—Mark… —murmuró el líder con incredulidad reflejada en su tono.

Mark Tuan, uno de los hombres de confianza de la manada y también parte de su escolta personal, sostenía un cuchillo contra el cuello de Jimin y con la otra mano le tapaba la boca.

—Te advierto, ni siquiera pienses en utilizar tu voz de mando. Me tomaría solo un segundo… —dijo el Alfa de cabellos rojos y mirada oscura, acercando más el arma.

Yoongi torció el gesto pero se mantuvo imperturbable, no podía demostrar sus emociones.

—¿Qué es lo que quieres? —preguntó calmado.

—Lo que quiero, lo tengo justo aquí —contestó Mark al tiempo que daba un paso hacia atrás arrastrando al Omega consigo.

—¿Jimin? Él no tiene nada que ver con esto, déjalo ir. —Yoongi se inquietó.

—Te equivocas, Min. Él no pertenece aquí… sino con Jooheon…

El pelinegro tragó en seco y pudo sentir el miedo de Jimin extenderse por su lazo ante la sola mención de su hermano.

—Jimin es mi Omega. —Trató de razonar con el contrario—. No puedes alejarlo de mí.

—Ay, por favor, ni siquiera le has marcado —replicó el Alfa de menor rango—. Y no me creo ese cuento de las almas gemelas. Lo que pasó aquel día fue una coincidencia, nada más.

Obviamente se refería a la transformación de Yoongi y Jimin en lobos, clara señal de que eran una pareja destinada.

»Aunque fuera cierto, no tengo otra opción, Min… —confesó el pelirrojo.

—¿A qué te refieres?

—Jooheon… él… ya no está contento con que solo le pase información y lo ayude a escapar y ocultarse… —continuó Mark—. Tiene a mi familia… y a cambio del Omega, la devolverá sana y salva.

—¿Por qué no viniste a mí por ayuda, Mark? ¿Por qué traicionarme así?

—Ya no eres ni la mitad del líder que fuiste alguna vez. ¡Y desde que este niño llegó, no has hecho más que descuidar tus obligaciones! —se quejó—. Era más peligroso pedirte ayuda que sabotear tus planes.

El líder apretó los dientes y respiró profundo, tratando de controlar su enojo.

—Todavía estás a tiempo. —Intentó convencerle—. Te ayudaré a recuperar a tu esposa y tus hijas, no les pasará nada.

—Es demasiado tarde —negó—, solo tengo un par de horas…

El pelinegro ya estaba perdiendo la paciencia y los buenos modales.

—No vas a llevarte a mi Omega. —Su tono rozando la voz de mando, mas no atreviéndose porque sabía cuán diestro era el otro con los cuchillos.

Aun así, dio un paso al frente.

—¡No te acerques!

—Si necesitas a Jimin, no le harás daño… —masculló el líder con rabia contenida y dio otro paso.

—¡Basta, Min! No me obligues a lastimarlo. —Y entonces movió el cuchillo hasta el rostro del Omega—. Incluso sin un ojo creo que se vería bonito, ¿no crees?

—¡Maldito bastardo! —rugió el pelinegro.

En ese momento, la puerta de servicio se abrió con brusquedad para dar paso a Namjoon y Hoseok, quienes probablemente habían visto lo que sucedía en las nuevas cámaras de vigilancia; detrás venían Kai y Sehun.

Y aprovechando la confusión y la sorpresa, Jimin usó toda su fuerza para hundir su codo en las costillas de su captor y luego golpear justo en su espinilla con la parte de atrás de su zapato. Tal vez no fue mucho, pero sí suficiente para que el Alfa soltara el cuchillo y aunque no lo liberó, ahora Yoongi tenía vía libre para acercarse.

Y así fue. Un golpe seco contra la mandíbula del contrario le hizo caer al piso casi de inmediato. El cachorro se apartó asustado y fue al encuentro de Namjoon, que ahora mismo le parecía el más seguro después de su Alfa, pues este estaba ocupado.

Yoongi ya estaba encima del otro asestándole un par de golpes más. Sin embargo, el Alfa traidor estaba tan bien entrenado como su líder, por lo que contraatacó con rapidez. Su brazo golpeó con fuerza en el estómago del mayor, haciendo que cayera a su lado y se retorciera un poco. Y para cuando el pelinegro se puso de pie, Mark ya tenía el cuchillo en la mano y se acercaba con obvias intenciones.

Jimin gimió asustado, pero eso no le detuvo de intentar acercarse al Alfa para ayudar de alguna manera, siendo su primer instinto el de sacrificarse por él si era preciso. Sin embargo, el pelimorado junto a él le impidió moverse al colocar las manos en sus hombros, solo presionando un poco para mantenerlo en su lugar.

El traidor empuñó el arma hacia Yoongi, quien lo esquivó al agacharse y con rapidez deslizó una de sus piernas por el suelo, haciendo al contrario volver a caer. Ambos Alfas gruñeron al forcejear por el control del cuchillo, pero el líder fue más fuerte y torciendo la muñeca del otro logró que soltara el afilado objeto.

