Capítulo 6: Culpabilizar

La casa, situada lejos del bullicio de la ciudad, estaba envuelta en un silencio pesado. Chosen se encontraba en su habitación, sentado en el borde de la cama, con la mirada perdida en el suelo. Los ecos de la pelea anterior resonaban en su mente, como un recordatorio constante de la tensión que había crecido entre él y Dark. La frustración lo devoraba, pero había algo más, algo más oscuro: la culpa.

Él se sentía culpable por lo que había dicho, por permitir que sus celos dominaran su voz. Chosen siempre había sido el sensible, el que se preocupaba en exceso por las palabras de los demás, y ahora se preguntaba si había cruzado una línea. Con un suspiro profundo, se levantó y se dirigió a la cocina, donde Dark estaba preparando algo de comer.

“¿Qué estás haciendo?” preguntó Chosen, intentando sonar casual, aunque la tensión seguía palpable en el aire.

“Cocinando. No puedo sobrevivir solo de tus lamentos,” Dark respondió sin girarse, su voz cargada de ironía. Chosen sintió una punzada de culpa en su pecho al escuchar esa indiferencia, como si sus emociones fueran simplemente una molestia para Dark.

“¿Sabes? Me siento mal por cómo reaccioné la otra noche. Quizás fui demasiado… intenso,” Chosen admitió, luchando contra el impulso de cerrar la conversación antes de que comenzara.

“¿Intenso? ¿Como en el sentido de emocionalmente frágil? Sí, lo sé. No es mi culpa que no sepas manejar tus sentimientos,” Dark replicó, girándose para mirarlo con una expresión que parecía una mezcla de desprecio y diversión.

“¡No es justo! Siempre es lo mismo contigo. Haces que me sienta como si la culpa fuera solo mía,” Chosen dijo, sintiendo que su frustración comenzaba a escalar nuevamente.

“Porque lo es. ¿Quién más va a hacerse responsable de tus inseguridades? No puedo seguir soportando tu carga emocional. No soy tu terapeuta,” Dark contestó, cruzando los brazos sobre el pecho, como si se protegiera de las palabras de Chosen.

“Pero tampoco puedo ser el único que se siente culpable. No puedes actuar como si tus palabras no tuvieran peso. Siempre haces que me sienta así,” Chosen dijo, sintiéndose atrapado entre su deseo de ser escuchado y su miedo a ser desestimado.

Dark se detuvo por un momento, como si sopesara las palabras de Chosen. “No estoy aquí para cargar con tu culpa. Cada vez que te sientes mal, parece que todo gira en torno a ti. A veces, es exasperante. Deberías aprender a ser más fuerte, en lugar de culparme a mí,” dijo, su voz firme pero con un trasfondo de fatiga.

“¿Así que ahora soy yo el débil? Solo porque no puedo soportar la forma en que me tratas. Hay un límite, Dark,” Chosen respondió, sintiendo cómo la ira comenzaba a sustituir a la culpa.

“Límite o no, la vida no es justa. Y tú siempre te quejas. ¿Sabes cuántas veces he escuchado lo mismo? Tal vez deberías mirar hacia adentro en lugar de culparme,” Dark dijo, su mirada fría y distante.

“Quizás no estoy culpándote a ti, sino a mí mismo. Tal vez debí haberme defendido mejor en lugar de dejar que tus palabras me afectaran,” Chosen admitió, sintiendo que su voz se quebraba.

“Eso es más inteligente. Si realmente quieres que las cosas cambien, deberías aprender a dejar de ser la víctima. No puedes esperar que el mundo te trate con suavidad solo porque tienes sentimientos. La vida es dura, Chosen,” Dark respondió, pero había una chispa de comprensión en su mirada que Chosen no había notado antes.

“Sé que la vida es dura. Pero eso no significa que deba aceptar el dolor que proviene de ti. Tu sarcasmo y tus burlas pueden ser un escudo para ti, pero me están desgastando,” Chosen dijo, sintiéndose vulnerable pero decidido.

“Tal vez deberías aprender a ignorarlo. Nadie tiene el poder de hacerte sentir menos a menos que se lo permitas,” Dark dijo, pero su tono ya no sonaba tan cortante. Era casi reflexivo.

“Es fácil decirlo. Pero cuando alguien a quien admiras actúa de esa manera, es difícil no sentirse culpable por no encajar,” Chosen dijo, su voz llena de sinceridad.

Dark lo miró con una mezcla de sorpresa y algo más, algo que Chosen no podía descifrar. “No se trata de encajar. Se trata de ser quien eres, sin importar cómo te vean los demás. A veces, siento que solo quieres encajar en un lugar que no existe. Deberías dejar de buscar mi aprobación,” dijo, su tono más suave.

“Quizás, pero a veces parece que todo gira en torno a lo que tú piensas y sientes. Estoy cansado de ser el que siempre tiene que adaptarse a ti,” Chosen replicó, sintiendo que una nueva ola de determinación surgía en él.

“Entonces no te adaptes. Si realmente te importa cómo te trato, haz algo al respecto. No voy a cambiar solo porque a ti no te gusta. Puedes ser más fuerte si realmente lo intentas,” Dark dijo, con una mirada desafiante.

“Quizás deberíamos comenzar desde cero, o al menos tratar de encontrar un equilibrio en lugar de seguir culpándonos el uno al otro,” Chosen sugirió, sintiendo que su corazón latía más fuerte.

“¿Un equilibrio? No sé si eso es posible entre nosotros. Pero podría ser un comienzo. Sin más quejas, sin más culpas,” Dark respondió, y por primera vez, Chosen notó que había un indicio de sinceridad en su voz.

Mientras el aire se despejaba, Chosen se sintió aliviado. La culpa seguía ahí, como un fantasma en su mente, pero tal vez, al dejar de culpar a Dark, podría comenzar a encontrar su propio camino hacia la autocompasión y la comprensión. Era un pequeño paso, pero al menos era un paso hacia adelante.