Algunas historias empiezan con sucesos misteriosos que solo podría explicar la magia o algún milagro impensable para el hombre común. Pero tu historia tiene un origen distinto, nació de un deseo imposible proveniente de un alma en pena. No era magia, porque todo fue cuidadosamente explicado y razonable hasta para una mente simple. No era un milagro, porque los milagros son actos de benevolencia divina que proceden de cosas más allá de lo posible, pero lo tuyo no fue caridad, al contrario, fue un contrato con beneficio de ambos partes de por medio.

      Era una noche oscura de octubre, tan tarde que la hora de las brujas ya había pasado. La luna se escondía entre las nubes y la única luz que captaba tu vista provenía de una farola parpadeante iluminando las calles de asfalto con su amarillento resplandor. Caminabas por la calle con una maleta azul medio vacía y desgastada, mientras que los gatos y búhos te observaban pasar por las calles desiertas y silenciosas, siendo el único ruido las ruedas del equipaje y los pasos de tus zapatos vacilantes.

      "Es muy tarde para que una jovencita ande sola por la noche" susurro suavemente una voz a tus espaldas haciendo que voltearas. Un joven de cabellos blancos y ojos dorados, era antinatural y jurarias que el aire a tu alrededor se había vuelto pesado con su presencia. "Si no tienes donde ir, puedo ofrecerte un lugar como espectador"

      Tenía razón en algo, habías sido echada de tu casa a la fuerza, tu padre te dejó cuando naciste, tu madre te llamaba un accidente y se negó a seguirte cuidando apenas cumpliste la
mayoría de edad. Empacaste lo poco que tenías en una maleta y te fuiste, pero sin haber concluido tus estudios no tenías donde ir, no había familia que te recibiera en otra parte, no tenias un lugar en el mundo, estas perdido y vacío.

      "Y por eso mismo eres una vasija perfecta querida espectadora" sonrió el joven frente a ti mientras le contestaba a tu mente, como si pudiera leer tus pensamientos. "Eres una pieza perfecta, puedo tomarte y reubicarte donde quiera y no habrá nadie que te extrañe".

      Frunciste el ceño con extrañeza, empezando a planear lanzar tu maleta a su rostro y correr antes de ser secuestrada por ese extraño muchacho. Pero inmediatamente levantó las manos como señal de paz.

      "Tranquila fierecilla espectadora, estoy aquí con todas las buenas intenciones del universo para ofrecerte un contrato beneficioso para ambos." su sonrisa no se borraba, era inquietante en vez de calmante y todos tus sentidos de alerta estaban encendidos, mientras tu confusión se desbordaba gracias a sus palabras.

      "¿Espectadora? ¿De qué demonios estás hablando?" hablaste por primera vez, queriendo aclarar el malentendido (si así fuera) de manera pacífica.

"Será más fácil conversar si me dejaras de ver como un impostor, así que ven conmigo, te llevare a los dominios que se me fueron otorgados" tomo tu mano mientras aún se explicaba, y en un parpadeo toda la luz desapareció a tu alrededor, todo lo que podías hacer era observar
era oscuridad, mientras te llevaba a través de un corredor de penumbra.
Tu cuerpo se sentía liviano pero no podías moverte.

¿Entonces es un ángel? Finalmente me morí.

"No soy exactamente un ángel, pero me siento halagado por la comparación, digamos
que soy el chico de los mandados para ser más precisos, aunque no puedo darte detalles de lo que hay arriba, después de todo la fe humana consiste en creer sin haber visto." aclaro mientras soltaba tu mano y recuperabas tu movilidad, impresionada por lo que veías frente a ti.

Era como si las estrellas hubieran descendido a besar la tierra, una hermosa habitación con un techo transparente cubierto por astros y decoraciones de oro, en el centro de esta había una mesa con un mantel blanco fantasma y un exhibidor con toda clase de postres. Tus ojos no
se desviaban de eso y el muchacho frente a ti lo noto y frunció el ceño.

"Parece que te cuidaron peor de lo que decía tu reporte, ¿cuando fue la última vez que comiste?" preguntó con notable disgusto, como si el tipo de maltrato al que te sometieron fuera alguna especie de tabú para él, mientras se apartaba un poco y con un ligero gesto te permitía comer.

