Capitulo 19: Patear

El día había sido tranquilo, o al menos así había parecido. Chosen, en un intento de mantener ocupada su mente, decidió limpiar un poco la casa, una tarea que le daba una sensación momentánea de control sobre su propio entorno. Después de limpiar la sala y la cocina, decidió aventurarse en el cuarto de Dark, que estaba desordenado como siempre. Ropa tirada, objetos por el suelo y la cama apenas sin hacer.

Al principio, dudó, pero finalmente comenzó a recoger algunas cosas, tratando de organizar el caos. No pasaron más de unos minutos cuando la puerta del cuarto se abrió de golpe, y Dark apareció en el umbral, mirándolo con una mezcla de sorpresa y furia.

"¿Qué crees que estás haciendo?" preguntó Dark, su voz cortante y baja.

Chosen levantó la vista, sosteniendo una pila de ropa. "Solo estaba tratando de limpiar un poco... No pensé que te molestaría."

Dark entró en la habitación, sus ojos fríos y calculadores. "¿Limpiar mi cuarto? ¿Quién te dijo que podías meter tus manos en mis cosas?"

"Solo intentaba ayudar," respondió Chosen, sintiendo cómo el ambiente se volvía cada vez más tenso. "No quería invadir tu espacio, pero... pensé que te vendría bien."

Dark soltó una risa amarga. "¿Ayudar? ¿A quién le pediste permiso? Este es mi cuarto, mis cosas. No necesito tu ayuda, y menos cuando decides meterte sin preguntar."

Sin darle tiempo a responder, Dark avanzó hacia él, empujando la pila de ropa de las manos de Chosen, haciéndola caer al suelo. Chosen retrocedió instintivamente, pero Dark no parecía haber terminado.

"¿Qué parte de 'no te metas en mis cosas no entiendes?" susurró Dark, cada palabra impregnada de un enojo contenida. En un movimiento rápido, levantó la pierna y le dio una patada en el estómago, haciéndolo tambalear y caer de rodillas al suelo. El dolor se extendió por su cuerpo, y Chosen se sujetó el abdomen, tratando de recuperar el aliento.

"Esto es lo que pasa cuando decides ignorar mis límites," continuó Dark, mirándolo desde arriba con una expresión gélida y despiadada. "Si quieres seguir en esta casa, será mejor que aprendas tu lugar."

Chosen levantó la mirada, dolorido pero con una chispa de determinación en sus ojos. "Todo esto porque intenté ayudarte. No sé qué esperas de mí, Dark, pero no voy a quedarme de brazos cruzados siempre."

Dark lo observó por un momento, sorprendido por la respuesta, aunque su expresión no mostraba nada más que desprecio. "No necesito tu lástima ni tu ayuda. Solo haz lo que te digo y deja mis cosas en paz."

Con eso, dio un último vistazo a Chosen, quien permanecía en el suelo, y salió de la habitación sin mirar atrás. Chosen permaneció allí por un momento, recuperando el aliento y procesando el dolor físico y emocional. Sabía que intentar complacer a Dark era una tarea inútil, pero también era consciente de que la situación solo parecía volverse más oscura con cada día que pasaba.

Mientras se levantaba y recogía la ropa tirada, se prometió a sí mismo que, aunque no podía controlar las acciones de Dark, aún podría decidir cómo reaccionar ante ellas.