"W" Cαρíтυℓσ 4
Capítulo 4: Respuestas
-¡Higurashi! Explíqueme que significa ésto- le muestra la página en su computadora donde se publica W y precisamente señalaba la parte donde aparece ella por primera vez en el cómic. Vaya que no es un personaje muy querida por el momento.
-Etto, señor Takewada yo...- en realidad no sabía que explicar acerca de ese tema pero debía pensar en algo.
-No, no me diga se la respuesta- hace una pausa- ¡Usted le pidió a su padre que la añada al cómic! Y claro como es su hija como negarle tal privilegio ¿O no señorita Higurashi?
Al pensarlo mejor no era una mala explicación y además es lo suficientemente creíble como para que todo el mundo se tragase ese cuento.
-¡Si! Exacto, eso hize- ríe nerviosa.
Minutos después el señor Takewada la sacó a patadas de su oficina, bueno al menos ya tenía una explicación que sonara lógica por si alguien más preguntaba. El hospital ya estaba cerrando sus puertas y ella seguía caminando por todas partes que ese costoso vestido atrayendo las miradas de todas las chicas envidiosas.
-Aome si quieres puedo llevarte hasta tu casa- propone Koga con una sonrisa.
La azabache sonríe también.
-Te lo agradezco Koga- ambos salen por la puerta principal entrando al auto.
Así llegaron hasta la residencia Higurashi, aunque más que una casa es un templo. Los dos se despiden y sin más Aome abre la puerta comenzando a subir las escaleras a toda prisa pero detuvo su andar cuando de pronto esa luz violeta se hace presente y como era de esperarse, el lugar comenzó a desvanecerse y en un parpadeo ya se encontraba de vuelta en el vestidor de la tienda.
-¿Otra vez aquí? No puede ser...- curiosamente se sintió más exhausta de lo normal y solo con dar el primer paso ya cae rendida inconsciente al piso.
Por otro lado afuera de la misma tienda Inuyasha pensando en una explicación lógica para que la muchacha desapareciera de la nada sin dejar rostro, la gente del establecimiento siguiendo sus órdenes revisaron las cámaras pero nada y también analizaron el mismo vestidor pero no había nadie ¿Qué demonios estaba pasando?
-Señor Taisho encontramos a una chica desmayada en el vestidor- alerta una de las encargadas de la tienda sacándolo de sus pensamientos.
Sin duda se trataba de la misma mujer y rápidamente corre hacia el sitio indicado encontrándose ella en piso. Inuyasha se acerca a ella y preocupado por su condición la carga en sus brazos estilo princesa sacándola de ahí pero una de las encargadas se acerca a él con un teléfono en las manos.
-Señor Taisho si quiere puedo llamar a una ambulancia para que se haga cargo de la chica- le propone.
-Descuide yo me encargo de ella- se va con Aome en brazos, quién a su vez comenzó a recobrar el conocimiento ya dentro del vehículo del peliplateado.
-¿Inu... Yasha?- le mira una sintiéndose algo débil.
-Descansa ¿Si?- le abrocha el cinturón para después encender el auto y ella sin poder evitarlo se queda profundamente dormida.
~o~
La habitación estaba oscura y solo la luz de aquella tableta podía alumbrar un poco el sitio, con cierto nerviosismo el joven Akitoki entra con una bolsas de comida para llevar del restaurante Wacdonalds pero el sujeto que se encontraba sentado en el escritorio ni notó su presencia, estaba tan sumido en la pantalla de la tableta.
-Je-Jefe Oniguno... Le traje la merienda- le llama.
El mencionado guarda silencio por unos segundos hasta que al fin le regresa la mirada.
-Déjalo en la mesa Akitoki y no olvides cerrar la puerta al salir- ordena y él asiente saliendo en silencio de la oficina.
Oniguno volvió su vista hacia la pantalla y justo cuando estaba por tomar su lápiz para comenzar a dibujar pasó lo mismo nuevamente, la tableta dibujaba sola lo que ocurría en el cómic y no había forma ya de detener eso. El hombre furioso trata de borrar algo pero no puede, de pronto unas palabras aparecen escritas en la misma pantalla: "¿Quién eres tú? ¿Qué es lo que quieres?"
Él se paró de inmediato de la silla al leelas, asustado y al borde de la locura lanza todas sus cosas del escritorio, en verdad debía acabar con ese cómic cuanto antes o muchas desgracias ocurrirán.
-Aome ¿Por qué tenías que meterte en ésto? Ahora tu también corres un gran peligro- golpea con fuerza el escritorio con frustración.
Pero no podía hacer nada, el cómic seguía dibujándose solo y casi como si ubiera adquido vida propia.
~o~
Escucho un par de voces no muy cerca de donde se encontraba, pensó que quizás se trataban de su madre y abuelo pero las recuerdos de lo ocurrido recientemente volvieron a su mente y con los ojos bien abiertos se incorpora sobre la amplia y cómoda cama.
