Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

~21~


Jimin despertó gracias a la claridad que provenía del gran ventanal en el estudio. Aunque no era precisamente el sol quien lo hacía sentir cálido y seguro, sino el hecho de estar envuelto en los brazos de Yoongi. Estaban en el sofá del estudio y una manta los cubría a ambos. El Alfa tenía su pecho pegado a la espalda del menor, uno de sus brazos servía de almohada para el rubio, mientras que el otro cruzaba por encima de su cintura. Nunca habían dormido en esa posición, y se sentía diferente.

El menor se sintió ruborizar con solo darse cuenta de aquella cercanía e intimidad innegables, las familiares mariposas en su estómago revolotearon y su corazón comenzó a latir errático; pero no pudo negar que amanecer así junto al pelinegro, era una de las mejores cosas del mundo, incluso más que el helado. Y saber que anoche ambos habían desbordado sus sentimientos, miedos e inseguridades, era abrumador pero reconfortante a la vez saber que Yoongi no le había rechazado.

Luego de compartir sus dolorosos pasados, la melodía del piano y el baile, las lágrimas y los abrazos, Jimin todavía se estremecía al pensar en las hermosas palabras del Alfa, aquellas que aún no podía creer.

«Probablemente lo soñé», pensó mientras escondía el rostro encendido entre sus manitas y recordaba con nerviosismo y vergüenza la frase pronunciada por el mayor mientras le tocaba la canción de cuna más linda que alguna vez había escuchado y Jimin se aferraba a su cuerpo con fuerza.

Te amo. Eso había dicho el Alfa, o al menos esperaba no habérselo imaginado. Y es que nunca le habían dicho algo así, aparte de su madre claro. Y si lo había soñado no importaba, se sentía muy feliz de haber tenido ese bonito sueño en vez de sus habituales pesadillas.

De pronto llamaron a la puerta del estudio y pese a que Jimin sabía que estaba cerrada no pudo evitar entrar en pánico. ¡La fiesta! Desde que había llegado anoche, él y Yoongi habían estado encerrados allí por horas y el Alfa no había estado con los invitados o junto a su madre mucho tiempo.

—¡Yoongi! —Una voz femenina llamó del otro lado—. Sé que estás ahí. ¡Yoongi!

—¡Yaah!, ¿quieres morir? —gritó el pelinegro bastante malhumorado.

Y aunque Jimin sabía que el mayor no estaba molesto con él no pudo evitar tensarse, pero Yoongi lo estrechó más contra su pecho y rozó su nariz contra la nuca del menor.

—¡Yaahh! ¡Min Yoongi! ¡No le hables así a tu madre!

«¡¿Su madre?!». Jimin hizo ademán de moverse y levantarse para al menos abrir la puerta y disculparse con la señora, mostrar algo de respeto tal vez. Sin embargo, el Alfa no lo dejó moverse mientras hablaba con menos enojo en la voz.

—¡Omoni! ¡Sabes que odio que me despierten!

—¡Solo sal a desayunar, Yoongi! Tu Omega necesita alimentarse también.

—¡No quiero!

Jimin tuvo que morderse el labio para no soltar una carcajada, y es que el Alfa se estaba comportando como un niño malcriado y gruñón. Un breve recuerdo llegó a su mente de cuando él mismo había despertado junto al pelinegro aquella primera vez y se había comportado de igual manera, solo con un evidente chantaje Yoongi logró sacarlo de la cama.

—¡Min Yoongi! ¡Si no quieres que todos esos Alfas que están en el comedor suban a tumbar esta puerta, te quiero listo para desayunar ya! ¡¿Entendido?!

—¡Aargh! —se quejó el mayor—. Ya salgo, Omoni, ya vamos.

«Y ahí está el chantaje», se dijo divertido el menor.

—Jimin-ah... —murmuró Yoongi todavía soñoliento—. Lo siento por eso, cachorro, olvidé que no estábamos en casa.

—E-Está bien, Yoongi Hyung —musitó el rubio—. Pero en serio no quiero que tu mamá se moleste contigo por mi culpa...

—¿A qué te refieres con tu culpa? —inquirió el pelinegro mientras sin esfuerzo alguno volteaba el cuerpo de Jimin para quedar de frente.

El Omega se sonrojó al instante, pues por la estrechez del mueble sus cuerpos quedaban completamente pegados, su cabeza todavía descansaba sobre el brazo del mayor, y sus rostros estaban a pocos centímetros del otro.

—E-Es que... estuvimos aquí toda la noche... —puchereó con sus abultados labios—, y era su cumpleaños... Debiste estar más tiempo con ella, Hyung...

