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China, Antigua. Quinqhe.

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A las afueras de la aldea de "Lotus Pier", vive un joven que a sido exhiliado de dicha aldea, a sido inculpado de cosas que, ni por asomo él tiene entendimiento de ellas, pero llevar aquel apellido en aquella aldea, era sinónimo de malos presagios, presagios que nadie quería escuchar en la aldea.

Jimin vivía a las afueras de aquella aldea, en aquel enorme bosque, donde ningún alma o ser viviente se dignaba a pisar, por temor a perder su camino.

Sin embargo, en lo profundo de aquel bosque, donde la luz del sol bañaba con hermosos rayos todas las mañanas, yacía una pequeña pero acogedora cabaña.

Cabaña en la cual vivía Jimin, desde que tenía al menos unos cinco años, a unos pocos pasos hay un hermoso lago cubierto por la belleza que representa aquella aldea, las flores de loto y las hermosas osmanthus.

Él jamás a entendido el por qué de su mal trato en aquella aldea, en la que había vívido y la que le vio nacer, pero su tía le había dicho que la gente de aquella aldea no los quería, porque ellos podían ver cosas que ellos no, y que por esa razón los habían corrido de Lotus Pier.

Jimin sólo había sonreído y había abrazado a su única familia, aunque ahora vivía sólo, ya que su tía había decidido irse de aquel lugar. La extrañaba claro está, pero al menos no estaba solo.

Aunque platicar con las sombras no es algo normal.

Todos los días, cuando los rayos de sol alumbran su rostro, Jimin sale de la pequeña cabaña, da un breve recorrido por el lago, y toma siempre dos flores de loto y dos osmanthus, regresa a su cabaña y en aquella gastada vasija deja las flores, el olor que ambas desprenden siempre logran calmar su adolorido corazón.

“No tienes nada mejor que hacer?” pregunta alguien, desde las sombras de la pequeña sala de aquella cabaña.

Jimin se encoge de hombros para luego voltearse a ver a aquel ser, con una sonrisa en su rostro, Jimin siempre sonreía, aunque lo que fuera que sintiera era alejado a la felicidad misma.

“El loto hoy estaba brillante, y la osmanthus desprendía un delicioso aroma” respondió él, sin alguna otra explicación.

“Vives una vida aburrida” fue la respuesta de aquella sombra, que antes de que Jimin pudiera responder, solamente se esfumó.

Jimin se rió bajito, pero aquel gesto sólo hizo que su corazón doliese, al parecer aquellos dolores sólo iban en aumento, necesitaba más hierba medicinal, pero aquella hierba sólo crecía cerca de la vereda de la familia Lan.

Jimin nunca los había visto en persona, ni tampoco de lejos, cuando habían sido expulsados de la aldea era tan sólo un niño, que no tenía amigos con quien jugar o hablar, así que él realmente no conocía a nadie en aquella aldea.

Apresuradamente tomo la capa negra que solía usar casa vez que iba a las veredas a recoger la hierba, y se la coloco, abrió la puerta de aquella cabaña y salió de ella.

A cada paso que daba, los latidos en su corazón eran cada más insoportables, pero debía ser fuerte y llegar hasta aquel lugar, con tan solo un brote que tomará sería suficiente para calmar su dolor.

Aquella marca justo en su corazón, aquella marca que no sólo a Jimin solía dolerle, pero que era ignorante de ella y lo atribuía a que su corazón fallaba inexplicablemente.

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Lan Yoongi, era el hijo mayor de la familia Lan, alguien que había sido instruido en la mejor casta familiar.

Siendo el heredero del Lotus Pier, una vez sus padres dejarán el mundo, o hubiera alguna situación de emergencia.

Era el hermano mayor de dos más, Lan Jungkook y Lan Taehyung, ambos menores que él por cinco años.

Él hijo predilecto que no rompía una regla, que obedecía cada una de las mil quinientas reglas de la familia.

