Hay momentos en que los ojos gritan lo
que la boca calla celosamente

━━Victor de la Hoz
El rincón de Eros y Pisque II

Un chico azabache de trece años se encontraba leyendo un libro escuchando el bullicio que hacían en el resto del gran salón.

Los estudiantes de segundo hasta séptimo estaban impacientes a la espera de los nuevos estudiantes. A Tom Riddle nada le llamaba la atención.

Los olores a nerviosismo inundaron pronto el salón, y todos los ojos se fijaron en los pequeños de doce años que entraban al lugar.

Tom siguió con su lectura hasta que una conversación llamó su atención.

—¿Quién es el albino?—inquirió un alfa que compartía clases con él. Lucius Malfoy.

—No soy registro de nacimiento—respondió de manera sarcástica mirando mal al rubio que le dió una mirada fulminante, antes de ver a la omega que estaba a su lado.

—¿Tu lo sabes, Narcisa?—la omega apartó su mirada y la posó hacía el lugar al que el alfa rubio miraba.

—Si no me equivoco, es un mago griego—eso llamó la atención de Tom que miró a la omega rubia—. Dorien Karvagiannis, creo que se llama, se escucharon varios rumores sobre que había sido invitado a Howarts en persona por el director.

—Un Karvagiannis, extraño que al fin uno venga—murmuró Lucius mirando de reojo al niño albino que destacaba entre el resto.

—¿Por qué es extraño?—inquirió Riddle bajando su libro para ver a su compañero de clases.

—Los Karvagiannis son una raza pura de magos, algunos decían que originalmente crearon el mito de lo Dioses griegos, su tez y cabello los hace resaltar sin duda alguna, sin embargo, su educación es con profesores en su hogar, no salen de Grecia. Es extraño que uno venga a Howarts, y más un pequeño omega.

Tom llevó sus oscuros ojos hacía el albino que miraba al suelo escuchando la canción del sombrero. Los otros niños reían ante lo que decía el objeto, pero aquel albino parecía en sus pensamientos.

Dorien alzó su mirada cuando sintió una mirada sobre él, cosa que hizo que buscará al responsable encontrándose con unos oscuros ojos que desprendían maldad. Tragó grueso ante eso apartando la mirada.

—Hola, soy Lily Evans—saludó una niña omega llamando la atención del contrario.

—H-Hola—respondió mirando a la niña que acarició el lacio cabello del contrario.

—Eres muy lindo, te envidió—el de ojos grises con destellos azules miró a la niña que le sonreía.

—Y-Yo te envidió, tu cabello es muy lindo, y tú aroma muy agradable, el mío es demasiado dulce.

—Claro que no—negó la pequeña que sentía como su lobo se sentía amenazado ante la belleza de aquel niño. Los otros omegas presentes de apenas 12 años también sentían aquella molestia pero preferían no acercarse al albino.

—Lily Evans—llamaron a lo que la pelirroja corrió hacia la profesora que le coloco el sombrero seleccionador.

—¡Gryffindor!—los vítores se hicieron presentes en la mesa de la casa que recibía a una nueva integrante.

Sus piecitos se movieron en los zapatos escolares esperando que fuera su turno. Hasta que de un momento a otro.

—Dorien Karvagiannis—y la mención de su nombre llamó la atención de los presentes que miraron al niño albino que se dirigía a pequeños pasos hacia el sombrero seleccionador.

Tomó asiento en la banca y sintió como el sombrero era colocado en su cabeza.

—Umm...pureza, belleza, un corazón de oro, valiente, generoso, amoroso, ansias por aprender. ¿Dónde te pondré? Será una decisión difícil.

—Le pido elija bien—solicitó en voz baja el omega a lo que el sombrero pronto empezó a murmurar cosas inentendibles para el niño que ladeó un poco su rostro.

—¡Slytherin!—y la sorpresa no se hizo esperar. Los profesores se miraron entre ellos confundidos.

Los profesores que estaban en la mesa principal se acercaron para hablar entre ellos, mientras la profesora le quitaba el sombrero al niño que confundido se acercó a la mesa de la casa de las serpientes.

Pronto fue recibido por los de mayor nivel que le buscaron un lugar, aunque ante la sorpresa de la propia casa parecían no moverse para cederle un espacio al pequeño cachorro asustado.

—Hay un espacio entre Riddle—y todos los ojos fueron a dónde cierto alfa azabache se encontraba. Simplemente se alejó un poco para que el omega pudiese ocupar el asiento a su lado, cosa que no demoró en pasar.

—Hola pequeño, soy Narcisa Black—saludó la rubia brindándole una pequeña y apenas visible sonrisa que el albino no dudó en regresar aunque más amplia.

—Dorien Karvagiannis—respondió con sencillez. Su ligera voz hizo que el alfa se cierto pelinegro moviera la cola feliz, un cachorro era lo que aparentaba.

—Él es Lucius Malfoy—empezó a presentar la omega cuando notó que sus dos alfas amigos parecían no poder hablar—, y él es Tom Riddle.

Los ojitos del menor fueron a la figura a su derecha que era más alta que él. Tom, su nombre era Tom.

—Bienvenido a Slytherin—fue lo único que dijo el azabache antes de volver a tomar su libro y seguir con su lectura.

Dorien no comprendió porque ante esa simple bienvenida sus mejillas se tornaron rosas, mientras aspiraba de manera sutil el aroma a libros que desprendía el mayor.

Su madre tenía razón en que Howarts sería un nuevo comienzo que haría su vida para mejor. Eso era lo que esperaba.

Nadie dijo más palabra entre aquel niño de 12 años y los otros tres que compartían la edad de 13 años.

Nadie sabía que Tom había sentido el aroma a vino que el menor desprendía un poco más sutil que las feromonas de frutos rojos.

Su aroma secundario era agradable para su lobo.

Pero Tom prefirió no hablar más con el omega, después de todo él tenía planes, y entre ellos no estaba el tener que cuidar a un pequeño y tierno omega de doce años.

Dorien era muy pequeño para figurar entre sus planes. Aunque lo que no se decían por cobardes era lo que sus ojos reflejaban, lo que empezaba ha ser inesperado.