
Recolector de Trofeos | JJK |
Dedicado a Sohn_JaeMin belleza, esto es para tí que comentaste en los pedidos y que amas a Kook más que a nada. Feliz Halloween. Muak <3
El castaño conducía su Harley negra por las calles desiertas de Seúl, viendo si había algo por lo que valiera la pena un desvelo.
Vió a una chica saliendo de una cafetería, al parecer cerrando el negocio, ya eran poco más de las doce de la noche. Detuvo el coche en frente del establecimiento y bajó la ventanilla de su lado
—Oye hermosa —le sonrió ladino —, ¿estás ocupada ahora?
La joven observó el auto y luego su interior, para luego darle una mirada al chico que lo conducía.
Nada mal... pensó la pelinegra.
—No, estoy más que disponible —le sonrió coqueta —¿qué sugieres que hagamos? —preguntó con descaro.
—¿Qué te parece ir a mi casa? -propuso siguiéndole la rima a la chica.
—Me parece una excelente idea...
—Jungkook —se presentó el castaño.
—Una excelente idea Jungkookie —la pelinegra abrió la puerta del piloto y se sentó a horcajadas sobre el regazo de Kook, para luego acomodarse en el asiento del copiloto.
—¿Y tú te llamas...? —preguntó antes de poner el coche en marcha.
—Llamamé Kaiha —le respondió ella.
Jungkook condujo un par de cuadras con la vista en el camino, y otro par tratando de no chocar la Harley, centrando su cabeza lo más que podía en la carretera y no en la chica que se encontraba encima de él, besándole.
Kaiha solo se separó cuando llegaron a la residencia del chico: una casa blanca y de tonos grises, estilo moderno y al parecer minimalista. Tenía un segundo piso y se podía apreciar un pequeño caminito que al parecer conducía al jardín trasero.
Jeon se bajó del auto con la chica en sus brazos y sus piernas alrededor de su cintura. Abrió con dificultad la puerta de la casa y subió las escaleras, con destino a su habitación.
La pelinegra despertó y no reconoció en dónde estaba. Sentía un aroma distinto, tal vez a nuevo, a guardado, a viejo, no podía distinguirlo.
Quiso moverse, pero estaba amarrada de manos y pies a una extraña equis de madera. Empezó a desesperarse y su primera reacción fue pataletear, como pez fuera del agua. Quiso gritar, pero en su boca tenía una especie de mordaza de encaje, que por muy fina que fuera, no la dejaba ni siquiera hacer un chillido.
Jungkook entró en la habitación en ese momento, con un estuche negro al hombro y una caja en sus manos.
—Pero bueno, mira que tenemos por aquí —dijo con ironía —Kaiha, Kaiha, ¿ya despertaste del todo? —preguntó acercándose a ella.
La mencionada trató de echarse hacia atrás, pero los fuertes amarres en sus extremidades no ayudaban mucho.
—Mira, jugaremos a un juego —comenzó Jeon, con total paciencia —. Yo recogeré lo que me guste de tu cuerpo, pueden ser la ropa, zapatos, cabello, joyas... en fin. En lo que eso sucede, te quitaré la mordaza, pero no puedes gritar —continuó acercándose a una mesa cercana, abriendo el estuche negro y sacando de él un cuchillo —si gritas, te quito otra cosa más. Ganas si no tengo interés en quitarte nada —terminó de explicar.
El castaño dió vueltas alrededor de la equis de madera, escaneando el cuerpo de la joven frente a él, pensando en qué le podría quitar.
—Mmm —achicó los ojos —, creo que no me gusta esa blusa —se acercó a ella con paso rápido y de un corte rompió una manga de esta, e hizo lo mismo con la otra manga —. Así está mejor —dijo viendo a la chica en sujetador, que forcejeaba con los ojos cristalizados, llenos de miedo —pero me gusta tu cabello —volvió a acercarse y Kaiha solo se removió más —. Shh, tranquila, corro el riesgo de cortarte la yugular de un tajazo —advirtió y de un corte le sacó un mechón de pelo la chica.
Jungkook se dirigió a la mesa y puso el cabello negro sobre ella, cambió de cuchillo, por uno más grande y filoso. Volvió de nuevo hacia la pelinegra y volvió a observarla. Le quitó la mordaza y la puso de vuelta en la mesa.
—¿Sabes?, me gusta ese anillo —dijo viendo el dedo anular de la chica, dónde lucía un hermoso anillo de compromiso plateado, con una piedra brillante en el centro —lo quiero para mí.
Rápidamente cogió el dedo de Kaiha y le dió un fuerte hachazo, cercenándolo del todo, y él sosteniendo este.
La chica dió un grito desgarrador, se sintió raspar sus cuerdas vocales y de sus ojos salían lágrimas de miedo, de dolor, de sufrimiento.
En cambio Kook se limitó a sacar el anillo del frío dedo de la joven y a ponerlo en la mesa.
—Te dije que no podías gritar —negó con la cabeza —, desobedecerme trae sus consecuencias querida Kaiha. Antes podías salir viva, ahora no lo sé... ¿sabes? también me gusta tu collar, en muy bonito —informó con una sonrisa, acercándose y tomándolo con sus manos manchadas de sangre.
La pelinegra empezó a negar repetidas veces, llorando cada vez más.
—No... ¡no!, ¡no!, ¡no! —siguió negando hasta que el castaño le puso la mordaza de nuevo.
—Me gusta tu collar Kaiha, y es parte del juego —dijo con una sonrisa, pasando la punta de aquel objeto punzante por la mejilla de la chica, bajando hasta detenerse en su cuello —, y precisamente, por eso será mío —le sonrió ladino, para que con fuerza, cercenara la cabeza de la joven, saliendo un chorro de sangre que lo manchó entero y pintó de carmín su lechosa piel.
Con su antebrazo, Jungkook se limpió los ojos levemente, y tomó con suma delicadeza del cuello de aquel cadáver la joya, para luego limpiarla junto con el anillo.
Subió a su habitación con las dos joyas y abrió dos enormes gavetas en su vestidor. Puso el anillo en una de ellas, sobre una almohadilla de terciopelo, al lado de decenas como esa, habiendo sortijas, alianzas y anillos, de todos los tipos y materiales, con todo tipo de piedras. Y en la otra colocó la cadena, acomodando el dije, junto a otras como esa, con todo tipo de inscripciones y dijes, de todo tipo de grosores y tamaños.
Sí, porque Jungkook se sentía bien viendo lo que era suyo, porque esos son sus trofeos, y su trabajo es recolectarlos.
Ufff!!! Que psicópata nos salió Kook :)
Da igual, estoy segura de que así lo quieren.
Por hoy dejaré de actualizar, retomaré la publicación de los especiales mañana, espero que estén listos para lo que se viene.
¿Alguna idea o sugerencia?
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