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011

-Las misiones han funcionado a la perfección, pero el único lugar al que nuestro equipo no ha podido entrar ha sido Kabella-NamJoon lucía muy serio explicando aquello cuando, irónicamente, tenía a dos niños de apenas un año de edad en brazos, peleándose entre sí por ver quién abarcaba mayor espacio sobre sus hombros-. El vampiro original de allí construyó una fortaleza a su alrededor y sólo es posible traspasarla si la explotamos, cosa que en las misiones no se podía hacer dado que el plan era atacar por sorpresa.

-Ajá. En resumen: sólo nos queda acabar con el tal GaHyuk ese-intervino Danielle, y su suegro asintió.

-Pero, una vez que acabemos con él ¿cómo haremos para extinguir a los vampiros soberbios de una vez por todas?-cuestionó YoonGi.

-Mi padre y yo hemos estado trabajando en eso-asintió TaeHyung y se acercó a su novia-. Hemos creado un hechizo que alcanza una gran magnitud, de modo que tenemos la posibilidad de que, al lanzar el hechizo sobre todos nosotros, si atacamos a un vampiro, otros más se van a ver igual de afectados. Por ejmplo, yo ya tengo el hechizo encima así que si hago esto...

Sin pedir permiso, tomándola completamente desprevenida, TaeHyung dobló con fuerza el brazo de Danielle hacia atrás, no sólo ganándose un gemido de dolor por parte de la pelinegra, sino que de JiMin, YoonGi y Sophie también.

-Sólo bastaría una pequeña aclaración dentro del hechizo para dejar libres sólo a los inocentes fuera de este embrollo y ya.

-Ustedes dos me empiezan a dar miedo-jadeó JungKook, señalando a los demonios.

-Y yo, como no me sueltes ahora mismo, te voy a arrancar los huevos a sangre fría y te los voy a meter por la boca a ver si te atragantas y me dejas en paz de una vez.

TaeHyung rodó los ojos, pero obedeció a la "petición" de su novia para luego abrazarla por lo hombros.

-Ya, no te enojes, mi caramelito.

-No soy tu caramelito-rezongó la pelinegra Ruber, buscando deshacerse del agarre del castaño sobre su pecho, pero no tuvo éxito-¡Quita, bicho!

-No quiero~-canturreó el Amethystos con una sonrisa burlona antes de besar repetidas veces la mejilla de su pareja.

Danielle simplemente colocó su mejor cara de póker y dejó que TaeHyung hiciera lo que se le viniera en gana. Sabía que la disputa sería interminable, y había un serio tema del que hablar, pero al llevar su vista al frente y ver a sus contrarios contener la risa, blanqueó la mirada y soltó un bufido.

Todos se ríen y nadie me salva ¡Qué buenos amigos!, pensaba con sarcasmo para sus adentros, y supo que Sophie había escuchado aquello cuando fue ella quien rodó sus ojos.

-Idiotas-bramó.

Pero nadie se esperó lo que se vino después de aquel comentario.

-I...dio...ta.

Todas los pares de ojos, abiertos de par en par, fueron a parar en Willie, quien reía junto a Lean porque la expresión de NamJoon (que era la más cercana que tenían) era todo un poema.

-¿En serio esa fue tu primera palabra, niño bobo?-a pesar de que sus palabras podían sonar desalmadas, Danielle tenía una orgullosa sonrisa en el rostro y se acercó a su bebé para tomarlo en sus brazos y besar un millón de veces su regordeta mejilla.

-Ahhh, mi bebé hermoso-TaeHyung también se unió a la sesión de besos-. Ahora te has unido a tu madre para hacerme la vida imposible ¿Por qué eres así?

-Porque sus padres son un caso ¿Qué esperabas?-con una divertida expresión, JiMin respondió.

-Eso me recuerda a las primeras palabras de Lean-sonrió Sabrine.

-Oye, Leanie-Maggie lo llamó y el niño, aún en brazos de NamJoon, volteó a verla sonriente-¿Cómo le dices a mamá y papá?

