Nunca imaginé que el romance tomaría un lugar en mi vida.

No. Simplemente no.

Quizás por el hecho de que mi único deseo siempre fué (y es) no llamar la atención y pasar totalmente desapercibido del mundo y de las personas, pero se ve que en algún punto fallé y seguí fallando, obteniendo así al grupo del que "formo parte" siendo que prácticamente me arrastran a todos lados con ellos, a veces sin que yo pueda negarme o escaparme.

Aún así, no era eso lo que me molestaba tanto, pasar algunos momentos con todos ellos o salir a algún lado, no era algo que me quitara el sueño ni que me hiciera querer cambiar de escuela o de grupo de "amigos", si no un tema más puntual, como el hecho de que algunas de las chicas se interesaran en mí de una manera romántica.

Eso sí me hacía querer cambiar de escuela.

Realmente, ninguna llamó nunca mi atención de esa manera, si bien, algunas no llamaban la atención (Yumehara, por ejemplo) no me atraían en lo absoluto.
Otras, (Teruhashi y Aiura, claramente) llamaban mucho la atención y no me gustaban (ni me gustan ahora) de esa manera.

Quizás, pensé, que ellas no eran malas chicas, si no, que yo era el que no tenía intenciones de una relación.

Mis pensamientos acerca de las relaciones amorosas consistían en que dos personas intercambiaban saliva y otros fluidos por simple atracción mutua. Y se suponía que en algunos casos se quedaban juntos para siempre.

Y esos ideales se mantuvieron por mucho tiempo en mi cabeza.

Eso hasta que pasó lo que pasó.

Un día, llegó un chico, Akechi Touma, que se comenzó a obsesionar con descubrir mis poderes psíquicos, y al final se los revelé porque era inevitable.

Seis meses se mantuvo con sus ojos puestos en mi.

Era algo molesto sentirme observado, fué una rara experiencia.

A pesar de eso, nuestra relación se mantuvo igual que siempre, y aunque yo no lo quería decir, era mi mejor amigo, y quizás, la única persona la cual considerar así. Los años de amistad y la atención que me prestaba era algo nuevo en lo cual pensar.

Y ni siquiera sabía el porqué sería algo en lo cual pensar.

El día en que comencé a prestarle un poco más de la atención normal (a comparación de la que le daba a todos), fue cuando un nuevo pensamiento cruzó mi mente.

"Es interesante."

No era habitual en mi querer saber más de una persona por el simple gusto de saber.
Seguirle la conversación de vez en cuando, caminar juntos si nos cruzábamos alguna vez, sentarnos juntos en el almuerzo...
Eso provocó en mi un poco más de interés.

Me terminó interesando más de la cuenta.

Recuerdo bien el día en que estaba acostado mirando la ventana, mientras pensaba el por qué, por qué me interesaba ese chico, el cual nombraba internamente como mi mejor amigo, y divagué, mi mente dió vueltas, buscando una explicación que quizás nunca existió.
Me encontraba disociando a veces, y mis padres se daban cuenta y me preguntaban sobre eso, a lo que fué imposible mentirle a mi madre diciéndole que no era nada.

Hasta que un día tuve que hablarle puntualmente de eso.

"¡Finalmente te haz enamorado!"

Mi madre enloquecía mientras yo me preguntó una y mil cosas.

"¿Realmente me gusta? ¿Qué es lo que me atrae de él? ¿Por qué siento esto? ¿Estaría bien decirle? ¿Sentirá lo mismo? ¿Decirle arruinaría nuestra amistad?"

Y para mí sorpresa, nunca lo negué.

No negué el estar enamorado a pesar de que no entendía del todo lo que implicaba, si era algo bueno, si era algo malo, y un gran etcétera de interrogantes a los que con el paso del tiempo encontré respuesta.

"Si, realmente me gusta. Literalmente todo aunque a veces tampoco yo lo sepa. No sé el porqué uno se enamora y sigue siendo un misterio. Si, estaría bien decirle después de todo. Definitivamente sintió lo mismo desde algún punto. No, nunca ha arruinado nada."

Mi propio interrogatorio dió buenas respuestas al final.

El día en que descubrí que mis sentimientos eran correspondidos por Touma, me invadió una sensación indescriptible.

Y más aún cuando aceptó mi propuesta de ser su novio.

Es hasta ahora una experiencia única en mi vida. Y estoy seguro de que si el Saiki Kusuo del pasado me viera hoy en día, se cuestionaría muchas cosas, y buscaría el punto en el que ocurrió para evitarlo.
Aunque estoy seguro de no lograría cambiar nada.

Realmente ya no creo que haya palabras para describir mi nueva felicidad.

Pero quizás si mis deseos o lo que sea.

Siempre tuve en mente con él pasar una buena vida juntos, hasta quizás en un futuro casarnos y tener nuestra casa o departamento o lo que sea.
Hasta tal vez, una linda descendencia.

Y estaba seguro de que los deseos de Touma eran los mismos.

Simplemente me dejaba llevar por sus acciones y deseos, y eso mismo pasó la primera vez que tuvimos relaciones íntimas.

A pesar de mi autocontrol, y mi capacidad de sobrellevar la situación a lo que Touma quería en esos momentos, terminé difuminando la línea entre dejarme llevar por sus ansias y aspiraciones y realizar lo que yo queria.

Jamás imaginé que atravesaría una situación así.

Una donde me involucrara en situaciones sexuales de desnudes y liberación de oxitocina.

Lo disfruté más de lo que esperaba a pesar de mi nula experiencia.
Pero cumplí bien mi objetivo, y ambos nos llenamos de complicidad y disfrute.

Touma ya me tiene la confianza suficiente como para pedirme algo o lo que sea, pero no lo hace. Aunque yo se bien que a veces se avergüenza y no se anima, y que sea tímido lo hace realmente adorable.

Quizás me enamoré de él más de lo que imaginaba alguna vez.

Pero no es algo malo, en lo absoluto.

No soy muy bueno hablando de mis sentimientos.

Nunca lo hice, en verdad.

Aunque gracias a él supongo que lo estoy logrando mejor.

Realmente lo amo.

Es increíble saber que estoy con alguien como él.

Él, para ser específico.