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Jimin estaba esperando a Hoseok en la cocina, mientras preparaba la merienda de la tarde, aunque extrañamente ese día no recibió las órdenes de su amo Kim sobre qué platillo preparar.
De todos modos se puso a hacerlo, no quería una reprimenda. No ahora que el amo andaba de mal genio todo el tiempo.
—¡Minie!— gritó Hoseok al ingresar a la cocina corriendo alegre, directo a abrazar al aludido que dio un brinco del susto.
—Hobi, me asustaste. Debes controlar un poco esa energía— se quejó Jimin, pronunciando apenas las palabras pues su hermano estaba asfixiándolo con tan efusivo abrazo.
—Minie, no te veía desde hace casi tres semanas y ¿me pides que me controle?— respondió un indignado Hoseok, separándose un poco del menor.
Jimin ignoró el drama de Hoseok, para meter el pollo al horno.
—Mejor dime ¿Hay alguna noticia súper impactante que haya pasado en éstas semanas?— preguntó yendo al grano, no podía negar que necesitaba saber todo el misterio que envolvía la llegada del nuevo Omega a la mansión Kim.
—Wuu~ quién te viera, el gran Park Jimin pidiendo chismecito~— canturreó Hoseok, entre incrédulo y burlesco.
Jimin viró los ojos, no podía negarlo porque ésta vez sí moría de ganas por ese chisme.
—Deja de meterte conmigo y suelta la sopa— Jimin continuó preparando las guarniciones, mientras Hoseok se fue a su lado para ayudarlo.
—Bien, como te veo tan urgido por mis chismes. Acá voy… El amo NamJoon estuvo en celo hace tres semanas, y fue por eso que no pude venir. Ya sabes, a él le encanta que… bueno…
—Oh, ¿Qué veo? El gran y descarado Hoseok… ¿Sonrojado?— Jimin tomó su turno de molestar a su hermano, quien le sacó la lengua.
—En mi defensa, es la primera vez que consuelo a un Alfa durante todo su periodo de celo— refutó orgulloso, aunque más rojo que el tomate que estaba picando.
—¿T-todo?... ¿Qué?— Jimin quedó más que sorprendido.
Era demás sabido que Alfas cabezas huecas, que pensaban más con lo que les cuelga entre las piernas, como lo era NamJoon; no pasaban el celo con un solo Omega. En especial si tenían muchos a disposición. Lo cual preocupó a Jimin, quizás más de lo que pensó.
—Hobi, espero que te hayas protegido y no me refiero sólo físicamente, sino… no pongas el corazón en esto. Sabes que es sólo tu amo, ellos nos desechan cuando les da la gana.
—Minie, también sabes que éstos Kim no son así. Quizás el mío sea un poco menos decente que el tuyo, y más hormonal, pero pese a todo eso, no nos maltrata como… como lo hicieron otros antes que ellos y tú lo sabes mejor que yo— Hoseok se defendió, sabía que lo que pasó no tenía sentimientos incluidos. Aún así, necesitaba hacer entender a su hermano del alma, que ya no estaban con monstruos, que al fin estaban a salvo.
—Lo sé, mi amo Kim es… maravilloso— respondió en un susurro.
—Minie, no puede ser… aún estás…
—No, claro que no. Es imposible, y lo sabes— Jimin interrumpió a su hermano, no quería escuchar la palabra, aunque muy en el fondo sabía que aún no ha podido superarlo.
Hoseok entendió entonces, que el consejo de su hermano venía por su propia experiencia y que sólo buscaba protegerlo. Así que, prefirió no indagar más en el tema.
—Bueno, continuando con las actualizaciones. Después de esa semana agotadora, le llegó a Na- al amo NamJoon una llamada importante del hospital y como es el director, pese a que tenía “libre” por las cuestiones de su celo y demás. Se fue a toda prisa y por primera vez en la vida lo vi pálido. ¡Ese hombre nunca se pone pálido!— exclamó Hoseok totalmente descolocado.