Después de esto, nada más que golpes y huesos quebrados hacían eco en el garaje interior de la mansión. El rostro del pelirrojo ya hinchado y ensangrentado, mas seguía consciente. Hoseok, como de costumbre en situaciones como estas, fue el más prudente de todos e hizo que Yoongi se detuviera antes de dejar muerto al traidor.

El pelinegro jadeó mientras trataba de recuperar la cordura, solo quería reventarle la cara a golpes después de que el otro se atreviera a amenazar a su Omega. Jimin. Jimin. Lo buscó con la vista y en cuanto posó sus ojos en él, el pequeño corrió a su encuentro y lo abrazó con fuerza. Su cachorro había sido tan valiente.

Mark hizo amago de ponerse en pie, pero enseguida Sehun y Kai lo sostuvieron y lo dejaron arrodillado frente al líder y su pareja. Sangre fresca brotaba de su ceja izquierda y su labio.

—¿Sabes? En serio iba a ayudarte con tu familia, porque nadie merece pasar por lo que estás a punto de pasar… —dijo Yoongi aun enojado pero con un ápice de lástima en su voz—, pero no hablaste cuando estabas a tiempo.

El pelirrojo bufó y encaró al mayor con rabia.

—Estabas muy ocupado con tu nuevo juguete —murmuró despectivamente.

Y esto solo le ganó otra bofetada en el rostro por parte del líder.

—Cuida tus palabras —dijo entre dientes—. Jamás vuelvas a decir algo así de mi Omega.

Mark tembló y bajó la cabeza en señal de sumisión, cosa que un Alfa hacía solo al escuchar la voz de mando de uno más poderoso que él. Si bien el líder pudo haberlo sometido con anterioridad, quería darse el lujo de demostrarle que no podía contra él.

»Llévenselo —sentenció Yoongi—.  Lidiaré con él después.

Kai y Sehun obedecieron al instante y casi que arrastraron el cuerpo de Mark fuera del garaje. Hoseok les siguió para supervisar que se cumplieran las órdenes del líder, aunque en realidad quería hacer que Mark confesara todo lo que sabía.

—Hyung, ¿están bien? —Namjoon se les acercó preocupado—. Revisábamos las cámaras en ese momento como es de rutina, vinimos lo más rápido posible.

—Estamos bien, Nam; no te preocupes. —El aroma del rubito lo había calmado bastante rápido y además, ya no lo sentía tan asustado—. Iremos arriba a descansar. Después hablamos.

Namjoon se retiró con un asentimiento de cabeza, dándoles un poco de privacidad luego de un momento tan abrumador.

El pelinegro tomó la mano del menor para luego entrelazar sus dedos y finalmente dirigirse a su habitación a descansar hasta la cena.

—¡Hyung! Te hiciste daño —El Omega señaló unos rasguños en su puño.

—Estoy bien, cachorro, no es nada.

Aun así, al llegar a la habitación Jimin fue al cuarto de baño y rebuscó entre los estantes el botiquín de primeros auxilios.

»Jiminie, en serio no es nada —protestó el Alfa—. Sabes que sanaré pronto, no es necesario que...

—Shh, Alfa gruñón —le calló el rubio—. Solo déjame curarte, al menos para que no se te infeste.

Hizo que el pelinegro se sentara en la cama y mientras Jimin hacía lo mismo frente a él, tomó su mano «herida». Con mucho cuidado, utilizó un aplicador para limpiar los pequeños cortes rojizos en los nudillos del mayor.

—Hyung...

—¿Mmm? —El Alfa estaba un poco embobado mirando el lindo rostro concentrado de Jimin al curarlo.

—¿C-Crees que...? —Jimin suspiró un poquito—. ¿Crees que Jooheon…?

—Cachorro —expresó el mayor al comprender de inmediato sus palabras—, si Jooheon sabe que estás aquí, pues que sepa también que eres mío.

Jimin se sonrojó sobremanera pero continuó con su labor. En ese momento, Yoongi hizo que lo mirara al colocar sus dedos en su barbilla y levantarla.

»Hey, no tengas miedo. Jooheon no te apartará de mí —aseguró el Alfa—. Nadie te apartará de mí nunca.

La mañana siguiente parecía una como tantas otras en la residencia Min, Jimin ayudaba a Seokjin a recoger y limpiar todo después del desayuno mientras que el líder, Hoseok y Namjoon se encontraban en su oficina. Kookie y Tae tenían entrenamiento ese día, junto a otros miembros de la escolta personal de Yoongi y no regresarían hasta la hora de almuerzo.

Luego de que el rubito terminara su relato de lo ocurrido el día anterior, pues durante la cena nadie lo mencionó, y le asegurara por enésima vez a su Hyung que todo estaba bien y no había sucedido nada grave, la conversación giró en torno al bebé del Omega mayor; a quien la pancita le crecía más cada día.

—Ya quiero saber si será niña o no… —comentó el mayor con un suspiro.

—Hyung, creí que estabas convencido de que sería niña.

—Lo sé, pero ahora estoy dudando de mi instinto. ¿Qué tal si es niño? ¿Te imaginas un gordito bebito con los hoyuelos de mi Joonie?

El menor sonrió ante la imagen mental que se hizo.

—No importa si es niña o niño, será un cachorro precioso y será muy amado por todos. No te estreses por eso, el tiempo lo dirá.

Seokjin asintió pensativo.

—Tienes razón, Chim; sea lo que sea, es lo mejor que me ha pasado en la vida —confesó feliz—. No tienes idea de cuán cansado y adolorido me siento a veces y ni te hablaré de los antojos raros que tengo; pero llevar a mi cachorro dentro es la mejor experiencia que he tenido, después de mi marca de enlace claro.

A Jimin le brillaron los ojitos un poco y sintió un poco de envidia sana por su Hyung.

—¿Has pensado en algún nombre ya?

—Todavía no me decido —contestó el gestante—. Quisiera que fuera la unión de nuestros nombres o algo así, pero no me gustaría que se viera forzado.

—Bueno… yo había pensado en uno… —dijo el rubio con un ligero sonrojo tiñéndole las mejillas—. Por si es niña…

—¿De verdad? Dime, dime —apremió emocionado el mayor tocando su vientre por encima del delantal.

—Hace tiempo se me ocurrió al ver como es la relación de ustedes, Hyung; pero no creas que soy indiscreto.

—Claro que no, pequeño; nunca pensaría nada malo de ti —Jin lo miró con cariño.

—Está bien si no te gusta, tal vez no es muy bonito… pero noté que siempre llamas a Namjoon Hyung, Joonie, ¿no es así?

Jin asintió al tiempo que emitía un sonidito de afirmación.

»Y él te llama Jinnie… —continuó el menor—. ¿Qué tal si a su bebita le ponen Jennie?

—Joonie, Jinnie y Jennie —murmuró Seokjin—. ¡Me encanta, Chim!

—¿De verdad, Hyung?

—¡¡Es perfecto!! Ay, ahora mi instinto me dice que será niña otra vez —Jin hizo pucheros.

Jimin rio de nuevo ante la actitud del mayor, olvidando por un momento su miedo a ser apartado de su nuevo hogar. Porque aunque no estaba asustado, sí sentía a su lobo un poco angustiado al pensar que su hermano ya sabía su paradero y estaba haciendo lo posible por tenerlo de vuelta. Sin embargo, no quería pensar mucho en eso; es solo que tenía un mal presentimiento.

—

Estuve averiguando sobre Jimin como me pediste, Hyung; incluso le pedí al segundo al mando de Busan que me facilitara información de su distrito y su familia. —Namjoon tecleaba en la computadora de escritorio en la oficina privada del líder, estaba en proceso de imprimir algo—. No te preocupes, no mencioné directamente el nombre de Jimin, solo le dije que necesitaba saber algunas cosas acerca de la familia Lee para encontrar a Jooheon. Y por cierto, me comentó que ya no ha habido más casos que involucren a los resistentes. Es como si de pronto Lee estuviera interesado en otra cosa.

—Sí, y esa cosa es Jimin; lo está buscando —dijo el mayor con seriedad—. Y el haber tenido a Mark de su parte desde hace algún tiempo solo le facilitó la información.

Hoseok se acercó un poco al escritorio a colocar la taza de la que bebía café.

—Anoche estuve hablando con Mark —comentó—. Está devastado…

—¿Las patrullas averiguaron algo acerca de su familia? —inquirió el pelinegro mientras sorbía de su café.

Había estado terriblemente enojado con su subordinado por lo sucedido, pero eso no significaba que dejaría a su suerte a su esposa e hijas, quienes no tenían la culpa de nada. La policía y las fuerzas especiales de Busan estuvieron una vez más a su entera disposición con ayuda del líder Moon y trataron de localizar el paradero de las víctimas, ya sea vivas o muertas, por muy cruel que pareciera.

El segundo al mando suspiró con pesar al tiempo que negaba con la cabeza gacha.

—Nada. Y Mark está convencido de que las han matado.

—Todavía no lo sabemos, puede que no sienta la conexión porque su Omega ha sido drogada o porque está usando inhibidores muy fuertes —justificó Namjoon.

—Puede ser… No dejaremos de buscar de todas formas —anunció el pelinegro.

Los otros dos Alfas asintieron.

—Bien, como les decía, no tengo mucha información pero aquí está todo lo que he podido recopilar  con respecto a Jimin —dijo el pelimorado mientras se ponía de pie con una carpeta en la mano y se la entregaba a Yoongi—. Y lo primero que no me cuadra en toda esta historia, es que el certificado de nacimiento de Jimin no existe.

Editado: 25.09.21

*Nota*
Espero les guste este capítulo.

Así es como imagino el garaje interno o parqueo de la mansión, sé que probablemente no es lo mismo pero me da igual.

Aquí tienen a los villanos de la historia. Mark Tuan y Lee Jooheon, a quienes amo en sus respectivos grupos, pero alguien tenía que ser el malo de la película.

Dejen su estrellita, comenten y hagan preguntas si lo desean o si no entendieron algo.

❤ heartu for you