💖(NARRADOR OMNIPRESENTE)💖

Cuando Akiko volvió a su casa con Kurumi y Kuniharu, se encontraron a Touma y Kusuo durmiendo abrazados en el sillón.

El primero en despertarse fué el psíquico, que saludó a los adultos y ante sus preguntas, aclaró que la madre de Yuuta había ido por el hace una hora.

Luego de que el rubio despertara, Kuniharu y Kurumi los saludaron muy cariñosamente, felicitándolos a ambos por su día tan especial, y decididos de prepararles una comida tan especial como ellos.

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Se sorprendieron de lo rápido que se pasó el día. A la mañana vino Yuuta, comieron, miraron televisión, jugaron, se cansaron, durmieron, vino su madre, y luego de que Kusuo la atendiera volvió a dormir, se pasaron toda la tarde así, pero no se quejaba, así pasó por el deseo de Touma de no salir y pasar su día juntos en casa.

Les vendría bien ir acostumbrándose a que la mayoría de sus días sean así.

Lo disfrutaron mucho.

La lluvia había parado un rato, mientras los adultos preparaban la cena.
Solían cenar bastante temprano.

La comida estaba casi lista, un par de minutos más en la cocina bastarían para su finalización.

Mientras tanto, el rubio leía el diario junto con Kuniharu en el sillón, Akiko hablaba alegre con Kurumi y Kusuo leía su nueva novela.

Estaba siendo un muy lindo día.

Alistaron la mesa y el hambre, listos para brindar por los enamorados y su primer mes de relación.

Y así fué.

Les agradecieron felices, mientras les deseaban que se amen siempre y duren muchos años.

- Sigan así que sin ustedes no puedo hacerme abuela.-

-¡MAMÁ!-

El resto se reía y Touma se avergonzaba, pensando en lo que acababa de escuchar.

El resto de la comida transcurrió muy bien, siendo una muy agradable cena en familia.

Una vez terminados de comer, Akiko sacó de la nevera un pastel helado, que había comprado con Kuniharu y Kurumi al volver a su casa.

Mientras comían, Touma le ofreció a Kusuo dormir juntos, algo que obviamente aceptó, sorprendido un poco por la manera en la que le dijo ese ofrecimiento.

Al terminar el postre, los padres de Kusuo se prepararon para volver a su casa.

Saludaron muy cariñosamente a los novios y a la rubia para luego pedir un taxi, ya que la lluvia había retomado su labor.

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No era tan tarde, pero decidieron acostarse.

A la rubia le había ganado el sueño, así que fué la primera en alistarse para dormir.

-¡Descansen! O ¡Diviértanse, hagan lo que hagan!- Dijo guiñando un ojo, haciendo que se sonrojara un poco, más que nada el rubio.

El pelirosa recibió una camiseta y un pantalón de su novio, ya que no tenía ropa para dormir.

Una vez entregadas las prendas, comenzó a cambiarse, intentando ignorar la mirada perdida de rubio, que recorría detenidamente todo su cuerpo con los ojos, para luego reaccionar a lo que estaba haciendo y comenzando a cambiarse, apenado por haber mirado con deseo a su novio.

Apagaron la luz y eligieron un lado de la cama.
Touma de mantenía del lado contra la pared, intentando darle más espacio a Kusuo, para que se sienta cómodo, mientras que el pelirosa se apegaba cada vez más a la espalda del contrario.
Sentía su respiración cálida en el cuello.
Este se sorprendió del calor que emanaba Touma.

El psíquico, estando tan cerca de su espalda, se dejó llevar un poco por la situación, y apoyó su mano en el costado del torso contrario, mientras dejaba de vez en cuando algún que otro pequeño beso en su nuca.

Kusuo comenzó a acariciar desde la cintura hasta el muslo del rubio, esta vez un poco más rápido que la última ocasión en la que lo había hecho, quizás ansioso por la reacción de este, mientras besaba su cuello, con besos cada vez más húmedos, haciendo que los casi inaudibles suspiros que escuchaba se volvieran leves gemidos.