-¡Smatos!-el infante aplaudió contento ante la sonrisa de sus padres, sabiendo que su respuesta era acertada.

-Por lo menos la primera palabra de Lean fue más...normal-murmuró el demonio padre, con su vista fija en su hijo y su familia.

TaeHyung y Danielle parecían haber cerrado una burbuja alrededor de ellos y William.

-Muchachito, ya estás creciendo mucho ¡Mira cómo pesas!-rió la pelinegra, acomodando mejor al infante, apoyándolo contra su cintura.

-¿Quién te dijo que podías crecer tan rápido, uh?-el castaño pellizcó las mejillas del pequeño y este soltó una risotada-¡Uy! Pero qué buen humor nos cargamos hoy. Haces bien, mi niño. No seas como la amargada de tu madre.

De inmediato Danielle le mostró nuevamente su mejor cara de póker y bajó la vista hacia su hijo, quien la miraba con brillosos ojitos, tal cual su padre.

-No le hagas caso al inútil de tu padre, Willie.

-¡I..util!-volvió a exclamar el niño y las expresiones de sus padres le tuvieron que parecer muy graciosas pues se soltó a reír a carcajada limpia ¡Hasta dió palmaditas!

-Tae...

-¿Hum?

-Debemos dejar de hablar delante del niño. No veo bien que seamos mala influencia para nuestro propio hijo.

-Estoy completamente de acuerdo.

-Hay que crear nuevas reglas en esta relación entonces.

-Enseguida traigo papel y lápiz.

Pero, cuando TaeHyung iba a salir del cuarto (el cual pertenecía a YoonGi y Sabrine por cierto), la puerta se abrió y por ella apareció su madre con una apenada sonrisa.

¡Oh, sí! Kang SoRa se había reencontrado con su hijo y viejo amor, así que no los dejaría ir tan fácil, por lo que decidió vivir junto a ellos.

SeokJin, SunMi, HoSeok, Jean y Nicole iban de visita con frecuencia, aunque el ángel había prometido ayudar en el plan de los vampiros y el demonio, mas prometieron no molestarlo innecesariamente.

-Perdón que los interrumpa, pero creo que lo que tienen que decir unos chicos allá abajo es de vital importancia.

Nadie dijo nada más y todos bajaron hasta el primer piso, donde se encontraron a una pareja de Amethystos. Ellos eran dos de los que estaban al mando de los grupos a cargo de las misiones organizadas.

-Lamentamos si llegamos en un mal momento-comentó el muchacho-, pero es necesario actuar con inmediatez. Hemos logrado escalar el muro que rodea la última ciudad que nos queda por inspeccionar y no traemos buenas noticias.

-Resulta que están armando un ejército-siguió la otra chica-, casi igual nuestro. Logramos escuchar que querían acabar con los grupos que habían asesinado a varios vampiros líderes. Estan a punto de salir y no tienen un rumbo exactamente fijo, pero sí sé que vienen en dirección Oeste.

-Es decir, vienen inconscientemente hacia nosotros-culminó NamJoon y los otros dos chicos asintieron-. Bien. Entonces vayan y preparen las tropas. Acabaremos con esto de una vez por todas.

Danielle y TaeHyung hicieron coincidir sus ojos, no teniendo que compartir más que aquella mirada para asentir, sabiendo que pensaban lo mismo.

En cuanto los Amethystos salieron, NamJoon recibió la intensa mirada de su hijo y nuera.

-¡Ah, no!¡Ni lo piensen!

-¡Por supuesto que lo pensamos!-Danielle dejó a su hijo en manos de su suegra y se acercó al demonio mayor, siendo seguida de su novio-. Esta rebelión la planeamos nosotros, y nosotros estaremos en ella, luchando igual que nuestra gente. No por algo creamos este clan.

-Aceptamos no ir a las misiones por los niños-Margaret intervino, cruzada de brazos-, pero igualmente Sabrine, JiMin, Sophie y YoonGi ayudaron en lo que pudieron. Siempre hemos querido ayudar y no te niego que eso haremos, pero yo en lo personal tengo una venganza que cumplir así que ve lanzando ya ese hechizo raro sobre nosotros porque de que vamos todos, vamos todos.