El hijo que nunca desobedecía a sus padres, cuando estos le daban una orden a cumplir.

Pero Yoongi realmente se sentía agotado, tanto física como mentalmente, seguir aquellas reglas comenzaba a cansarlo hasta el punto de discutir con sus padres y dejar el Lotus Pier, para dirigirse a las afueras de la aldea, justo donde estaba el inmenso bosque de Quinqhe.

Jamás había discutido tan fuerte con sus padres, su madre jamás había alzado la mano para golpearle el rostro, pero hoy había sido el colmo.

Por que casarlo si él tenía la urgencia como tal.

Tenia casi los treinta, pero Yoongi se considerarán aún joven, él no veía necesario atar el resto de su vida a una persona que fue elegida simplemente por el poder y el mandato, con el que sus padres y los de ella podrían expandir su poder.

Era absurdo.

De tan su apresurada huida de la secta de Lotus Pier, recién se percataba de que nuevamente estaba sintiendo aquel extraño dolor justo donde estaba aquella extraña marca de nacimiento, justo sobre su corazón.

Camino soltando pequeños incoherencias, para luego detener sus pasos, aquel lugar en donde estaba no lo había visto antes.

Había un hermoso lago frente a sus ojos, cubierto por la belleza de las flores de loto y a sus orillas habían otras flores que destilaban desde aquella distancia, un delicioso aroma, calmante para su arrebolado corazón y alterada mente.

Camino los pocos pasos que le separaban y se agachó hasta quedar a la altura de la poca hierba alta que crecía en aquel lugar.

La ira de su interior de deterioro de a poco, y su corazón intranquilo se llenó de una extraña pero amigable paz.

Se dejó caer sobre la hierba y recostó su cuerpo sobre ella, cerrando sus ojos, escuchando cada sonido que la naturaleza le brindaba.

El trinar de las aves era música para sus oídos, el sonido del agua en leves movimientos y aquel sonoro y delicado canto de una flauta.

Yoongi se incorporo ante aquello.

Flauta?

El viento no podía crear aquellos sonidos, aquella melodía tan triste que, nuevamente su corazón dolió por ello.

Algo en su mente hizo clip.

Claro, por qué no lo había pensado antes, en aquel bosque justo a las afueras de la aldea, es que vivía el hijo de la bruja del pueblo.

Tenia curiosidad por conocer a aquella persona a la que la gente inexplicablemente le tenían miedo.

Acaso era aquella persona tan aterradora como lo contaban en los cuentos?

Jamás nunca lo o la había visto, según sus padres la bruja Wei se había llevado con ella un pequeño niño, aquel niño según los rumores era el hijo de la hermana de ella, pero al haber muerto después de cosas inexplicables, la bruja Wei se había hecho cargo del pequeño.

Se alzó de aquel lugar y de cierta parte hipnotizado, seguía el sonido de la flauta.

A cada paso que daba, la podía escuchar más cerca.

Entonces el sonido de ella se detuvo, y los pasos de Yoongi igualmente.

Estaba en el centro del bosque, podía distinguirlo porque habían alrededor de ochos árboles en círculo.

El viento soplo delicadamente sobre su rostro, y escucho pasos acercándose.

Su corazón comenzó a ir mas rápido, con cada paso que se escuchaba, con cada pequeño sonido que aquella persona o ser daba.

Entonces los pasos se detuvieron, y con ello la respiración de ambos, por más extraño que fuere, ambos habían tan solo por unos leves segundos, dejado de respirar.

Lentamente Lan Yoongi se volteo para quedar frente a frente con un joven como de su altura, con unos hermosos azules cual cielo sin nubes, y con un hermoso cabello blanco cual nube de cielo.

Vestía un poco andrajoso, sus ropas estaban rasgadas, se veían viejas, pero su rostro, Yoongi pensaba que su rostro era hermoso.

