━━━ᏋRᎧS 005
El infierno puede ser divertido si
estás con el demonio correcto
━━━Anónimo
Tom entraba a la sala común en completo silencio junto a Dorien. Lo que no esperaba es que Lucius y Narcisa los estuvieran esperando.
—Oh, sala común equivocada—dijo Dorien antes de salir del lugar.
—Dorien Karvagiannis—exclamó Narcisa levantándose para perseguir al de cabellos blancos fuera de la sala común de Slytherin.
Tom bajó a Nagini para que ella se dirigiera a la habitación del alfa.
—Riddle—el Malfoy se levantó para enfrentarse al contrario—. Tenemos que hablar.
—¿Sobre qué?
—Dorien—Tom frunció el ceño y miró al Malfoy antes de asentir.
—Empieza—ordenó acercándose a la chimenea.
—Sabes que Narcisa ve a Dorien como un cachorro, su cachorro y en estos momentos en que estoy cortejando a Narcisa eso convierte a Dorien en mi cachorro también. Por lo que solo debo decirte dos cosas: sé que es tu omega destinado, pero no juegues con su corazón o habrá consecuencias. La segunda debes cuidarlo y darle un cortejo correcto no secuestrarlo cuando te venga en gana—Tom lo miró algo asombrado—. Avenseguim—la palabra dicha cobró sentido en el mestizo—. Así que mañana harás lo correcto y prepararás un cortejo que un omega tan importante como Dorien requiere. ¿Comprendes?
—Sí. ¿Y sí dice que no?—Lucius sonrió con soberbia.
—Será divertido de ver. Aunque dudó que te diga que no, desde que llegó ha estado enamorado de tí. Tú eres el idiota que no se daba cuenta de los sentimientos de ese pequeño omega.
Tom le dió la espalda al Malfoy evitando de esa manera que viera su sonrisa ante los sentimientos del omega.
Fuera de la sala común de Slytherin, Dorien se encontraba apoyado en el hombro de Narcisa. Ambos sentados en el suelo.
—Cissy, no sé qué hacer. Me siento a gusto con él pero sabes cómo es Tom, para él, el simple significado de amor no existe.
—Dorien, cariño—la rubia acarició el cabello del menor—, Tom tiene una fachada de alfa odioso pero le agradas. Te adora y cuida. Ese día que te enfrentaste a ese cuarteto de estúpidos, apenas él supo que tú estabas involucrado corrió en tu búsqueda. No lo acepta pero te quiere.
Las mejillas del omega se volvieron rojas cual tomate y eso provocó una risa en la mayor.
—Entonces, ¿tengo alguna oportunidad?—la rubia asintió—. ¿Qué hago?
—Tom Riddle no es como los otros alfas y además eres un Slytherin, demuéstrale que para estar contigo debe luchar como un buen alfa. Hazlo sufrir como yo hice con Lucius, además si esperaste esto durante cinco años, creo que Tom puede sobrevivir unas semanas.
—Está bien, Cissy—contestó el más joven mirando a la rubia que lo reconfortaba con sus feromonas.
—Ven cachorro, tenemos que ir a que descanses, mañana tienes vuelo con escoba y después te vuelves a dormir en clases como la última vez.
La risita suave de Dorien hizo que Narcisa se sintiese feliz. Con cuidado se levantaron para entrar a la sala. Vieron a Tom y a Lucius pero no dijeron nada y simplemente se dirigieron a la habitación que compartían para acomodarse en sus camas.
De por sí Narcisa ya tenía su pijama puesta y Dorien usaba una pijama que Tom le había prestado apenas anocheció.
Habían pasado unos minutos de haber apagado las luces de su habitación cuando Nagini se deslizó en la cama del omega griego para acurrucarse a su lado.
—Es una alegría que al fin nuestro Rey decida cortejar a Dorien—comentó Avery a lo que los demás estudiantes de Slytherin estuvieron de acuerdo.