-¿Ahora dónde estoy?- mira a ambos lados percatándose de que se encuentra en un lugar bastante lujoso, como en uno de esos departamentos que solo puede ver en reportajes de televisión o revista. En verdad era asombroso y guiándose por su intuición éste es el hogar de Inuyasha.- ¿Cómo voy a regresar?
Se puso a repasar lo ocurrido y solo podía pensar en una teoría, cuando besó a Inuyasha seguramente lo tomó por sorpresa y enseguida pudo regresar. Probablemente el medio para regresar depende de sus emociones y si lo sorprende como lo hizo anteriormente podrá volver, como en cualquier historia siempre un capítulo se acaba cuando deja alguna incógnita o algo inesperado al final que anime al lector a seguir leyendo ¡Si! Esa es la respuesta a todos sus problemas ¡Debía hacer inesperado!
Escucho la voz de Inuyasha no muy lejos de allí, se levantó con rapidez de la cama y comenzó a cambiarse de ropa quedando en ropa interior y tomó una de las batas que estaban colgadas en la puerta del armario cubriéndose momentáneamente. Bueno, en realidad no estaba segura se hacer lo que planeaba pero debía aceptar que sería algo verdaderamente inesperado de su parte y si era la única forma lo haría.
En eso la puerta se abre dejando pasar a Inuyasha acompañado por Miroku, la azabache suspira hondo y cierra los ojos abriéndose a bata exponiendo su nuevo conjunto de interior. No podía estar más avergonzada que en ese momento y ni hablar de los dos hombres que presenciaron lo ocurrido, Miroku aunque planeaba quedarse viendo más tiempo a juzgar por la mirada asesina de Inuyasha prefirió salir.
Aome abre los ojos esperando ya estar en casa pero nada, seguía en el mismo sitio en ropa interior en presencia de Inuyasha, la joven se sonroja avergonzada arrepiendose al instante y se cubre nuevamente con la bata. Pensó que quizás Inuyasha se sorprendería o algo parecido pero al parecer no.
-Yo, es que... Etto- desvía su mirada sin saber como explicar su reciente acción.
-Mejor intenta algo diferente para la próxima vez- le mira irritado.
-Gomen- en verdad no volvería ha hacer algo igual en su vida.
El peliplateado suspira.
-Creo que tenemos una conversación pendiente señorita Higurashi ¿No?- le recuerda acercándose a ella.
-¿Conversación?- le regresa a ver.
-¿No me digas que ya lo olvidaste?- alza la ceja.
-No lo he olvidado pero...- ahora enserio estaba atrapada y no tenía salida.
~o~
-¿Han sabido algo sobre el paradero de la tal Aome?- pregunta desde el otro lado de la línea.
-Si señorita Kikyo, según testigos de una tienda de ropa ella iba acompañada del director Taisho, revisamos las cámaras y al parecer ellos tuvieron una pequeña pelea porque ella le dio una cachetada.
-¿¡Le dió una cachetada?!
-Pero eso no fue todo, después la mujer lo besó y huyó del sitio...
-¿¡Qué?! ¿¡Lo besó?!
-Déjeme terminar señorita Kikyo, al parecer ella se encerró en uno de vestidores y el señor Taisho la siguió quedándose encerrado con ella por un largo tiempo hasta que sale solo.
-¿Qué insinúa policía Suikotsu? ¿Eh?
-Nada pero sospecha que hay algo entre ellos.
-De acuerdo gracias por tu tiempo Suikotsu- cuelga.- ¿Qué hay entre Inuyasha y la chica de nombre Aome?
No podía creer nada de lo que le dijeran hasta comprobarlo y al final toma la decisión de ir a visitar a Inuyasha.
~o~
-Primero, quiero que me digas que hacías en la terraza del edificio esa noche- empieza a interrogar.
La azabache no estaba segura de que responder, para ella también era un misterio pero prometió responder aunque omitiria el detalle de que ésto es un cómic.
-Simplemente llegué por casualidad al lugar y entonces te encontré...- explica.
-Bien y ahora quiero que me expliques por qué no tienes alguna identificación legal- saca un papel de su bolsillo y se lo muestra- ésta tarjeta es falsa ¿Verdad? El tal hospital Henka no existe en ninguna parte de Japón.
-No tengo pero te puedo asegurar que el hospital si es real y que estudio para ser doctora. Aún hay cosas que no te puedo explicar- ahora si estaba preocupada por las preguntas de Inuyasha.
-¡Ja! Y supongo que tampoco me podrás explicar el hecho de que desapareces de la nada sin dejar rastro o por qué a veces tienes ciertas actitudes extrañas- la joven agacha la cabeza.
-¡Tampoco yo se que sucede pero solo te puedo decir que la única forma para regresar depende de tus emociones!- habla cubriéndose la boca al instante cayendo en cuenta de que había hablado de más.
