Capítulo 14: Caricias Agresivas

La noche había caído sobre la casa de Chosen y Dark, sumiendo el lugar en una penumbra inquietante. Chosen trató de descansar en su habitación, pero su mente estaba agitada por los recientes eventos y el constante acoso de Dark. El eco de las interacciones pasadas resonaba en su cabeza, y la presión emocional lo mantenía en un estado de alerta.

La puerta se abrió de golpe, y Dark apareció sin previo aviso, una sonrisa torcida adornando su rostro. “¿Te molesta si entro?” preguntó, aunque su tono dejaba claro que no esperaba una respuesta negativa.

“¿Qué quieres?” Chosen replicó, su voz tensa mientras se giraba para enfrentar a Dark. A pesar de su intento de parecer fuerte, su corazón latía con fuerza ante la presencia de su enemigo.

“Solo quería ver cómo estabas. No quiero que te sientas mal por lo que pasó. Podemos olvidarlo, ¿verdad?” Dark dijo, acercándose con pasos seguros, su sonrisa se volvía más amplia con cada movimiento.

“¿Olvidarlo? No puedo simplemente olvidar lo que hiciste,” Chosen contestó, aunque la inseguridad comenzaba a infiltrarse en su voz.

Dark se acercó, deteniéndose a escasos centímetros de Chosen. “Pero deberías intentarlo. La vida es más divertida sin rencores,” sugirió, su tono juguetón pero cargado de una amenaza subyacente. Con un movimiento rápido, tomó la muñeca de Chosen, atrayéndolo hacia él. “No te pongas tan a la defensiva. Solo quiero que te relajes.”

“¡Déjame ir!” Chosen gritó, tratando de liberarse, pero la fuerza de Dark lo mantenía en su lugar. La risa de Dark resonó en la habitación, una risa que retumbaba en las paredes y parecía llenar el espacio con su malicia.

“Te lo he dicho antes, Chosen. La cercanía no es mala. Solo necesitas acostumbrarte,” Dark murmuró, acercando su rostro al de Chosen, sus ojos oscuros llenos de una emoción peligrosa. “Solo son caricias.”

Sin poder evitarlo, Chosen sintió un escalofrío recorrer su columna. “No quiero que me toques así,” dijo, su voz más débil de lo que esperaba. Dark, disfrutando del poder que tenía sobre Chosen, deslizó sus dedos por el brazo de este, provocando que la piel de Chosen se erizara.

“¿Por qué? Te gusta. Mírate. Estás completamente atrapado por mí,” dijo Dark con una sonrisa burlona, sus dedos explorando el cuello de Chosen con una caricia deliberada, como si estuviera probando su reacción.

“¡Eso es demasiado! No puedes tocarme así,” Chosen gritó, empujando a Dark con todas sus fuerzas, pero la reacción de Dark fue rápida. Su otra mano se levantó y capturó la muñeca de Chosen, inmovilizándolo una vez más.

“¿Demasiado? Solo estoy mostrando cariño. No es mi culpa que no puedas manejarlo,” Dark replicó, sus manos recorriendo el torso de Chosen con caricias posesivas, mientras sus dedos se deslizaban por su abdomen, disfrutando de la forma en que Chosen se estremecía ante su toque.

“¡Esto no es lo que quiero!” Chosen gritó, aunque su voz temblorosa no tenía la fuerza que deseaba. Se sentía atrapado entre la ira y el deseo, una lucha interna que lo dejaba exhausto.

“¿Y qué harás al respecto? ¿Me dejarás simplemente salir?” preguntó Dark, su tono burlón mientras acariciaba la mejilla de Chosen, su mirada fija en él como un depredador que acecha a su presa.

“Esto no es un juego. Esto es abuso,” Chosen respondió, su voz tensa mientras Dark bajaba sus manos por los costados de su cuerpo, atrapando a Chosen en una red de sensaciones intensas y confusas.

“¿Abuso? Solo estoy jugando. Hay una delgada línea entre el amor y el odio, y tú no haces más que cruzarla,” Dark afirmó, su tono oscuro y amenazante. Se inclinó hacia adelante, haciendo que sus labios estuvieran peligrosamente cerca del oído de Chosen. “Te gusta cuando me acerco, aunque no lo admitas.”

Chosen se sintió abrumado por el conflicto interno. Parte de él deseaba la cercanía, mientras que otra parte se resistía con todas sus fuerzas. “No me gusta, solo quiero que te alejes,” dijo, aunque su voz era más temblorosa de lo que había querido.

Dark sonrió, claramente disfrutando del poder que tenía sobre Chosen. “Claro que sí. Esa es la esencia de nuestro juego. Siempre en negación,” respondió, deslizando sus dedos por el brazo de Chosen, sintiendo cómo su piel reaccionaba a su toque.

“¡Eso no está bien!” Chosen gritó, luchando por liberarse, pero cada intento de escapar solo parecía alimentar el deseo de Dark por mantenerlo cautivo. Dark se inclinó aún más cerca, sus labios rozando la piel de Chosen, dejando una sensación de calor y peligro a su paso.

“¿Por qué resistes? Te estoy dando lo que necesitas,” murmuró Dark, sus dedos jugando con el cabello de Chosen, desenredando mechones con una suavidad que contrastaba con la agresividad de sus acciones. “No puedes negar que hay algo entre nosotros.”

Finalmente, Dark lo soltó, alejándose un paso, pero la intensidad en el aire no desapareció. Chosen sintió el vacío que quedaba entre ellos, y aunque había logrado escapar momentáneamente, sabía que la lucha apenas comenzaba.

"Si quieres seguir con esto, no me subestimes. Te enfrentaré, Dark. No te permitiré controlar mi vida," Chosen afirmó, sintiendo que la determinación se afianzaba dentro de él.

"Eso es lo que todos dicen. Pero, al final, siempre terminas volviendo a mí," Dark respondió, su voz un susurro amenazante mientras salía de la habitación, dejándolo a solas con sus pensamientos y el eco de su presencia.

Mientras Chosen se sentaba en la oscuridad, sabía que la batalla por su libertad era solo el comienzo. No se dejaría vencer, y aunque el miedo siempre estuviera presente, estaba decidido a luchar por su propia vida y dignidad.