Rodolfo pasaba por el parque cuando se encontró con una cabellera corta que le parecía muy familiar.

Rudy quería acercarse y saludar a Valeria y quizás invitarla al cine o salir a comer juntos, pero Valeria no estaba sola y sentía que haría mal tercio si interrumpía su momento, porque el moreno que la acompaña invade el espacio personal de Valeria, Rodolfo supuso que se trataba de algún pretendiente de su amiga alfa.

Prefirió irse por otro lado pero en un abrir y cerrar de ojos Valeria ya se había ido de la banca y el chico que la acompañaba seguía ahí con la cara tapada con ambas manos y sollozando.

Rodolfo decidió acercarse y calmar un poco al hombre.

"¿Esta bien si me siento contigo?". Pregunto con un suave tono de voz característico de el.

El hombre levantó la cabeza y Rudy sintió que el corazón se le rompía en mil pedazos. No tiene una sola pizca de idea de lo que Valeria pudo hacer para que este hombre estuviera tan destrozado.

El desconocido tenía las mejillas empapadas de lágrimas, ojos irritados y rojos de estar mucho tiempo llorando pero lo que más lo destrozó fue la mirada vacía que tenía en ese mero instante.

Se limpió las lágrimas con el dorso y asintió con la cabeza.

"No pude evitar notar que estabas...mal y si me permites yo podría ayudarte"

"Solo te acercaste a mi porque te doy lastima". Rudy abrió mucho los ojos con el repentino cambio de humor de su acompañante. Rodolfo negó cualquier acusación en su contra y con voz suave continúo.

"No, yo solo quería ayudarte, animarte un poco eso es todo". Conservando su lugar lo miro levantarse de la banca dispuesto a irse. "Podríamos comer un helado y charlar". Se apresuró a jalar la manga de su gabardina para detenerlo, acción que no fue muy bien aceptada por el omega.

"Lo último que quiero es un maldito helado". Dijo apartando su mano de un manotazo.

"Podemos ir a comer dónde tú quieras, por mi no hay problema"

"¡Vas por la vida acercándote a desconocidos e invitándolos por un helado!". El chico suspiro con cansancio y añadió. "Perdón, estoy pasando por un mal día y no sé lo que me está pasando. Yo no suelo ser así con la gente"

"Entonces. ¿Aceptas que te invite a comer?"

"Si tu quieres". Agrego encogiendose de hombros.

Pasaron unos cuantos minutos llenos de charlas sobre la vida personal del otro, solo cosas necesarias, como: nacionalidad, nombre, trabajo, hobbits y familia, lo que el otro deseaba aportar a la conversación.

Compraron un helado y regresaron a la misma banca donde Rudy y Alejandro hablaron por primera vez.

"¿Yo puedo ser sincero contigo?"

Rodolfo aparto su helado de vainilla y le mostró su mejor cara de seriedad, el asintió y Alejandro dijo

"Yo no soy alguien que se abre muy fácil con la gente pero me gustaría decirte porque estaba...ya sabes"

"Si, yo lo entiendo". Dijo con empatía, noto cuanto le costaba a Alejandro hablar sobre esto y supo que no era buena idea presionarlo.

"Bueno, yo me enteré que ella vive aquí y decidí buscarla"

"¿Te refieres a la chica que estaba contigo?". Dice Rudy con una ceja levantada.

"Si, una amiga de la infancia y ella me gustaba, bueno, me sigue gustando"

"Unos contactos me dijeron que era policía y fue más fácil contactarla". Rudy escuchaba con atención al omega. "Me le declare y ella dijo que no, dijo que solo quería ser mi amiga, y tú dirás que pinche dramático pero amigo yo la amo desde que era un niño"

"¿Y porque te le declaraste hasta hoy, porque no fue antes?"

"Porque ella se fue con su padre, un día simplemente no apareció, jamás volví a verla de nuevo y no sabes el dolor y angustia que pasaba cada día sin saber si ella está bien, si ya había dormido, comido o si tenía un lugar donde vivir, un techo donde dormir". Puede ver una lágrima recorrer su mejilla con cada palabra.

"Lo importante es que los dos se volvieron a ver y que las cosas entre ustedes dos terminaron bien, no como tú querias pero piénsalo de esta forma. Tu y Valeria siguen siendo amigos"

"Tienes razón". Alejandro sonrie y Rudy responde de la misma forma. "Estoy muy feliz porque se que Valeria esta bien y porque conoci a un nuevo amigo"

El castaño no tenía palabras para describri el remolino de emociones que pasaban por su cabeza en ese momento. Alejandro un poco tímido abrió sus brazos, una invitación silenciosa para un abrazo. Rudy lo miro por unos segundos hasta que correspondió el gesto.

"Muchas gracias por escucharme Rudy"

"Para eso están los amigos Alejandro"

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