Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap 2

—Me despidieron... —dijo Mark con pesadumbre, tomando asiento al lado de su amigo.

—¡¿Qué?! —soltó Jaemin con el ceño fruncido.

—Le arrojé una copa de vino a un imbécil que se quiso pasar de listo conmigo. —suspiró, Jaemin rio.

—Genial, me hubiera encantado ver eso. —dijo el mayor divertido.

—Pues a mi me hubiera gustado que ese tipejo nunca hubiera ido al restaurante, aún tendría mi empleo. —se quejó el menor.

—Siempre puedes conseguir otro Makku, además, no es como si en verdad te hiciera falta.

—Pues si, si lo hace, de esa forma me mantengo ocupado...

—Aún no termino de entenderte. —comentó Jaemin— ¿No te basta con los deberes de la universidad?

—Sabes a donde va a parar esta conversación y no tengo ganas de volver a explicarte lo de siempre... ¿Por qué no mejor me ayudas a buscar un nuevo empleo esta tarde?

—De hecho... Ahora que lo mencionas, tengo el empleo perfecto para ti. —comentó— Y de paso perfecto para mi. —sonrió.

—No me gusta la forma en que estás sonriendo. —dijo Mark algo desconfiado.

—No te preocupes... Sé que te gustará.

—No creo qu...

—¡Bien, todos en la segunda lectura, página 34, ahora!

La plática de ambos chicos se vió interrumpida por el maestro que había ingresado al salón, con aparente mal humor.

—Genial... —susurró Jaemin— tendremos que aguantar a este anciano toda la mañana... —Mark sólo suspiró y rodó los ojos.

Mientras transcurría la clase, al pelinaranja le era imposible prestar atención a las palabras que salían de la boca del maestro con fastidio, no podía dejar de pensar en lo ocurrido una noche atrás.

Le molestaba que aquel hombre siguiera rondando por su mente, y no sólo era el hecho de que tipo era malditamente atractivo, no, había algo más, que Mark no podía descifrar.

Se repitió a sí mismo varias veces que ya era hora de olvidar lo sucedido, porque ¿Cuántas probabilidades hay de volver a encontrarse con él? Ningunas, nulas, nada.

Lo mejor sería no darle tantas vueltas al asunto, lo despidieron por culpa de un Adonis super sexy que quizás jamás vuelva a ver en su vida y que lo puso tan nervioso como nadie lo había hecho antes, sin olvidar el hecho de que es un baboso arrogante. Sólo eso, nada importante. Así que si... Lo mejor sería pasar página y olvidar el asunto. Para la semana siguiente ya tendría un nuevo empleo y todo el asunto se perdería en el pasado.

Simple.

—¿Estás seguro de que está todo? —preguntó el joven de cabellos rojos

—Si señor, es todo lo que pude conseguir considerando el poco tiempo que me dio. —respondió el otro presente en aquella oficina.

—Bien, puedes retirarte.

Cuando se encontró sólo se permitió analizar cada página de la carpeta que su empleado le había entregado. Revisó todo con detalle.

—Mark Lee... —susurró para sí mismo— Eres un chico muy interesante... Creo que he encontrado un nuevo entretenimiento... —sonrió.

Nakamoto era una persona muy volátil. Hijo de uno de los magnates más importantes de toda Asia, aunque era sumamente responsable y un As para los negocios no le quitaba lo caprichoso y manipulador. Cuando algo se le metía en la cabeza no había vuelta atrás, siempre consigue lo que quiere, sin excepciones.

Con 28 años se había labrado su propia reputación como empresario estrella, el sucesor de su padre, el único heredero del imperio de la familia Nakamoto, actualmente director general de la compañía.

Ese hombre lo tenía todo, en todo el sentido de la palabra. Aunque tenía sus defectos, arrogante y engreído a más no poder y hasta se podría decir que en el fondo era algo malvado y déspota. Pero ¿Se le puede culpar? Nació en cuna de oro y nunca aprendió lo que es la empatía. Típico ¿No?

El mencionado sonrió cuando logró identificar uno nombre en específico de entre todos los demás.

Lee JongSuk.

¿Cómo olvidar ese nombre? Él mismo había estado a cargo de la compra de la empresa de aquel sujeto, la cual había quedado en bancarrota. El hombre aún le debía mucho dinero a su familia.

Según lo que leía, Mark llevaba una vida acomodada y había roto comunicación con su padre.

¿Lo odia? ¿Lo abandonó por la situación de la empresa? Fueron preguntas que asaltaron la mente del pelirojo.

En pocos segundos ya se estaba armando un plan en su cabeza, el padre del chico sería la carnada perfecta. Un hijo haría cualquier cosa por su padre ¿Cierto?

Yuta lo averiguaría.

—¡Ni lo pienses! —gritó Mark

—¡Ay por favor! ¿Qué tiene de malo? —preguntó Jaemin.

—No voy a trabajar en un club nocturno, Nana, sabes cuál es mi nivel de tolerancia con clientes pesados, no duraré más de dos horas.

—No tienes que preocuparte, el propietario es un amigo de la infancia... ¡Hasta creo que los presenté en una ocasión!

—¿Si? ¿Cuál es su nombre? —preguntó Mark

—Nakamoto Sungchan, su familia es muy rica pero el no está involucrado en el negocio familiar.

—Ya veo... No lo sé Nana...

—Vamos, sólo... Solo has un pequeño periodo de prueba, por algunos días, y si no te gusta pues lo dejas y buscamos otra cosa... ¿Qué dices? Será divertido.

—Bueno. —suspiró— Lo voy a intentar a ver que tal...

—¡Si! —grito el pelliazul, Mark puso los ojos en blanco.

El sonido de la puerta resonó por toda la casa, alguien la golpeaba con bastante fuerza.


Pasó sus arrugadas manos por su oscuro cabello con algunas hebras blancas. Su cabeza aún dolía por la resaca y aquel estruendo sólo empeoraba las cosas.

—¡Ya voy!

Abrió la puerta y en seguida tragó en seco al observar a los dos hombres vestidos de negro que se encontraban al otro lado.

—El señor Nakamoto se está cansando de ser paciente, señor Lee, debe saldar su deuda cuanto antes o habrá consecuencias. —dijo uno de ellos con voz intimidante.

—Por supuesto... Claro que pagaré, sólo necesito tiempo....

—Ya ha pasado demasiado, el señor Nakamoto quiere que su dinero sea devuelto.

—Saldaré mi deuda lo más pronto posible... Dígale al señor Nakamoto que no tiene nada de que preocuparse. —respondió Lee no muy seguro de lo que decía.

—La próxima vez serás más que una simple advertencia, téngalo presente, señor Lee.

Dicho estos ambos hombres se marcharon del lugar. JongSuk cerró la puerta detrás de si y a pasos lentos se dirigió a la cocina, donde destapo otra botella de licor y le dio un largo trago y luego otro. Debía embriagarse lo más rápido posible.

Sólo estando ebrio podía olvidar todo, y a todos.











Autora: Victoria_Aty8

Stan Nct

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro