A la mañana siguiente, Abril ciertamente no quería hacer nada, principalmente no quería ir al instituto.

Pero eso no sería muy responsable, por lo que con todas sus fuerzas, fue a clases.

Lo que la llevo a la extraña situación en la que se encontraba.

Un resumen rápido, los chicos decidieron ir a la push el viernes en lugar del jueves, y ella ya había dicho que sí iba a ir, eso no era lo malo.

Lo malo era que se quedo sola, ya que Jessica estaba con Mike, Ángela estaba con Erik y Bella se había ido con un amigo suyo.

El resultado, ella sola, en un lugar donde no conocía a nadie.

—It's supercalifragilisticexpialidocious
Even though the sound of it
Is something quite atrocious
If you say it loud enough— por lo que obviamente empezó a cantar, al menos eso hacía antes de que la interrumpieran.

—Te falta afinar un poco, princesa.

—¿¡Disculpa!? Para tu información yo canto excel... un momento ¿me llamaste princesa? — puede que el chico fuera atractivo...bien, muy atractivo, pero aún así Abril no se dejaba llamar "princesa" por cualquiera.

Para indignación de Abril, el desconocido se rió. Eso ocasionó que Abril lo observara detalladamente, podía medir 6 pies de altura, ojos color café oscuro, cabello negro, musculoso, su piel era de un color cobrizo, a simple vista Abril podía decir que era un nativo, solo a ellos los había visto con esos rasgos, pero nada de eso llamó la atención de Abril, lo que verdaderamente la intrigó fue el tatuaje en su brazo derecho.

—¿Te ofendió más el hecho de que te llame "princesa" a que haya opinado que cantas mal? Eres extraña princesa— Remarcó la palabra "princesa", pero Abril está vez no dijo nada y solo lo ignoró.

Por muy lindo que fuera, ella no le iba a hacer caso.

—¿No has escuchado que es de mala educación no responder?

Nada, un silencio fue la respuesta.

—¿Tus padres no te enseñaron modales, o te comió la lengua el ratón?

Esta vez, Abril si respondió.

—Para tú información, mis padres me enseñaron a no hablar con desconocidos, ¿y adivina qué? No te conozco.

—¿Sabes que al decirme eso, estabas hablando con un "desconocido"?

Y de nuevo el silencio de antes, no hubo ninguna respuesta, aunque en la mirada de Abril se podía ver la indignación y el orgullo que aquella respuesta le ocasionó.

—Mi nombre es Paul.

Silencio, o al menos había silencio hasta que se escuchó la voz de Mike desde la playa. ¡Abril, mira el tamaño de esta serpiente!
Lo que provocó que la nombrada cerrara los ojos con resignación.

—Abril... lindo nombre, ahora que se tú nombre y tú sabes mi nombre, no somos desconocidos. No tienes excusa para no hablarme.

—No eran excusas, simplemente yo soy una niña buena, que siempre hace caso a los consejos de los padres.

Pero la mirada y la ceja alzada de Paul, hacían notar que el no le creyó.

—Bien, no quería hablar contigo, listo. Lo confesé.

—Linda y sincera. Toda una bomba.

—Voy a fingir que no dijiste eso. Ahora, ya que no me vas a dejar, ya que tienes una obsesión conmigo, -nada sana, por cierto- vamos a caminar y de paso me puedes contar historias de terror de este pueblito.

—Bueno, lamento decepcionarte, pero no hay historias de terror.— Paul comentó, al tiempo que empezaba a caminar junto a Abril a la orilla de la playa.

—Oh, vamos. No vas a pensar que me creo eso, todo lugar tiene mínimo una historia. ¿O no puedes contarlo? ¿Tal vez es solo de tú tribu? Se de lugares en los que los nativos no cuentan sus leyendas a desconocidos o forasteros.

—Ahora no es solo linda y sincera, tras de eso hay que añadir inteligente.

—Bueno, estoy segura de que me ganaré tú confianza, pero tal vez me podrías aclarar una duda.

—Depende de que trate, hay cosas privadas.

—Bien, es fácil la verdad. ¿Por qué los Cullen no vienen aquí? Escuche a un chico decírselo a una compañera, y me dio curiosidad.

—Tienes mala suerte, justo esa pregunta no puedo responderla, es algo de la tribu, son tonterías pero esta prohibido decírselo a un forastero.

—Ya me lo contarás, lo sé.

—No quiero ir al baile, de hecho voy a ir a mi pueblo natal, y voy a ir al baile de mis hermanos, de sorpresa claro.—Abril se encontraba discutiendo con Jessica sobre el baile mientras tomaban el sol, o al menos el poco sol que daba Forks.

—¿Y es justo ese día?

—No, en realidad es el 15 de septiembre.

—Hay meses de diferencia, ¿en serio no puedes?

—No es que no pueda, es que no quiero. Pero las voy a acompañar a comprar los vestidos. Si eso las hace feliz— terminó de decir mientras observaba no solo a Jessica, sino a Ángela y Bella.

Mientras que la última no dejaba de mover la cabeza de un lado a otro, al parecer buscando a alguien, y Abril no fue la única que lo notó, ya que Jessica habló.

—Los Cullen no vinieron, siempre que hay buen clima desaparecen del instituto.

—¿Por qué?— eso mismo se preguntaba Abril, pero Bella fue la que preguntó.

—El doctor Cullen y su esposa los llevan de camping, y piden permiso para faltar.— Ángela fue la que respondió, a pesar de que Jessica se vea con muchas ganas de hablar.

—Yo traté de hacer eso con mis padres, pero no funcionó.— Abril oculto su risa, Jessica era muy predecible y era obvio que tenía que hacer algún comentario sobre ella.

—Los padres en Forks son más aburridos, en mi pueblo, siempre iba de fiesta cada fin de semana, y una vez al mes, mis padres nos llevaban a mis hermanos y a mí, a la casa del lago.— Conforme Abril iba hablando, la mirada se me tornaba poco a poco más nostálgica, cuando terminó de hablar tenía la mirada perdida.

—¿Que les ocurrió?— Jessica pregunto con curiosidad, ganándose una mala mirada de Ángela.

—No tienes que decirnos— Hablo esta vez Bella.

—Esta bien, tranquila. La verdad es que no es muy claro. Mi hermana los llamó para que la recogieran en medio de la noche, y cuando iban de regreso a la casa, no se sabe como o porque, tuvieron un accidente, se salieron de la carretera justo cuando pasaban un puente, solo mi hermana logró salir.

—¿Como eran ellos?— la pregunta de Ángela hizo que Abril sintiera con cariño y a la vez con tristeza.

—Eran buenas personas, siempre ayudaban en todo lo que podían, mi padre era doctor, y siempre que podía salvar una vida lo hacia, sin importar que tan difícil fuera, todos en el pueblo los querían— mientras Abril hablaba, poco a poco su mente iba hacia aquella noche, esa fatídica noche. Pero no sólo ahí se dirigía su mente, sin proponérselo, recordó lo que escuchó por teléfono aquella noche, cuando su hermana le reprochaba no haberle dicho la verdad.

Pero lo que escuchó no podía ser cierto, ella lo recordaría, tendría entre nueve y diez años. ¿Por qué no recordaba? Y no solo eso. Todos en el pueblo lo sabían, ¿por qué no le dijeron? ¿En qué más estarían mintiendo?

¿Que creen que fue lo que escuchó Abril?

¿Les gustó el capítulo?

No sé olviden de darle a la estrellita ☆

Y comentar.

1239 palabras.