Observó detenidamente cada detalle de aquel joven frente a él, quien se veía levemente confundido o quizás extrañado por ver a alguien más que no fuera él, en el bosque.

Nerviosamente apretó su flauta, y retrocedió tan solo unos dos pasos, extrañamente se sentía intimidado por aquella presencia.

Jimin podía ver que el aura de aquella persona era poderosa, aparte que las finas ropas de seda blanca, le dejaban en claro que aquel hombre frente a él, era alguien noble.

“Tú, quien eres?” la ronca voz de Yoongi se dejó escuchar.

Jimin retrocedió otros dos pasos, se sentía chiquito ante aquella presencia.

“Y-yo....” no podía formular palabras coherentes.

Yoongi camino dos pasos hacía adelante, sentía curiosidad, mucha curiosidad por aquella persona, el dolor en su pecho, el dolor de aquella marca iba mermando.

“Como te llamas?” Jimin enmudeció, nunca había interactuado con alguien más que no haya sido su tía.

Así que hablar con aquel noble, era extraño para él.

“Responde, ¿Cómo te llamas?” exigió Yoongi.

Jimin trastabilló del susto, y llevo una de sus manos a su corazón, justo sobre aquella marca.

“W-wei Ji-jimin” dijo entre tartamudeos.

Yoongi sonrió satisfecho.

Wei Jimin, hijo de Wei Yin y Niu Yuang, sobrino de Wei SuJen, la dichosa bruja del pueblo, aquella que había sido exiliada hace ya muchos años atrás.

Escaneo casa facción del joven que ahora tenía sus ojos fuertemente cerrados y su mano con la flauta sobre su pecho, con respiraciones lentas.

Debía de admitir que aquellos rumores eran falsos.

Wei Jimin no era para nada feo, es más, él podría decir que Jimin era bonito.

Aquel pensamiento le extrañó.

Él jamás había visto bonito a nadie, ni siquiera a sus hermanos menores, los cuales dejaban suspirando a cada sirvienta de la secta o mujer u hombre de la aldea.

Aparte, aquel rostro joven e inocente, no podía pensar en que aquel joven pidiera hacerle daño a alguien siquiera.

“Lan, Soy Lan Yoongi” murmuró Yoongi, casi sobre el rostro de Jimin.

Jimin asintió rápidamente, sabía quién era él, con aquella vestimenta de seda blanca y la espada sobre su cinturón negro, era obvio que aparte de noble, aquel joven era de la familia de la secta principal.

Su tía le había dicho que aquellas personas, era con las que jamás se debía de relacionar, que eran malas. Pero extrañamente su corazón decía que no, que no era aquel hombre de tes blanca como la nieve, alguien de corazón malo.

Abrió sus ojos lentamente y vio el rostro de Lan Yoongi tan cerca, que hizo sentir a sus mejillas calientes y su corazón trompicar por la cercanía.

Los profundos ojos oscuros como una noche sin luna de Yoongi, le veían atentamente. Como extrañamente, ¿estudiandolo? Jimin no estaba seguro.

“Lindo” Yoongi soltó sin miramiento alguno.

Aquella frase sólo logro avergonzar mas a Jimin.

Ambos estaban en aquel lugar, bajo los rayos del sol, con el viento acariciando sus rostros, y con sus corazones extrañemente acelerados.

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Después de aquel extraño, pero hasta cierto punto, interesante encuentro.

Yoongi seguía yendo hacia el bosque todos los días, sólo para poder ver a Jimin tocar la flauta junto al lago.

Al inicio Jimin se mostraba tímido, y simplemente respondía con leves monólogos. Pero cuando las semanas siguieron pasando, la confianza entre ambos siguió aumentando.

Ahora, aquella extraña conexión, estaba más fuerte. Era la primera vez para ambos el sentir aquella extraña atracción para con la persona contraria.

Ahora Yoongi dudaba de lo que su aldea le había hecho a Jimin, cuando esté tan solo tenia cinco años.

