Capítulo 39: ¡No puedo seguir viviendo!

Ambos estaban en shock, las palabras de la enfermera fueron el golpe final para el señor Higurashi.

-¿¡Muerte cerebral!?- cuestionó Akitoki, con los ojos bien abiertos.

-A-Aún no es seguro, pe-pero si continúa inconsciente, bueno...- no la dejan terminar y sin previo aviso Onigumo se deja caer al suelo.- se-señor ¿Está bien?

-Mi Kagome, mi pequeña hija- lágrimas caían, ésto era lo peor que a un padre le podía pasar, que su hija corra el riesgo de morir y por su culpa.- dígame ¿D-Dónde está ella ahora?

-Es que, yo... Disculpe, pero, n-no lo sabemos- intenta explicar.

~o~

Por fin le permitieron pasar, pero solo por un corto tiempo, el protagonista abrió la puerta e ingresó a aquella silenciosa habitación de hospital y ahí pudo ver a la mujer que amaba, conectada a varias máquinas, sin hacer movimiento alguno.

Se sentó a su lado, ella todavía usaba ese anillo de bodas, al igual que él y lo único que pudo hacer en ese instante, fue tomarla de la mano, si la perdía, ya no tendría sentido continuar viviendo, fue por Kagome que decidió luchar para librarse de W, todo lo hizo para estar a su lado.

Su brazo entero volvió a desvanecerse por unos cuantos minutos ¿Acaso así terminaría todo? ¿Acaso su destino era estar solo por el resto de su vida y luego desaparecer inevitablemente?

<<A no ser que...>> piensa y una idea le llegó a su mente, sería peligroso, pero era la única forma de salvarla, así también tendría tiempo de pensar en lo que haría más a continuación.

~o~

-Un muchacho vino, aseguró ser su esposo y se quedó solo con ella por un buen tiempo. Pero para cuando volví, ellos ya no estaban, desaparecieron y aún no sabemos cómo lo hizo- concluyó la enfermera.

Todo estaba más que claro para el creador de W y su asistente, por lo que se fueron de ahí una vez que Onigumo reaccionó de su shock y volvieron a la casa, entonces otro problema más se sumó a la lista, su ex-esposa buscaba a Kagome, ya le había llamado un par de veces. No podía decirle la verdad, por lo que simplemente contestó que no la había visto.

El señor Higurashi, estaba completamente deprimido y tuvo que tomar unas fuertes pastillas para poder consiliar el sueño, aunque eso no disminuía su angustiada y culpa, sentía que agonizaba lentamente con cada segundo que pasaba.

Esa misma noche, inesperadamente Inuyasha llegó y los convocó a los dos, todos estaban en la sala, el recién llegado se veía igual de deprimido y devastado. Un silencio incómodo reinó en el ambiente, pero no duró mucho tiempo y la conversación comenzó.

-Veo que ya despertó, señor- eso fue lo primero que dijo el protagonista y el preocupado padre asintió.

-¿Y Kagome?- preguntó con recelo, de alguna forma presentía que la respuesta no sería la que quería escuchar precisamente, que la noticia que recibiría sería aún más trágica, pero debía saberlo todo.

-Si ¿En dónde está?- apoya Akitoki.

-La llevé al webtoon- respondió, agachando la cabeza y tomando a los demás presentes por sorpresa.- estaba muy grave, si ella moría aquí, no podría revertirse. En el hospital del otro mundo, dijeron lo mismo y la llevé a mi apartamento, no pude explicar su estado. Así pasó otra semana y una vez abrió los ojos, fue un instante.

-¿Y-Y qué pasó de-después...?- el peliplateado se quedó en silencio, su expresión lo decía todo, pero no quería creer que era así ¡No, ésto no podía ser!- ¿¡Qué pasó?!

Inuyasha sentía un nudo formarse en su garganta, el simple hecho de recordar todo lo que pasó allá, era una tortura todavía aún peor y más, al estar consciente de que no pudo hacer nada por ella, incluso una lágrima resbaló por su mejilla.

-E-Ella... Ella está muerta- declara.

Ésta pesadilla era real, después de todo, ésta historia no es un cuento de hadas en lo absoluto.

~o~

Pasaron tres días desde que eso sucedió, Onigumo bebió mucho en todo ese tiempo y fue llevado al hospital por intoxicación, era evidente que ese hombre sólo quería terminar de una vez con su vida, ya no le importaba nada.

-Señor Higurashi, debería dejar de beber tanto, piense en su salud- hablaba el doctor y jefe del hospital Henka- ya nos habíamos visto un par de veces por cierto ¿Recuerda? Soy el profesor Takewada, envié varias críticas a su cómic y me estaba preguntando algo ¿El final de W está cerca? Digo, no me molesta un final trágico y que Kagome, ese fastidioso personaje, haya muerto en manos del asesino, pero pienso que falta algo más ¿No cree?

-Todo es por mi culpa...- susurra y sin dejarlo terminar, se levanta, quitándose todos los cables de las máquinas a las que fue conectado y rápidamente salió corriendo de la habitación de hospital, lo siguiente que hizo fue subir las escaleras hasta llegar a la terraza, ya no podía más, quería terminar con todo ¡Ya! Se subió a la baranda y tomó aire, listo para saltar.

-¡Señor! ¿¡Qué cree que está haciendo?!- gritó el héroe de W, quién había venido a visitarlo y lo siguió al ver hacia donde se dirigía. Justo a tiempo lo sujetó de las ropas y lo obligó a bajarse.

-Y-Yo lo hize... ¡Yo le disparé! Todos esos recuerdos ¡Naraku y yo somos la misma persona! ¿Qué no lo entiendes? ¡Yo le disparé a mi propia hija! Fui yo- comienza a llorar, golpeando con frustración el piso.

-Usted no hizo nada- trata de calmarlo.

-¡No! Yo la maté, ya recordé ¡Todo lo que hizo Naraku está en mí ahora! Le disparé a mi querida Kagome- quizo salvarla, pero en lugar eso, sólo lo empeoró todo ¡No podía seguir viviendo así!

-Se equivoca ¡Usted no lo hizo! Ahora contrólece y escuche ¿Si? ¿Sabe por qué regresé hoy? Necesito que haga algo importante, deje de culparse, Naraku la mató, no usted y solo usted la puede salvar ahora ¿Comprende?- por fin logra que su creador lo vea a la cara.- así que cálmese, no se rinda ¡Tiene que salvar a Kagome!

-¿Y cómo lo hago? Está muerta- solloza amargamente.

-Si, pero, la puede salvar todavía. Cuando ella se casó conmigo, se convirtió en un personaje del cómic, igual que yo, por eso sangraba al herirse y por eso murió. Sin embargo, como personaje de W, usted puede revivirla, así como cuando yo reviví ¿Me entendió? Dibujado de nuevo, puede salvarla, por eso me la llevé antes de que muriera aquí. Éste no es el final ¡Yo voy a salvarla y no me voy rendir! Necesito de su ayuda.

-Pe-Pero destruí la tableta- objeta- la destrozé a matillazos ¡No podemos hacer nada sin ese aparato! Y no hay otro igual.

-Si existe, tiene que haber otra, estoy seguro de que la hay- asegura.

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Todo está de mal en peor, Kagome murió y Onigumo estuvo a punto de terminar con su vida de no ser por la intervención de Inuyasha y ahora hay un nuevo plan, van a resucitar al Kagome ¿Lo lograrán?

¿En verdad existe otra tableta?

¿Por qué los recuerdos de Naraku están presentes en la mente Onigumo?

¿Aún hay esperanza?

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