Luego de algunas horas despertó.

Las sábanas enredadas bajo su cuerpo desnudo y no a la habitación solo entraba un pequeño rayo de luz. Parecía un ángel despertando.

Decir que el cuerpo no le dolía era mentira. Sentía como si hubiese corrido una maratón, sin parar. Se reincorporo en la cama y estiro sus brazos. Pero ciertamente se sentía de muy buen humor de excelente humor a decir verdad. Y por fin cayo en cuenta que estaba solo en la habitación. El espacio de Minho estaba vacío, lo único que recuerda es que en el transcurso de dormirse el mayor de removió unas cuantas veces al igual que el, abrazo a Minho como si fuera un oso gigante pero por último durmieron de cucharita.

Se levantó de le cama y en el momento en que su cuerpo estuvo derecho sintió como si le había quebrado algún hueso. Suspiro rendido y solo se puso los calzoncillos y la camiseta que Minho se había quitado ayer dos tallas mas grandes que las de él. Volvió a sentarse en la cama arropando sus piernas con las sábanas, si era de esos momentos en los que te despiertas y te quedas viendo un punto fijo durante un rato muy efímero y la puerta de la habitación se abrió haciendo que se asustará.

— Oh despertó Joven Han, si se pregunta son las 11 de la mañana.— espetó Youngjae desde la puerta.

¿No le iba a preguntar que hacía en la habitación de Minho?. Bien iba abstenerse a preguntar.

— ¿Y Minho?.— fue lo que interrogó con voz ronca.

— Salió pero volverá antes de las cinco, entonces usted debería ir a ducharse, desayunar y comenzar a estudiar estaré en la sala principal para decirle que es lo que tiene que estudiar.— vió asentir al menor y el mayor hizo una leve reverencia y salió de la habitación.

Hizo todo lo que Youngjae pidió y ya eran las 3 de la tarde, habían comenzado a estudiar desde las doce y media con pequeños descansos de cinco minutos entre hora.

— Esto es tan aburrido. — espetó Jisung rodando los ojos.

— Concéntrate.— Youngjae le dio dos golpes a la mesa.— ¿El es?.

Mostró la foto de un chico pelirojo con facciones muy definidas parecía alguien sacado de un anime o una revista. Analizó la foto y luego de unos segundos respondió.

— Lee Taeyong, 29 años, es el heredero de industrias Lee las cuales se dedican a la explotación de petróleo, tienen todo un monopolio en las industrias, su prometido actual es Kim Dongyoung, cuenta con una ex pareja apodada Ten, es muy amigo de los Lee de mantova.— respondió con avidez, satisfecho al saber que su respuesta era correcta.

— Correcto.— dijo Youngjae buscando otra foto en las hojas que estaban sobre la mesa.

— Dios esto es tan aburrido ¿Porque tengo que saber esto?.— levantó una hoja de forma exagerada y Youngjae dios el no tenía otra expresión que no fuera la de mayordomo aburrido.

— Porque es importante, otra cosa escúchame bien, pase lo que pase nunca digas que eres el prometido de Minho, Cuando veas una persona sospechosa y te pregunté quien es tu acompañante o que apellido llevás tienes que mentir ¿Okey? Di a cualquiera de estas listas pero no digas que eres un Han futuro Lee ¿estamos?.— musitó el mayor en tono serio.

— Lo de ser su prometido es una farsa solo le aclaro y lo demás si ya entendí.— resopló revolviendo su cabello.

Y dieron las cinco de la tarde Jisung estaba muy arreglado. Se vió en el espejo por enésima vez. Y si se veía muy precioso por lo que sonrió para si mismo.

Irónico que ahora estuviera esperando a Minho y hace dos días le quería dar muchos golpes al sexy rostro del pelinegro.

Y no tardo mucho en llegar y oh vaya. Se veía estúpidamente apuesto y sexy con lo que llegaba puesto.