Yoongi comenzaba a creer que las reglas del Lotus Pier estaban equivocados.

Jimin no era alguien peligroso. Por lo tanto no tenía porque vivir exhiliado.

Entendía que podía ser especiales, lo había descubierto cuando un día, sin ruido alguno se había acercado en silencio completo hasta donde Jimin se encontraba.

Lo había escuchado hablando, aunque para él las voces eran algo distorsionadas, podía saber que si, efectivamente eran voces de hombres, y también había visto aquel mismo día, una hermosa sonrisa sobre el rostro de Jimin.

Sus padres no habían vuelto a tocar el tema del matrimonio, y él tampoco les dirigía la palabra como antes.

Sus hermanos actuaban muy extraños cuando él estaba a su alrededor, o cuando sus padres. Yoongi pensaba que sus menores ocultaban algo.

Aquel día no era la excepción. A escondidas salió de la secta, procurando que nadie le viese salir. Se cubrió con una gabardina negra, y a pasos rápidos camino hasta la enorme puerta donde el nombre de Lotus Pier estaban escrito, y salió de la aldea, en dirección del bosque.

Jimin quien estaba a esa hora por salir de su cabaña, detuvo su labor el sentir una presencia dentro de su cabaña.

“Quien es?, Quien anda ahí?” pregunto él joven.

Unas risas se lograron escuchar de fondo, luego una fuerte ráfaga de viento azoto contra su ventana, erizando por completo el cuerpo de Jimin.

“Cuidado, él día se acerca”

Aquel murmullo se había escuchado, cuando el viento pasó cerca de su rostro.

El peli blanco no entendió a lo que se refería aquella presencia, así que sólo se encogió de hombros y camino fuera de la cabaña, hoy iría por unas flores de osmanthus, extrañaba la esencia de ellas en su cabaña.

Aparte, tenía la esperanza de volverse a encontrar con el joven Lan.

Debía admitir que la compañía de aquel noble, era de su agradó.

Salió de la cabaña y a pasos lentos se encaminó hacía el lago. No estaba tan lejos, quizás unos pocos minutos caminando, su flauta siempre le acompañaba, adonde sea que fuese aquella flauta debía de llevarla, su tía le había dicho que por ningún punto la dejase fuera de su alcancé.

No sabía el por qué, pero Jimin siempre le hacía caso a lo que ella decía.

Cuando llegó al lago detuvo sus pasos, inconsciente sonrio hacia aquella persona que ahora le daba la espalda.

Yoongi ya había llegado.

Y estaba justo ahora agachado, tocando los pétalos de aquella flor con aroma tan rico.

“Estas aquí, muy temprano, joven Lan” dijo Jimin, acercándose de una vez al lado de Yoongi.

Yoongi rio bajo y asintió, aún sin despegar su vista de la flor entre sus manos.

“He salido cuando padre y madre no estaban” informó él.

Jimin sólo asintió, pudo sentir el rencor en aquellas pocas palabras.

“Te gusta mucho la osmanthus, no es así?” pregunto cambiando de tema.

Yoongi al fin se giró a verle, una leve sonrisa adorno su rostro, su cabello estaba peinado en una perfecta coleta, donde descansaba un pequeño adorno de phoenix.

“Asi se llama? No lo sabía” respondió Yoongi, centrando su vista nuevamente en aquella flor entre sus manos.

Jimin asintió y un leve "si" abandono sus labios, entonces mordio su labio fugazmente.

“Entonces, no conoces su significado?” pregunto él peli blanco, con curiosidad en sus palabras.

“Acaso tienen uno?” pregunto Yoongi.

“Cada pequeña flor tiene su significado, por más extraña que sea” respondió Jimin.

“Entonces Jimin, cual es el significado de esta flor?” pregunto Yoongi, conectando su mirada con la azul de Jimin.

El peli blanco sonrio y llevo una de sus manos, a la misma flor que poseía Yoongi.

