
04
«El pasado siempre es pasado, pero los recuerdos jamás se pueden borrar así pasen años tras años»
Luego de la pequeña conversación bastante seria que tuvieron el castaño y Jimin, las cosas simplemente siguieron su curso, bajo la lluvia caminaba bastante pensativo un chico rubio, sin importarle que se estuviera mojando, tan solo por su mente pasaba las últimas palabras que dijo el castaño.
Que había sido a lo que se refirió el castaño cuando dijo lo que dijo, acaso Park Jimin ocultaba algo muy en el fondo de sus recuerdos. Pues tal vez durante la historia lo descubramos.
Era casi media noche cuando el rubio llego al complejo de apartamentos, la puerta resonaba en el apartamento y un pelinegro bastante preocupado salía al encuentro de su novio.
—Jimin —lo llamó— Porque no me avisaste que llegarías tan tarde, no sabes lo preocupado que estaba por ti —le reprochó pero se detuvo al ver que su novio no parecía estar con los pies sobre la tierra— Estas bien, amor —movió su mano frente a su rostro para llamar su atención— Tuviste un paciente muy enfermo verdad, sabes que esos casos ocurren, no tienes porque culparte.
—Cuando ibas a decirme —soltó al fin— Cuando ibas a decirme que él regreso.
Se había enterado, eso era lo que tenía tan impaciente pensó el pelinegro. Debía arreglar esto de la mejor forma aunque no estuviera del todo seguro.
—Lo siento Jimin, todo salió de la nada —dijo nervioso— Realmente no sabía que él regresaría y que me lo encontraría en la empresa.
—Supongo que todos lo saben, que hasta incluso eres sus asistente —cuestionó.
—No es así amor, yo se lo conté a Suga hyung y a los chicos en los minutos que tuve libre, iba a decírtelo a ti pero —antes de que terminará fue interrumpido por el rubio.
—Vaya, todos lo sabían menos el payaso de la historia verdad —fue duro con sus palabras— No entiendo que paso hoy que parece que no conectamos por un momento en nuestra relación —agachó la mirada, se sentía mal desde que se encontró con su ex mejor amigo— Dime algo —hizo un pausa, parecía buscar las palabras correctas para decir— Nada cambiará entre nosotros ¡Verdad! —preguntó levantando la mirada y encontrado aquellos hermosos ojos que cada día lo enamoraba— Seguirás —tartamudeó— Seguiremos siendo uno solo verdad.
—Lo seremos —aseguró— Yo te amo Jiminie y él realmente no me importa —confesó— Taehyung es parte de mi pasado y tu eres mi presente.
—No importa lo que pase, siempre estaré a tu lado Kookie —sonrío mientras caían unas pequeñas lagrimas de sus ojos— Te amo y lo haré siempre —dijo, y acto siguiente se lanzó hacia el pelinegro dándole un furtivo y apasionado beso.
—También te amo Jimin —dijo cuando pudo separarse un poco de su novio pero no le duro tanto ya que Jimin realmente lo necesitaba.
Necesitaba sentir su calor, necesitaba a su novio como siempre lo había hecho desde él día que se enamoró de él. Las cosas parecían estar bien por el momento, ambos solo necesitaban su dosis de amor puro y sincero pero a veces la tranquilidad suele durar muy poco cuando los problemas y las tentaciones son fuertes que una persona.
●●●
Por otro lado
En el centro de la ciudad, un bar bastante llamativo para ser del agrado de algunas personas, "Le chamber", aceptaba a cualquier persona que realmente necesitaba desahogar sus penas y pasar un buen rato en la compañía del alcohol.
Iban todo tipo de personas, claro era el bar mas lujoso de la ciudad, aquella noche parecía ser de mucha diversión para el castaño. Claro aunque no lo mostrará quería ahogar sus penas y enojos en la compañía de un trago y buena música.
—Sabes, él estaba ahí —soltó recordando lo que sucedió en la mañana— Tan lindo, tan perfecto como siempre, su sonrisa, su hermosa sonrisa y su rostro apenado por el pequeño accidente que sucedió, era él, era mi Jungkook —contaba sonriendo a alguien a través de la línea— Wook- shi, tenías que verlo, el amor de mi vida estaba frente a mí —dio una pequeña carcajada porque ni el mismo podía evitar emocionarse por haber vuelto a ver al pelinegro.
—Estas demasiado borracho Taehyung —contestó por el otro lado— Tal vez deberías ir a descansar al departamento —le sugirió.
—Si tan solo lo hubiera visto aquella vez, todo sería diferente —confesó— La culpa la tiene el maldito de Park, sabes que me lo encontré, tan arrogante como siempre se daba sus aires de superioridad al hacerme saber que ahora tiene lo que tanto quise y quiero.
—La vida es impredecible Kim —soltó— No puedes jugar con fuego justo ahora porque aquellos corazones no están preparados para quemarse.
—Deberías estar aquí —cuestionó— Conmigo, con tu esposo, deberíamos estar en casa haciendo el amor toda la noche —decía mientras tomaba un sorbo del whisky que tenía frente a él— Cuando es que vendrás Wook.
—No sabes cuanto me gustaría estar ahí contigo —contestó feliz a través de la línea— Pero aún debo solucionar algunas cosas por aquí pero te prometo que llegaré en un par de días.
—No estoy bien Wook-shi —respondió sin saber el porque de sus palabras— Estoy lejos de casa, ¿Por que vine hasta aquí si sabía que iba a sufrir? —preguntó.
—En el fondo sabes que tu hogar esta ahí Tae —respondió serenamente pero muy en el fondo sabía aquel chico que su esposo no la estaba pasando bien.
Era su primer día en la ciudad y ya estaba tomando solo en un bar, eso significaba que las cosas no estaban marchando bien y que debía solucionarlo tan pronto si no quería perder a su marido.
—Llamaré a un hombre de confianza para que vaya por ti —comentó pero esto fue denegado por el castaño.
—No! Llamaré a mi asistente personal —gruño un poco pero quería hacerlo, quería escuchar la voz del pelinegro— Te llamaré luego, si es que puedo —río y colgó antes que fuera detenido por su esposo.
Acto siguiente y como pudo logró marcar aquel número registrado como Asistente Jeon, era de madrugada y no quería interrumpirlo pero tal vez no se acordaría de esto mañana temprano.
Una voz suave y linda para lo oídos del castaño se escuchaba al otro lado de la línea, si había contestado ahora que era lo que diría.
*Hola...Con quien hablo —preguntó*
*Necesito que vengas por mí*
*Kim...Eres tu Kim Taehyung*
*Soy tu jefe, el gran jefe de la empresa*
*Como conseguiste mi número pero sobre todo que es lo que quieres*
*Necesito que vengas por mí*
*Estas loco...No ves la hora que es, mañana tenemos que trabajar y tu quieres que vaya por ti a quien sabe donde*
*Eres mi asistente no, ven por mí*
*Tu lo dijiste, soy tu asistente mas no tu novio*
Auch, si que eso había dolido, la manera fría y dura en la que le hablaba la persona con la cual había estado una vez, le dolía mucho, pero era lo que parecía merecerse. Aunque hayan pasado demasiados años algunas cosas no se pueden olvidar así como si nada.
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