Danielle de nueva cuenta sonrió con orgullo. Nunca esperó hacerle cara al mismísimo Lucifer...Pero vaya que le había gustado hacerlo.

Por su parte, NamJoon suspiró rendido y le entregó el otro bebé a su madre bajo la preocupada mirada de SoRa.

-Bien. Despídanse y alístense. Cuando estemos todos reunidos afuera lanzo el hechizo.

⋇⋆✦⋆⋇

-¡Puta mierda, TaeHyung!¡Saca ese demonio tuyo ya!-estando espada contra espada con otro Ruber, y dando el golpe de gracia terminando por decapitarlo, Danielle le gruñía a su novio, quien se encontraba a sus espaldas, no muy lejos de ella.

-¡No puedo aún!¡Son demasiados!-le respondía el castaño, también maniobrando con su espada de aquí para allá, cortando varias cabezas en el trayecto.

-Inútil-murmuró la pelinegra Ruber, viendo como, a la par que su puño golpeaba von fuerza el pómulo de uno de sus enemigos, otros siete más también sentían el dolor-. Por lo menos su padre sí hace bien las cosas.

La batalla iba bastate bien para los habitantes de Maphille, cuyos Amethystos habían recibido un entrenamiento tan fuerte, que estaban a la misma altura que un Ruber. Los golpes iban de aquí para allá. Las cabezas habían comenzado a rodar y la sangre manchaba tanto el césped como los cuerpos, vivos y muertos.

Sin embargo, todo había sido una pelea limpia hasta que el clan enemigo comenzó a sacar sus armas de fuego y empezaron a disparar.

Muchos del clan de Maphille cayeron al suelo, pero Danielle estaba demasiado concentrada en matar a varios de aquellos hijos de puta, en sus literales palabras, como para saber si habían muertos o no.

Se escabulló y escapaó de las balas, hasta que logró sacar de combate a uno de los tiradores y al tomar su arma de fuego, disparó a los demás, sintiendo que aquel hechizo de NamJoon jamás había llegado en mejor momento que aquel.

Kabella estaba perdiendo la batalla, y ya quedaban pocos, entre ellos, aquel vampiro original.

Danielle y TaeHyung lograron circularlo y comenzaron a dar vueltas a su alrededor. Por la sonrisa ladina del ser, sabían que algo planeaba, así que se mantuvieron alertas y se tomaron apenas un par de segundos para ponerse de acuerdo a través de sus miradas, nuevamente.

-No van a derrotarme-bufaba burlón-. No saben con quién están tratando.

-Tú tampoco-respondió Danielle.

-Ya lo veremos-fueron aquellas las últimas palabras del vampiro antes de tomar su forma original.

En cuanto aquella horrorosa masa deforme se mostró, TaeHyung y Danielle no se dejaron llevar por la impresión de ver un vampiro original tan de cerca, y enseguida, a la par, clavaron sus espadas dentro del ser.

El susodicho gruñó por el dolor, pero soltó una terrorífica risotada pues aquello no era suficiente para matarlo.

Pero no contó con que el lado demonio de TaeHyung sí supiera ese detalle.

Como aquella primera vez, las venas del castaño brillaron en dorado y sus ojos lilas resaltaron aún más. Esta vez, sus uñas tomaron una longitud considerable y se volvieron tan filosas como un par de navajas. Esa aura oscura lo cubrió y apenas le dió tiempo al bicho en su enfrente para reaccionar cuando ya estaba clavando sus garras en su cuerpo amorfo y sacó de inmediato una especie de bola oscura y babosa que se sacudía con frenesí.

Era el corazón de aquel vampiro.

Apretó en sus manos dicha cosa y no paró hasta verla desvanecerse en cenizas conjuntamente con su dueño.

Fue entonces que sus ojos repararon en Danielle, quien le sonrió y se acercó a él para depositar un corto beso en sus labios.

-Liquídalos, mi amor.

El demonio le devolvió la sonrisa a su novia y partió con rapidez a hacer aquello por lo que tanto se había estado preparando.

