「𝑫𝒐𝒔: ¿𝑌 𝑠𝑖 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑎𝑙 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜?」
—¡¿CASARME?! ¡¿CÓMO SE TE OCURRE INVENTAR TAL COSA SOLAMENTE PARA SALIR TRIUNFANTE DE ESA MALDITA RUEDA DE PRENSA?! — Gulf no cabe del enojo en este momento, Leo se encuentra sentado en la muy cómoda silla de su oficina, con un cojín en forma de dona, para acomodar su cuello.
—¿Ya terminaste?, —Lo observa desde abajo, Gulf guarda silencio. Leo da una última mordida a su sandwich de atún y luego de beber un poco de café para bajar el bocado, mira de nuevo a su hijo —no es una mentira y mucho menos una estrategia para salir triunfante de ahí. La salida triunfal nos la conseguiste tú que los dejaste sin palabras, sabía que podías hacerlo. —Sonríe orgulloso.
—Padre, no estoy jugando. Casarse es algo serio. — Gulf toma asiento en el sofá individual de la oficina.
—Tampoco estoy jugando, hijo. Te casarás, tu esposo llega mañana. — El menor ni siquiera pestañea. —Esto sí es una estrategia para que la prensa te deje respirar. Debemos mejorar tu imágen y hacer que las personas vuelvan a confiar en tí.
—¿Y un esposo les hará confiar en mí? — Leo sonríe —Me llamarán puto. —Bufa molesto.
—¿Por qué lo harían? Llevas siete años de haber dejado tu faceta de "Galán sin frenos". Al contrario, creerán que estos siete años que te has mantenido al margen de todo, se debe a que cuidabas de tu relación , podemos venderles una relación que ha durado siete años, fuerte y solida. Se volverán locos. — Leo se pone de pie y tomando su saco se dirige hacia la puerta, está a punto de abrir pero su hijo lo interrumpe.
—¿Vas a decirme siquiera que lo piense? No sé, ¿por cortesía tal vez? — Leo esboza una burlesca risa.
—No, es que no te lo estoy preguntando, no he pedido tu opinión. Comienza a buscar ropa más juvenil y no de viejo treinton. —Se burla.
—Pues estoy al borde de los treinta —reclama.
—Tú recalcaste allá afuera que tienes 28, así que busca ropa en acorde a tu edad y de modo que le guste a tu prometido.
—¿Y yo como voy a saber lo que le gusta a ese idiota? —Parlotea furioso.
—Dejará de parecerte idiota cuando lo veas. — Leo ríe observando la reacción de su hijo —Hubiera sido una esposa, pero tus gustos son diferentes y yo solo me acoplé a ellos.
—Yo a tí jamás te he dicho si me gustan los hombres. —Se defiende.
—Pues si no te gustaran hubieras hecho un show tremendo allá afuera, te hubieras vuelto loco y paranoico al saber que te casaré con un hombre. Y en segundo, porque bueno, hace siete años cuando llegabas ebrio siempre llorabas gritando que extrañabas a tu Boo, una vez hablé contigo y me lo contaste todo. Lo... que le hiciste — Gulf traga grueso.
—¿Desde entonces lo sabes todo? — Leo asiente —¿Por qué nunca dijiste nada? ¿Por qué nunca me reprendiste y parecías estar tranquilo aparentando que no sabías nada? —Comienza a sollozar.
Leo suspira —Porque estaba esperando a que lo dijeras tú, no el Gulf ebrio y roto por dentro, sino tú. Alexander Kanawut, el chico más codiciado por todas, el optimista y excelente hijo, aquel que siempre confiaba en mí, quien me contaba sus problemas sin necesidad del alcohol. — Los ojos de Leo también se cristalizan, pero parpadea para borrar aquel cristalino brillo
—Temía que fueras a avergonzarte de mí, temía por tu reacción. —Inclina su rostro y una lágrima se desliza por su mejilla hasta estamparse contra el suelo.
—Eres mi hijo, heterosexual o no, lo sigues siendo. No eres tú quien debe ocultarse y temer, soy yo quien debe entender que tus tiempos no son los míos, que yo ya viví mi vida a mi manera y tú eres libre con la tuya, yo voy a interferir siempre y cuando vea el daño que causen en tí tus decisiones, Alex. —Limpia con su pulgar una nueva lágrima. —Salgamos de esto juntos. —Lo envuelve en un abrazo. Gulf solloza aferrándose al pecho de su padre, Leo acaricia su espalda y sonríe.
"Toc Toc"
Suwan entra a la oficina después de los toques en la puerta —Señor... —habla un poco bajo al presenciar la escena, Gulf esconde su rostro aún más. Ella mira a Leo y este solamente asiente, Suwan sonríe y luego de hacer una reverencia, se retira.
—Debes irte. —Afirma, mientras se separa poco a poco de su padre, este asiente y Gulf sonríe. —¿Puedes?... ¿puedes decirme su nombre? — Leo camina hasta la puerta nuevamente y colocándose su saco, toma la manecilla de la puerta.
—Solo sé que su nombre es Yannick, ¿Sabías que es menor que tú? Su padre y yo nos conocimos en mi viaje a Estados Unidos, desde ahí mantenemos contacto. — Gulf asiente formando una pequeña "o" con sus labios. —Bien, debo irme. — Leo sale de la oficina.
Gulf se deja caer en el sofá y bufa frustrado —Yannick, Yannick —repite en susurros —¿En dónde carajos he escuchado ese nombre? —Rasca su cabeza —¡Ay por Dios! Con que no sea uno de mis ligues baratos de la escuela, oh por favor Buda, no permitas esto, iré a rezarte más seguido pero por favor esto no. —Deja caer su cabeza en el borde del sofá y cierra sus ojos. Su corazón comienza a latir más fuerte y su mente se desplaza hasta aquel día, el día en que todo inició.
Marzo de 2020.
Universidad Chulalongkorn / Bangkok.
El bullicio era ensordecedor, desde silbidos por todos lados, hasta gritos y correteos por los pasillos. Gulf estaciona su auto y con su sensual contorneo de caderas se baja del mismo.
Soobin, Jin y Sichamta, esperan por él al inicio de las escaleras. Todos sonríen al verlo, este les devuelve las sonrisas y acomoda sus gafas oscuras.
—Buenos días —saluda Jinnie. Quien a pesar de ser un millonario casi de la misma altura que él, viste de forma "normal", con ropa no tan cara o extravagante, es humilde y amable. Más, Gulf no lo es tanto.
—¡Por favor! ¡Por favor! Una oportunidad más, te lo suplico — El chico de esta semana, o mejor dicho "el corazón roto de esta semana", como Gulf los llamaba, cae de rodillas ante la hermosa y deliciosa escultura frente a él. —Sé que dijiste que no debía, pero por favor yo no quiero acabar esto, Gulf. — Le extiende un ramo de rosas.
Gulf enarca una ceja, su pantalón negro se marca perfectamente a su figura, su camisa blanca bajo el chaleco azúl oscuro, no hacen más que pegarse a su cintura, aquella cintura que te hace perderte en ella con tan solo admirarla. Es que, ¿cómo un chico puede tener un cuerpo tan perfectamente escultural? Pues es Gulf Kanawut, ¿qué más respuesta que esa necesitas?
Soobin mira con pena al pobre chico arrodillado, Jin muerde internamente su labio, un poco incómodo por la situación, mientras que Sichamta solamente sonríe y Gulf enarca una ceja. Sus hermosos y redondos labios carnosos, portan un lindo brillo rosa salmón.
—Te dije que todo se acabó, no fué nada, te lo advertí antes de iniciar, te dije que era algo de una semana a lo mucho, sin sentimientos de por medio y tú aceptaste. — El chico llora y fricciona las palmas de sus manos en una súplica hacia su senior, cuidando de no lastimar el hermoso ramo.
