━━━ᏋRᎧS 002
Y fue su mirada en la que yo me perdí.
━━━Anónimo
Sus suaves pasos al caminar más su delicadeza llamada la atención y es que los que lo veían se preguntaban: ¿cómo alguien podía ser tan delicado y hermoso?
Recorrió con sus hermosos ojos grisáceos la parte del castillo en la que se encontraba. Buscaba a su amigo más no lo hallaba.
—Dorien—el llamado con su nombre hizo que se diera la vuelta encontrándose con una rubia que le brindaba una calidez tras aquellos hermosos ojos.
—Hola, Narcisa—saludó.
—Hola pequeño, te estuve buscando, debemos ir a la sala común de Slytherin, se están organizando para el nuevo partido de quidditch.
—Ya voy, estoy buscando a Severus, no lo encuentro y me estoy preocupando.
—Comprendo, te ayudaré a buscarlo—dijo sin más la omega mayor, a lo que el menor le brindó una sonrisa antes de que ambos empezarán a caminar.
Los dos omegas pertenecientes a la casa de Slytherin no decían nada entre ellos, la compañía era lo que valía la pena.
—De verdad que es un tonto, no puedo creer que sea un Slytherin—decía riendo una chica beta, cosa que llamó la atención de los dos omegas. Habían hablado de su casa.
—Oye tú—dijo Narcisa deteniendo a la beta que hablaba con una compañera. Eran Ravenclaw—. ¿De qué Slytherin estás hablando?—la chica pareció dudosa de responder—. Dilo.
—Severus Snape—y con sólo decir eso el albino empezó a correr en búsqueda de su amigo.
La imagen que se encontró en uno de los jardines hizo que de inmediato sacará su varita.
—Malditos—murmuró Narcisa cuando logró alcanzar al albino.
—Detente, Potter—dijo demostrando su enojo mientras el mencionado lo volteaba a ver junto a todos sus amigos—. Baja a Severus en este momento—ordenó. James Potter lo hizo aunque no de forma suave, haciendo que el Snape cayera al suelo estrepitosamente—. Severus.
El omega corrió hacia su amigo para arrodillarse y ver si este se encontraba bien. Narcisa hizo lo mismo. El alfa lucía aturdido, cosa que enojo al omega que volteó a ver al grupito que se reía del contrario.
—¿Por qué nos ves así, Slytherin errado?
—¿Qué has dicho?—inquirió el omega levantándose para ver a James Potter con gran enojo. Sin darse cuenta, su enojo se manifestó en las plantas que pronto empezaron a moverse haciendo que los contrarios sacarán sus varitas.
—Dorien, cálmate—pidió Severus levantándose con dificultad para sujetar al omega del hombro, cosa que hizo que este se tranquilizara lentamente ante lo cual las plantas dejaron su movimiento.
—Narcisa, lleva a Severus a la sala común de Slytherin, por favor—la rubia asintió y ayudó al alfa a caminar. Ambos entraron al castillo dejando solo al grupo de gryffindor con el omega de la casa de las serpientes.
—¿Qué harás ahora pequeño omega? Tu casta es insignificante—se burló Remus Lupin cosa que hizo que el Karvagiannis lo mirase.
—No subestimes mi casta alfa bastardo—y Lupin alzó su varita hacia el omega al sentirse ofendido.
—Incarcerous—el hechizo hecho por el contrario fue rebotado terminando atado Peter Pettigrew, el rubio que seguía burlándose de lo que había pasado.
—Flipendo—exclamó el omega lanzando el hechizo, que provocó que Lupin fuese empujado y luego quedase en el suelo noqueado.
—¿Qué hiciste psicópata?—chilló Sirius Black al ver a Lupin inconsciente.
—Se lo merecía—respondió el omega quitándose su túnica
—Immobilus—el hechizo lanzado por el Black tomó desprevenido al omega.
—Finite Incantatem—la nueva voz que se hizo presente suscitó que el hechizo que había manifestado.