Mientras TaeHyung y NamJoon eliminaban con agilidad al enemigo, Danielle se unió a YoonGi y Sophie para ayudar a los heridos.

¡Vaya angustiante sorpresa se llevó al ver a JungKook, Margaret, JiMin y Sabrine entre ellos!

A excepción de JiMin, quien sólo estaba desmayado por hacer uso extremo de sus habilidades, los otros tres habían sido alcanzados por las balas, y tenían uno que otro tajazo en las piernas y brazos.

Habían dado una buena pelea.

-Debemos retirar a los heridos ya-Sophie daba órdenes a los Amethystos representantes del hospital de Maphille-. Sé que son muchos, pero nosotros mismos los ayudaremos con eso. Ahora, muévanse porque no podemos perder vidas.

Danielle suspiró con cansancio y volteó a ver a YoonGi ya que Sophie seguía ocupada dando órdenes.

-Nam y Tae se encargarán de terminar con los pocos que quedan. Necesito tu ayuda para sacar a los vampiros inocentes que quedan en Kabella.

-No hay probelma-el de cabellos caoba le regaló una media sonrisa.

Al fin, todo estaba por terminar.

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Apenas llegaron a la mansión, SoRa y los niños los recibieron de brazos abiertos.

Sólo Lean tuvo el infortunio de no poder estar con sus padres ya que estaban siendo atendidos por los médicos, cosa que lo hizo llorar muchísimo pues lógicamente necesitaba la presencia de sus progenitores, pero Sophie y YoonGi lograron encargarse de eso y lo distrajeron lo más que pudieron.

Siendo vampiros, las heridas no tardarían en sanarles, pero como el combate había sido duro, descanso necesitaban todos.

Para cuando TaeHyung abrió sus ojos luego de casi catorce horas de sueño, sonrió por dos motivos: el primero era que sabía que al fin reinaría la paz entre los vampiros, y el segundo eran la escena que le regalaban Danielle y William.

La chica estaba de costado sobre la cama, doblando su codo y apoyando su cabeza en la palma de su mano para que William, quien estaba muy pegado a ella, pudiera recostar la cabecita en su brazo.

Era una escena realmente tierna para TaeHyung, teniendo en cuenta que la mayor parte del tiempo lidiaba con el mal humor de Danielle.

El bebé comenzó a removerse y abrió sus verdes ojitos poco a poco hasta hacerlos coincidir con los de su padre.

Esbozó una media sonrisa y se giró hacia TaeHyung, comenzado a gatear hasta él.

Una vez llegó, se acurrucó al pecho del mayor y prosiguió a jugar con los dibujitos de su pijama.

El castaño soltó una risita y depositó un beso en la frente del infante.

Lo que jamás esperó, fue ver que, en medio de la sonrisa de William, dos diminutos colmillitos de leche se asomaban.

Su asombro y alegría fue tal, que no midió su fuerza a la hora de empujar a Danielle para despertarla y darle la noticia, por lo que terminó tirándola de la cama.

-¡Idiota!¿¡Qué crees que...!?

-¡Idiota!¡Idiota!-aplaudió el niño y la pelinegra, un vez volvió a acostarse sobre el colchón, se le quedó viendo, hacíendose una nota mental para no volver a mencionar aquella palabra frente al niño.

Aunque...cuando cayó en cuenta de la sorpresita que adornaba  la sonrisa del menor, sonrió y abrió sus ojos tan ampliamente, que ni parecía ella de tanta emoción que desprendía.

-¡Al niño la le salieron los dientes, TaeHyung!-incapaz de contenerse, ahora era ella quien agitaba al castaño una y otra vez.

-¡Ya, ya!¡Ya lo ví!

Pero eso a Danielle no le importaba. Ella estaba demasiado sumida en la colmilluda sonrisa de William como para prestarle atención a ello.

Y él...él sólo sonreía pues se le hacía extremadamente tierna la escena que estaban montando sus padres.

-¡Idiota!¡Idiota!

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ᖴᏆᑎ
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