— ¿Estudiaste?.— fue lo primero que pregunto al ver al chico quien venía caminando hasta el y solo asintió.

Asintió a lo que el contrario pregunto. Se sentía muy estúpido, extrañamente estúpido por casi estar babeando al ver a Lee en traje formal.

— Vámonos.— Informo extendiendo su mano en dirección a Jisung quien no tardo en tomarla. Las manos de Minho casi cubrían por completo las suyas, subieron a una camioneta donde Minho iba en el copiloto y el menor atrás. Si llegó a pensar que el pelinegro le daría un beso o algo así, o mencionar algo sobre lo de anoche pero no fue así. Solo mantenía esa inexpresión en su rostro. El coche se aparcó frente a una enorme casa que ningun ciudadano promedió se compraría ni trabajando diez años.

Al bajar del auto Minho le dijo en italiano el chófer quien solo asintió y se fue.

— No hablas con nadie a menos que yo lo diga, no te apartas de mi, no respondes preguntas de gente sospechosa y sobre todo no te apartes de mi todo el evento ¿Entendido?.— le extendió su brazo.

— Si entendido.— Y envolvió su brazo en el de Minho.

Cuando entraron el lugar, bueno básicamente era de esos lujosos de película mucha gente extendía sus copas en dirección a Minho quien solo asentía en forma de saludo. Y claro estaba de mas decir que habían muchas miradas curiosas sobre el joven que iba sostenido del brazo de Minho. Y entonces un hombre un poco mas bajo que Minho se acercó a ellos.

Jisung lo ubico de inmediato.

Mark Lee, dueño de 40 galerías de arte solo en europa, 29 años, esposo de Donghyuck es parte del bando de los lee de mantova.

— Hey, Minho.— extendió su mano al pelinegro quien solo la estrechó.

— Mark, Ya se me hacía extraño no verte en estos lugares ¿Cuando volviste?.— Pregunto Lee

Jisung solo los observaba en silencio.

— Hace dos días, Donghyuck insistió que deberíamos venir y no me pude negar.— se encogió de hombros.— Y veo que tienes compañía ¿El es?— espetó viendo al azabache de manera amistosa.

— Es mi prometido.— espeto Minho con total calma y deslizó su mano hasta entrelazarla con la de Jisung.

Y mark por poco y se ahogaba. Pero la mueca de asombro no la oculto. Y entonces comenzaron hablar ingles.

En esos momentos Jisung odiaba haberse saltado las clases de inglés.

— ¿Tu prometido? Woah, es impresionante nunca te había visto con alguna pareja al punto de llegar a comprometerse.— bebió de la copa que llevaba en la mano.— Oh traerla algún evento.

— Las cosas cambian ¿No? Tampoco crei que te llegarás a casar con alguien tan joven.— Respondió el pelirubio.

— Para el amor no hay edad, además son solo nueve años, y yo amo a donghyuck.— sonrió.

Donghyuck ¿Porque ese nombre comenzaba a sonarle tan familiar?.

— Yo voy por algo de beber ¿Quiere algo?.—pregunto tirando levemente del traje de Minho quien volteó a verlo de inmediato y juro que el aire abandono sus pulmones. Nunca se cansaría de repetir que Minho era muy guapo.

— No bebé.— Jisung se sonrojo por el mote el meloso ¿Es todo parte de la farsa no? Y entonces hyunjin se acercó a la altura de su oído.— Recuerda lo que dije, si pasa algo vienes a mí de inmediato ¿De acuerdo?.— le susurró y el menor asintió.

Se zafó del brazo de Minho y caminó hasta una especie de bar con diferentes bebidas.

No quería nada fuerte, solo optó por beber algo que no tuviera mucho alcohol entonces alguien mas estaba parado a su lado cuando levantó la vista se quedó en blanco.

— ¿Haechan?

Murmuró asombrado-feliz y el chico de tez morena volteó a verlo y sus ojos radiaban felicidades.

Gracias por leer!

🌱: Minnh-aye