○°「 Ꮯᾰ℘!ɬʊʆꪮ 9 」°○
[Narrador/a POV]
El sol ya se filtraba suavemente entre los árboles cuando la mañana comenzó a despuntar. Los rayos de luz iluminaban el campamento, y el sonido de los pájaros despertó a varios del grupo. Orange fue el primero en levantarse, como siempre, con una actitud calmada y madura. Había pasado la mayor parte de la noche organizando sus cosas, y ahora se disponía a preparar el desayuno para el grupo.
En su tienda, Green ya estaba medio despierto, frotándose los ojos, pero parecía no tener muchas ganas de salir aún. Blue, por otro lado, se estiraba y bostezaba mientras se levantaba con energía, listo para el día.
Purple, aún cansado, salió lentamente de su tienda, buscando a Orange, quien ya estaba cerca de la fogata.
—¿Te ayudo con el desayuno? —le ofreció Purple, todavía con voz somnolienta.
—No hace falta —respondió Orange sin mirar—. Solo relájate. Ya lo tengo controlado.
Mientras tanto, en el interior de la tienda de Second, aún estaba profundamente dormido. El ruido de la actividad en el campamento no logró despertarlo. Red, sin embargo, ya estaba fuera de su tienda, mirando a su alrededor con calma. Había sido el primero en despertar, aunque no con tanta energía como Blue.
—¿Ya están todos despiertos? —le preguntó Second, desde su tienda, que se estaba empezando a abrir lentamente, con una expresión somnolienta en el rostro.
—Parece que sí —respondió Red, mirando a su alrededor. Aunque su tono era más tranquilo que de costumbre, aún se podía notar cierta indiferencia en su voz.
Second suspiró y se sentó, estirando los brazos mientras miraba hacia el campamento.
—¿A qué hora vamos a comenzar la caminata hoy? —preguntó, algo adormilado pero curioso.
Red se encogió de hombros.
—Cuando todos estén listos. —Hizo una pausa y luego añadió con una ligera sonrisa—. Pero no te apresures, no pareces muy listo para moverte aún.
Second frunció el ceño, pero sonrió ligeramente.
—No me lo recuerdes, necesito un poco de tiempo para despertar.
Mientras tanto, Orange se acercó al grupo con el desayuno listo, un par de tazas de café caliente y pan tostado.
—¡Aquí tienen! —dijo con su tono serio, pero con una sonrisa satisfecha—. Es mejor que aprovechen. No sabemos cuándo encontraremos otro lugar donde comer.
Blue y Green se acercaron rápidamente, mientras Purple le dio una mirada agradecida a Orange.
Second finalmente salió de su tienda, todavía algo adormilado, y Red le lanzó una mirada divertida al ver su aspecto.
—Lo sabía, no tenías prisa.
—¿Tú te levantas tan temprano siempre? —preguntó Second, tomando un sorbo de café.
Red asintió, sin decir mucho, pero sin la molestia que normalmente lo caracterizaba.
—No soy como tú, necesito estar alerta.
El grupo se reunió alrededor de la fogata, tomando su desayuno en silencio. Aunque había cierta calma, todos sabían que el día traería nuevas sorpresas, y tal vez más desafíos.
—¿Cuándo partimos a explorar? —preguntó Purple mientras mordía un trozo de pan.
Orange lo miró brevemente, con una expresión algo seria.
—Cuando todos estemos listos. No quiero apresurarlos.
Todos asintieron, disfrutando del momento de calma antes de la caminata.
Second, que ya se sentía un poco más despierto, miró a Red, quien seguía callado y pensativo.
—¿Listo para caminar? —le preguntó con una sonrisa.
Red lo miró por un momento, y luego, como si ya no tuviera ganas de pelear, asintió.
—Supongo que sí. Vamos.
Y así, el grupo comenzó a prepararse para el día, con una sensación de tranquilidad en el aire, aunque todos sabían que, al final del día, nuevas sorpresas y pruebas los esperarían en el camino.
