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Cap 16

FLASH BACK

Luego de un par de tragos el castaño abandonó la barra y decidió acercarse a la pista de baile donde un gran grupo de personas se divertían al ritmo de la música. De todas formas su mejor amigo estaba muy ocupado atendiendo clientes, no tendría tiempo siquiera de notar su ausencia.

La música resonaba por todo el lugar, el castaño avanzó a pasos seguros, se adentró entre las personas y les acompañó en el baile.

Aceptaba los coqueteos de uno que otro chico, también algunas chicas, empezaba bailando con una por aquí y terminaba con el otro por allá.

Amaba bailar. Pasársela realmente bien en esos momentos no representó problema alguno.

Un par de manos se posaron en su cintura, alguien se pegó a su cuerpo descaradamente, un masculino e intenso perfume se adentró intensamente por sus fosas nasales haciéndole sentir mareado por un segundo.

Se dio la vuelta con algo de brusquedad y una penetrante mirada se clavó en su persona.

— ¿Jeno...? —Aquel nombre salió de sus labios como una pregunta para sí mismo, más que cualquier otra cosa— ¿Qué haces aquí? —con voz más aguda de lo normal el peliazul dejó salir aquella pregunta de sus labios, arrepintiéndose al instante ¿Acaso era idiota? ¿Qué clase de pregunta era esa? El peliazul se dio una bofetada mental. Jeno sonrió ante la contrariada expresión del menor.

—Admito que no soy un cliente exageradamente frecuente, pero me gusta divertirme de vez en cuando...

—Si... Por supuesto... —el peliazul soltó una risa nerviosa y volvió a darse un par de toneladas mentales por el repentino ataque de nerviosismo al que se le había entrado.

— ¿Quieres bailar? —el pelinegro lanzó aquella pregunta de forma tan seductora que el peliazul pensó que se refería a otra cosa y... ¡¿Cuándo se había acercado tanto?! Jeno, literalmente, estaba invadiendo su espacio personal, pero por alguna razón, a Jaemin no le molestaba, todo lo contrario, aquella situación con el rubio como protagonista era bastante excitante.

—Claro que quiero...

Jeno fue quien tomó la iniciativa, sus manos volvieron a la cintura del menor, sus cuerpos redujeron un poco más la distancia y empezaron a moverse al ritmo de la música. El pelinegro se movía increíblemente bien, y Jaemin no esperaba menos.

Poco a poco el peliazul fue tomando confianza, sus movimientos eran cada vez más sueltos, sus hombros cada vez más relajados, su cuerpo cada vez más cerca del contrario.

Tenía una curiosidad creciente en su pecho, quería saber qué tanto más allá le dejaría ir el mayor y que tanto más allá se atrevería a ir él mismo.

¿Qué más daba? El arrepentimiento del ¿Y que tal si hubiera...? Era mucho peor que el que llegaba después de haber actuado.

Decidió no darle más vueltas al asunto y se dio riendas sueltas.

Se giró, pegando su espalda al pecho del mayor, moviendo sus caderas de un lado a otro de forma sensual, demasiado de hecho, pero al peliazul ya no le importaba el control y al parecer al pelinegro tampoco.

Jeno reafirmó su agarre, anclando firmemente sus manos en la cintura del peliazul, delineando su curvilínea figura por sobre la ropa, porque eso sí, el peliazul se cargaba un cuerpo de infarto. Cintura definida, piernas tonificadas y trasero redondo, ninguno de esos detalles pasaron desapercibidos para el pelinegro y menos cuando el menor se restregaba tan descaradamente contra su cuerpo.

El pelinegro no tardó en reaccionar y Jaemin se percató de ello, sintió la gran erección del mayor contra su trasero. Una sonrisa se formó en sus labios, Jeno se había puesto duro... ¡Y era por él! Ya que habían llegado hasta ahí ¿Por qué detenerse?

Jaemin se pegó más al pelinegro, si es que eso era posible, y frotó su trasero sin vergüenza alguna contra la erección del contrario, este le giró bruscamente, el peliazul le miró sorprendido con la respiración algo agitada. Jeno le miraba como un lobo hambriento miraría a un corderito en espera de ser comido.

Le tomó por la muñeca y le guio a través de la gente, y no se detuvieron hasta llegar a un rincón donde convenientemente había poca iluminación, justo antes de llegar al pasillo que llevaba a los baños. Jeno le aprisionó contra la pared, colocando sus brazos a cada lado del menor, inclinando su cabeza ligeramente, haciendo notoria la diferencia de altura.

—Dime algo chico bonito... —El tono de voz que utilizó el pelinegro produjo escalofríos en el cuerpo del menor— De tu respuesta depende lo que pase entre tú y yo a partir de ahora... ¿Lo hiciste a propósito? —Jaemin tuvo que morderse el labio inferior para evitar que un jadeo se escapara de sus labios ¿Acaso había escuchado bien?

—Absolutamente. —respondió el peliazul. Si ya habían llegado hasta ahí ¿Para qué retractarse?

