Capítulo 1: Bromas Hirientes

La casa, un pequeño refugio alejado de la bulliciosa ciudad, parecía tranquila a primera vista. Sin embargo, en su interior, la tensión se acumulaba como nubes oscuras en un día de tormenta. Chosen y Dark compartían el espacio, pero la convivencia estaba lejos de ser armoniosa.

“¿Vas a quedarte todo el día en esa cosa?” preguntó Dark, levantando la vista de su propio dispositivo. Su tono era burlón y despectivo, y eso hizo que Chosen se sintiera incómodo.

“Es un videojuego. ¿Acaso no puedes dejarme en paz?” respondió Chosen, tratando de desviar la mirada hacia la pantalla. Pero las palabras de Dark siempre parecían encontrarse con él, como sombras persistentes.

Dark soltó una risa sarcástica. “¿Por qué? ¿Temes que alguien te vea perder de nuevo? Eso sería una lástima, ¿no? Ya te he visto fracasar en cosas más importantes.”

Elegante en su crueldad, Dark disfrutaba de las pequeñas provocaciones. Chosen sintió cómo la ira y la impotencia comenzaban a acumularse dentro de él. “No es para tanto,” murmuró, intentando mantener la calma.

“¿Qué? ¿No te gusta que te diga la verdad? Alguien tiene que hacerlo, y parece que tú no puedes hacerlo,” continuó Dark, su sonrisa burlona aún presente.

“Solo porque seas bueno en esto no significa que tengas que hacerme sentir como un perdedor,” Chosen replicó, su voz temblando. Sabía que las palabras de Dark no eran solo bromas; eran ataques dirigidos que lo hacían sentir menos.

“¿Perdedor? No te confundas. Lo que tú llamas perder, yo lo llamo realismo,” dijo Dark, acercándose un poco más. “Y la realidad es que nunca serás bueno en nada. Así que deja de soñar.”

La atmósfera se volvió pesada. Chosen sintió cómo sus defensas se desmoronaban, como si cada palabra de Dark fuera una lanza que perforaba su autoestima. “No necesito tu aprobación,” dijo, aunque la debilidad en su voz delataba su inseguridad.

“¿Quién dijo que te estaba dando aprobación? Solo te estoy mostrando quién eres realmente,” Dark se rió, disfrutando de su propia crueldad. “Quizás deberías aprender a aceptar la verdad en lugar de seguir viviendo en tu burbuja.”

“Deja de hablarme así. No es necesario,” Chosen intentó mantener su firmeza, pero cada palabra de Dark se sentía como un golpe. “No todos tienen que ser crueles solo porque tú lo eres.”

“¿Cruel? No soy cruel, soy honesto. A veces la verdad duele, Chosen. Quizás deberías acostumbrarte,” Dark lo miró a los ojos, su sonrisa no se desvanecía. “Pero claro, eso es lo que te hace débil. Nunca podrás enfrentarte a tus miedos si no te enfrentas a mí.”

Chosen sabía que estaba siendo manipulado, pero la fuerza de Dark lo oprimía. “No quiero hacer esto. Solo quiero que dejes de burlarte de mí.”

“¿Y si no quiero? Esa es la diversión, Chosen. No puedo evitarlo si no sabes defenderte. La próxima vez que pierdas, tal vez aprendas una lección,” dijo Dark, disfrutando de la angustia en el rostro de su compañero.

Un silencio incómodo se apoderó de la habitación. La tensión era palpable, y Chosen sabía que cada intercambio era una batalla de poder. Aunque había intentado enfrentarse a Dark, siempre terminaba sintiéndose más pequeño.

“Lo siento si te herí, Chosen,” dijo Dark finalmente, su tono más serio, aunque su mirada seguía siendo fría. “No quise ir tan lejos, pero supongo que eres demasiado sensible.”

“¿Demasiado sensible? Solo estoy tratando de protegerme,” Chosen murmuró, sintiendo que cada palabra lo dejaba más expuesto. “No quiero ser tu blanco.”

“Eso es algo que nunca podrás cambiar. Siempre serás el objetivo, porque así lo decidiste,” dijo Dark, su voz un susurro venenoso. “Pero quizás si intentaras un poco más, podrías demostrar que puedes ser más que un simple perdedor.”

“Tal vez debería irme,” Chosen sugirió, su voz temblando mientras se levantaba. Pero la idea de dejar a Dark era aterradora. La manipulación era su única constante, y aunque quería huir, algo en su interior lo mantenía atrapado.

“¿Vas a dejar que unas pocas palabras te asusten? Eso sería triste. La vida es más dura de lo que piensas, Chosen,” dijo Dark, sus ojos brillando con un desafío oscuro.

Mientras Chosen se alejaba, sintió el peso de la realidad. Dark había ganado esta ronda, y aunque su mente sabía que estaba atrapado en una relación tóxica, su corazón anhelaba la aprobación que nunca llegaría.