Pero ahora que esa duda circulaba por tu mente trataste de recordar para darle una respuesta. Tu última comida se remontaba hace un par de días, un pan viejo y tieso con una manzana maltratada y de dudosa caducidad.

El muchacho se estremeció, como si hubiera visto la imagen mental que formaste en tu cabeza. Eso confirmó tu hipótesis, mentir u ocultar no servía de nada, podía leerte como si fueras un libro abierto y escuchar tus pensamientos como si salieran de tu boca.

"Tranquila querida espectadora, todo ese sufrimiento acabó" empezó a hablar con una sonrisa compasiva "Te ofrezco una nueva oportunidad, si participas en un pequeño experimento que se ha propuesto en las altas esferas." Tomó tus manos nuevamente y antes de que te dieras cuenta las lágrimas se estaban escapando al pensar en la oportunidad de una vida mejor.

"Dime qué tengo que hacer"

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No era tan simple como parecía, el experimento consiste en introducir una persona externa a una dimensión diferente. No con algún propósito específico, usaban de una forma ligeramente irónica el término de espectador. Podrás elegir si intervenir o no. Hacerlo tendría recompensas pero no hacerlo tampoco tendría un castigo, solo estabas ahí para hacer lo que consideres correcto según tu propio criterio.

"Tendrás un sistema de apoyo que contará cuando afecto te tienen los personajes, también incluirá misiones secundarias y principales que te ayudarán a moverte por el nuevo
mundo y ganar influencia. No tendrás una historia de fondo y empezarás desde cero. El mundo adonde pienso enviarte lo conoces muy bien, Boku no Hero Academia." siguió con su
explicación de manera calmada para que lo siguieras correctamente.

Tus ojos se iluminaron. Entonces dejarías tu mundo horrible y tendrías una experiencia de juego otome en uno de tus animes favoritos.

"Pero como en todo hay riesgos" su mirada vaciló por un segundo pero reanudó su hablar de inmediato "Si mueres ahi, es definitivo, asi que tienes que cuidar tu vida porque solo tienes una"

Bueno, es justo. Nueva oportunidad misma vida, si la pierdes se acaba, son las leyes de la naturaleza y ya estabas sacando mucho de ese trato tan particular.

"Veamos, hablemos del sistema. Hay cuatro elementos principales a los que tienes acceso: estadísticas, inventario, tienda y nivel de afecto. Puedes activarlo en una ventana frente a ti al decirlo o pensarlo, nadie más podrá verlo a menos de que tenga un quirk que se lo permita, así que ten cuidado. Tus estadísticas, obtendrás puntos para mejorarlas cuando realices misiones diarias que te da el sistema, tu quirk se llama "Cambio de Estado", que te permite cambiar el estado físico o mental de una persona u objeto a tu voluntad, es un quirk vocal y su limitación es estar al menos a 150 metros del objetivo.

Vaya, eso suena muy roto, se nota que no quiere que me muera. Es hasta agradable.

"En el inventario puedes guardar objetos y sacarlos después, mientras que en la tienda puedes obtener objetos de todo tipo como en un videojuego: comida, dinero, accesorios, pociones y armas, básicamente de todo, pero tiene un costo, monedas especiales que ganarás en misiones y subiendo tu nivel de afecto con los personajes."

Eso también suena bastante bien, entonces por fin tendrás una vida donde no te faltará nada y podrás disfrutar del día a día.

"Hay dos tipos de intereses en el juego, románicos y platónicos. Notarás que entre tus personajes disponibles hay adultos y niños, esos son los intereses platónicos, es un afecto inocente, más paternal o meramente de amistad. NO a la pedofilia." especifico haciendo bastante énfasis en eso.

Demonios, entonces Aizawa está fuera de discusión.

"Escuche eso y lo sabes, tienes alguna otra pregunta antes de irte?" preguntó mirándote seriamente.

Lo meditaste por un momento antes de responder.

"¿Que se supone que diga cuando pregunten por mi y se den cuenta de que salí de la nada?" preguntaste con un gran símbolo de interrogación encima de tu cabeza.

"Si preguntan sobre ti, responde con la verdad, eres una humilde espectadora que ha venido a observar y hacer lo que mejor le parezca." respondió sonriendo nuevamente, antes de tocar tu frente y que tu mundo se volviera la oscuridad de nuevo.

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