Dorien volteó encontrándose a pocas pulgadas de distancia a Tom Riddle, el cual le dió una mirada de preocupación mientras tenía su varita alzada, demostrando que él había lanzado el último hechizo.
—Otra serpiente—se quejó Sirius, palabras que le costaron ya que en pocos segundos el prefecto de la casa Slytherin había lanzado un "serpensortia" haciendo la aparición de una serpiente completamente negra. El reptil miró a Tom que solo dirigió su vista a Sirius, y pronto el escamoso animal se aproximaba al señalado, este en cambio evitaba los ataques del Black.
—¡Alto!—exclamó la profesora Minerva McGonagall apareciendo al inicio del jardín para detener la pelea de los estudiantes.
—Riddle, ya llegó la profesora—dijo el omega albino mirando al alfa a su lado que no le importó—. Tom—volvió a llamar esta vez tocando el brazo del mayor para que bajará su varita—, ya la profesora McGonagall está aquí, se hará cargo de esta situación.
El alfa miró al omega que seguía tocando su brazo.
—Suéltame Karvagiannis—ordenó, a lo que el omega alejó su mano emitiendo un bajo perdón.
—¡Dorien!—exclamó Narcisa corriendo hacia el de blancos cabellos para revisar a este—. ¿Estás bien?
—Lo estoy—murmuró por lo bajo tratando de no demostrar que las palabras del Riddle habían lastimado a su omega.
—Llamé a la profesora McGonagall apenas deje a Severus en la sala común.
Tom no dijo más nada y simplemente miró a la docente que había empezado a regañar a los gryffindor, escuchaba el parloteo de parte de los dos omegas que compartían casa con él.
—Minerva, ¿qué ocurrió?—la voz del profesor Slughorn.
—El estudiante Riddle y Karvagiannis estaban en una pelea de varitas con Black, Potter, Lupin y Pettigrew. Los dos últimos han tenido consecuencias.
—Imposible. Slytherin jamás ataca sin un motivo aparente—murmuró el profesor.
—Parece que hoy sí, son 15 puntos menos para ambas casas—exclamó la mujer a lo que Tom frunció el ceño.
—No hemos atacado sin un motivo, profesora McGonagall, los cuatro gryffindor presentes atacaron a Severus Snape, estudiante de quinto, Karvagiannis simplemente lo defendió—empezó a explicar Narcisa—. Me llevé a Severus a la sala común de nuestra casa ya que estaba lastimado. En el pasillo le avisé a Riddle ya que es el prefecto y el vino hacia acá.
—¿Es cierto eso, Riddle?—el chico asintió ante la pregunta de Slughorn—. Siendo que Gryffindor atacó primero, y los estudiantes de Slytherin simplemente se defendieron, entonces 50 puntos menos para Gryffindor—la profesora miró asombrada al contrario mientras los leones se empezaban a quejar—. Serán 50 menos si siguen quejándose.
—Lleven a Pettigrew y a Lupin a la enfermería—ordenó McGonagall supervisando a los de su casa.
—Chicos, vayamos a la sala de Slytherin—pidió el profesor cosa que los jóvenes estuvieron de acuerdo.
El primero en retirarse fue Tom, y más atrás Narcisa junto a Dorien, el último iba algo cabizbajo, su omega se sentía demasiado triste.
Narcisa notó el ánimo del menor, pero prefirió no decir nada. Si algo había aprendido con Dorien era que su estado sentimental empeoraba si le preguntaban mucho.
La cena transcurría con calma. Tres días habían pasado desde la disputa de los gryffindor y Slytherin. No se habían topado más y eso tranquilizaba a los profesores.
—¡Hay un monstruo!—el gritó de una estudiante hizo que todos la mirarán a lo que ella señaló el ventanal tras de la mesa de los profesores.
—¿Qué es eso?—preguntaron varios a la vez.
El director Armando Dippet miró al mago de ascendencia griega que se levantó rápido de su puesto.
—Es una quimera—dijo siendo escuchado por los adultos que se miraron entre ellos.
