💖(NARRADOR: OMNIPRESENTE)💖
La mañana fue tranquila.
Akiko se encontraba desayunando en el comedor, antes de irse a trabajar en el hospital.
En eso, un psíquico todo despeinado bajó las escaleras.
-"Buenos días."-
- Buenos días Kusuo ¿Dormiste bien?-
Él recordó el momento un poco "subido de tono" que tuvo con su novio la noche anterior. Se sonrojó un poco por eso.
-"Sí, gracias."-
-¿Por qué no vas al baño?-
Esa pregunta lo desconcertó un poco, pero aún así fué.
...
Pudo quitarse con éxito los dibujos hechos con marcador negro de la cara.
Fué una suerte para el bienestar de Toritsuka que el marcador no era permanente.
Al salir, había una fila para usar el baño.
Las únicas personas que no habían sido dibujadas eran Teruhashi, Chiyo e Imu (y por supuesto Akiko).
Toritsuka recibió su merecido, siendo Aiura quien le dibujó un aparato reproductor masculino cerca de su boca mientras dormía.
Luego de lavarse todos la cara (y que Touma se haya avergonzado por ver la palabra "GAY" escrita en su frente) desayunaron juntos.
Saiko fué el primero en irse, ya que por su "seguridad" sus guardaespaldas lo siguieron y se mantuvieron cerca de la casa de el rubio toda la noche.
-¡Gracias por haber venido! Ojalá lo hayas pasado bien ¡Espero verte en la escuela mañana!-
- Gracias, supongo. No te prometo nada. Adiós.-
El rubio lo acompañó hasta afuera, donde la limusina lo esperaba. El peligris con toda la vergüenza del mundo le dió un beso en la mejilla y salió corriendo.
Luego de un largo rato de solo estar ahí juntos, se comenzaron a ir de a poco.
Mientras caminaba hacia su casa, Teruhashi se encontraba pensando en que ya no tenía oportunidad para hablar con Kusuo, se había olvidado por completo.
Los únicos que quedaron fueron Kaido y Kobuyashu, junto con Kusuo y Touma.
Kaido comenzó a contarle todo sobre la "Unión Oscura" a el rubio, que se mantenía escuchando y anotando todo en su libreta, pareciendo un psicólogo con su paciente que tiene la percepción de la realidad alterada.
Kusuo y Kobuyashu miraban a sus chicos hablar, alegrándose de que se llevaran bien, sonriendo ante esa situación, un poco sonrojados.
- Ey, Saiki ¿Hace cuánto que salen?-
-"Casi un mes ¿Y ustedes dos?"-
- Tres meses.-
-"Me alegro por ustedes."-
- Gracias, yo también ¿Haz preparado algo? Ya sabes, para celebrarlo.-
-"Muy pronto lo haré."-
✿✿✿
Algunos días pasaron desde la pijamada, y el día en el que cumplirían un mes de novios Touma y Kusuo se acercaba.
El psíquico se estaba partiendo la cabeza pensando en un regalo para el rubio. Eran muchas cosas que podrían ser un buen regalo, desde la cursilería cliché de flores, cartas de amor y chocolates hasta algo original que aún no se le había ocurrido.
Luego de pensar y pensar durante un par de días, llegó a una idea decente.
Unos días antes se había convertido en el "hombre 10.000¥ yenes" para recaudar fondos.
Un poco de todo, un poco de cursilería, algo hecho por él, entre otras cosas que luego haría.
Faltaba poco para la fecha así que ese miércoles luego de la escuela, salió al centro a ver cosas útiles para lo que le iba a regalar.
Así, logró conseguir un par de cosas.
Sonrió victorioso ante su regalo.
Touma se había quedado en el tiempo. Le parecía ayer cuando el psíquico lo acorraló contra el suelo y comenzó a besarlo, para luego confesarle sus sentimientos.
Todavía no creía que en unos días cumplirían un mes juntos.
Quizás exageraba, pero era mucha felicidad para él saber que su novio había durado un mes con él. Esperaba que fuera así toda la vida.
Y así sería.
Él no tuvo tantos problemas para pensar un regalo, así que en dos días ya estaba listo.
Esperaba que le gustara.
Ese sábado 1° de julio, celebraron un mes de novios.
Esa mañana, el rubio se preguntaba si debería ir a la casa del psíquico para darle su regalo y pasar el día juntos, asi que se decidió a ir.
Saludó a su madre que lo felicitó, mimó, abrazó y celebró mucho, feliz por ellos.
Cuando abrió la puerta de su casa, se encontró al pelirosa parado a punto de tocar el timbre.
Los besos, abrazos y cariños abundaron ese día, avergonzandose ambos un poco por las miradas de su madre ante tales actos de amor.
Fueron a la habitación del rubio, donde tenía preparado un regalo.
Se sentaron en la cama.
- T-Te hice algo Ku...-
-"Wow, muchas gracias."-
Le dió una bolsa violeta donde se encontraban todas las cosas de su regalo dentro.
Al meter la mano, lo primero que sacó fué un libro.
- Vi que lo mirabas cuando fuimos a la biblioteca, así que bueno, lo leí y me di cuenta de que era muy típico, y como se que a ti te gustan los libros cliché...-
Luego de varios besos, el más alto le agradeció. Era una novela policial muy predecible, como le gustaban a él.
Lo siguiente que sacó fué una caja de bombones en forma de corazón.
Soltó una pequeña risa, y dejó la caja su lado.