“Osmanthus, significa humildad, hombre puro, posee el primer amor, un encanto imperdurable, el resplandor de los recuerdos y....” dejo de hablar cuando las manos de Yoongi tomaron las suyas.

Alzó la mirada y vio como aquellos oscuros ojos le veían a él atentamente.

“Y qué, Jimin?” ánimo a proseguir el relato del significado de la flor.

Parpadeo lentamente y sonrió ante aquello.

“Y amor verdadero” concluyó la frase.

El viento se movió en aquel lugar, las hojas de los árboles moviéndose en todas direcciones, el eco del bosque escuchandose a lo lejos, y sus miradas centradas en una sola persona.

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Durante un mes, siguieron haciendo la misma rutina, cada día. Y con cada momento compartido juntos, más atracción sentían el uno por el otro.

Pero aquel día fue diferente.

No por otra cosa extraña, sino más bien por la fuerte tormenta que estaba azotando la pequeña aldea de Lotus Pier.

El fuerte viento golpeando contra las ramas de los árboles, creando estruendoso sonidos que hacían eco en el bosque.

La tormenta había empezado demasiado temprano, y desde que el sol se había escondido tras las nubes, no había vuelto a salir y sólo fuertes gotas de lluvia se dejaban caer reciamente sobre la aldea y sus alrededores.

Yoongi no había podido salir aquel día, estando así de desastroso por las fuertes tormentas.

Así que inexplicablemente estaba inquieto.

Encerrado en su alcoba principal, caminaba de un lado a otro, de izquierda a derecha con una mano sobre el cuello, masajeandolo levemente.

Podía escuchar los fuertes azotes de lluvia a las afueras, y sentía con ahínco que aquella tormenta no era natural.

Aparte de eso, su mente sólo podía pensar en Wei Jimin, en aquella cabaña sola en el bosque, donde los azotes de viento serían más fuerte.

Que pasaba si una rama caía sobre la cabaña y....

Con tan solo pensar aquello, lo hacía enojar y gruñir como perro.

Estaba desesperado, quería salir de aquella casa e ir por Jimin y traerlo consigo mismo.

Pero estaba encerrado en aquellas cuatro paredes con una fuerte tormenta azotando la aldea y sus alrededores, increíble, simplemente increíble.

Había entendido que Jimin era alguien puro, igual que el blanco de sus cabellos, Jimin tenía un corazón tan puro, no podía entender porque en el pueblo decían que él era malo.

El que tuviera lazos sanguíneos con la bruja Wei no era el hecho de que él también lo fuera. Aunque si así fuese a Yoongi simplemente no podría importarle menor ese hecho.

“Hermano, podrías dejar de caminar de tu izquierda a tu derecha, es cansado y aburrido”

Aquellas palabras sacaron de los profundos pensamientos a mayor Lan. Se volteo para ver a sus dos hermanos ahí, sentados en el borde su cama.

Los gemelos se incorporaron de la cama y caminaron hasta estar cerca de Yoongi.

“Que te preocupa hermano?” pregunto Lan Taehyung.

“En tus ojos Sólo veo la desesperación” añadió el otro gemelo, Lan Jungkook.

Yoongi bufo y se alejó de ellos, eran sus hermanos pero aún así, no tenían una relación estrecha, y eso era así porque sus gemelos fueron criados por el abuelo Lan WueIng, cuando ellos tan solo tenia ocho años.

“Algo te preocupa” dijo Jungkook.

“Yo no diría algo, sino alguien” agregó Taehyung.

Yoongi viró los ojos, aquellos gemelos tenían una excelente percepción, ellos podían deducir con tan solo una mirada quien mentía y quien no.

Dejo salir un suspiro y se encaminó hasta su cama, Taehyung y Jungkook le siguieron de cerca, hasta sentarse en posición de loto en el frío suelo.

“Solo.... Sólo quiero verlo” dijo dificultosamente Yoongi.