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El grupo terminó su desayuno y comenzó a prepararse para la caminata. Orange revisó una última vez el campamento, asegurándose de que todo estuviera en orden antes de partir. Blue, con su energía habitual, se adelantó un poco, ansioso por empezar la exploración. Green se tomó su tiempo, organizando sus cosas con cuidado, mientras Purple se mantenía cerca de Orange, observando el entorno.
Second, con su paso tranquilo, caminó al lado de Red, que parecía más relajado que el día anterior. Ambos iban al final del grupo, disfrutando de una calma que antes no compartían.
—No es tan malo estar aquí —comentó Second, mirando a Red de reojo mientras caminaban por el sendero cubierto de hojas secas.
Red soltó un leve suspiro, sin mirar a Second, pero por primera vez en días, su tono no sonaba agresivo.
—Supongo que no. Es mejor que estar atrapado en una ciudad sin poder moverse.
Second sonrió ligeramente, sintiendo que había un cambio en el aire entre ellos. No era un cambio grande, pero sí uno que marcaba una diferencia.
—Lo bueno de estar en el bosque es que no tienes que pensar en tantas cosas —dijo Second, como si reflexionara en voz alta.
Red lo miró de reojo, levantando una ceja.
—¿Y qué se supone que haces cuando no tienes nada en qué pensar?
Second se encogió de hombros.
—Puedo pensar en muchas cosas. O simplemente disfrutar del momento. A veces, eso es suficiente.
Red no dijo nada más, pero su expresión pareció relajarse aún más. Se concentró en el camino por un rato, mientras el resto del grupo avanzaba por delante de ellos.
Al poco tiempo, se encontraron con un pequeño claro en el bosque. Los rayos del sol entraban por entre los árboles, iluminando un campo cubierto de flores silvestres. El ambiente era sereno, como si el tiempo se hubiera detenido en ese pequeño rincón del mundo.
Orange, que había liderado al grupo, se detuvo al llegar al claro y miró a todos con una mirada que indicaba que era el momento de decidir hacia dónde continuar.
—Este lugar está perfecto para descansar un momento —dijo Orange, mirando a todos con atención.
Purple se adelantó un poco, admirando el paisaje.
—Es hermoso. Pero deberíamos seguir buscando algo más interesante. ¿Qué opinan?
Second se acercó al grupo, disfrutando de la vista.
—No tenemos prisa. Creo que este lugar está bien para un descanso. —Miró a Red, quien parecía perderse en el paisaje. El aire estaba tranquilo, y la atmósfera parecía invitar a relajarse.
Red miró a Second por un momento, luego asintió, aunque con un gesto indiferente.
—Sí, supongo que podemos descansar un rato. —Y, sin decir mucho más, se sentó en una piedra cercana, observando el paisaje.
El grupo se acomodó, descansando y disfrutando del lugar. Blue estaba dando vueltas, explorando más lejos, mientras Green se recostaba sobre el césped, mirando el cielo con tranquilidad. Orange se sentó cerca del fuego que había encendido, comenzando a preparar una pequeña comida ligera para continuar el viaje más tarde.
Second, por su parte, se sentó al lado de Red, observando cómo el sol comenzaba a descender lentamente, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosas.
—¿Te gustaría quedarte aquí un poco más? —preguntó Second, como si ya lo supiera, pero con un tono amable.
Red no respondió de inmediato. Solo observó el paisaje, y luego, casi como si se estuviera acostumbrando a su presencia, dijo:
—Sí. Está tranquilo aquí.
Second sonrió, satisfecho con la respuesta. Sabía que, por más que no lo admitiera, Red también necesitaba esos momentos de calma.
Y así, el día pasó lentamente. Cada uno encontró su lugar en el claro, disfrutando de la compañía en silencio o en pequeñas conversaciones. Aunque no todo era perfecto, había algo en la atmósfera del bosque que les daba la oportunidad de respirar, relajarse y, por un momento, simplemente ser.