Jimin comenzó a sospechar que ese asunto debía estar relacionado de alguna manera con la forma en la que llegó el nuevo Omega.
—Y lo peor, es que no volvió a casa por unos 3 o 4 días. Se quedó en el hospital a hacer quien sabe que— Hoseok continuó protestando, machacando a la pobre zanahoria con más de la fuerza requerida.
—Seguramente a lo que acostumbra ese Alfa, a dormir con todos los Omegas internos— Jimin estalló en carcajadas, pero Hoseok por poco y corta la tabla en la que estaba picando las verduras.
Jimin al darse cuenta que eso molestó a su hermano, le volvió la intuición que el estúpido de Hoseok estaba enamorándose de su amo. Pero no se sentía capaz de reclamarle otra vez, si él estaba en las mismas. Malditos Kim y sus encantos irresistibles, hasta hermanos parecen los condenados.
—Es una broma Hobi, seguramente estuvo ocupado haciendo lo que se supone hace un doctor en un hospital. Quizás atendiendo un caso muy difícil y como es el mejor cirujano de estas tierras. O eso presume siempre — Jimin se encogió de hombros, hasta ahora no podía entender cómo un Alfa tan extraño y hormonal como lo era NamJoon, podía tener el cerebro para ser un experimentado doctor y cirujano.
A veces la vida no es justa y le da cerebro a los Alfas sólo para usarlo en sus carreras, pero para tratar a un Omega, claro se les borra todo y sólo actúan como una bolsa de carne y hueso lleno de hormonas locas.
Estúpidos Alfas.
—Bueno, en eso tienes razón. Escuché que tuvo un trabajo muy difícil en una cirugía que hasta ahora no sabe si salió bien. Eso lo tiene todavía muy preocupado— respondió Hoseok, sacando a Jimin de sus pensamientos un poco Anti-Alfas.
—¿Y?…— Jimin le hizo el gesto de que siga con las actualizaciones.
—¿Qué si tengo más cosas que chis… digo, actualizar?— preguntó Hoseok incrédulo por esa actitud en su hermano, Jimin nunca había sido muy fan de los chismes, siempre lo reprendía por andar de fisgón y ahora, verlo tan ansioso; sin duda era una joya.
—Así es, ¿Algo más?— exigió Jimin con simpleza.
—Lamento decir que no hay nada más, esas fueron mis aventuras en éstas semanas— respondió Hoseok con un sube y baja de sus hombros.
—¿En serio?... ¿No escuchaste sobre algún… Omega? ¿O quizás algún… secuestro?— indagó Jimin, era imposible que su amo no haya actuado sin su fiel amigo el cabeza hueca NamJoon.
—¿Omega?... ¿Secuestro?... ¿Hay algo que me debas decir tú? Porque claramente no he escuchado nada sobre eso— Hoseok encaró a Jimin para que deje de pelar esas papas y le explique la situación.
—Bueno, hace casi dos semanas, el amo Kim trajo a un Omega en horribles condiciones. Parecía que lo trajo de… esos lugares donde muchos Alfas degenerados te… ya sabes
—¿De un prostíbulo?
—No, porque el Omega tenía un número en su collar y… Ay qué difícil es contar esto, y tenía el mismo número marcado en sus nalgas… aunque no era lo único que tenía ahí. Me costó lavarlo—Jimin se fue apagando mientras iba relatando lo sucedido, porque recordó que le dio náuseas al ver todo lo que le hicieron al pequeño Omega.
—No puede ser, era un centro esos de subastas— comprendió Hoseok, el porqué a Jimin le costaba contar algo así, pues su hermano había sido víctima del mismo lugar. Lo subastaron como si fuera un objeto y el Alfa que lo compró lo hizo para hacerlo trabajar en el prostíbulo dónde se conocieron y de donde Kim SeokJin los rescató.
