de distancia y estaba abrazado una almohada, pero pronto sintió la cabeza del rubio apoyada en su cuello y sus brazos rodeándolo por la cintura.
Las madrugadas eran el peor momento para pensar o siempre le pasaba eso a Jisung. El debía irse ¿No? Llevaba casi dos semanas desaparecido su padre seguro lo estaba buscando no diría que sus amigos al fin y al cabo no los tenía, porque Minho tenía razón. Jisung solo usaba las personas, porque lo único que decía era:
Si alguien no tiene algo que quiero o necesito no tengo porque ser amable o amigo de esa persona.
Si un poco sociopata. Pero Minho era igual o peor que el.
Al fin y al cabo el mayor lo mencionó, se atraían porque el otro tenía algo que el contrario. Pero no estaban seguros de que era ese algo, Lee estaba seguro que esto era un juego para Minho
Y el no estaba dispuesto a jugar, bajo quien sabe que reglas.
Pero su fuerza de voluntad de escapar era cada vez menos. Minho lo salvo. Minho lo estaba cuidando. Minho lo estaba tratando bien, le tenía que devolver el favor.
Esto era solo un juego.
Si solo eso.
Jisung solo esperaría, para saber a que tipo de reglas se iba enfrentar y en que campo estaba jugando.
No quería que Lee jugará con el por resentimiento.
Pero era eso, o morir los dos.
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🪴;; minnh-aye
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