- Mmmh ¿Vas a hacer esto cada vez que te de la espalda?-

- Puede ser.-

- Entonces lo haré más seguido mmh aahh~-

Esa respuesta lo sorprendió, provocando una sensación que recorrió todo su cuerpo.

Ansioso por saber si eso era un permiso para algo más íntimo, metió su mano por debajo de su ropa, acariciando de manera rápida la suave piel de su torso, turnándose para chupar y pasar su lengua por su cuello y hombros.

El volumen de los gemidos del rubio aumentaban al igual que la temperatura corporal de ambos.

- Dios, Kusuo, aahhh~ no tenía idea de que fueras tan pervertido.-

- Mmmh, ni yo tenía idea de que fueras tan caliente.-

Touma se dió la vuelta y comenzó a besar ansioso a Kusuo, quien introdujo su lengua en la boca de este.

El pelirosa acorraló a rubio contra la cama, lamiendo todo su cuello, provocando más gemidos, bajando hasta su pecho y abriendo la camisa que traía, dejando todo su torso expuesto, viendo cómo los pezones del rubio se endurecían. Sin previo aviso, comenzó a lamerlos y apretarlos, intercalando sus movimientos, lamiendo, chupando y mordiendo levemente uno mientras acariciaba con la yema de sus dedos y pellizcaba el otro.

-¡Mmmh~ aaahh, Kusuo~ ahhh~ me estoy exitando, mmh~!- Le dijo mientras se aferraba a los hombros contrarios, intentando no hablar muy fuerte, a pesar de que el sonido de la lluvia tapaba todo lo que su madre pudiera oír.

- Mmmhh tu también me excitas mucho, Touma...-

El psíquico sintió un bulto debajo de él, uno que no era el suyo.
Bajó hasta su estómago, lamiendo todo su abdomen, llegando a su parte baja que comenzaba a endurecerse, dejando besos por encima de su pantalón.

El rubio se estaba volviendo loco, el tacto que estaba recibiendo era tan nuevo y a la vez tan estimulante, que solo quería que Kusuo continúe y no pare.

Touma se preguntaba si estaba bien tener ese deseo sexual que sentía con su novio, a pesar de saber bien que la respuesta era si.

-¡Aahh~ por favor Kusuo, quítame la ropa, mmhh~!-

Eso puso todavía más caliente al psíquico, que continúo dejándose llevar por los deseos del rubio, quitándole el resto de la ropa, dejando ver el miembro expuesto de su novio, que comenzaba a erectarse.

Touma realmente no creía lo que estaba pasando. Iba a tener sexo con su novio, él iba a tocarlo, e iba a estar dentro de él. La sola idea de verlo desnudo lo excitaba, y eso estaba ocurriendo, se estaba desvistiendo encima de él, recorriendo todo su torso con los ojos al mismo tiempo que escuchaba sus leves suspiros.

El más alto comenzó a besarlo, viendo cómo el rubio debajo de él se animaba a introducir despacio su lengua en su boca mientras con la punta de sus dedos recorría todo su abdomen.

- Mmmh~ Kusuo...¿Puedo tocarte?-

- No tienes que preguntar.-

Al escuchar eso, comenzó a tocar con sus dos manos todo el pecho del psíquico, deteniéndose en sus pezones, disfrutando el tacto de su cuerpo.

- Dios mío, mmmh~ eres tan sexy.-

Apretó sus labios, que temblaron un poco, y luego con un rápido movimiento pasó su lengua por uno de sus pezones.

Al escuchar el gemido que se le escapó al pelirosa, sintió un escalofrío y como su miembro se erectó por completo, llegando a tocar el abdomen del contrario encima suyo, provocándole un largo gemido.

-¡L-Lo siento Kusuo! No volveré a l-lamerte si te molesta ¡Esto es completamente nuevo para mi, perdóname si-

- No te disculpes.-

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Touma al sentir los dedos del psíquico bajar por su torso, con un cuidado impaciente.

-¿Puedo tocarte?-

Al oír el tono ansioso en su voz, el rubio soltó un suspiro.

-¡Si Kusuo, por favor tócame! No tienes que preguntar, hazme lo que qui- ¡Aaahh~!-

Le fué imposible no gemir al sentir la mano del pelirosa rodear sus genitales, comenzando a masajearlos de arriba a abajo, a un ritmo constante y lento, junto con su deseosa mirada, viendo detenidamente las reacciones del rubio y su miembro erecto.

No logró contener sus gemidos como quería, excitando al contrario encima suyo.

Le encantaba estar siendo tocado por él, comenzando a querer más, subiendo y bajando levemente su cadera contra la mano de su novio, quien se había dado cuenta del deseo del rubio, buscando más tacto y estímulo.

Al ver las actitudes y reacciones de Touma, fué fácil para el psíquico darse cuenta de que nunca se había estimulado sexualmente a pesar de haber tenido pensamientos subidos de tono en más de una ocasión.

Touma quería que Kusuo fuera el primero y único en tocarlo.

El vaivén de la cadera del rubio se hacía cada vez más notorio, incluso para él, haciendo que el pelirosa tomara la iniciativa y le preguntara lo obvio solo para excitarlo.

-¿Más rápido?- Le susurró con una sonrisa maliciosa, deleitándose con la sensibilidad y timidez del chico debajo suyo.

-¡S-si Kusuo por favor tócame más rápido! ¡Dios se siente tan bien!-

El psíquico no esperaba esa respuesta, a decir verdad, pero el saber que lo estaba disfrutando lo hacía sentir tan bien.
Aumentó la velocidad lo suficiente como para que el rubio cerrara los ojos y tirara la cabeza hacia atrás.
El pelirosa aprovechó esa acción y bajó hasta la zona que estaba siendo estimulada (hasta ese momento) por su mano.

Touma soltó un fuerte gemido al sentir la lengua de Kusuo lamer todo su miembro, para luego introducirlo en su boca.
Estaba sintiéndose demasiado bien, haciendo que su miembro comenzara a llegar al límite.

Kusuo se dejó llevar por los deseos y necesidades de Touma, aunque mezclándolos con los suyos propios, chupando y lamiendo sus genitales hasta que no pueda más.

El psíquico estaba disfrutando más de lo que esperaba ese momento.

Era realmente exitante para el rubio todo lo que estaba haciéndole, de verdad que no podía sentirse más excitado, algo que el pelirosa tomó como un reto. Al cabo de unos momentos soltó un gemido alto mientras sentía como se corría en la boca del pelirosa.

Kusuo seguía deleitándose con su sensibilidad, tragando todo el líquido blanco para luego seguir lamiendo sus piernas, escuchando como los gemidos continuaban siendo emitidos por el rubio sonrojado y avergonzado que estaba debajo suyo.

Touma estaba realmente ansioso por lo siguiente que haría.

-¡Eso se sintió tan bien, Kusuo! ¡Por favor, date prisa y sigue, quiero sentirte dentro de mi! Aunque supongo que estaría bien que comiences metiendo tus dedos largos y delgados, mmhh~ ya me lo imagino, por favor, estoy ansioso...-

Era tanto el deseo que sentía que ignoró por completo su vergüenza para pedirle eso a su novio, que estaba dispuesto a darle todo el placer que pudiera recibir.

Soltó un suspiro al ver como el pelirosa lamió sus dedos para luego acercarse más a él.
Un escalofrío recorrió su cuerpo al sentir la punta de su dedo índice entrar en su cavidad, al mismo tiempo que la lengua del psíquico pasaba por su cuello.

Al escuchar los pequeños quejidos del rubio, Kusuo comprendió que podía seguir adelante. Introdujo todo su dedo, sintiendo lo húmedo y estrecho que era su interior, haciendo que su miembro se comenzara a endurecer.

- Mmhh~ Kusuo por favor, otro... Aahh~-

El psíquico introdujo así, su dedo medio, empezando a hacer tijeras con ambos dedos dentro de él, escuchando gemidos más largos y notoriamente más satisfactorios.

Al ver como el rubio se movía contra su mano, decidió satisfacer la necesidad que ambos sentían, sacando sus dedos para introducir lo que Touma estaba esperando.

-¡Aahh~ es demasiado grande, por favor Kusuo, no tan fuerte, sé gentil conmigo, realmente lo quiero dentro de mi, por favor, d-¡Aaahh~ mmmhh~!-

El rubio se aferró a los hombros contrarios, sintiendo como sus piernas eran levantadas al mismo tiempo que el miembro erecto del psíquico entraba en su cavidad, preguntándose cómo era posible que algo tan grande estuviera entrando en él así, pero realmente no le importaba, quería que continúe aunque le doliera.

El pelirosa se detenía de vez en cuando para preguntarle si estaba bien, para luego seguir con su lento vaivén, soltando gemidos por lo bien que se sentía estar dentro del rubio.

- Aahh~ Dios, estás tan apretado.-

Kusuo se excitaba por los comentarios tan obscenos que Touma decía, pidiéndole que continuara metiendo su miembro dentro de él, mientras gemía prácticamente en su oído.

El rubio comenzaba a acostumbrarse a el dolor que sentía, convirtiéndolo en placer, y uno muy grande, haciendo que sus pedidos comenzaran a ser cumplidos por el psíquico, yendo cada vez más hondo y más fuerte que antes.

-¡Aaahh~ Dios Kusuo! ¡Se siente demasiado bien, por favor no pares! ¡Mmmhh~ dame más fuerte por favor, aaahhh~ sí sí así, sigue así! ¡Córrete dentro de mí por favor, dame más rápido mmmhh~!-

- ¡Mmhh~ por Dios, Touma, estás tan caliente! Si sigues así me correré muy pronto...-

Ambos estaban llegando a su límite, soltando gemidos cada vez más altos, al mismo tiempo que Kusuo aumentaba la fuerza y velocidad de su vaivén, conteniéndose para no lastimarlo, aunque Touma se lo pidiera.

- Touma... Mmmh~ por favor, di que me quieres...-

-¡Aaah~ yo mmmmh~ t-te amo Kusuo! ¡Dios te amo aaahh~ te amo demasiado Kusuo mmmhh~!-

Eso fue lo último que dijeron antes de correrse ambos, suspirando fuertemente de lo cansados que terminaron. Era algo que no se esperaban, fue muy agotador pero realmente lo disfrutaron demasiado.

El psíquico sacó su masculinidad de la cavidad del rubio, mientras el líquido blanco salía por ser demasiado.
Touma lo abrazó fuertemente y lo besó tiernamente, para luego cerrar los ojos, respirando todavía agitado.

- Gracias Kusuo, muchas gracias, de verdad que lo disfruté muchísimo y me alegra enormemente ver qué tú también lo disfrutaste, tenía miedo de equivocarme o hacer algo mal y qu-

Fué callado por un beso suave de parte del pelirosa.

- Te amo, Touma, y mucho.-

- Yo también te amo mucho, Ku.-

Una sonrisa de parte de ambos fué lo último que vieron al quedarse dormidos, abrazados y cansados pero felices.

Y la lluvia siguió hasta la mañana siguiente.

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HOLAA VOLVÍ

Perdón por desaparecer JAJAJA fue muy, demasiado difícil para mí escribir este capítulo, no por falta de ideas, si no por la narración y todo eso.

A veces tenés que decir "ya fué" y continuar con tu vida.

JAJAJA bueno perdón si no está tan bien escrito, faltaron cosas, pero pensé en usarlas para otro capítulo.

Así que bueno una disculpa por mi desaparición y ojalá que les haya gustado lo que hice JAJAJA

Saluditos mis amores no vemossss🌹💗