愛 ໑ 15
Lo primero que hicieron que fue ir directo a la mansión de Jeno. No tenían ningún tipo de comunicación sus celulares no funcionaban.
Cuando llegaron vieron la camioneta de sana, golpeada y con el cristal roto. Prácticamente Jeno, Minho y Daniel corrieron adentro y a la primera que encontraron fue a Jihyo.
Quien al ver a Daniel primero lo abrazo luego le golpeó el pecho repetidas veces.
— ¡Porque ninguno atendía el teléfono!.— reclamo algo molesta. Daniel iba abrazarla de nuevo pero Minho la había jalado del brazo.
— ¿Donde esta Jisung?.— trato de que su voz no sonará preocupada. Pero dios la preocupación de que algo le hubiera pasado se lo estaba comiendo vivo.
— Esta con jaemin en la habitación a la derecha, le dieron un calmante tuvo un episodio de pánico o miedo cuando escucho que no logre contactarme contigo.— No esperó respuesta pues el rubio se había dirigido a dicha habitación.
Cuando entro Jeno estaba hablando con jaemin mientras lo abrazaba y Jisung se encontraba con sentado en un sofá con una taza en las manos y pensando en algo. El rubio sintió como si le hubiesen quitado un peso de encima. El rostro del menor se iluminó cuando vió al chico a unos metros de el. De inmediato se levantó y otra vez lo había abrazando y claro no tardo ni un segundo en rodearlo con sus brazos.
— Minho.— susurró con su cabeza apoyada en el pecho del chico quien no tardo aspirar el aroma de Lee, por fin se sentía en paz.
— ¿Estas bien?.— pregunto abrazando con fuerza al azabache.— Todo esto se que es una locura para ti y quizá no prefieras hablar con aquí.— le dio un pequeño beso en la cabeza.— Vamos a casa.— el azabache asintió y se separó de el entrelazando su mano con la de Minho.
— ¿Como están los niños?.— pregunto Jeno a su esposo.
— Chenle se acostó sumamente tarde me informó la niñera, Lucas se durmió a las 10.— dijo Jaemin sonriendo levemente.
Se veía muy tranquilo junto Lee mayor.
— Jeno nos vamos.— informó Minho en forma de despedida.
— Hay que organizar una reunión lo antes posible ¿Estamos?.— dijo el pelinegro.
Minho asintió y salió con Jisung quien no soltaba el agarré que mantenía en su mano, como si temiera que Minho fuera a escapar. Tuvieron que esperar un poco pues el chófer de Minho ni tardaba en llegar, eran alrededor de las 2 de la mañana o quizá las tres.
Tan pronto llegó el auto, se despidieron se los demás y subieron al vehículo ambos iban en los asientos de atrás pues Jisung no tenía intenciones de apartarse del mayor, y por ello se sentía algo patético, encontrar paz en un hombre que prácticamente lo secuestro.
Iban por carreteras que Jisung no tenía ni la mas mínima idea de que existían, el auto condujo por un largo camino de tierra a través de un bosque, si algo tenebroso para esa hora pero le reconfortaba estar juntos a Hwang quien solo acariciaba el dorso de su mano con su pulgar.
Y al estar casi completamente dentro del bosque el camino se acaba sin embargo el chófer tomo otra ruta, pasaron varios árboles y por dieron con aquella enorme mansión del tamaño de un centro comercial. Cuando bajaron Jisung por fin soltó la mano de Minho y ambos entraron a la "casa" había un silencio mortal allí. Minho abrazo una vez mas al azabache y aspiró el aroma del chico, le dió varios besos en la mejilla y olisqueo el cuello del contrario quien solo cedia a las caricias del mayor.
— ¿Me vas a decir que fue eso en la subasta?.— Musitó sobre el cuello del chico.
Si todo marchaba muy bien para ser verdad.
— No se de que hablas.— se apartó del mayor con una mueca inocente.
— No te hagas ¿Porque con ella?.— Preguntó extrañado.
— No se si piensas que soy imbécil o algo por estilo pero déjame decirte cielo estas muy equivocado, solo hice lo que tu no puedes hacer la puse en su lugar.— Se cruzó de brazos con un aire de superioridad.
— No se de que hablas.— Minho le vió con el ceño fruncido.
— Mira te lo repito no soy idiota.— Caminó hasta quedar mas cerca de el y poso su índice en el cuello del mayor.— Te beso el cuello.— Le mostró la mancha de labial que ahora estaba en su indice.— Y los labios.— Le paso el pulgar por la comisura del labio inferior y ahora su pulgar también tenía labial.
— Jisung-
— No me vengas con tus excusas porque te mandaré al diablo.— Se apartó del chico quien le tomó de la muñeca impidiéndole irse.
— Solo fue un abrazo y un estupido beso ¿Te vas a poner así por eso? ¿Me estas jodiendo?.— sonaba molesto.
Jisung se rio sin gracia.
— No es la primera que vez que pasa, nunca le dejas las cosas claras por eso lo hace, y yo no hice nada mas que ponerla en su lugar ¡Demonios! ¡La hice pagar tres millones y medio de wons por un estúpido espejo que no vale ni un dolar!.— Se rio ligeramente.
Pero fue efímero pues el también tenía una mueca intimidante adornando su rostro.
— Solo quiero que veas que tan lejos puedo llegar cuando alguien me resulta molesto o tedioso, un bache en el camino.— Se encogió de hombros.— Y créeme que no es ni el inició de lo que estoy dispuesto hacer.
¿Eso era una amenaza?.
— ¿Me estas amenazando?.— Murmuró Minho con una ceja alzada.
— Tómalo como quieras, no estoy de humor para seguir discutiendo peleamos mas tarde buenas noches.— no dijo nada más pue se había marchado dejando a Minho con las palabras en la boca.
El mayor suspiró pesado y tenía que revisar algunas antes de irse a dormir.
Paso alrededor de media hora y por fin se fue a la cama, eran casi las tres o cuatro de la madrugada y esta lloviendo a cántaros afuera y añadir eso a estar en una mansión en medio de la nada no ayudaba a Han, a quien se le había disipado un poco la enojura no lo iba admitir pero seguía molesto aunque sólo allá sido un beso, y se preguntó que tan loco se pondría Minho si otro chico lo besará.
O quizá no haría nada.
Nunca lo sabríamos. ¿O quizá si?.
Jisung no podía seguir durmiendo no se sentía cómodo ni tranquilo. Minho escuchó la puerta de su habitación ser abierta y un cuerpo mas pequeño de el escabullirse en la cama y acomodarse entre las sábanas. Y vió el rostro de Jisung recostado en la almohada de al lado.
— No digas nada, solo cállate.— Murmuró con los ojos cerrados para no ver a Minho quien tenía el rostro adormilado pero aún así una sonrisa socarrona.
— Sigues siendo un gatito miedoso bello(lindo).— el acento italiano se le escuchaba como decirlo...¿Precioso?.
Jisung frunció el ceño, no quería caer o seguir cayendo por los halagos del rubio.
El mayor le dió un pequeño beso en los labios y lo había atraído hasta el, no se cansaría de decir que Minho olía sumamente bien y que su aroma era tranquilizante, no paso mucho tiempo se había quedado dormido con Minho acariciándole el cabello.
Gracias por leer y votar!
🪴; minnh-aye
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