—Lo sé, lo sé, pero yo me enamoré — Gulf se echa a reír. Se inclina hasta tomar el cuello de su camisa y penetra sus ojos en los contrarios.
—Pero yo no. — El chico traga grueso y sin dejar de llorar —Ahora déjame en paz. — Lo suelta rudamente. —Alguien más me espera.
Comienza a caminar sin siquiera volver a ver atrás, Soobin es el primero en seguirlo, Jin lo hace luego de dedicarle una compasiva mirada al chico que continúa en el suelo, dedicándole un "Su Su Na" silencioso, se da la vuelta y va tras su primo.
Sichamta por otro lado se acerca al chico y le extiende una tarjeta —Mi tío es psicólogo, él puede ayudarte. — El chico en el suelo la toma aún dudoso, el de cabello rubio palmea su hombro y se retira. Verdaderamente el negocio de su tío ha crecido considerablemente gracias a todos los corazones rotos a causa de Gulf.
El chico de esta semana continúa tirado en el suelo, hasta que uno de sus amigos decide acercarse a él y ayudarlo a ponerse de pie. Los demás alumnos que presenciaban esto, no tardan en comenzar con sus burlas hacia el chico pues todos conocen a la perfección a Gulf Kanawut, el rompecorazones #1 de la Universidad, el deseado por todos y tenido por muchos, pero jamás cautivado por ninguno, nunca ha dado un trato exclusivo a alguien, nunca ha sido él quien busque las relaciones, es simplemente como comprar un juguete nuevo al inicio de la semana y desechar este mismo porque ya te aburriste, al finalizar la misma semana.
Así de sencillo, Gulf Kanawut no se ata a nadie y eso todos lo saben, más, sin embargo es imposible que alguien que salga con él y pruebe esos labios de infarto, no caiga rendido a sus pies.
El moreno de brillante y lindo cabello azabache, ingresa al salón de clases, jalando su silla y dándole vuelta para seguidamente sentarse a horcajadas sobre ella, quedando frente a frente con su primo. Este le sonríe de vuelta y comienza a peinar el cabello de Gulf.
—Eres un desconsiderado y desalmado. —Regaña. Gulf bufa.
—Se los digo, siempre les digo que no es en serio, que no se aferren a nada ,pero ellos nunca me escuchan, Jinnie. Soldado avisado no muere en guerra. —Se encoge de hombros. Jin sonríe sintiendo pena por el chico de esta semana. —Estoy aburrido. —Hace un puchero.
—¿Y jugar con los corazones de los demás, te divierte? — Soobin pregunta irónico.
—Cállate — Gulf arregla su cabello, había puesto su ojo en Earth.
—¡Oigan! Por cierto, ¿ya escucharon sobre el chico nuevo? — Gulf es el primero que respringa en su sitio, interesado por lo recientemente escuchado, Soobin bufa incómodo y Sichamta sonríe.
—¿Nuevo? — Jin pregunta.
—¿Es guapo? — Jin mira mal a su primo —¡¿Qué?! —Se encoge de hombros.
—Pues, juzga por tí mismo —dice el otro, señalando con su barbilla hacia un costado.
Gulf ladea su cabeza y entonces lo observa por primera vez, aquel misterioso y delgado chico, sentado con las piernas un tanto abiertas, sus manos en sus bolsillos y su mirada fija en la ventana, teniendo unos audífonos grandes rodeándo su cuello.
De inmediato el misterio de ese chico le causó curiosidad y le pareció, atractivo.
—Oh, oh, mal por él, ya encontró a su nueva presa —comenta Sichamta.
—Él no — Soobin habla, dejando sorprendidos a todos, pero sobretodo a Gulf.
—¿Perdón? — Gulf lo mira molesto.