—Sí, hubieras visto al pobre Omega. Se ve que es muy joven, además que para su mala suerte estaba en celo. Los malditos pervertidos escribieron obscenidades en sus nalgas y se nota que… lo usaron para satisfacerse, porque también estaba cubierto de semen seco y fluidos corporales más asquerosos que no quiero pronunciar— terminó de contar lo que vio, con el estómago revuelto nuevamente.
—No puede ser… ¡¿Lo violaron?! Maldita sea…
—No, no parecía que pasó eso. Lo revisé, por si tenía que curarlo… ahí abajo, pero afortunadamente no pasó. Seguro el amo Kim llegó antes de que lo hagan…
—O quizás lo que estaban vendiendo era la virginidad, porque si dices que es joven, te apuesto a que era su primer celo y como los Alfas estúpidos y asquerosos que son, se pusieron a hacer otras cochinadas a modo de ofrecer la mercancía. Ahí fue cuando tu amo Kim llegó y seguro lo compró— Hoseok expuso su deducción del horrible caso, y ya quería conocer a ese nuevo Omega para abrazarlo y darle fuerzas, esperanzas, porque sabe por experiencia propia que sufrir esos acosos es traumatizante.
—Estoy seguro que sí, pero… por alguna razón este nuevo Omega jura y perjura que el amo Kim lo secuestró, y ha estado tratando de escapar muchas veces. Además que el amo Kim también se está comportando extraño con él, para decirte que ni siquiera lo mandó a vivir a la casona de Omegas, dónde nos suele acoger—Jimin expuso su duda, pues todo era muy extraño respecto a ese Omega oso.
—Woah, eso sí está extraño. Pero… no creo que el amo Kim lo haya secuestrado. Porque no creo, que él le haya hecho, lo que dijiste que…
—Obviamente el amo Kim no hizo eso, ni siquiera toca a los Omegas sin su consentimiento — Jimin saltó a la defensiva, haciendo callar a su hermano.
—Lo sé, lo sé, no tienes porqué alterarte. Pero si dices que ese pequeño insiste en que fue secuestrado, entonces debió serlo. Sólo que no por tu amo Kim. Averiguaré sobre eso, estoy seguro que mi amo sabe de esto, ya ves que son una versión retorcida y oscura de “pinky amiguis”— hizo el ademán de comillas con los dedos, burlándose de cómo esos Alfas eran tan devotos en su amistad, claro que a su estilo.
Jimin soltó una leve carcajada, su hermano tenía razón, esos dos eran tan extraños juntos.
—Muchas gracias Hobi, averigua lo que puedas por favor. También trataré de buscar información— Jimin agradeció a su hermano con un abrazo.
—No te pongas sentimental y mejor terminemos de preparar la comida, no queremos ser regañados. ¿Verdad?— Hoseok correspondió el abrazo de Jimin, quien asintió y continuaron con su trabajo.
Se dedicaron a terminar de cocinar, mientras sus mentes trabajaban a toda velocidad para encontrar maneras de resolver ese misterio.
—Muero de hambre— NamJoon ingresó a la cocina casi rugiendo por el hambre que tenía.
—Amo, por favor controle su efusividad, que acá casi nos da un paro cardíaco — se quejó Hoseok, lanzando una mirada reprobatoria a NamJoon.
Quien obviamente ignoró el temperamento del Omega y se puso a buscar a SeokJin, dejando su maletín de médico sobre el mesón de granito.
—¿SeokJin ya está en el comedor?— preguntó, esquivando la nueva mirada juzgona de Hoseok, por colocar el maletín donde no debía y crear desorden.
—No, Amo querido y desordenado. El Amo Kim no ha aparecido por éstos lares, pero la comida ya está servida — respondió Hoseok levantando el maletín con un mohín de asco.
Mientras Jimin estaba aguantando la risa, porque su hermano hacia unas caras muy divertidas cuando estaba enfadado.
—Bueno, mejor para mí. Prefiero comer en compañía de dos bellezas como ustedes, que con un energúmeno— respondió regalando su mejor sonrisa de hoyuelos.
