"W" Cαρíтυℓσ 44
Capítulo 44: Reunidos otra vez
Éste año todo marchó a la perfección, ahora ganó la confianza total del pueblo, incluso tuvo que grabar un largo comercial con los fastidiosos niños de una guardaría, todo con el fin de llegar a la presidencia de Japón y estaba resultando muy bien. Y aún mejor, su mayor enemigo fue condenado a la pena de muerte ¿Qué podría salir mal ahora?
Su teléfono empieza a vibrar.
-Si, habla con el futuro presidente, Setsuna No Takemaru.
-¡Señor! Malas noticias, los últimos informes revelan que Taisho escapó.
-¿¡Qué dijiste?!
-Y una cosa más, señor Takemaru ¿Recuerda a Kagome Higurashi? Ya sabe, la muerta del penthouse. Ella apareció, está viva.
-Ya veo, hablamos luego.
Le colgó ¿¡Cómo había pasado ésto?! El hijo de Inu No, salvándose de la muerte otra vez y esa mocosa resucitó ¿Qué diablos pasaba aquí? Hace tiempo que éstos sucesos extraños no se daban, hace un año secuestró a Inuyasha dos veces y luego de unos días lo dejó tirado en un hospital, ya no le servía, sólo quería la tableta, pero ésta le fue arrebatada.
Bueno, al menos ahora tenía una nueva oportunidad para recuperarla.
~o~
-Señorita Kagome ¿Quiere que la lleve de vuelta a la corte?- interrogó el guardaespaldas, manejando precisamente para allá y la mencionada niega con la cabeza.
-No es necesario, gracias. A mí, déjame en esa esquina- pidió y él así lo hizo, deteniendo el medio de transporte frente a un restaurante.- será más peligroso si vamos juntos, si te pones en contacto con Inuyasha, avísale que estoy aquí.
-Espera...- la detiene antes de que se baje del vehículo y añadió algo más- perdone si parezco entrometido, pero, he escuchado varias conversaciones entre tú e Inuyasha, sobre un mundo diferente y que es de donde vienes ¿Eso es cierto?
-Si- contesta y él permaneció en silencio, procesando la información, a pesar de todo no se veía muy sorprendido, las últimos acontecimientos vividos no tuvieron sentido, tal vez ésto explique todo.
Sin más que decir, Miroku se fue y Kagome entró al restaurante para esperar. Habían pasado varias horas, temía que algo malo hubiera pasado, pero entonces logró divisar un auto estacionarse y cuando la oscura ventana del mismo se bajó, pudo ver a su amado. Ella sonrió ampliamente y corrió a su encuentro, una vez a dentro del auto, la esperada conversación inició.
-¿Por qué tardaste tanto? Creí que te habían capturado- objeta con preocupación evidente y el peliplateado esbozó una pequeña, pero sensual, sonrisa.
-Surgió algo importante, tuve que ver a alguien- respondió.
-¿Por qué sigues haciéndolo? ¿Por qué vuelves a escapar? ¿Cómo puedes tener un final feliz sumando delitos? Ya has cometido muchos crímenes- regaña, fingiendo estar molesta.
-El final feliz que planeamos, se volvió imposible cuando me arrestaron. Castigar a Takemaru con el sistema de justicia, no está a discusión- suelta un pesado suspiro- debemos planear de nuevo nuestro final feliz.
-Ya veo...- se queda pensando y sin previo aviso, el protagonista la toma suavemente de la barbilla, obligándola a verlo a la cara y provocando que ésta se sonroje.- ¿Q-Qué pasa?
-No, éste no es el rostro que recuerdo- la observa fijamente, poniéndola más nerviosa que antes- tal vez olvidé tu rostro porque dejé de verlo, el rostro que imaginaba cada noche en prisión era muy hermoso...- se aleja- pero creo que me equivoqué. Tú eres sólo un poco bonita.
-Señor Taisho, ha envejecido mucho. Se ha vuelto un anciano en el transcurso de éste año- toma sus manos entre las suyas y el mencionado ríe ante sus palabras- lo digo en serio.
Entonces él para reír y le mira con sorpresa.
-Ah ¿Quién lo pensaría? Ahora me dirás abuelo- bromea, notando como su acompañante se quedaba boquiabierta.
-¿Abuelo?- alza la ceja.
-Ya soy un año mayor. Anda, dilo, a-bue-lo- sonríe divertido.
-Dios...- susurra aún sorprendida.
-¿Dios? Eso sería demasiado- finalmente ella ríe también.
-Pero ¿Sabes? Todavía estoy angustiada ¿Qué hizo mi padre ahora? No entiendo porque razón eres fugitivo de nuevo- agacha la cabeza.
-Si lo pones así ¿Te gustaría ver a tu padre? También él se dibujó aquí, hace casi un año y la tableta también tuvo el mismo destino, por eso pasó todo ésto... Por el capítulo final- explica, comenzado a contar.
Una vez que logró escapar del juzgado, amenazando a cuanto policía encontró con aquella pistola para encontrar la salida, también un automóvil se dibujó en medio de la calle y en el interior del mismo, también había ropa nueva.
Rápidamente se cambió adentro, quitándose las ropas de la prisión y condujo hacia la dirección que le dio Miroku, para poder ir con su amada. Pero algo cambió momentáneamente sus planes, una nota pequeña apareció en el ventanal y ahí estaba anotada una dirección.
No lo pensó dos veces y condujo hacia allá, ya tenía una idea concreta de quién estaba detrás de ésto, sólo existe un hombre éste mundo capaz de crear éstos "eventos inexplicables". Unos minutos después, llegó a una residencia casi identifica a la que tenía el padre de su novia en el mundo real, pero con un número diferente de casa.
La puerta estaba abierta, ingresó con cautela y una vez en el interior de la vivienda, sacó su pistola en caso de que algo inesperado pasara, no podía bajar la guardia. Pero todo estaba en silencio, indagó en cada habitación, incluso había un estudio similar al del otro mundo y la tableta estaba ahí, en ese mismo lugar encontró a Onigumo con ropas de hospital, atado firmemente de manos y pies, a una silla.
-¿Se-Señor?- se aproxima a él.
-Estás aquí- habló en voz baja, se veía exhausto y su aspecto ni se diga, su cabello estaba totalmente despeinado, sus lentes casi rotos, también estaba descalzo.
-¿Qué-Qué le pasó?- se sienta a su lado, quizo desatarlo pero él se lo impidió- dígame ¿Quién lo ató de ésta forma?
-Un año, hace un año me invocaron a ésta historieta... Yo me sujeté así a ésta silla, yo mismo lo hice. Todo pasó tan rápido y ni siquiera pude comprobar si mi querida hija estaba con vida- mira hacia el piso.
-Está viva, sobrevivió- capta su atención- la vi hace un momento, está con vida y sana.
El señor Higurashi comienza a llorar.
-Y yo no sabía nada y pasó un maldito año- continúa sollozando.
Un largo año.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Inuyasha y Kagome están juntos de nuevo, Inuyasha cuenta que encontró a Onigumo atado a una silla y éste aseguró que estuvo también un año en el cómic ¿Qué fue lo que le pasó?
¿Por qué tiene ese aspecto el señor Higurashi?
¿Cómo reaccionará Kagome?
¿Por qué se ató de esa forma Onigumo ?
¿Qué hará Inuyasha?
Esto y más en "Inuyasha y Kagome: W - Dos mundos" 😨😨😵😵
‼️ÚLTIMOS CAPÍTULOS‼️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro