𖹭.ᐟ
💖(NARRADOR: OMNIPRESENTE)💖
Al llegar a la residencia Saiki, Touma fue amablemente recibido por Kurumi, quien estaba abiertamente de acuerdo con que se quede todo el tiempo que el quisiera.
En ese momento, ambos padres fueron citados a una charla importante de parte de los adolescentes.
Touma estaba atravesando los efectos secundarios de la charla anterior, con esa sensación post llanto y un leve dolor de cabeza, igual o quizás más nervioso que antes.
Kusuo, por otro lado, se encontraba más tranquilo. Sabía bien cuál sería la reacción de sus padres.
Y como ya había pasado dos veces, Touma iniciaría la confesión que por los nervios Kusuo se encargaría de terminar.
Y eso pasó.
-¡Estamos realmente felices de ambos! ¡Les deseamos la mejor de las suertes y que duren muchos años, estamos muy orgullosos, por favor, ámense mucho!-
Sus padres estaban llorando de la alegría.
Realmente Kurumi y Kuniharu no se lo esperaban, pero no por eso estaban menos felices. A pesar de que conocían poco al rubio sabían que era un muy buen chico.
Estaba pasando de nuevo.
Touma estaba llorando.
Pero esta vez de felicidad.
Abrazó fuertemente a los padres de Kusuo, dándoles las gracias un millón y medio de veces.
Ese momento se había vuelto demasiado emotivo. Hasta que las lágrimas terminaron y los adultos comenzaron a decir que les recordaban a ellos cuando eran jóvenes.
✿✿✿
Se sorprendieron de lo rápido que pasó el tiempo.
Kurumi se encontraba preparando los ingredientes para la cena, mientras Kusuo escuchaba a su padre hablar sobre el manga en el que estaban trabajando esa semana, era raro de ver, pero no malo.
- Déjeme ayudarla señora Saiki, me gustaría serle de utilidad cocinando o ayudándole en algo. Sé cocinar algunos platos aunque mi especialidad son los postres, bastante conveniente teniendo en cuenta de que son los favoritos de Ku- decía mientras se ponía un delantal que quien sabe de dónde sacó.
- Eres realmente amable, me alegra que Ku tenga un novio tan dulce como tú.-
El rubio de sonrojó ante esas palabras tan lindas.
- Me alegra que piense así de mi, no me dicen eso muy seguido, bueno, Kusuo lo hace pero es diferente, solo mi madre me llama con lindos apodos que usa desde que tengo memoria.-
- Ay, no me agradezcas, eres encantador, ahora que lo pienso nunca he visto a tu madre, ¿Podrías hablarme de ella?-
- Oh, de acuerdo. Mi madre se llama Akiko Akechi, es una mujer de 36 años aunque recibe constantemente comentarios diciendo que parece de 20 y algo, yo creo que tienen razón, se divorció de mi padre hace un par de años, ahí fue que cambié mi apellido de Asumi a Akechi, es una mujer muy ocupada, inteligente y buena, cocina realmente bien y me enseña en sus ratos libres diversas recetas, está haciendo un curso de abogacía y hace poco empezó a asistir a clases de enfermería, en un tiempo estará asistiendo al hospital como suplente, es realmente buena en eso y pone mucha dedicación en lo que hace, es realmente linda y amable, me encantaría presentársela ya que ahora son familia...-
Kurumi estaba encantada de escuchar a Touma hablar, aunque a muchos les moleste. Le prestó total atención y respondió tranquila.
- Se oye una mujer tan linda como tú, sería un gusto conocerla.-
Luego de unos cuantos minutos la cena ya estaba servida y todos disfrutaron de la comida hecha por Kurumi y Touma.
- Gracias por ayudarme cariño, cocinas realmente bien.-
- No es nada señora Saiki, me agrada ser de utilidad, es lo menos que puedo hacer en agradecimiento por aceptarme en su familia, estoy realmente feliz y espero poder seguir cocinando con usted.-
- Ayy querido llámame Kurumi, no tienes que agradecerme por nada, es realmente lindo tenerte con nosotros.-
El rubio se aguantaba las lágrimas de felicidad.
"Basta de llorar por hoy"
Pensó.
La noche se volvió más oscura haciendo ver una hermosa luna llena.
El matrimonio se despidió de los chicos para luego irse a dormir.
Ellos dos estaban en la habitación de Kusuo, solos.
- K-Ku, no quiero molestarte, pero no tengo ropa con la cual dormir, y me preguntaba si...-
-"¿Quieres que te preste ropa?".-
...
La idea original de Touma era que lo teletransporte a su habitación para buscar su ropa de dormir, pero esa propuesta le pareció mejor.
- S-Si... Si no te molesta, claro...-
Una vez dada la ropa se fue a cambiar al baño, y el psíquico lo hizo en su habitación.
Una vez cambiados, el rubio volvió algo avergonzado, ya que tenía puesta ropa de su novio y en ese momento cayó en cuenta de que dormirían juntos.
Ellos dos aún no habían entrado en confianza para cambiarse, bañarse o tener relaciones íntimas, aunque Touma ya había tenido pensamientos sobre estas tres cuestiones.
Solo estaban ahí.
Kusuo se encontraba sentado en su cama, esperando que el otro decida de que lado quiere dormir.
Touma finalmente se sentó a su lado.
Kusuo sintió como si se apoyaran en su hombro, y así era.
Terminaron dándose tiernos besos el uno al otro, dejándose llevar por el lugar en el que estaba el rubio se acostó mientras el psíquico lo abrazaba encima suyo.
Sin darse cuenta, Touma tenía a Kusuo respirando en su cuello, y no faltaba mucho para que comenzará a dejar besos en esa zona.
Suspiraba de vez en cuando, reteniendo cualquier tipo de sonidos, estaba realmente nervioso y avergonzado por la situación en la que estaban.
Tuvo que parar a Kusuo. No podía aguantar más. Era bastante sensible y sentía que iba a explotar, parecía una estupidez, pero era demasiado para él.
- ¡K-Kusuo, por favor, para!-
El psíquico entendió instantáneamente el porque, y no se quejó a pesar de estar disfrutando del momento. Decidió darle el tiempo necesario para acostumbrarse a esos nuevos tratos y cariños.
Kusuo se alejó y se recostó a su lado, aún abrazándolo, y apagó la luz.
- L-Lo siento Kusuo, no era mi intención alejarte así, pero aún no me...-
-"Tranquilízate, no tienes que explicarme nada ¿Si?-
Touma sonrió.
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