Jimin no pasó desapercibido el brillo en los ojos de su hermano al ver ese gesto, que si le preguntaban, no tenía nada en comparación con la bella sonrisa de su Amo Kim.
Ambos Omegas siguieron a NamJoon hasta el comedor, aunque Jimin no quería estar en presencia de esos dos, no le quedaba de otra; quizás lograba obtener alguna información importante.
—Todo se ve delicioso, benditas sean las manos de los Omegas — suspiró NamJoon, olfateando el banquete puesto en la enorme mesa.
Mientras Jimin rodaba los ojos, Hoseok se ponía más rojo que un tomate.
—¿Por qué se alejan de mi? Ésta mesa es muy grande y si se van tan lejos, sentiré frío— Jimin quedó perplejo, y Hoseok estaba a punto de estallar en carcajadas al ver la expresión de su hermanito.
—Vamos, vengan a mi lado. Prometo que no muerdo. A no ser que me lo pidan — dijo lo último de manera muy sugerente, moviendo sus cejas de arriba hacia abajo.
Jimin puso los ojos en blanco y Hoseok volvió a estar más rojo que las servilletas decorativas de la mesa.
NamJoon por su parte, estaba más que satisfecho al causar ambas reacciones en esos lindos Omegas. Los admiraba, aunque sean completamente diferentes. Y es que NamJoon sabía que era tomado de mala forma muchas veces, por no decir siempre.
Estaba convencido que pensaban en él como un Alfa pervertido, sin cerebro y que sólo sabía pensar con lo que le colgaba entre las piernas. Sin embargo NamJoon no era así, claro que le encantaba disfrutar de los placeres de la vida, y no podía mentir que ha estado con todo Omega que ha podido.
Pero no por ser un pervertido, aunque pensándolo bien, quizás sí lo es. Un poco. Más no es la única razón, y es que NamJoon admira a la clase Omega, porque para sus ojos, son seres tan maravillosamente únicos. Capaces de dar vida, capaces de tantas cosas que un Alfa simplemente no podría realizar; capaces incluso de domar a los Alfas con sus encantos. Definitivamente los Omegas eran su fascinación.
Eran la clase fuerte, aunque la mayoría del mundo no compartían su opinión, o no lo notaban.
Por eso decidió estudiar medicina y convertirse en el mejor doctor de Omegas. Para aprender aún más de ellos, tanto biológicamente, como psicológicamente.
Aunque para no quedar encasillado como un bicho raro, tiene que actuar entre sus colegas como un Alfa cabeza hueca. Así no lo molestan, como lo hacen con su amigo SeokJin.
Aunque SeokJin en sí, ya es un caso súper raro. Pero éste no es momento de hablar de él. Porque acaba de recordar algo importante.
—No he visto al Omega nuevo, al revisar el estado de salud de los demás en la casa de Omegas. ¿Dónde está?— preguntó NamJoon después de estar hundido en su reflexión sobre los Omegas.
—No lo sé, yo no vivo aquí — respondió Hoseok de manera desinteresada.
NamJoon fijó su mirada en Jimin, quien no quería responder; pero la presión de la mirada, más las feromonas insistentes a su alrededor, lo hicieron ceder.
—Sólo el Amo Kim sabe dónde está— respondió con la frialdad que le caracterizaba, al menos en presencia de Alfas.
—SeokJin no es más tonto, porque sino se acaba el mundo. Le dije que dejara de ser un…— y así, nadie escuchó el resto de su protesta, porque NamJoon ya estaba masticando su comida con toda la furia posible.
Ambos Omegas sólo se miraron, con más curiosidad, pues ese cambio de temperamento debía tener una razón. Ahora más wue nunca estaban ansiosos por descubrir los secretos que flotaban alrededor del nuevo Omega.
SeokJin al ver por la cámara de seguridad que Taehyung había terminado de elaborar el almuerzo –acto que lo dejó sin palabras en todos los sentidos– salió de su oficina, rumbo al ala Norte.
