Aquella confesión había salido desde lo mas profundo del corazón del castaño, a pesar de negarlo, el reencuentro con Jungkook y permanecer tan cerca de él había sido muy profundo para todo su ser. Pero en el fondo sabía que ambos no estaban destinados a estar juntos, no podía irrumpir en la vida de Jungkook luego de tantos años y creer que todo estaría bien cuando no era así. Tenía que mantenerse sereno aunque eso le costaba mucho.

—No hare nada malo para que te sientas arrepentido de estar conmigo —soltó— Han pasado tantos años, tantas cosas en las que tal vez me he arrepentido cada día de mi vida por haber cometido tantos errores en el pasado —contaba amenamente pero triste a la vez— Pero no me arrepiento de haberte conocido en el intento de ser feliz, porque tu me ayudaste aquella vez cuando estaba perdido y creí que iría a morir.

—Taehyung...—susurró.

—Quiero que sepas que cuando todo este trabajo termine volveré contigo a casa, a la casa que formamos y que se volvió nuestro hogar —confesó tomando por sorpresa al mayor.

—Si esa es tu decisión la voy a respetar con mi vida pero no sacrifiques lo que consideres felicidad por algo que siempre será un juego —le aseguró antes de dar por finalizada la conversación.

Ambos habían sido sinceros y eso es lo que los mantenían unidos, aunque en el fondo se sintieran vacíos por compartir una historia de desamor casi igual, aún así se tenían el uno al otro a pesar de que su camino estuviera dividido por diferentes sentimientos.

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Como era de costumbre para el pelinegro se encontraba sentado frente a un enorme pupitre, revisaba los papeles que habían sido firmados el día anterior por el señor Wook. Aunque pareciera que todo estaba tranquilo algo dentro de él parecía decirle que las cosas no marcharían para nada bien.

Luego del abrazo que le había dado el castaño se había sentido un poco confundido, pero a la vez triste al recordar aquellos momentos donde solían estar así. Momentos que no volverían por el momento pero que podía compartir con otra persona a la que si le importaba.

Estaba distraído pero cuando levanto la mirada vio bajar a lo lejos del ascensor a una pareja que parecía feliz, ambos se encontraban tomados de la mano como un agradable matrimonio pero eso hacía sentir un poco mal al pelinegro.

—Señor Wook, señor Kim bienvenidos —dijo acercándose hacia ellos e inclinándose en forma de saludo— Hoy tenemos muchas reuniones con algunos inversionistas y clientes de las construcciones de los edificios nuevos —contaba amenamente— Podríamos pasar a sus oficinas y ahí puedo entregarles el cronograma de las citas.

—Esta bien —soltó el mayor— Pero antes podrías traernos unas tazas de té por favor —le pidió.

—Si señor enseguida —antes de que terminará de hablar fue interrumpido por la voz del castaño.

—Podrías traerme una taza de café por favor Jeon —le pidió sin verlo directamente pero el pelinegro sabía lo mucho que le gustaba esa bebida así solo asintió con su cabeza y se retiro.

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—Entonces tenemos citas a la misma hora —cuestionó— Jungkook debemos elegir a cual de ambas ir, no podemos asistir a las dos citas.

—Señor lamento decir esto pero ambas citas son importantes —aseguró el pelinegro— No podemos rechazar una porque ambas son necesarias para la empresa.

—Porque no vas tu a una cita Wook y yo a la otra —exclamó— Así podríamos evitar perder ambas cuentas no crees.

—Estas seguro de querer hacerlo —preguntó seriamente— Esto es demasiada responsabilidad Tae.

—Muy seguro Wook-shi —lo aseguró— Estoy preparado para esto, lo estuve siempre y prometo no defraudarte —dijo feliz.

—Esta bien, y tú Jungkook podrías acompañarlo por favor —le pidió— Se que es mucho pedir pero así me aseguró de que Tae no haga nada indebido.

—Yo no hago esas cosas Wook —se quejó.

—Claro que las haces cariño —río— Pero esta vez confío en ti y se que lo harás bien —se levantó del lugar donde estaba y se acerco hasta quedar frente al castaño, acto siguiente lo abrazo dando a entender su confianza— Te quiero esta bien.

—Y-Yo —tartamudeo por unos segundos pero al final cedió— Yo te amo Wook.

Esos pequeños actos eran los que ponían incomodo a Jungkook, porque nunca se porto así con él pensó. Porque simplemente todo estaba mal cuando estuvieron juntos, porque no dio mas de si mismo para que eso funcionara.

