Capítulo 28: Entre dos mundos

-¿Qué dijiste?- se voltea por completo, mirándole impactada y con el corazón latiendo a mil, a lo que el protagonista esboza una sonrisa pero sin verle a la cara.- ¿Dijiste algo sobre unas tareas?

-Quería hacerlas en el nombre de tu esposo, porque salvaste mi vida ¿Entiendes?- finalmente le regresa a ver con un brillo especial en los ojos.- ¿Estás conmigo solo porque me parezco a él? O quizás... Hay otro motivo- avanza un poco hacia ella- ¿Quieres saber algo? Lo leí.

-¿D-Dónde?- le mira fijamente.- ¿Dónde lo leíste?

Inuyasha se encamina a la sala y hace un ademán para que lo siguiera, entonces vio algo que la paralizó por completo. Su acompañante sacó de uno de los cajones un libro, específicamente, el tomo treinta y cuatro de W, donde está detallada toda la historia pasada entre ambos hasta donde todo terminó en un simple sueño.

-Aquí ¿Conoces ésta historia?- alza la ceja y el silencio por parte de la chica le dió la razón- tu cara me dice que es así, en fin, lo leí en éste libro. Tu marido desapareció después de hacer cuatro cosas tiernas por ti ¿No? Fue un mezquino ¿Cómo pudo hacerle eso a su amada esposa?

-Pe-Pero... ¿Cómo fue que lo conseguiste?- cuestiona todavía más atónita que antes, nada de ésto tenía sentido y aunque eso explicaría el comportamiento extraño del peliplateado, eso no resolvía su duda sobre como obtuvo ese libro.

-Fácil, Miroku un día vino aquí y me lo entregó, al parecer se lo dio primero uno de los trabajadores del hospital Fujimoto, dijo que se veía sospechoso ya que ahí aparecen mi cara y la tuya principalmente ¿Coincidencia acaso? No lo creo- deja el libro a un lado- supuse que éste libro de historietas sería tuyo ¿Me equivoco?

-Y-Yo...- balbucea sin saber que hacer o decir ante ésto.

-Lo leí una y otra vez, la historieta me pareció divertida e interesante. Aunque debo admitir que me sentí mal por Inuyasha Taisho, pero también parecía estúpido... Como yo. Por eso no me entregué, así podría verte y preguntarte qué sucedía después, necesitaba saberlo.- se acerca un poco más.- ¿Ya leíste el siguiente tomo? Después de éste ¿Qué les pasa a Inuyasha y Kagome? ¿Él se olvida para siempre de su esposa? Respóndeme ¿El esposo que desapareció repentinamente... Soy yo?

La futura doctora abre los ojos como platos, pero segundos antes de que pudiera dar una explicación o hacer otro movimiento, un gran resplandor se produjo frente a ambos y al voltear, un portal pixeleado apareció, aquel que representa una conexión entre esos dos mundos.

Pero no sólo eso pasó, también todo a su alrededor se congeló tal como pasó aquella vez, el agua del grifo estaba estática junto con la cocina y todo lo demás. Inuyasha frunció el ceño un poco y sujetó la mano de Kagome, caminado junto con ella a paso lento, con dirección al portal.

-I-Inuyasha...- lo nombra y sus miradas de conectaron por unos instantes cortos, para finalmente cruzar el portal, una luz violeta iluminó todo por un momento, pero cuando la misma se desvaneció, otro escenario distinto los rodeaba.

-Así que éste es, el estudio de Onigumo Higurashi, el creador de W- comenta el protagonista en un tono pacífico, mirando con detenimiento todo el lugar, aunque debía admitir que lo imaginó diferente, pero eso no quitaba su asombro.- ¿Dónde está él? Me gustaría conocerlo.

-¿Qué?- lo mira con sorpresa y dudó un poco al principio.

-Descuida, no le dispararé- promete casi como si hubiera leído sus pensamientos y ella accedió, definitivamente las circunstancias ahora era totalmente distintas, confiaba que no pasaría nada. Sacó las llaves de su bolsillo y se dispuso a abrir la puerta de la habitación donde lo encerró.- ¿Por qué lo mantienes bajo llave?

-Ya lo verás- con cierto temor gira la perilla y con cautela ingresaron, él iba a preguntar la razón nuevamente, pero guardó silencio al notar que el rostro de ese hombre era imposible de distinguir, su cara era totalmente borrosa.- el asesino lo manipulaba, él no tiene nada que ver con lo que está pasando. Tuve que encerrarlo para evitar que lo siguieran controlando.

-Entiendo- susurra, mirando con detenimiento a su propio creador y no pudo evitar sentir lástima por ese pobre hombre, quizo jugar a ser un dios y éstas eran las consecuencias.

-Inuyasha y-yo...- hablaba la azabache, captando su atención, ella comenzó a ver borroso de repente y sin fuerzas cayó hacia atrás, pero agilmente fue atrapada por los fuertes brazos del peliplateado.

-Kagome ¿Qué te pasó?- la llama otra vez pero no recibió respuesta, evidentemente preocupado la cargó en sus brazos estilo nupcial y la sacó de ahí, topándose en medio del pasillo con dos sujetos, uno de ellos pegó un grito y el que vestía como doctor retrocedió.

-¡Te lo dije Hoyo, no estoy loco! ¿¡Ahora me crees?!- grita temblando de miedo el joven dibujante y asistente, con todo lo que había pasado se nota que estaba muy afectado psicológicamente.

-¡Está bien, te creo Akitoki!- exclama con fastidio, pero dejó ese asunto de lado al ver a su compañera de estudio del hospital y amor platónico, inconsciente en brazos del misterioso muchacho que apareció.- oh, Kagome ¿Qué fue lo que le ocurrió?

-Se desmayó ¿Puedes ayudarme a llevarla a un hospital?- pregunta y el médico asintió sin pensarlo dos veces, dejando al aterrorizado Akitoki en segundo plano.

-Toma mis llaves, llévala a mi auto- se las entrega a toda velocidad, para después disponerse a hacer una llamada al hospital Henka.

Se encaminó con la muchacha en sus brazos hacia la puerta principal, saliendo de la vivienda y dirigiéndose al auto del doctor, entonces Kagome comenzó a recuperar el conocimiento al momento que la depositó con cuidado en el asiento del copiloto.

-Dime algo, por favor- pide suavemente la chica.- ¿Recuerdas todo?

-Todavía no, pero por ahora puedo prometerte que no se repetirá la misma historia... Eso jamás- asegura, acariciando su cabeza y ella sonrió de forma tierna, provocando un sonrojo en él.

-¿A dónde irás?- preguntó con angustia, sujetándolo de la manga de su camisa blanca, no quería que se fuera.

-Debo resolver unos asuntos aquí, te hablaré cuando termine- prometió, la azabache simplemente asintió y ambos se quedaron viendo por unos segundos hasta que terminó quedándose dormida.

<<Es hora de encarar al asesino...>> piensa con determinación Inuyasha, entrado de nuevo la casa con un nuevo plan entre manos y solo esperaba que ésta vez todo saliera bien.

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Inuyasha revela que leyó en tomo 34 de W y ya sabe todo lo que pasó, aunque no puede recordar lo sabe, por lo que tiene un plan para deshacerse del asesino ¿Cuál será?

¿Podrá vencer al asesino?

¿Podrá recordar o iniciará desde cero con Kagome?

¿Onigumo despertará y recuperará su rostro?

¿Qué ocurrirá en el próximo encuentro de Inuyasha y Kagome?

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