Yoongi le dio una media sonrisa.

—¿Por qué eres tan lindo y tierno? —dijo mientras le alborotaba los cabellos—. Ya estoy de buen humor.

Jimin lo miró sorprendido y más sonrojado que antes. El Alfa estaba actuando muy raro, pero le gustó que le dijera lindo y tierno.

»Vamos, hay que ducharse y bajar a desayunar. En serio podrían tumbarnos la puerta en cualquier momento —rio el mayor. 

Se levantaron por fin y caminaron hasta la puerta de la habitación, pero cuando Yoongi iba a girar la llave para abrirla se volteó para mirar al rubito. Su corazón dio un vuelco al recordar todo lo acontecido la noche anterior y sintió que había conocido a Jimin toda su vida.

»Ven aquí, cachorro —pidió.

El Omega caminó hasta él, despacio, pero sin miedo o rechazo en sus ojos, solo un poco avergonzado. Y cuando estuvo frente al pelinegro, este llevó una de sus manos hasta la mejilla del menor para luego acercarse y depositar un suave beso sobre sus labios.

Jimin cerró sus ojos y no pudo evitar responder al beso, aunque tímidamente. El Alfa llevó su otra mano hasta la cintura del menor y lo atrajo más hacia él, logrando que el chico colocara sus manos abiertas sobre su pecho. Con lentitud y delicadeza, Yoongi inclinó su cabeza para poder atrapar su carnoso labio inferior entre los suyos y mordisquear un poco; haciendo que Jimin entreabriera más la boca y le diera una cálida bienvenida a su lengua.

El rubio sintió su cuerpo derretirse en los brazos del mayor, y cuando su lengua lo invadió con suavidad alzó sus brazos hasta enredarlos en su cuello, mientras que el pelinegro le rodeaba la cintura en un estrecho y apretado abrazo.

Al separarse, los labios de Jimin estaban un poco hinchados y rojizos, aunque brillantes y hermosos como siempre. Yoongi volvió a besarlo una última vez antes de sonreírle, el Omega le devolvió la sonrisa.

»Me encanta besarte... —murmuró el Alfa provocando el conocido sonrojo en el menor.

El pelinegro lo tomó de la mano y finalmente giró la llave para que pudieran salir. Una vez en la habitación de Yoongi en el segundo piso, tomaron turnos para ducharse y vestirse con ropa más casual, que por supuesto, pertenecía al mayor. Y pronto bajaron a reunirse con los demás que ya habían comenzado con el desayuno.

El Alfa entró primero, seguido por un cabizbajo Jimin.

—Hasta que decides aparecer, Min Yoongi —dijo su madre sin mirar en su dirección, pues estaba sirviendo dos tazones más de arroz.

El pelinegro suspiró mientras negaba con la cabeza y tiraba de su mano para que Jimin se colocara junto a él y no detrás.

»¡¡Oh, buenos días, Jimin!! —chilló la vieja Omega en cuanto vio al rubito.

Yoongi rodó los ojos con exasperación.

—Bu-Buenos días —murmuró el Omega—. Es un placer conocerla, señora Min.

—Oh cariño, puedes llamarme Omma si lo deseas.

Los demás también saludaron y Yoongi optó por sentarse junto a Jimin en dos sillas vacías.

»Jiminie, come mucho y aliméntate bien, ¿sí? —mandó la señora Min al tiempo que ponía un tazón de humeante sopa de pescado frente al Omega.

Jimin le sonrió agradecido y también porque le recordó el primer desayuno con los chicos, donde Seokjin Hyung se había preocupado por él de la misma manera que su madre adoptiva.

»Tienes que estar en forma para aguantar a un Alfa como Yoongi.

La sonrisa en el rostro del pequeño Omega se borró casi al instante. Ella seguro que no se estaba refiriendo a lo que él creía que se estaba refiriendo, ¿verdad? No pensaría que él y Yoongi anoche habían...

—¡Omoni! —regañó el pelinegro, bastante incómodo ante el comentario.

Algunos de los presentes trataron de aguantar la risa, mientras que Taehyung miraba a Jimin con un gesto raro en su rostro y ojos, y Jungkook levantaba sus cejas sugerentemente.

El rubito sintió rubor cubrir sus mejillas y bajó la cabeza como si la comida delante de él fuese de lo más interesante.

—¿Qué? No he dicho nada malo —replicó la señora Min mientras ponía el otro tazón frente a su hijo gruñón—. Ya vi que tiene muy buen cuerpo, y unas caderas y un trasero de envidia para cualquier otro Omega —exclamó muy orgullosa de la pareja de su hijo.

