Los siguientes dos días, Abril pasó ignorando descaradamente las llamadas de Jasper, las de Rosalie las atendían, solo las de Jasper no. Alice no se había molestado en llamar, lo que de cierta manera hizo molestar a Abril.

Abril el jueves no fue a clases, prefirió irse de fiesta a un club en Port Angeles junto a una chica de la reserva, Leah.

El viernes era el baile, uno al que Abril no iba a ir... o eso era antes. Ahora quería presentarse solo para mostrarle a Jasper de lo que se perdió, para mostrarle que no merecía ni su amistad, no después de lo que sucedió.

Lo malo de cambiar de planes en el último momento es que no tenía un vestido lindo que ponerse.
Desesperada empezó a buscar algo que pudiera servirle para el baile, pero no encontraba nada que funcionase, levantó la vista hacia el reloj que tenía en la pared, marcaba las 3:00 de la tarde. No iba a tener tiempo de ir a Port Angeles y comprar un vestido para llegar a tiempo a las 6:00 para el baile.

Solo le quedaba una opción. Se dirigió a la cómoda en donde estaba su celular.

Iba a hacer una llamada.

—Barbie, ocupo un favor. ¿Me prestas un vestido?

—¡Hola! Yo también estoy bien, gracias.

—Sí, lo siento. ¿Me prestas un vestido?

—Voy para haya. Llevo dos opciones.

Rosalie ya estaba lista cuando llegó a la casa de Abril.
Llevaba un vestido color lila, con caída de la cintura para abajo, y una abertura desde los muslos. Se veía hermosa.

—Se tus gustos, y solo tengo estos dos vestidos que tal vez te gusten—. habló rápidamente mientras mostraba un vestido color Carmín y un vestido similar al Ónix.

A simple vista Abril ya sabía cuál era el vestido que iba a usar.
Aunque ambos vestidos eran hermosos.

Uno de la cintura hacia arriba era puro encaje, el diseño eran rosas rojas. Y de la cintura hacia bajo caía libremente, ese era el vestido rojo.

(MULTIMEDIA, SOY PÉSIMA DESCRIBIENDO)

En cambio el otro, todo era pegado al cuerpo, excepto de los muslos hacia bajo, donde había una abertura en la pierna derecha.

Abril iba a usar el vestido negro.

Abril escuchaba la música una cuadra antes de llegar al instituto, así que no fue sorpresa verlo abarrotado de gente.
Todo con el claro estilo de James Bond, idea de Erick y su pandilla.

A la primera persona que vio fue a Bella, junta a Edward. Bella se veía tan incómoda que Abril no pudo evitar color los ojos en blanco mientras pensaba lo fuera de lugar que se veían ella y Edward. Y como si Edward pudiera leer sus pensamientos -cosa que si puede pero ella no sabe- la observo detenidamente. A Abril le pareció ver un pequeño rastro de culpa en su mirada, pero lo descartó rápidamente.
Después de todo... ¿qué culpa podría cargar en su conciencia?

Oh, Abril. Que inocente al tener ese pensamiento.

A la siguiente parada que vio fue a Ángela y Erick, los cuales estaban bailando ridículamente, aunque a simple vista parecían divertirse. Y eso es lo que cuenta ¿no?.
Junto a ellos estaban Jessica y Mike tonteando entre ellos.

Alejando la vista de ellos pasó la mirada por cada una de las personas en ese baile, había de todo. Peli–rojos, rubios, peli–negros, castaños. Mientras veía a todas esas personas, ella se preguntó ¿Por qué enamorarse de Jasper? ¿Que lo hacía tan especial?

Como si lo invocará con la mente, Jasper entró al salón, llevaba un elegante esmoquin, lo hacía ver más guapo de lo que ya era. Abril casi sonreía.

La clave es: Casi.

Lo que daño aquella imagen era su compañía, Alice estaba a su lado. No hay que malinterpretar sus pensamientos, ella se alegraba de que estuvieran juntos, aunque no evitaba que dolía, aunque probablemente eso sintió Alice cuando ellos terminaron.

Sacudiendo la cabeza, Abril alejo esos pensamientos. Ella estaba a punto de dirigirse hacia el licor en la mesa, cuando alguien entró a la habitación.

¿Como estaba él aquí? ¿La había encontrado? No, era imposible. Ella cubrió sus huellas.

Antes de que esa persona la viera, Abril se escabulló hacia la puerta trasera. Ahí estaría a salvo, lo que ella no sabía era que un rubio si la había visto. Y el planeaba seguirla.

—Tenemos que hablar.

Esas tres palabras, tan insignificantes separadas, pero tan alarmantes cuando están juntas.
Todos tratan de evitarlas, pero llega un punto donde es imposible no usarlas.

—No tenemos que hablar, tranquilo. Edward me lo dijo —. Tal vez Abril fue un poco brusca en su respuesta, pero ella había deseado que fuera mentira, pero solo se llevó una gran decepción.

—¿Entonces por que no me hablas? No fue mi culpa, estaba fuera de mi control.

—¿¡Fuera de tú control!? Yo... no tengo derecho a decirte nada—. Aunque ella al inicio gritó, al final acabo casi en un susurro.

—¿Qué querías que hiciera? Era lo único que podía hacer.

—No era lo único. Pero gracias Jasper, me di cuenta de lo idiota que eres—. En cuanto termino de decir eso, ya le estaba dando la espalda mientras se alejaba de aquel sitio.

—¡Espera! ¿De qué hablas? ¿Por qué siento que nos referimos a diferentes cosas?

—Estamos hablando de lo mismo. ¿Estabas con Alice estos días que no viniste a clases?

—Sí. Pero...

—Ves, hablamos de lo mismo.

—¿¡Qué diablos le dijiste a Abril, Edward!?—. Todos los que estaban en el salón voltearon a ver a los hermanos.

—¿De qué hablas?

—¡No finjas! ¡Ella no me quiere ni ver! ¡Y todo por tu culpa!

—¡Jasper! ¡Edward! Salgamos antes de que hagan una escena—. Alice se colocó en medio de ambos hermanos, tratando de hacerlos entrar en razón, pero Jasper estaba furioso y lejos de calmarse.

—Edward, es la última vez que te pregunto. ¿Que le dijiste a Abril?—. Cuando Edward no dio ningún indicio de querer contestar, Emmett se acercó.

—Jasper... yo te voy a decir que fue lo que le dijo, pero... salgamos de aquí, estas haciendo una escena—. Jasper solo asintió con la cabeza. Cuando estaban junto al auto listos para irse, Rosalie habló.

—Edward le dijo que Alice y tú estaban juntos. Ella entendió otra cosa y ninguno lo desmintió.

Roselie no había terminado de hablar, cuando Jasper saltó sobre Edward con el fin de darle un puñetazo, pero Emmett lo interceptó antes de que pudiera golpearlo.

—¡Sueltame Emmett!

—¡No hasta que te calmes!—. Luego de un momento Jasper alzó las manos, en son de paz. Emmett lo soltó, aunque seguía viéndolo con precaución.

—Voy a decirle la verdad a Abril, y esperar que no me odie o...—. No pudo continuar, ya que Edward dio un paso hacia adelante, amenazante.

—Jasper, no.

—¿O qué? ¿Tú si puedes decirle a Bella, tú tua cantante y yo no puedo decirle a Abril?

—Jasp...

—¡No Edward, Jasper nada! Ella es mi alma gemela, le voy a decir la verdad te guste o no.

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