“A quien?” pregunta Taehyung.

“Por qué?” pregunta de igual forma Jungkook.

Yoongi les voltea a ver, no sabiendo si confiar o no en ellos, son sus hermanos y como tales saben de las reglas de la secta Lotus Pier.

“No se si contarles” responde con honestidad.

Los gemelos sonríen ante aquello.

“Somos tus hermanos” dice Jungkook. “Jamas te traicionaríamos” agrega Taehyung.

“Puedes confiar en nosotros, y quizás podamos ayudarte” dicen ambos al unísono.

“Hay alguien, al que he estado viendo durante estos tres meses” es lo primero que dice.

“Un hombre?” pregunta con incredulidad en su voz Tae. “Es de Lotus Pier?”

Jungkook le da un codazo, pidiendo guardar silencio al ver la mirada severa de su hermano mayor, Taehyung calla.

Yoongi suspira y sigue contando.

“Si, es un hombre, es alguien de corazón noble, y belleza inigualable, de cabellos tan blancos como la nieve misma, y de sonrisa cual sol de las mañanas” los gemelos ríen bajo, pues escuchar a su mayor hablar tan ridículamente amorosa de una persona, les parece extraño pero interesante.

Lan mayor carraspea, sintiendo brevemente incómodo por ello.

“Él vive en... –Calla unos instantes, debatiéndose en si decirles o no, por último suelta un suspiro–. Él vive en la montaña a las afueras de Lotus Pier”

Cuando él agrega aquellas palabras, los gemelos abren sus ojos desorbitadamente, no pudiendo creer aquello que su hermano mayor les cuenta.

No son tontos como para no saber, que aquella persona que vive a las afueras de la aldea, en lo interno del bosque es, Wei Jimin, el sobrino de la bruja Wei SuJen, la mujer que había lanzando una maldición sobre su familia, una maldición sobre Yoongi, maldición de la cual el mayor de los Lan no tenía idea alguna.

“Es acaso una locura esto, como es posible que estéis hablando del sobrino de la bruja Wei” la fuerte voz de Tae se escucho, seguido de su puño contra el suelo.

“Tae, debes calmarte” pidió el gemelo menor. “Como habéis dado con él?” pregunto Jungkook.

El mayor Lan pasó sus manos por su rostro, y sonrió aún con sus túnicas cubriendo su cara.

“No se, todo comenzó con la pelea con mis padres, luego corrí fuera de Lotus Pier, cuando menos acorde estaba en el bosque y luego... La flauta, el sonido de la flauta me llevo a él” respondió Yoongi, dejando caer su cuerpo sobre la manta que cubría sus aposentos de dormir.

“Qué pasó cuando se vieron?” está pregunta la hizo el gemelo mayor.

Yoongi dejo salir una exhalación, luego soltó una pequeña risa.

“No se, todo se sentía tan extraño, él cubría sus ojos como con ¿miedo? Y se alejaba a pasos lentos de mi, luego el viento y el eco de las hojas, es que no se como explicarlo, sólo que ante mis ojos, pareció.... mágico”

Los gemelos callaron ante aquello último.

Quizás si fue magia, la que atrajo a Yoongi hacia Wei Jimin.

O quizás sólo era la maldición que actúo por consciencia propia.

Ambos menores de voltearon a ver, sin decir palabra alguna se alzaron del suelo en donde estaban. Yoongi sintió la presencia se los gemelos caminar lejos, así que se irguío rápido para sentarse en la cama.

“No le dirán a padre y madre, verdad?” pregunto él, en un deje totalmente serio.

“Hemos prometido no contar nada, recuerda, nosotros jamás te traicionaremos” hablaron los dos al mismo tiempo.

A veces aquellos actos sólo lograban sacarle escalofríos a Yoongi.

“Bien, espero mantengan su palabra” es lo único que dijo Yoongi.