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El castaño acompañado del pelinegro estaban frente a una gran reunión de sociedad, tenían un contrato entre manos que cerrar, de eso dependía mucho su trabajo y sus puestos en la empresa.

A pesar de ser un simple asistente, el pelinegro sabía muy de aquellos temas que se tratan en una empresa. Era su momento de poner en practica todo los años de estudio que tuvo, quería que sus padres si sintieran orgullosos de él y aunque fueran por pequeños actos en los que podría contribuir, era mas que suficiente para saber que lo estaba dando todo en cuanto a su vida y a su trabajo.

Por otra parte el castaño conversaba amenamente con el señor frente a él, tenía que mantener su propia postura, de algo había servido el estudiar tanto en el extranjero, y todo gracias a su flamante esposo. A pesar de tener complicaciones para amarlo eso no quitaba el hecho de toda la ayuda que le brindo durante su estadía en el extranjero, le debía mucho y debía demostrar lo mucho que sabía y había aprendido.

—Los planos son estos —dijo mostrándole algunos papeles y esparciéndolos sobre la mesa.

—Quisiera saber sobre la cotización y los demás implementos —preguntó.

—Jungkook por favor entrégale la cotización —le pidió y acto siguiente el pelinegro le entrego un folder lleno de papeles.

—Aquí tiene señor, usted podrá mirar que los precios sobre las construcciones son favorables para usted y podrán beneficiar en cuanto a su economía señor Smith —explicaba mientras detallaba cada cosa.

—Entonces las construcciones estarán en buenas manos —preguntó el señor— Necesito saberlo para tener la confianza de poder dejar esto en sus manos.

—Tenga la seguridad de que sus obras estarán en buenas manos señor Smith —dijo el castaño sonriendo y asegurando que todo estaría mas que bien— Las empresas Choi junto a su sociedad con las empresas Wook le aseguran que sus obras estarán funcionando en un 100% sin falla alguna —se inclinó levemente hacia él sin perder aquella sonrisa cuadrada que lo caracterizaba.

Si bien eran expertos en negocios, tenían que tener el poder de convencimiento y seducción para hacer firmar algunos contratos.

—Entonces no se diga más, firmemos este contrato pero tengo una condición más —pidió mostrando una mirada ladina al castaño.

—Dígame señor Smith, trataré de cumplir al pie de la letra sus condiciones —respondía sonriendo a mas no poder.

—Me gustaría seguir viéndolo a usted luego de la firma del contrato —pidió— Ya no se ven a chicos tan jóvenes y guapos como usted —le sonrío.

—Taehyung tan solo deberíamos concentrarnos en el contrato —murmuró el pelinegro acercándose un poco a Taehyung pero este hizo caso omiso a su pedido.

—Gracias, y claro por mí no hay ningún problema en seguirnos frecuentando —ambos se pararon y se dieron un abrazo en forma de alianza— Si quiere podemos festejar luego de firmar el contrato —le sugirió.

—Si claro, vayamos a festejar esta nueva alianza.

Luego de la firma entre ambos socios, saldrían a festejar como había mencionado antes el castaño. Salían de aquel restaurante para dirigirse a un bar cercano pero antes de que el pelinegro y el castaño salieran, Jungkook detuvo al castaño. Estaba enojado y Taehyung no entendía el porque hasta que dijo lo que dijo.

—Podrías explicarme que tratas de hacer —lo miró feo— Respóndeme, ese señor te dobla la edad y esta tratando de seducirte Kim —lo apunto con su dedo— Estas casado y quieres hacer esto.

—No es la primera vez que vivo algo como esto Jeon —comentó— Muchas veces vi como Wook hacía lo mismo y cerraba muy bien los negocios, porque no hacer lo mismo si resulta tan fácil todo así.

—No eres un niño Kim —acusó— No puedes hacer lo que tienes pensado, no puedes simplemente estar con ese señor —le pidió nervioso por lo que estaba diciendo.

Fue ahí cuando el castaño entendió algo que no había visto hace tiempo en él, acaso Jungkook estaba celoso. Pues tal vez sería buena idea preguntar lo que pasaba por su mente.

—Estas celoso, es eso —le preguntó.

—C-Como crees —tartamudeó pero el castaño tan solo lo miraba sin decir nada— Deja de mirarme así que no estoy celoso.

—Digas lo que digas yo se...

¡Que estas celoso Jeon Jungkook!