
Cap 47
Toc Toc.
La pelinegra esperó que la puerta fuese abierta, luego de un minuto, un pelirrojo la recibió del otro lado.
—Hola... —saludó él, haciéndose a un lado para que ella pudiera ingresar— No me dijiste que vendrías hoy.
—Me divorcié de Jeno. —dijo Yeeun— Ya firmamos los papeles... De hecho, de allí vengo.
—Oh... —fue lo único que salió de los labios del mayor— ¿Cómo te sientes? —tomó la mano de la pelinegra y la guio hasta el sofá donde le hizo sentarse a su lado.
—Me siento bien, con todo... Creo... Sólo será un poco extraño al principio, ya sabes, por la costumbre y eso... Pero en algún momento algo como esto iba a pasar ¿Cierto?
—Y yo me alegro de que por fin haya pasado. —dijo YugYeom— Ya era hora de que llegara mi momento.
—Entonces creo que estoy en el lugar correcto. —respondió ella, sonriendo un poco— Necesito un favor.
—Lo que quieras.
—Considero que lo mejor es irme de la casa, de todas formas Jeno y yo ya no tenemos motivos para vivir juntos...
—Ni siquiera tienes que preguntar Yeeun. —le interrumpió el pelirrojo— Mi casa es tuya.
—Lo sé, sólo quería ser educada. —esta vez la menor habló en tono de broma— Gracias, YugYeom
— ¿Por qué?
—Porque sabía que podía contar contigo. —respondió ella.
El pelirrojo le acarició la mejilla, con su pulgar delineó su labio inferior, la menor cerró los ojos, simplemente sintiendo el tacto del contrario sobre su piel. Amaba ser acariciada por aquellas manos.
Aquellas caricias fueron reemplazadas por un beso. La pelinegra entreabrió los labios, cuando los ajenos pidieron permiso. Se acercó más al cuerpo del mayor, pasando sus brazos por detrás de su cuello. YugYeom, por el contrario, le abrazó por la cintura, manteniendo un agarre firme.
—Creo... Creo que me... Va a gustar... Vivir contigo. —habló Yeeun entre besos. El pelirrojo sonrió y se separó un poco, no sin antes morder suavemente el labio inferior de la menor.
—Yo me encargaré de ello...
—No sé qué decirte la verdad... Sabía que tarde o temprano iba a pasar pero... ¿Cómo lo estás tomando? —Yuta estaba detrás de su escritorio. Ya eran pasadas las 3 de la tarde, del otro lado de la superficie de madera pulida, se encontraba su pelinegro amigo, con la cabeza gacha y una expresión contrariada plasmada en el rostro.
—Bien, al principio no se veía tan chocante... Hace unos días ella vino a mi diciendo que había iniciado los trámites por su cuenta, incluso se lo dije a Jaemin... Creo que alcancé a ver cómo sus ojos brillaban en cuanto se lo dije, en ese momento no me importó, en lo único que podía pensar era en un futuro, él y yo, juntos como una pareja normal... Pero ahora que pienso todo con detenimiento, en realidad voy a extrañar a Yeeun... Dijo que se iría de casa esta misma semana, cuando salimos de la oficina me avisó que iría a visitar a YugYeom, se quedará a vivir con él, estoy seguro. —respondió Jeno, habló sin detenerse bajo la atenta mirada de su amigo.
—YugYeom la quiere. —comentó Yuta— Estoy seguro de que después de Jaemin, el más feliz con tu divorcio es él... Yeeun estará bien a su lado, él jamás la lastimaría.
—Yo también lo creo, por ese lado no me preocupo por ella, sé que estará bien... Es sólo que, la voy a extrañar...
—Ya te harás a la idea... Además... —la expresión de Yuta pasó a ser un poco más pícara, en tono de burla continuó— Jaemin se va a encargar de crearte nuevas costumbres...
Jeno puso los ojos en blanco y bufó divertido ante las palabras con doble sentido de su amigo.
—Contigo no hay remedio... —Ambos rieron. El sonido de un móvil se hizo presente. El de Yuta.
—Hola dulzura... —dijo el pelirrojo en cuanto acercó el aparato a su oreja— Si... ¿Ves? Te dije que sería más cómodo para ti... Ajá... Estoy con Lee... Bien... Nos vemos...
— ¿Pasó algo?
—Era Mark, dijo que ya había salido del seminario y que estaba en camino, por cierto, dijo que traería café y magdalenas para los tres.
—Ese chico es un sol, aún no entiendo como un demonio como tú terminó con semejante ángel. —dijo el pelinegro en tono de broma.
—Si te soy sincero, yo tampoco lo sé... Lo que sí sé, es que Mark me ha cambiado totalmente.
—Es increíble que tengas más de 5 meses sin cogerte a nadie más que no sea él... Eso de por sí ya es un logro bastante grande, incluso hasta tu humor ha mejorado, ya no eres un amargado.
—Ja ja, que gracioso eres. —dijo el menor con sarcasmo— Pero tienes razón, es como si su sola presencia hubiese mejorado todo...
—Creo que ese par de amigos llegó para cambiar nuestras vidas. —comentó Jeno— ¿Sería muy precipitado hablar de una boda doble?