—Prefectos, lleven sus casas a su lugar correspondiente, rápido y en orden.
—Ravenclaw, por aquí.
—Gryffindor, síganme.
—Hufflepuff, de este lado.
Tom Riddle se levantó para mirar a los de su casa. Los niños de primero tenían mucho miedo que se demostraba a través de sus ojos.
—Slytherin, hagan una fila por nivel. Necesito un omega con feromonas calmantes para que se quede con los de primero.
—Yo lo haré—dijo Dorien levantándose también—, me se defender contra quimeras.
—Yo ayudaré a Dorien—Tom asintió a lo dicho por Narcisa antes de señalar a Lucius.
—Guía a la casa, vamos—y como había ordenado todos fueron en orden.
Séptimo nivel guiaba después de Lucius, e iban por nivel. De último los de primero eran guiados por Narcisa que dejaba sus feromonas para calmar a la primera parte de los de primero, mientras Dorien llevaba de la mano a dos de los más pequeños de aquel nivel.
—¿Estaremos a salvo?—inquirió el niño que iba agarrado de la mano izquierda del albino.
—Claro que sí cachorro—dijo con suavidad el omega deteniéndose un poco al ver que la niña que estaba a su derecha empezaba a llorar—. ¿Qué pasa cariño?
—T-Tengo miedo—lloriqueó. El omega soltó sus feromonas para calmar a la pequeña antes de ver a Tom que al contrario de los otros prefectos siempre se quedaba al final para cuidar a su casa.
—¿Puedes llevarla en brazos?—preguntó por lo bajo. El alfa asintió sin decir más nada tomó a la niña en brazos la cual aferró sus brazos al cuello del mayor, que le hizo una señal al omega para que continuaran y, es que solo ellos cuatro quedaban.
Siempre pendiente a las ventanas continuaron su camino, hasta que llegaron al muro, Dorien fue quien dio la contraseña antes de entrar.
—Ya los íbamos a buscar—dijo Avery otro de los alfas de Slytherin, solo que este se encontraba en sexto.
—Siento que veo una visión de futuro—dijo Lucius a Narcisa mirando a Tom y Dorien.
El omega el último tranquilizaba a los dos pequeños cachorros que venían con él y el Riddle. El alfa azabache por otro lado solo veía la escena a espaldas del albino que al notar que los niños estaban calmados los mando a dormir.
—Me debo retirar—soltó el omega, quitándose la túnica, y el suéter, quedando simplemente en su camisa escolar en la parte superior, y es que también se había quitado la corbata.
—¿A dónde vas?—inquirió Tom con enojo mirando al omega mientras sujetaba el brazo de este.
—Lo dije, ya he enfrentado quimeras, yo me iré a encargar de ella.
—No harás eso, eres un Slytherin estás bajo mi cuidado. Soy el prefecto.
—Y yo te libero de cuidarme. Soy un Karvagiannis y, estoy listo para enfrentarme a esos monstruos, ellos vienen a matarme, y no lo dejaré.
Y sin más salió de la sala dejando estupefacto a Tom que nunca había sido contradecido por el omega.
—Quédense aquí, iré a cuidado a ese tonto omega—dijo antes de salir de la sala común.
A pasos rápidos siguió al Karvagiannis que se encontró con los profesores que le brindaron un arco y un carcaj con doradas flechas.
El omega ató sus algo largos cabellos en una desordenada coleta, antes de hacer un silencioso hechizo provocando que su escoba apareciera, subió a esta y salió del castillo a rápida velocidad.
Tom se apoyó en una ventana para ver la pelea en el cielo.
Sus ojos no se podían despegar del rostro serio del albino que lanzaba flechas contra la extraña bestia.
Las quimeras no tenían sentido de lo bueno y lo malo, por eso Dorien no tenía consciencia al asesinarlas.
Por otro lado Riddle se había dado cuenta que quizás no debería cuidar tanto a ese pequeño omega.
Díganme ¿qué les parece la historia?
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