—Espero que la comida esté lista, o tendrás tu respectivo castigo — Rugió SeokJin al ingresar a la pequeña cocina, su voz hizo vibrar cada cristal del lugar. Al igual que al pobre Omega que estaba acomodando un vaso de Vino en el centro de esa mesa circular pequeña ubicada dentro de dicha cocina.
Taehyung sintió su cuerpo temblar, y no supo si del susto o del ¿Gusto? No entendía ni a su propio cuerpo. Pues esa voz había sonado tan profunda y baja, que sintió le caló en los huesos.
Y eso que el Alfa ni había gritado como de costumbre, sólo fue un tono aún más mandón, más dominante. Hasta juraba que la cocina estaba llena de las feromonas mandonas de ese Alfa secuestrador de encantadores Omegas, como lo era él, efectivamente.
—Si lo está, tome asiento— respondió Taehyung sin voltear, no quería darle el gusto a ese gruñón, mostrando su rostro en conflicto.
Malditas feromonas, las odio
Protestó Taehyung internamente, sintiendo a su Omega revolcarse de gusto por disfrutar de ese delicioso aroma. Y no, no era el de la comida.
—Soy tu amo, así que debes dirigirte así ante mi— demandó filosamente, mientras tomaba asiento en la pequeña mesa, que lo hacía ver incluso el doble de su tamaño.
Taehyung viró los ojos, refunfuñando por tal desfachatez.
¡¿Quiere que lo llame Amo?! ¿Pero qué le pasa? Este Alfa está demente, de paso que me secuestra y ¿ahora quiere que me humille más, llamándolo así? Está soñando. Ni muerto lo hago.
Taehyung refunfuñaba, perdido en sus pensamientos de indignación, colocando la comida en el plato, para el energúmeno.
SeokJin estaba igual o más indignado, al no recibir ninguna respuesta del Omega que estaba soltando tantas feromonas de enojo, que juraba podía ver el aura oscura alrededor de ese pequeño irritante.
¿Dónde le puede caber tanto enojo? Si es la mitad de mi tamaño.
SeokJin se puso a analizar a su mayor fuente de dolores de cabeza, y aumento de su mal humor. Tratando de encontrar la razón por la cual ese mocoso no lo obedecía como los demás, no le tenía miedo como los demás.
No se veía ni olía como los demás.
Te lo dije, es nuestro Omega.
Tú te callas, no sé porqué sigues insistiendo en lo mismo.
Humano tonto, sólo te digo que si lo perdemos, si no lo reclamamos, otro puede hacerlo.
Estás loco si crees que… reclamaré a un niño.
No es un niño, y lo sabes muy bien.
Lo es para mí.
Sólo espera unas horas, y no lo seguirás creyendo.
Su lobo soltó una fuerte carcajada, dando por terminado su debate interno. En ese momento Taehyung estaba colocando la mesa, con una expresión que gritaba “No te atrevas a decirme nada”
SeokJin se sintió irritado al momento, no podía creer tal insolencia. Cuando estuvo a punto de reclamar, Taehyung chocó miradas con él, por un segundo, una extraña sensación se alojó en ellos. Sus rostros estaban muy cerca, debido a la posición en la que Taehyung estaba intentando colocar los cubiertos, resultando así el rostro de SeokJin a una distancia corta, no tanto como una pareja de enamorados; pero para ellos, esto era lo más cerca que habían estado antes.
Ojos mieles contra Ojos más negros que la noche más obscura. Respiraciones levemente agitadas.
Alfa y Omega, el principio y fin de todo.
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Holas holas! Pixelitos de mi corazón 💜😌
Acá les traigo un capítulo más largo de lo habitual, en recompensa por haber tardado en actualizar 🤧
Les está gustando? Tienen alguna teoría? 7w7
Me disculpo nuevamente por mis actualizaciones lentas, estoy tratando de organizar mi vida 😪
Pero no crean que dejaré de escribir jejeje, solamente mi ritmo está un poco más lento 🙈
Cuidense mucho, las amito.
Bye 💜
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