Inscribirse.

Esa era una palabra de Abril conocía bien, ella se inscribió en todo lo que vio, nunca da mucho problema, simplemente es tener todos los documentos, presentarlos y ya.

O eso pensó.

Abril llevaba discutiendo con la secretaria -una señora que al parecer tenía complejo de adolescentes, si de forma de vestir hablamos- aproximadamente una hora, y Abril estaba perdiendo la paciencia, poco faltaba para que se regresara por donde vino, y no llevar el último año.

No, quieres estudiar psicología, tienes que estudiar el último año, tranquilízate se reprochó mentalmente.

—Lo siento niña, aquí dice que no pasaste a último año debido a las faltas en los últimos meses de estudio.

—¡Y yo le digo, que yo justifique esas ausencias, tenía que encargarme de un entierro, una casa y de mis hermanos sola!

—Pues lo siento cariño, vas a tener que repetir año. ¿Aún quieres inscribirte o no?

—Bien, ¡lo que sea! Es inaudito que por eso tenga que repetir año, ¡mis notas son perfectas! —Abril ciertamente estaba indignada.

Luego de lo que pareció otra hora, Abril estaba, por fin, inscrita. En penúltimo año, pero inscrita.

Entraba mañana a clases, de momento la dejaron recorrer el instituto para conocerlo y no perderse el día siguiente.

Estaba muy distraída por lo que no se dio cuenta cuando chocó con un chico, aunque la peor parte del golpe se la llevó el chico, ya que estuvo a punto de caerse.

—¡Lo siento! Estaba distraída y no vi por dónde venía, y... no tengo por qué disculparme, tú también pudiste apartarte— Se estaba disculpándose hasta que notó que no era solo culpa de ella.

—Es cierto, yo venía hacia ti, la verdad. Y déjame decirte algo.— El chico la volteo a ver, Abril pudo notar descendencia asiática en sus rasgos.

—¿Sí?

—Tienes mucha fuerza, casi me caigo. Por cierto, soy Eric, los ojos y oídos de este lugar...—Empezó con lo que parecía ser un diálogo practicado durante horas frente al espejo.

—Alto, 1) la verdad si tengo fuerza, pero es que hago mucho ejercicio. 2) Conmigo no uses un diálogo de memoria, habla directo. 3) Prefiero estar sola, así que...largo— Abril le sonrió solo para dar media vuelta y alejarse, aunque no llego muy largo cuando Eric ya la había alcanzado.

—Bien, entiendo, eres la clásica chica de odio a todo el mundo y esas cosas...— Caminaba rápido para seguirle el paso mientras hablaba.

—¿Que quieres?—Abril se detuvo en seco para encararlo, ocasionando audio este chocará con su espalda.

—¡Lo siento! Solo...¿Podría hacerte una entrevista? ¡Es para el diario del instituto!—Se apresuro a explicar cuando noto la ceja alzada de Abril.

—No.— fue la simple respuesta para luego volver a caminar hacia la salida, ya estaba llegando a la puerta cuando Eric le gritó.

—¡Mañana almuerza con nosotros!.

A la mañana siguiente, Abril ya estaba lista para irse -pantalon gris, botines, blusa blanca y su amada chaqueta- cuando noto al lobo que en los últimos días se le había pegado como garrapata.

—Bien, tú amiguito, sí, te estoy hablando a tí— Abril señaló con un dedo al lobo, mientras entre cerraba los ojos, ocasionando que este inclinará la cabeza. —Te voy a dejar aquí, pero si ocasionas algún problema te vas, voy a dejarte estas mantas para que duermas aquí...¡Hey! ¿¡Dónde crees que vas!?.

Abril corrió tratando de alcanzar al lobo, el cual ya estaba llegando a si habitación. Abril abrió ampliamente los ojos cuando se dio cuenta de lo que planeaba hacer.

—¡No, no, no! ¡Que ni se te ocurra! ¡No...— pero ya era tarde, el gran lobo se había acostado en la cama de Abril, apenas entraba ya que era muy grande.

—Oh, por favor. ¡Voy a llegar tarde! ¿¡Que hice para merecer esto!?— exclamo abriendo los brazos mientras miraba el techo.

—Llegas tarde, la próxima vez no te voy a dejar entrar a la clase— fue lo primero que dijo el profesor en cuanto vio a Abril.

Pues vaya amabilidad fue el pensamiento fugaz de Abril, mientras buscaba un lugar donde sentarse.

Lastimosamente solo había dos lugares, al lado del chico del día anterior, el cual le sonreía, o al lado de la supermodelo.

No hace falta decir que lugar escogió Abril.

—Bien hermosa, dejemos algo en claro, no me molestas y yo no te molesto, y las dos somos felices— usualmente cuando Abril se dirigía de esa manera a las personas, solo causaba que la miraran feo, pero por muy extraño que fuera, esta vez logró que le sonrieran.

—Bien, muchachos. Como pueden ver ahí una alumna nueva, su nombre es Abril Sommers, es todo lo que tienen que saber. Ahora, ¿quién leyó el libro "orgullo y prejuicio"? Recuerdan que tenían que traerlo ya leído.

—El siempre es así, no pienses que solo por que llegaste tarde te trató de esa manera— la "supermodelo" se dirigió a Abril, aún sin quitar su cara seria.

—Pues...¡vaya! Creo que me cae bien. Soy Abril, aunque eso ya lo sabes.— Abril se quiso golpear, había algo en esa chica que la hizo actuar como tonta.

—Soy Rosalie Hale.

—Bien, como ya tengo a mi rubia, tú serás Barbie— Abril quiso felicitarse, como a un perro, darse una galletita o algo así, pero la verdad estaba feliz de poder volver a comportarse.

—Bien, pero si otra persona me llama así, te mato— esta chica si que le caigo bien a Abril, hasta podrían volverse mejores amigas.

El resto de la clase se la pasaron hablando, a escondidas del profesor, hablaron de todo, excepto la familia, cosa que Abril agradecía, ya que un "mis padres murieron hace unos meses, mi hermana casi muere, mi hermano parece odiar a todos, y... eso" no entraba bien en una conversación.

—No acepte sentarme contigo y tus amigos.

—Pero tampoco dijiste que no, por lo que yo me lo tomo como un sí— Eric tomo de los hombros a Abril y la arrastró hacia la mesa donde almorzarían.

Ya habían otras personas ahí. Tres chicas y un chico.

Había una chica de lentes, era bonita -peli-negra, ojos café y sonrisa amable- Abril decidió que sería su amiga.
Había otra chica muy pálida, no era fea -castaña, ojos marrón chocolate, y sonrisa incómoda- no era el tipo de chica con las que se juntaba Abril.
La última chica era linda -castaña oscuro, ojos azules y sonrisa un poco creída- tenía algo, que a Abril no le cayó bien.

El único chico parecía creerse muy guapo -rubio, ojos azules, sonrisa brillante- pero tenía cara de cachorrito abandonado, aunque se veía como el clásico deportista.

—Chicos, ella es Abril. Abril, ellos son Ángela, Bella, Jessica y Mike.

—Bien Eric, ya que me arrastró en contra de mi voluntad hasta aquí -por cierto estoy muy ofendida- me vas a tener que traer mi comida, ya que no la pude pedir. Me conformo con una hamburguesa, unas papas fritas grandes, y una 7up— Abril le dirigió una amplia sonrisa antes de voltear a ver al resto. —¿Y bien? ¡no me miren así! Que tal si me cuentan ¿qué hacen en este pueblo para no morir de aburrimiento?

¿Que les pareció el capítulo?

No sé olviden de darle a la estrellita☆

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