—Eso era lo que quería escuchar... —Jeno no perdió tiempo, hizo lo que se moría por hacer desde que había conocido a aquel chico. Le besó con pasión y delicadeza al mismo tiempo.

Jaemin rodeó el cuello del pelinegro con sus brazos y se dejó hacer.

Jeno dejó que su lengua se paseara por la cavidad del menor, explorando todo a voluntad, sintiendo un ligero gusto a soda y alcohol. Le besó a su antojo y se deleitó al sentirlo temblar ligeramente bajo sus brazos. Sólo una vez hecha presente la falta de oxígeno, se separó de él, no sin antes morder su labio inferior.

—Vayamos a otro lugar... Más privado... —Dijo el mayor.

— ¿Sabes que estamos obviando el hecho de que eres casado cierto? —preguntó el peliazul, aún con los brazos rodeando el cuello del mayor, rozando los negros cabellos de su nuca con la punta de sus dedos.

—Tienes razón, chico bonito... Soy un hombre casado, pero eso no es lo verdaderamente importante en estos momentos... ¿Sabes que es lo que realmente importa? —El pelinegro tomó una mano del peliazul y la guio hasta su entrepierna, apretando ligeramente el bulto entre sus pantalones— Esto... Y esto otro... —luego llevó su propia mano a la entrepierna del menor, donde destacaba otra erección, apretó y masajeó por encima de la ropa, haciendo que el peliazul gimiera— Lo realmente importante, Jaemin, es lo que haremos al respecto... Podemos parar aquí... O matarnos las ganas.

Jaemin sintió sus piernas flaquear ¡A la mierda todo! Ya mañana se preocuparía por actuar coherentemente.

—¿Quieres ir a mi departamento?

FIN DEL FLASH BACK

—Espera... ¡¿Esa vez fue aquí en tu departamento?!

—Sip... Me puso en cuatro justo donde estás acostado ahora mismo... —Dijo Jaemin señalando hacia su amigo quien estaba recostado en el centro de la cama.

Ambos amigos se encontraban en el departamento del peliazul y eran pasadas las una de la mañana. Mark se encontraba en el centro de la cama, con sus piernas sobre las del peliazul quien estaba sentado, recostado del espaldar.

Mark puso los ojos en blanco ante el comentario de su amigo, pero luego río.

—No puedo creer que te estés cogiendo a un hombre casado.

—Es como si no lo estuviera, me contó que el matrimonio fue arreglado por sus padres, no se aman en lo absoluto pero tampoco se odian, al parecer mantienen una buena relación y muy abierta... Ella no se mete en sus relaciones y él tampoco en las de ella...

—Si... Yuta me contó algo más o menos...

—Hablando de él... ¿Qué tal todo con ustedes? —Mark se enderezó, y esta vez se sentó cruzando las piernas.

—Pues, falta poco más de un mes para que se acabe el contrato... Después de eso no tendré que... Volver a verlo.

— ¿Por qué me da la impresión de que te entristece pensar en ello? —preguntó el peliazul y no era para menos, el semblante del pelinaranja se había oscurecido y su voz se había apagado en cuanto mencionó al de cabello rojo.

— ¿Es tan obvio?

—Para mi no, lo supe desde un principio.

— ¿Qué cosa?

—Te gusta Yuta.

— ¿Qué? No.

—Te gusta.

—A ver... No confundas las cosas Nana, puede que sí, reconozco que Yuta no es lo que yo pensaba en algunos aspectos, me la he pasado bien con él en muchas ocasiones... Pero no más de ahí, no olvido el como llegue a esta... Relación temporal con él... No... Definitivamente no, imposible... Él no... Me gusta.

— ¿Por qué suenas tan inseguro?

—Estamos aquí para hablar de ti y de Jeno ¿En qué momento la conversación se tornó en mi contra? —preguntó el pelinaranja a la defensiva. Jaemin rió.

—No tienes que ponerte así... No te preocupes, lo aceptarás tarde o temprano.

— ¡¿Aceptar qué?!

— ¿Pues que más? Que estás colado por Yuta.

—No seguiré discutiendo contigo...

—Nadie está discutiendo...

—Cambiemos de tema...

—Te gusta Yuta...

— ¡Ok,ok! ¡Me gusta! ¡¿Ya estás feliz?!

—No me sorprende, ya me lo imaginaba. —respondió el peliazul con una media sonrisa.

—Pero eso no importa, cuando finalice el contrato no tendremos que volver a cruzarnos.

— ¿Eso es lo que quieres?

— ¿Quieres que te sea sincero?

—Si.

—No lo sé.

4/4

Llegamos al final del maratón :( me divertí leyendo sus comentarios, ya se que lxs sorprendí mucho al actualizar seguido JAJAJAJAJ

Pregunta ¿Quien creen que debería ser la esposa de Jeno? 👀

Nos leemos luego mis manguitos...

Lxs amo💚💚

mushroonei te lo dedico preciosx 💚

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