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El sol seguía su lento descenso, iluminando el claro con una luz suave y cálida. Mientras el grupo se dispersaba, algunos disfrutando del ambiente y otros descansando, Second, como siempre, se sentó junto a Red. El aire estaba tranquilo, y la serenidad del bosque parecía relajarlo por completo. Sin embargo, algo en su interior lo impulsó a hablar, tal vez sin pensar del todo en las palabras que saldrían de su boca.
—Es curioso, ¿no? Cómo un lugar tan tranquilo puede hacernos pensar en cosas... como aquella pelea de la otra vez.
Red, que había estado observando el horizonte, se tensó al instante. La sonrisa de Second se desvaneció cuando notó el cambio en la postura de Red. Había tocado un tema que sabía que aún era sensible, pero no pudo evitarlo.
Red lo miró con frialdad, sus ojos ya no reflejaban la calma que había tenido hacía unos minutos. Se levantó de golpe, apartándose de Second y alejándose sin decir una palabra.
—No... no quiero hablar de eso —dijo Red con una voz fría, su tono más distante que nunca.
El contraste con su actitud anterior era claro. El aire alrededor de él parecía volverse gélido, y la incomodidad creció en segundos. Red comenzó a caminar alejándose del claro, sin mirar atrás, como si tratara de poner aún más distancia entre ellos.
Second se quedó sentado por un momento, mirando la escena con una mezcla de desconcierto y culpabilidad. Sabía que había cometido un error al sacar ese tema, pero no esperaba que la reacción de Red fuera tan inmediata y cortante.
Purple, que había estado observando la escena desde un poco más lejos, frunció el ceño al ver cómo se desarrollaban las cosas. Al ver a Red alejarse con paso firme y a Second quedarse atrás, miró al primero con una expresión que reflejaba un claro “ya la cagaste”.
—¿Sabías que iba a pasar esto? —preguntó Purple, su voz mostrando una mezcla de frustración y desilusión.
Second no respondió de inmediato. Solo miró el camino por donde Red se había ido, suspirando. Se sentía atrapado, culpable, pero también algo frustrado consigo mismo. No había querido hacerle daño a Red, solo quería hablar sobre lo que había sucedido. Pero tal vez, en su afán por encontrar una solución, había sido demasiado directo.
—No... no sabía que sería así —admitió, con una voz suave y pensativa—. Solo... creí que necesitaba sacar ese tema para que las cosas pudieran arreglarse.
Purple dio un paso hacia él, con una mirada seria y algo preocupada.
—A veces, hablar de las cosas no siempre las arregla, Second. Sabes que Red no lo va a tomar bien. Y ahora no sé cómo vas a arreglar esto.
Second asintió, sintiendo el peso de las palabras de Purple. Era cierto, y lo sabía. A veces las palabras no ayudaban, solo añadían más presión.
—Lo sé, solo... pensaba que hablarlo nos ayudaría a seguir adelante. Pero ahora... no sé qué hacer.
El silencio entre ellos se volvió palpable mientras ambos miraban el lugar donde Red había desaparecido. La tranquilidad del bosque parecía haber desaparecido junto con la salida abrupta de Red, dejando un aire denso de incomodidad.
—Tal vez deberías darle espacio —sugirió Purple, con una mirada más suave esta vez. —Es lo único que puedes hacer ahora. No puedes forzar a alguien a hablar cuando no está listo.
Second cerró los ojos, tomando una respiración profunda.
—Sí, lo intentaré. Pero... no quiero que las cosas se queden así entre nosotros.
Purple lo observó en silencio, entendiendo lo que Second quería decir. Ambos sabían que la situación era complicada, pero no siempre las cosas podían resolverse rápidamente. El tiempo tenía que hacer su trabajo.
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[Continuará...♡]
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