—Es un completo nerd, no creo que él vaya a gustarte, usa gafas y tú a esos les huyes. — En ese momento el chico se retira las gafas y cierra sus ojos, Soobin sonríe bobamente y se pone de pie. —Por favor, Gulf. A él no — Sin decir más se dirige hacia el chico nuevo —Hola — Le saluda sonriente, este le recibe también alegre y comienzan una plática animada.
—Vaya, vaya, vaya. Soobin por fin ha mostrado interés en alguien. — Sichamta opina.
—Sí, tal parece que le gusta —secunda Jin. Pues es sorprendente que su amigo muestre interés en alguien que no sean ellos o él mismo.
—Deberías buscar a otra presa, o tal vez continuar con Max, él está esperando por tí. —Aconseja el otro.
—No — Jin y Sichamta se miran mutuamente, Gulf continúa observando al chico nuevo. —Lo quiero a él —dice firme.
—Pero Soobin dijo que--
—Jinnie, ¿crees que me importa lo que ese idiota haya dicho? Yo tengo a quien quiero y nadie va a detenerme. —Acomoda su chaleco del uniforme y chasqueando la lengua comienza a caminar hacia el chico nuevo.
—Pobre, ni siquiera vamos a poder ser amigos —comenta Sichamta.
—Creo que de todos, él en serio será quien más pena me dé —dice Jin.
—¿Gulf? ¿Qué estás haciendo aquí? — Soobin lo mira molesto.
—Ya, quítate. — Gulf tira de la manga de la camisa de Soobin y lo empuja. Toma la otra silla y se sienta también de horcajadas frente al nuevo. —Hola, soy Gulf Kanawut. —Extendió su mano derecha, de cerca le parecía más lindo, sus labios le llamaban para devorarlos por completo. El chico ni se inmutó, intentó fingir que no se había dado cuenta de que él estaba ahí , frente a él. —Hola, mi nombre es Gulf. —Volvió a decir.
—Hola — Su mirada era ruda y fría. Gulf frunció su ceño y miró su mano levantada, decidió bajarla y sonreír ya que no se la iba a dar.
Se sentó en la mesa para lograr captar toda su atención, este lo miró bastante molesto —Hola — Tercera vez ya —¿Tu día está siendo terrible o es que siempre eres así? — Este lo observó fijamente, con sus ojos clavados en los suyos, por primera vez Gulf Kanawut se sintió tímido ante tan potente mirada, no fué capaz de sostener la misma durante tanto tiempo.
—¿Por qué te importa? —Sacó sus manos de sus bolsillos y colocando sus palmas sobre la mesa, comenzó a levantarse.
—Tienes unas manos perfectas —Mencionó casi en shock, estas eran grandes y muy masculinas, las venas saltaban y aquellos anillos que portaba no hacían más que volverlas más tentadoras.
Se detuvo frente a él, tomó sus audífonos y se quedó ahí, observándolo un momento, sin decir ni una sola palabra, el corazón de Gulf latía desenfrenado y sin control alguno. El chico nuevo volvió a meter sus manos en los bolsillos de su pantalón y se retiró dejando a Gulf con la boca abierta y con la respiración errática.
—Ciérrala, se te puede meter una mosca — Soobin empujó levemente el mentón del contrario.
Gulf sonrió y con la mirada de depredador, fija en la dirección en la que se había retirado el nuevo, dijo: —Sea como sea, y pase lo que pase, ese chico tiene que ser mío.
—Es menor que tú, — Soobin reclamó. —tú no sales con menores.
—Siempre hay una primera vez, eso lo hace más divertido —dijo, y luego salió corriendo detrás del nuevo.
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Uy no.
Estoy amando esta historia.😍
A ver, detengan todo y díganme: ¿Qué
opinan acerca del Gulf de 21 años?
Los estaré leyendo.👀
Bye, nos leemos prontito.
Besitoss y abrazitoss.
•「Jeff Suppasit」•
[Publicado: 09/03/22
Corregido: 20/01/23]
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