Al volver a meter la mano en la bolsa, sintió algo suave, así que lo sacó, y se sorprendió un poco.
Era un muñeco de lana tejido de Touma.
El rubio se sonrojó y se puso algo nervioso, tenía miedo de que al pelirosa no le gustara.
Recibió un dulce beso, seguido de una linda sonrisa.
Le encantó.
Un dibujo hecho por el rubio fué lo que sacó luego.
Lo había dibujado a él con corazones y flores al rededor.
- L-Lo siento, Ku, no soy ningún artista, ni-
- Que lindo, gracias.-
Lo siguiente fué una camisa celeste claro, perfectamente doblada, que al olerla se dió cuenta de que era de Touma.
Por último, sacó una pequeña caja.
Un anillo de germanio plateado con las iniciales de ambos grabadas.
Kusuo llenó de besos a Touma, y le agradeció muchas veces por todo, haciendo muy feliz al rubio.
- Yo también te hice algo.-
Touma recibió una linda caja violeta con un lazo verde agua. Justamente sus colores favoritos.
Se quedó viendo la caja en sus piernas, mientras varios pensamientos cruzaron por su mente.
Sus manos temblaban y cuando Kusuo se dió cuenta, el rubio estaba llorando.
Lo abrazó, lo besó, le secó las lágrimas, le dijo mil cosas lindas mientras Touma le agradecía mil veces por todo, por el regalo, por haber estado con él un mes y por seguir ahí con él, en su pensamiento de estar juntos mucho más, cosa que era realmente una predicción de ambos, una promesa y una verdad.
Cuando pudo dejar de llorar, abrió suavemente la caja, siendo lo primero que se veía, una flor, una rosa roja envuelta en un papel transparente con un lazo rosa.
Se aguantaba las lágrimas, ya no quería llorar, estaba realmente agradecido por todo, y aunque esa caja hubiera estado vacía igual le habría encantado.
Dejó suavemente la flor a su lado y siguió viendo el contenido de la caja.
Debajo de ella, había un par de pequeñas cajas de bombones, junto con un pequeño peluche de lana tejido de Kusuo, todo encima de un suéter con varios de sus colores favoritos.
Sonrió encantado y dejó todo a su lado en la cama, descubriendo dos cosas más debajo del suéter.
Una carta y una pequeña caja.
Dejo la carta a un lado, ya que decidió leerla cuando estuviera solo.
Tomó la pequeña caja en sus manos, mirándola unos segundos, imaginando lo que podría ser y preparándose emocionalmente si es que era eso que pensaba.
Al abrirla, rompió en llanto.
Efectivamente era eso en lo que pensaba.
Un anillo.
Un anillo de plata con las iniciales de ambos grabadas.
- Dios mío, Ku, cumplimos un mes, no tres años, esto es demasiado para mí, yo...-
- Ey, tranquilo, es solo un anillo, no puedo proponerte matrimonio aún, aunque quisiera.-
Entre besos y lágrimas, le agradeció una y otra vez.
Bajaron al comedor para hacerse un desayuno, sorprendiéndose un poco por la presencia de Akiko, que se había tomado el día libre.
Se hicieron un té y comieron los bombones que se habían regalado, convidándole a su madre, que miraba las cajas con deseo y hambre.
-¿Te gustó el muñeco? Mi rayito de sol estuvo como loco tejiéndolo, pensaba en hacerte a tí, pero yo lo convencí para que te haga a tí, porque algo me decía que tú le regalarías un muñeco de ti y-
- ¡Mamá!-
El psíquico solo se reía.
- Si, me encantó, gracias por convencerlo.-
Luego de un rato, vieron como el cielo se nublaba, decepcionando un poco al pelirosa.
- Pensaba llevarte a algún lado.-
- No te preocupes, Ku, yo realmente no quiero que me lleves a ningún lugar, quiero quedarme aquí contigo, solo eso.-
Sonrieron.
- Bueeeeno, yo si que iré a algún lado, saludaré a tu madre de parte de ambos.- Le dijo a Kusuo.
Al abrir la puerta, se encontró a una mujer con un niño.
- Hola, ¿Se encuentra aquí el hijo de Kurumi? Ella me dió que estaba aquí, necesito dejar a mi hijo con él, ya que no quiere que lo deje con otra persona.-
-¡Holaa! Claro, puede quedarse, ellos dos cuidarán de él.-
-¡Cyborg Ciderman número 2! ¡Y el chico robot!-
Yuuta corrió hacia ellos y los abrazó.
Quedaron los tres solos, sentados en el sillón viendo la tele.
El rubio sacó gelatinas de café de la heladera, haciendo que el pelirosa lo besara, ignorando por completo la mirada atenta del niño, que estaba tan sorprendido como confundido.
-¿Ustedes son novios?-
- Si, pero no sé lo digas a nadie.-
-¡Ok!-
- Kusuo...-
- Tranquilo, no pasa nada, de todos modos, deberías acostumbrarte a besarme delante de un niño.- Le susurró.
Touma se sonrojó.
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Holaaaaa cómo andan🌹
Disculpen la tardanza (;ŏ﹏ŏ)
Estuve pensado muy seriamente (XD) en ir haciendo el ambiente para que ellos 👉👌 JAJAJAJ bueno digan ustedes si ya el próximo los hago coger
JAJAJAJA re directo pero bueno
No tengo nada más que decir supongo así que nos vemos en el próximo capítulo UwU
Chauuuu 💖🌹
(No sé que le pasa a Wattpad que no me deja poner imagen al comienzo 😿)
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