El oji-dorado le regresa a ver.
-¿Mis emociones? ¿Cómo algo así puede depender de mi?- le mira incrédulo.
-Es cierto, si hago algo inesperado para ti puedo volver, es la verdad. Por eso hise esas cosas extrañas- añade.
-No se que tengas en la cabeza pero ¿Cómo explicas que me hayas salvado la vida dos veces en el momento exacto? Solo tu supiste que la jeringa contenía potacio- cruza los brazos.
-Yo... Solo quería que no tuvieras un final así, no es justo y se bien que buscas al culpable del homicidio de tu familia de hace un año atrás. No quiero que algo te pase hasta que encuentres al culpable- bien, en realidad si sabían algo de lo que había podido leer del cómic y más o menos sabía la trama de todo.
Inuyasha da un paso hacia adelante posando su vista en ella.
-Tanto crees conocerme que hasta estas completamente segura que no tuve nada que ver ese crimen, en verdad me sorprendes señorita Higurashi- sonríe abriendo un cajón y tomándole por sorpresa, él saca un pistola de ahí ¡Kami, tiene una pistola!
-¿Qué-Qué piensas hacer con e-eso?- habla comenzando a temblar de miedo viendo como él sostenía la pistola.
-Si tanto me conoces debes pensar que no me atrevería a dispararte ¿O si?- la azabache siente un escalofrío recorrer todo su cuerpo.
¡No! ¡Él no podía dispararle! Inuyasha es el protagonista y el héroe del cómic, es imposible que él use esa arma contra ella.
-Jamás harías algo así...- dice rogando a Kami estar en lo cierto.
Él sonríe.
-Es bueno saberlo- le apunta con el arma y la azabache alza los brazos dando dos pasos hacia atrás sin dejar de temblar.
-¿Qué pretendes? ¿Asustarme?- ahora sí tenía miedo pero seguía creyendo dentro de ella que Inuyasha jamás de dispararía.
-Tal vez...- le sigue apuntando.
En ese instante las puertas se abren de golpe y entrar Miroku y Kikyo. Ambos se quedan mudos al ver la escena sobretodo al ver que Inuyasha le apuntaba con una pistola a Aome y no supieron como reaccionar ante ésto.
-I-Inuyasha...- dicen ambos al mismo tiempo sorprendidos.
-¡Salgan!- ordena el peliplateado sin bajar el arma y a pesar de la mirada de súplica por parte de la azabache ambos salen cerrando la puerta.
-¡Deja de actuar así! ¡Tú no te atreverías a dispararme!- trata de hacerle reaccionar sin éxito.
-¡Ket! Si eso crees...- presiona del gatillo y un fuerte sonido de disparo se hace presente.
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La azabache pega un grito cerrando los ojos preparada para sentir el peor dolor del mundo, una bala en pecho y morir desagrada sin poder despedirse de su familia. Los segundos pasaron y el dolor no llegaba y al abrir los ojos, nada, no había sangre por ningún lado ¿Qué carajos pasó? Su corazón latía a mil por hora del susto y se desmayó e Inuyasha fue hacia ella atrapándola en sus brazos.
-Si, me conoces muy bien...- sonríe cargandola estilo princesa.
En eso las puertas se abren otra vez.
-¡¿Se puede saber que fue todo eso Inuyasha?!- dice Kikyo furiosa.
-Descuida no pasó nada, solo la asusté un poco- recuesta a Aome de nuevo en su cama.
Kikyo toma el arma y la revisa.
-Es encerio ¿Balas de goma?- da un suspiro aliviada.
-Claro ¿Qué esperabas Kikyo?- guarda el arma en su cajón nuevamente.
-Nunca cambias Inuyasha- sale de la habitación.
El peliplateado dirige su mirada hacia Aome.
-Disculpame por haberte asustado, solo te ponía a prueba y veo que si puedo confiar en ti- sonríe cubriéndola con una cobija.
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Inuyasha trajo a Aome a su casa y cuando ella recobra el conocimiento comienza a interrogarla, en eso toma un arma y le dispara usando balas de goma para asustarla mientras tanto Onigumo está tratando de resolver el problema con su tableta pero ahora resulta que el cómic se dibuja sólo ¿Qué pasará ahora?
¿Aome le dirá la verdad a Inuyasha?
¿Cómo reaccionará él ante la verdad?
¿La policía hayara a Aome?
¿Quién es el verdadero asesino de la familia de Inuyasha?
Esto y más en: "Inuyasha y Aome: W - Dos mundos" ☆☆☆
-Akemi: ¡wey me asustaste! Pensé que le disparó de verdad o_o
-Saori: jajajaj pues ya vez que no 😆
-Akemi: ¬¬ nunca cambias
-Saori: si jaja 😅😅😅 hasta la próxima 😄
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