—Omoni, ¡basta! Lo estás avergonzando —le defendió el pelinegro.

Jimin, por su parte, quería hundir la cabeza en la sopa caliente, pues estaba seguro que le refrescaría el sonrojado rostro.

—No hay por qué sentir vergüenza en eso, Jiminie. Solo recalco el hecho de que tu figura es excelente para dar cachorros fuertes y saludables —explicó la vieja Omega—. ¡Como mi Seokjinnie!

Diciendo esto se acercó para acariciar el vientre del Omega castaño mientras que Jin le correspondía con carino.

Yoongi aprovechó para tomar la mano del avergonzado Jimin por debajo de la mesa y darle un ligero apretón.

—Lo siento, cachorro... —murmuró en su oído— Esto terminará pronto.

Jimin le sonrió un poquito, en realidad no se sentía mal pero sí con demasiada pena y muy colorado. Aunque en alguna parte de su mente apreció estar en familia, algo que nunca antes había experimentado.


Eran apenas las seis de la tarde cuando Jungkook salía del gimnasio que frecuentaba casi todos los días, a veces hasta dos y tres veces el mismo día. Siempre le había gustado estar en forma y aunque había tratado de convencer a Tae para que se le uniera, el peliazul era un Alfa que no disfrutaba de hacer ejercicios ni involucrarse con sudorosas rutinas. Con su cabello algo húmedo después de la ducha y su bolso colgando de su hombro, se dispuso a regresar a la residencia del líder.

—¿Jungkook? —llamó una voz cuando salía del local.

Y era la persona que menos esperaba encontrarse, hasta le dio vergüenza que la chica lo viera con sus ropas del gimnasio, sin gota de maquillaje y con el cabello hacia todas las direcciones posibles.

—Ji Eun Noona… —Llevó una mano hacia su nuca para restregarse con un gesto algo incómodo.

—Oh, creí que eras tú cuando te vi salir. ¿Cómo has estado?

La chica sonrió dulcemente y el Alfa solo pudo tragar en seco. En serio era linda, más linda que ninguna otra Omega que hubiese cruzado su camino.

—Bien, muy bien. ¿Y tú?

—Excelente —contestó—. Me quedé esperando tu llamada…

—Ah, sí. —Sonrió algo apenado—. Tuvimos mucho trabajo y no se dio la oportunidad, perdona.

La Omega pareció considerarlo un momento.

—Te perdonaré si me invitas a un helado —propuso.

El menor abrió los ojos de par en par, bastante sorprendido con la sugerencia de la chica. Ella estaba siendo muy amigable y él en verdad no sabía cómo comportarse sin ser coqueto o sin hacer comentarios subidos de tonos. Y también sentía un poco extraño que no hubiese preguntado por Taehyung, ya que parecía gustarle más que él.

—¿A-Ahora?

—¿Estás ocupado? —inquirió ella con un puchero.

—Uhm, n-no, no es eso, Noona —tartamudeó el chico—. Es que estoy con la ropa del gym y traigo mi bolso todavía.

—Bueno, te dejaré regresar y cambiarte y más tarde podemos salir. ¿Te parece bien a las siete y media? —dijo inclinando un poco su cabeza hacia el costado.

—¿Quieres ir a por un helado a las siete y media? —Y no fue intencional cuando alzó la ceja.

La Omega rio nerviosa.

—Bueno, también podemos ir al cine… y luego a mi departamento…

El Alfa estaba algo descolocado, no entendía lo que estaba pasando. ¿Acaso la Omega quería que pasaran la noche juntos? Y no es que no estuviera dispuesto, ya su lobo estaba más que atento, pero…

—Taehyung no está en la ciudad, está visitando a su familia —comentó.

—No te pregunté por él, ¿o sí?

—Cierto, no lo hiciste —murmuró el menor con una sonrisa apenas visible.

—Entonces… —La Omega alargó un poco la palabra.

Jungkook sonrió más amplio ahora.

—Pasaré por ti a las siete y media, Noona.

Editado: 28.09.21



*Nota*
Espero les guste este capítulo.

Gracias por leer, dejen su estrellita y comenten por favor.

Y como realmente nadie dijo si querían saber algunas curiosidades, pues les iré diciendo poco a poco. ¿Sabían qué…… este fic originalmente iba a ser un oneshot? Y pues, ya va por el capítulo 21 haha.

En el siguiente capítulo nuestra parejita llevará las cosas a otro nivel uwu, pero no sean mal pensadas 😁

❤ heartu for you

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro