Capítulo 32: Capturando a Naraku

El mundo ficticio volvió a la normalidad con el regreso del protagonista, por lo que el asesino ya pudo volver a moverse con normalidad y fue tomado por sorpresa al ver ingresar a su escondite, supuestamente secreto, a su más odiado rival.

Inuyasha no perdió el tiempo y rápidamente le dio una fuerte patada en el estómago a su oponente, empujándolo contra el filo de una mesa y finalmente le apuntó con la pistola que trajo consigo. Naraku, dispuesto a dar una reñida batalla, tomó una botella de vidrio que encontró cerca y se la aventó, aprovechando esa distracción, el antagonista le propició un golpe en la cara, obligándolo a soltar el arma.

Pero el enfrentamiento no terminó ahí, entre golpes y contraataques, el de ojos dorados recibió un buen golpe en abdomen y terminó contra la pared, iba a recibir otro puñete pero agilmente pudo esquivarlo, por lo que el ataque de el de ojos rojos, fue contra el vidrio de la ventana más cercana.

El pelinegro quizo tomar su rifle, pero obvio que no pudo lograr su cometido, puesto que fue sujetado del cuello y sin previo aviso su cabeza fue es tallada contra el mueble de madera más cercano, dejándole un hilo de sangre bajando desde su frente.

El peliplateado pensó que por fin lo había dejado inconsciente, pero se esquivó, su contrincante se levantó y le pegó en la cara otra vez, con la diferencia de que sus ataques eran un tanto torpes y descoordinados ahora, por lo aturdido que estaba. Por supuesto que el ojidorado aprovechó ésto y con todas sus fuerzas aventó al villano contra el duro piso.

El asesino ya no tenía las misma habilidades de antes ¿Por qué? Ya no es un fantasma sin apariencia física, no, ahora es un humano común tras haberle brindado una identidad como tal, ese sujeto es casi indefenso sin la tableta o un arma. La ventaja la tenía Inuyasha.

Naraku trató, a pesar de todo, volver a pararse, pero recibió el golpe final en la cara, perdiendo el conocimiento definitivamente y fue tomado de la ropas, depositándolo con brusquedad sobre el sofá, para así atarlo de brazos y piernas. La parte más complicada había terminado, ahora sólo faltaba llamar a la policía para que se lo llevaran y a partir de eso, todo comenzaría a arreglarse.

-Buenas noches ¿En qué puedo ayudarle?

-Tengo al responsable del crimen más reciente.

-¿A qué crimen se refiere?

-Atrapé al asesino responsable del tiroteo en el canal W, vengan y llévenselo.

-Si, un momento.

-La dirección es departamento Sungae, habitación número quince. Aquí en Tokyo.

-Enviaré a los oficiales de inmediato, y una cosa más ¿Podría identificarse para corroborar la información?

-Soy un ciudadano- sin más que decir, le colgó y se arrodillo frente a su enemigo, mirándole divertido.- ¿Quién crees que morirá primero, Naraku? Creo que vas a ser tú, atrapé al asesino y me va a tomar más tiempo desaparecer, porque completé mi deber como héroe.

El antagonista suelta una carcajada.

-Maldito, no te podrás deshacer de mí tan fácilmente- amenaza.

-Púdrete en la cárcel un tiempo, mientras veo como me deshago de ti- se asegura de que el malvado esté bien atado y no pueda liberarse y sabiendo que su trabajo ya había terminado, se fue.

Salió del sitio a toda prisa, nadie debía saber que él estuvo aquí ¿Y cómo saldría de ahí? Fácil, le pidió a Kagome que le dibujara un auto para poder irse y en el momento justo, ubicado en la entrada del establecimiento, una camioneta de color azul y ventanas oscuras, apareció de la nada.

Esbozó una sonrisa y entró, para cuando los policías llegaron para llevarse al asesino, él ya se encontraba a kilómetros de ahí, en su dedo se dibujó también un anillo de bodas, el mismo que tenía antes de que todo se transformara en un sueño, esa es otra de las cosas que le pidió a la futura doctora que ilustrara.

Manejó hasta el sitio donde pasó todo un mes oculto, aquella humilde vivienda donde se abrió el portal que conecta éste mundo con el real y antes de entrar guardó un pequeño sobre en su bolsillo. Una vez adentro, encendió la televisión y como era de esperarse, la noticia sobre la captura de Naraku ya se anunciaba en todos lo noticieros.

-Al rededor de las 10:30 de la noche, el sospechosó principal del tiroteo en la televisora W, fue capturado y todo gracias a un valiente ciudadano desconocido, quién se enfrentó a él en una dura pelea para llevarlo ante la justicia.

Todo estaba saliendo muy bien, exactamente como lo planeó desde un principio y ésto solo era el comienzo, un desagradable olor putrefacto llegó hasta su nariz de repente, obviamente supo lo que era y se encaminó a su habitación, encontrando ahí un cuerpo descompuesto que vestía como él ¿Qué pasaba aquí? También le encomendó a Kagome dibujar ésto.

Era más que claro lo que iba a hacer con ésto, por último simplemente dejó ese extraño sobre blanco sobre el cadáver y se fue para jamás volver. En medio de la carretera recibió una llamada a su teléfono, se trataba de Miroku y ya podía sospechar el motivo.

-Dime ¿Dónde estás, Inuyasha? ¿Ya escuchaste, no? Lo capturaron y Kikyo cree que fuiste tú.

-Así es, fui yo.

-¿Qué? ¿En verdad?

-Miroku, escucha, ve para mi casa y dile a todo el mundo que no me has visto desde el día que murió Totosai. Encontrarán mi cuerpo ahí.

-¿De qué hablas? ¿A qué te refieres con "tu cuerpo"?

-Avisa a la policía y a los medios, el ADN será el mío. Miroku, estoy muerto, me dispararon y morí por mis heridas. No olvides decírselo a Kikyo, es por su bien.

Una vez dicho ésto, le colgó. Sabía perfectamente lo que pasaría si existía un final feliz entre él y Kagome, obviamente Kikyo desaparecería, por lo que decidió añadir ésta variable. No podía aceptar que los personajes de W nacieran para un solo propósito, nos ajustamos según sean la variables en nuestras vidas.

¿Cuál era el plan para salvarla? La liberará de su personaje, si él ya no estaba, ella sería libre para comenzar una nueva vida y sin el riesgo de desaparecer. Confiaba en que Miroku le diera a Kikyo sobre su "muerte", por así decirlo.

Los noticieros estaban en caos, la gente no paraba de hablar y comentar al respecto, sobre su fallecimiento, todos lo creían, que Inuyasha murió desagrado por el disparo que recibió un mes atrás. Nunca pesó que tendía que llegar hasta el punto de fingir su propia muerte, pero era necesario.

No podía permanecer más tiempo en el mundo ficticio, debía volver con Kagome y si, el portal ya se había cerrado, las posibilidades de volver el mundo real eran pocas en realidad, pero debía hallar la forma, se lo había prometido a su amada, que volvería con ella pase lo que pase.

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Inuyasha se enfrentó a Naraku y le ganó, ahora el asesino está capturado, además le pidió a Kagome que dibujara varias cosas, entre ellas un cuerpo descompuesto, así fingiendo su muerte ante todos, pero ¿Cómo podrá volver al mundo real si el portal se cerró?

¿Podrá volver o estará atrapado en el mundo ficticio?

¿Será éste el fin de Naraku?

¿O quizás otra variable ponga de cabeza las cosas?

¿Qué hará Takemaru?

¿Habrá algo que Inuyasha no tomó en cuenta?

Esto y más en "Inuyasha y Kagome: W - Dos mundos" 😱😳😱😳😳