“Lo haremos hermano mayor” nuevamente lo dijeron al mismo tiempo. Y seguido salieron de la recámara principal de Yoongi.

El mayor Lan se dejó caer nuevamente hacía atrás, y como una de sus manos sobre sus ojos, obstruyendo su visión.

“Jimin, que estarás haciendo?” pregunto a la nada, en aquel vacío cuarto.

Mientras a las afueras en el bosque, donde la tormenta era más densa, Jimin estaba acostado en la comodidad de su pequeña cama, transportada al lado de la chimenea donde le daba calor, durmiendo plácidamente, con una tenue sonrisa en su rostro.

“Él es algo lento” un susurro se escucho.

“El otro también es algo lento” dijo una voz femenina.

“El gran día se acerca no es así?” alguien en las sombras pregunto.

“Eso sólo podría pasar si Lan Yoongi se lleva a Jimin a la secta” dijo otra voz en las sombras.

“Eso será muy pronto, sólo tenemos que esperar para ver el gran espectáculo” agregó aquella voz femenina riendo.

“Ciertamente, SuJen fue muy lejos con la maldición, mira que encadenar las vidas de ambos es algo pesado” alguien agregó.

“Lo se, pero esa era la única forma para que los Lan y los Wei se unan, y al fin nosotros podamos partir” se dejó escuchar una voz femenina, pero gruesa.

“Esperemos que el mayor Lan, haga el movimiento rápido” fue lo último que se escucho, antes de que todo quedará en absoluto silencio.

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Cerca del enorme río, en un pequeño puerto, el sonido de una citará era apaciblemente escuchado.

Sus dedos moviéndose ágiles sobre las cuerdas de ella misma, el viento soplando en magnitudes lentas, y el alma de los espíritus con rencores, siendo apasiguadas por la armonía libre de la citará.

Yoongi se encontraba en aquel lugar, tocando la melodía que él tanto sabía de memoria "Claro del alma" solía llamarse aquella melodía, que podía calmar el corazón de una persona con rencor.

Al estar un poco alejado de la secta, el viento transportaba aquella melodía hacía el bosque que, se posaba en frente del puerto.

El sonido de una flauta siguiendo la melodía se dejó escuchar, y el corazón del mayor Lan dio un revuelo de emociones.

Sabía aquien le pertenecía aquel sonido de la flauta.

Y sus dedos se movieron más al sentirse acompañado por el bello sonido de la flauta de Jimin.

Llevaban alrededor de dos semanas sin verse, aquello era de cierta forma un martirio para Yoongi, quien anhelaba cada día poder ver a Jimin.

Luego de que aquella horrible tormenta parara al tercer día, él había sido enviado a la secta de JinLing por asuntos de negocios.

Habían sido dos días de viaje, y para ese entonces ya había pasado casi una semana sin saber de Wei Jimin.

Pero ahora ahí estaban, los dos en diferentes lugares, pero tocando la misma melodía al unísono.

Yoongi quería ir a verle, en esos mismos instantes, pero si lo hacía ese mismo día, sus padres sospecharían su inesperado desaparición, tendría que ir y verlo mañana.

A lo lejos, los gemelos escuchan la melodía de la citará de su hermano combinado con el sonido de una flauta.

No había que ser adivino para saber aquien le pertenecía.

“Joven Jungkook, joven Taehyung, el señor y la señora quieren verlos” una de las sirvientas aviso.

Hizo una reverencia y luego se alejó de ambos jóvenes que solamente habían asentido.

“Y ahora que será lo que quieren” pregunto Taehyung.

“No se, con tal no quieran hacer lo mismo que intentaron con el hermano mayor” dijo en tono tosco Jungkook.

Aquel sólo pensamiento de comprometerse a alguien a quien ellos no conocían, era algo que los hacia estremecer del enono y el asco.

Se dieron media vuelta y emprendieron su viaje hacía la sala, donde sus padres seguramente estarían esperando por ellos.