—Recuerden mantenerlo en secreto, Tom no quiere que Dorien se entere antes de tiempo—dijo Lucius mirando a los demás. A los cuales había despertado temprano para darles la buena noticia a las demás serpientes.
—Debemos ser cuidadosos—exclamó uno de los de primero.
Era curioso ver a todos esos considerados crueles, siendo tan amigables entre ellos.
—Buen día—saludó Dorien entrando a la sala, y todos rápidamente se dispersaron para que el albino no sospechara—. ¿Por qué actúan tan raro?
—No lo hacemos, solo estamos preocupados—dijo una pequeña cachorra de primero—. Se aproxima un baile muy importante y no sabemos con quien ir.
—¿Cuándo es?—preguntó al no recordar debido a la somnolencia.
—La próxima semana—el omega asintió antes de mirarlos.
—Si no tienen con quién ir, pueden ir conmigo, vamos en grupo.
—¡NOO!—gritaron todos a la vez asustando al omega.
—Está bien. No quería ir—dijo antes de salir del lugar.
—Tontos, ya lo espantaron—se quejó Lucius—. Si siguen así dañaran el plan de Riddle.
—Es que tuvimos pánico—admitió una beta.
—Ya, vayamos a desayunar—todos estuvieron de acuerdo y empezaron a salir, menos Lucius que esperaba a su omega.
—Ya, Severus, no te rías—se quejaba Dorien tratando de sostener las cartas que tenía entre brazos.
—Es imposible no reírse—contestó Snape—. ¿Cuál aceptarás?
—Ni siquiera estoy seguro quienes son todos los que me dieron estás cartas.
—Fácil, admiradores—se burló Severus tomando algunas de las cartas para ayudar al menor—. Si quieres podemos revisarlas en la sala común luego de la cena.
—Sería bueno—dijo débilmente el griego.
—Karvaggianis—ambos Slytherin se voltearon para encontrarse con un chico de Ravenclaw—. Esto es para usted—y otra carta recibió el omega.
—Gracias—dijo con una sonrisa nerviosa. Su trabajo seguía aumentando.
El chico se fue y Severus no pudo ocultar su risa cosa por la cual se llevó una mala mirada del omega.
—Perdón—dijo sin dejar de reírse.
—Le diré a Cissy que nos ayude—murmuró haciendo un mohín con los labios. Eran muchas cartas.
Con cuidado ambos fueron a su siguiente clase pero antes de entrar un pie se metió en el camino del omega haciendo que se fuese al suelo. Alzó su mirada y se encontró con James Potter el cual se reía del rostro enojado del omega.
Dorien murmuró una maldición griega mientras se disponía a recoger sus útiles y las cartas de invitación al baile que se llevaría a cabo en Howarts.
—Ni te inmutes en recogerla, omega—James sacó de su bolsillo una carta que entregó al peliblanco—. Esta es la única que deberás aceptar. La mía.
Y Dorien se colocó de rodillas tomando la carta antes de sonreírle al alfa de gryffindor y romper en miles de pedazos aquella carta.
—Jamás iría contigo, Potter—contestó. Siguió recogiendo las cartas antes de levantarse y entrar al salón junto a Severus. Tomaron asiento y el Snape no pudo controlar su lengua.
—Debiste guardarla, así hubiésemos leído lo que dijo.
—No molestes, Severus, de por sí ya tenemos muchas cartas que leer. ¿Con quién irás?
—Regulus—dijo con obviedad.
—¿Volverá?—el contrario asintió.
—Su padre ya está mejorando, así que Dippet le permitió volver.
—Eso es bueno. Ya estaba pensando buscarte una cita para el baile.
—Que ni se te ocurra—dijo con asco, provocando una sonrisa en el omega griego.
Ambos estaban tan pendientes en su conversación que no se dieron cuenta que una carta había sido depositaba entre el montón de cartas.
Está tenía un sobre verde con la imagen de una serpiente dibujada en ella.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro