Soledad.

Eso resumía el como se sentía Taehyung en ese momento.

Llevaba horas esperando que su esposo llegara, pero ya era media noche y no hacía su aparición.

Era la tercera vez que sucedía, no había razón aparente para que llegara a altas horas de la noche, aún así jamás lo cuestionó o le reclamó por ello, después de todo no lo consideraba necesario.

Tenía al mejor marido del mundo, era todo lo que deseaba; alto, atractivo, inteligente, cariñoso, superaba todas sus expectativas en la cama, no estaba en la posición de pedir más, eso es lo que quería pensar.

Aunque las cosas ya no eran iguales, prefería imaginar que todo estaba bien, que su matrimonio era perfecto y su marido era fiel.

Mientras tomaba una taza de café para mantenerse despierto recordó el día en el que se conocieron

―Ya deja de mirarlo tanto, va a pensar que lo acosas ―la voz de su amiga lo sacó de su burbuja, llevaba varios minutos observando a quien asumía era algún compañero de universidad.

―Es que es hermoso ―suspiró viendo a su objetivo ―. ¿Sabes como se llama?

―Nayoon, Namjeon, Nam...no lo recuerdo ―se rindió luego de murmurar varios nombres.

― ¿Y su apellido?

―Kim, como tú y casi todo el mundo menos yo ―bromeó un poco, pero aún así la atención de su amigo seguía en aquel chico.

Harta de aquello, se levantó y a paso rápido llegó hasta el chico que tenía a su amigo como idiota. Tres toques en su hombro fueron suficientes para llamar su atención.

― ¿En que te pue-

―Dime tu nombre ―le exigió, impidiendo que terminará de hablar.

―Namjoon ―aún en esa extraña situación contestó amable.

―Bueno, aquel que ves allá ―Jihyo señaló en dirección a su amigo―. Está interesado en ti, ¿eres gay?

―Emm, si lo s-

―Perfecto, mi amigo se llama Taehyung, se llevarán muy bien, es muy genial...

Mientras Jihyo actuaba como casamentera, Taehyung observaba con vergüenza la situación. En ese momento no sabía que gracias a la osadía de su amiga conseguiría al que creía que sería hombre de sus sueños.

Una mano impactó contra su culo múltiples veces mientras sentía como su cuerpo se debilitaba ante las embestidas de su marido quien se movía sin mucho cuidado lastimandolo.

Se sentía como un muñeco inflable que Namjoon movía a su gusto sin importarle nada más, daba placer pero no lo sentía.

Namjoon nunca solía ser así en la cama, tan tosco e insensible con su cuerpo, pero recientemente en cada encuentro parecía empeorar.

Taehyung se preguntaba si así sería con él, su amante, sabía que probablemente no. Namjoon estaba utilizando los momentos con él para descargar su rabia, con su amante debía ser todo lo que antes fue.

Sintió alivio cuando notó que Namjoon había llegado al límite, una vez sintió que su marido salió de él, se fue directo al baño. Se sentía sucio y como un idiota, sabía que no se podía engañar más cuando el dolor y rencor consumian su mente.

No podía continuar ignorando que su matrimonio ya no era lo mismo.

No podía seguir fingiendo felicidad

Thighs~