—No seas imbécil. —le respondió Yuta, aunque de todas formas terminó riendo.
Mark ingresó al estacionamiento del edificio, había asistido a un seminario en una parte algo alejada de la ciudad y se había llevado el auto de Yuta. Al principio no quería, pero el mayor había insistido alegando que le sería más cómodo, y así fue.
A lo lejos alguien le observaba. JongIn, veía como éste bajaba del auto con una bolsa en una mano, y el móvil en la otra, al parecer iba tecleando algo.
Más atrás vio como alguien le venía siguiendo, pero no pudo hacer nada, cuando tuvo intención de dar un paso sintió un fuerte impacto detrás de su cabeza que le dejó aturdido, se giró y había alguien detrás de él, le iba a golpear de nuevo pero pudo esquivar el golpe, lanzó una patada derribando al extraño, pero dos más le atacaron por la espalda, logró derribar a uno de ellos, pero el otro le sorprendió con un puñetazo en la cara, que le dio tiempo suficiente a otro desconocido para que le atinara fuertemente a la cabeza con un bate de baseball.
Todo se tornó oscuro.
Mark iba muy pendiente a la conversación que estaba teniendo con su mejor amigo a través de mensajes, quizás estaba demasiado inmerso en la misma.
—Hola Mark... —aquella voz le hizo pararse en seco, aquella voz que hacía tiempo no escuchaba, pero que sin embargo ya le era tan conocida. Iba a darse la vuelta pero sintió un objeto presionando contra su espalda, tanto la bolsa de papel como el móvil cayeron al suelo— Quieto...
— ¿Qué crees que estás haciendo, Sana?
—Lo que debí haber hecho hace mucho... Lanzarte por las escaleras no funcionó, esta vez no pienso fallar...
— ¿Te has vuelto loca? ¿Acaso pretendes matarme? ¡Entra en razón, por todos los cielos! ¡¿Qué crees que conseguirás matándome?!
—Oh conseguiré mucha satisfacción, créeme. —contestó con burla.
—Eres una jodida loca... Necesitas ayuda.
— ¡Cállate! Yo no estoy loca. —esta vez habló con rabia, presionó con más fuerza el revólver en la espalda del menor—Camina, da la vuelta despacio...
—Piensa las cosas... No te saldrás con la tuya, en cuanto Yuta se entere será peor para ti... —el pelinaranja obedeció y empezó a caminar despacio, con Sana detrás de él siguiendo cada paso.
—Yuta no tiene por qué enterarse de nada... Me encargaré de desaparecerte... No quedará nada de ti... Él te olvidará en un santiamén... —Tanto las palabras como el tono de voz de la joven, hicieron que la sangre de Mark se tornara helada.
Avanzaron pasando frente a los autos perfectamente alineados, pero uno ingresó deteniendo su paso, Mark pudo distinguir al conductor, era Jennie.
—Una palabra y les meto un balazo a ambos. —amenazó la rubia, guardando el arma en su bolso.
— ¿Mark?... —Jennie se acercó a ellos y les miró extrañada, el pelinaranja lucía increíblemente pálido.
—Hola Jennie, estaba de salida... Sana y yo tenemos algo que hacer...
—Ya veo... —algo andaba mal, el ambiente estaba demasiado raro, pero Mark no le dio tiempo a decir algo más.
—Nos vemos. —ambos jóvenes empezaron a caminar alejándose de ella, Sana iba detrás de Mark, a la castaña se le hizo extraño, pero empezó a caminar volviendo la vista al frente.
Sus pasos se detuvieron frente a algo arrojado en el suelo, una bolsa y un celular.
Tomó el móvil y al encenderlo había una fotografía de Mark junto a otro chico como fondo de pantalla.
—Mierda... —se dio la vuelta y corrió para intentar alcanzarlos, pero ni Mark ni Sana estaban por ningún lado.
Miró a su alrededor, pero nada. Se percató de que había algo en el suelo a un par de metros, casi detrás de una camioneta, se acercó y por poco pega un grito. Era JongIn.
— ¡JongIn! —se dejó caer junto al pelinegro— JongIn despierta... —tenía una herida en la cabeza y estaba sangrando bastante— Hey...
—Ma... Mark... S-sana... Ella lo... T-tiene... —logró decir el pelinegro medio consciente.
—Maldición... Por eso él estaba así... Ella debió haberlo amenazado con algo...
La castaña sacó su móvil y le marcó al cuerpo de seguridad del edificio, informando que necesitaba paramédicos. Luego salió disparada, logrando llegar hasta el piso correspondiente en tiempo récord.
Se metió a la oficina del pelirrojo de forma apresurada, casi tropezando con sus propios pies.
Yuta y Jeno se sorprendieron ante la entrada tan estrepitosa.
— ¿Qué ocurre Jennie? —preguntó el pelirrojo extrañado.
—Es Sana. —habló la castaña con fatiga— Tiene a Mark...
Y con esas palabras, algo surgió dentro de Yuta.
La mezcla perfecta de ira, impotencia y miedo...
En fin~ Gracias por leer, les amo manguitos 💚
Naranjita♡
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