◆°•『 Ꮯᾰ℘!ɬʊʆꪮ 11 』•°◆
Capítulo 11: Controlar, Prohibir
La atmósfera en la casa de Chosen había cambiado drásticamente desde la última confrontación con Dark. La presión era palpable; cada día se sentía más atrapado en un mundo donde las decisiones y la libertad parecían estar al alcance de otro. Dark había decidido tomar el control de todos los aspectos de la vida de Chosen, desde sus amistades hasta su propia apariencia.
Una tarde, mientras Chosen se sentaba en el sofá revisando su celular, Dark entró en la habitación con una expresión seria. “¿Quién te ha estado escribiendo?” preguntó, acercándose para mirar la pantalla.
“Nadie, solo un par de amigos,” Chosen respondió, tratando de mantener la calma. “¿Por qué te importa?”
“Porque me importa. Me preocupan las malas influencias. ¿No te das cuenta de que tus amigos solo quieren aprovecharse de ti?” Dark dijo, su tono se tornó más autoritario. “Deberías dejar de hablar con ellos.”
“¿Qué? No puedes prohibirme hablar con mis amigos,” Chosen replicó, sintiendo la indignación crecer dentro de él.
“¿De verdad? Mira, a mí no me gusta tu círculo de amistades. Son un desastre, y tú lo sabes. Quiero lo mejor para ti,” Dark dijo, ignorando las protestas de Chosen. “Así que, desde ahora, te prohíbo salir con ellos.”
“Eso no es justo. No puedes simplemente decidir quiénes son mis amigos. Tengo derecho a socializar,” Chosen contestó, su voz subiendo de tono.
Dark lo miró fijamente, su mirada penetrante. “¿Derecho? El único derecho que tienes es el de escucharme. Si sigues viéndolos, te arrepentirás. Ya he tenido suficiente de tus caprichos.”
La habitación se llenó de un tenso silencio. Chosen sintió su corazón latir con fuerza, pero se negó a dejar que el miedo lo dominara. “No tienes poder sobre mí, Dark. No puedes controlar a quién elijo como amigo,” dijo, tratando de sonar más firme de lo que se sentía.
“¿Y tú crees que eso es una elección real? Estás engañándote a ti mismo, Chosen. Mira cómo te tratan, mira cómo te ven. Te ven como el perdedor que eres. Yo solo quiero ayudarte a evitar más humillaciones,” Dark replicó, cruzando los brazos con desdén.
Chosen se sintió golpeado por sus palabras, pero trató de no dejarse afectar. “No necesitas decidir por mí. Soy capaz de elegir mis propias amistades,” insistió.
“Está bien, sigue con tus amigos. Pero no esperes que los acepte. Si sigues viéndolos, no te garantizo que yo siga aquí para protegerte,” Dark amenazó, su tono era gélido. “Además, hay otras cosas que debo controlar, como tu apariencia.”
“¿Mi apariencia? ¿Qué tiene de malo?” Chosen preguntó, confundido.
“Eres un desastre. Ese estilo de ‘soy un perdedor’ no funciona. Quiero que te veas más… presentable. Así que te compraré ropa nueva. Te prohibo que uses esa camiseta vieja y esos pantalones rotos,” Dark dijo, mirándolo con desdén.
“Esto es ridículo. No puedo creer que estés tratando de controlarme hasta ese punto,” Chosen exclamó, sintiendo que el enojo se apoderaba de él.
“Si no lo haces, simplemente te quedarás encerrado aquí todo el tiempo. Así que empieza a pensar en cómo quieres presentarte,” Dark respondió, su tono dejaba claro que no había opción en su respuesta.
“¿Y qué más? ¿Vas a controlar mi celular también?” Chosen dijo, su voz llena de sarcasmo. “¿Prohibirás las redes sociales también?”
“Si es necesario, sí. No necesito que te expongas a más problemas. Quiero que estés a salvo, y eso significa controlar lo que haces y con quién hablas,” Dark afirmó, acercándose un paso más.
La tensión se acumulaba en la habitación, y Chosen sintió que la frustración alcanzaba un punto crítico. “No estoy en peligro. Lo que me haces es un peligro. Necesito mi vida de vuelta, Dark. ¡Esto no es amor! Es control,” Chosen gritó, su voz resonando en las paredes.
“Esto es amor, Chosen. Amor significa proteger a la gente que te importa. Y yo estoy aquí para hacerlo. Si no entiendes eso, entonces quizás deberías replantearte a quién le estás llamando amigo,” Dark dijo, con una mirada fría que lo hizo sentir expuesto.
“Eso no es amor. Eso es abuso,” Chosen murmuró, sintiendo la desesperación llenar su pecho. “No sé cómo no lo ves.”
Dark lo miró con desprecio, su expresión era implacable. “No estás en posición de dar lecciones. Solo quiero lo mejor para ti. Así que piénsalo bien antes de decidir cómo actuar a partir de ahora,” dijo, alejándose.
Chosen se quedó allí, sintiendo que la desesperanza lo envolvía. Había perdido el control de su propia vida, y las palabras de Dark resonaban en su mente. Cada día que pasaba, la presión se hacía más fuerte, y la lucha por mantener su identidad parecía una batalla perdida.
A medida que el día se desvanecía, Chosen sabía que debía encontrar una manera de recuperar su libertad, pero también comprendía que tendría que enfrentarse a las amenazas y el control de Dark. Había llegado el momento de tomar una decisión: permitir que su vida siguiera siendo gobernada por el miedo o luchar por la independencia que tanto anhelaba.
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