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“Las cosas no están avanzando es nada” alguien hablo exasperado.

“El tiempo se está acabando, la maldición se desatará pronto y ambos pagaran las consecuencias sino están juntos esa noche” la voz femenina se dejó escuchar en aquellas sombras.

“Entonces no tendremos opción, tendrá que ser el otro plan” alguien dijo.

“No queda de otra, todo sea por liberarnos de esta prisión” la voz gruesa respondio.

Todas las sombras guardaron silencio cuando la puerta de aquella cabaña se abrió, mostrando a un Jimin con las mejillas extremadamente rojas y labios inexplicablemente inflamados y brillosos.

“Hoy están como que muy callados no?” pregunto y a la vez afirmó el joven.

“Simplemente no queremos hablar y ya” respondieron desde las sombras.

“Pero sino me hablan me siento aburrido” respondió Jimin.

“Bueno, si tanto quieres hablar con nosotros..... dinos por que tienes ese aspecto?” la misma voz se dejó escuchar, su tono era de solamente burla.

Jimin se giró rápidamente, viendo hacia la esquina de su cabaña, en aquel punto donde los rayos del sol no pegaban.

“Qué aspecto? Estoy completamente normal” respondió rápidamente el peli-blanco.

Las risas no se tardaron es escuchar y aquello sólo logro avergonzarlo más de lo que ya estaba.

“No puedes mentir Wei, eres muy transparente” la voz femenina se dejó escuchar.

Jimin bufo molesto y se cruzó de brazos. “Ustedes son molestos” fue la única respuesta del joven, para darse la vuelta y caminar en dirección de su cuarto.

Que les importaba a aquellos espiritus molestos lo que le había pasado, aquel asunto no era de su incumbencia.

Una vez estando ya en su cuarto, se dejó caer sobre la pequeña manta forjada en el suelo, y cubrio sus ojos con su antebrazo izquierdo.

Sonriendo inconscientemente cuando recordó el por qué de su estado.

Aún podía sentir el cosquilleo en sus labios cuando accidentalmente había tropezado con sus propios pies y había caído sobre el mayor Lan, haciendo que sus labios se tocarán por una brevedad de segundos.

Aún siente el roce de las manos del contrario sobre su cintura, cerniendose sobre la misma, manteniendolo en aquella posición algo incomoda.

La fuerza con la que el mayor Lan había volteado su cuerpo y era él quien había quedado en el pasto, con Yoongi sobre su cuerpo.

La presión que ejercía en sus hombros al momento se acercarse y nuevamente adueñarse de sus labios, en un beso que Jimin jamás espero tener en toda su vida.

El solo recordarlo hacía que sus mejillas se calentaran de la vergüenza y aquella sensación en su estómago sólo se hiciera mas fuerte y le provoca náuseas por toda la maraña de sensaciónes.

Mañana lo vería, y muy en el fondo esperaba que al menos algo de lo que había pasado hoy, se repitiera.

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Hi, está es MinMin, reportándose con un ThreeShot yoonmin, estilo The untamed✌️✨  NO TE OLVIDES DE VOTAR, ES MUY IMPORTANTE!!

Espero le den amor y muchos votos y comentarios💕 es la primera vez que escribo algo de brujería xD (esto es una dinámica/reto del YMD) así que apoyenlo.

Me disculpo por haber desaparecido por estas dos semanas, simplemente muchas cosas pasaron y pues mnhe lo explique en un msj aquí y en WhatsApp jajajaja No tenía money también :'(

Esto es como una pequeña compensación por la espera, mañana posiblemente suba la segunda parte, gracias por votar y comentar y por obviamente seguirme✨♥️

Espero estén iniciendo bien su 2020✨

Les gustó esta parte de la historia(?)💕♥️

Nosotros aquí vamos pa la guerra, ahre no, pero pueda que si ;-;

Nos leemos más tarde o mañana!!

MinMin✨