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❄️5❄️

-¡NamJoooooon!

Llevaba al rededor de media hora gritando dentro de su departamento.

No es que este fuera pequeño como para que el hombre se hubiera perdido tan fácilmente, pero extrañamente era muy bueno para las escondidas.

O simplemente se había escapado del departamento, otra vez.

-¡NamJoooooon! ¡Dónde diablos estás!-Revisó por tercera vez su clóset, pero no estaba ahí.

Se dirigió al baño de su cuarto y tampoco se encontraba allí. No estaba en la sala ni en ninguna otra parte de la casa.

¿Dónde podría estar?

Tomó su abrigo, comenzaba a oscurecer y hacer fresco y lo menos quería era enfermarse mientras lo buscaba. Guardó las llaves en su abrigo y justo cuando abrió la puerta del departamento una risilla ronca se escuchó a sus espaldas. Se detuvo abruptamente, para después darse la vuelta.

Aún se encontraba ahí y eso era una gran ventaja, pues así no tendría porque enfriarse con el clima frío de esa noche. Cerró la puerta y se dispuso a pararse en medio del departamento.

Levantó su vista y observó detalladamente el departamento. Este constaba de dos plantas, en la segunda simplemente se encontraba su habitación y en la baja se encontraban la sala y la cocina, además de un baño extra. En la sala había un pequeño balcón, por el cual NamJoon había salido una hora antes. Se dirigió hacia este, donde extrañamente se encontraba abierto y eso explicaba el porque sentía frío apesar de haber encendido la calefacción.

El aire entraba por el balcón y las cortinas blancas que lo adornaban se movían a la par del viento. Entonces supo que se encontraba ahí.

-¡Te encontré!-Exclamó al mismo tiempo que salía al balcón para dar por confirmado su teoría, pero falló.

NamJoon no estaba ahí.

Nuevamente escuchó esa risilla burlona, pero esta vez a sus espaldas. Y ahí estaba, riéndose de él y de como había sido engañado.

-Así que te gustan las escondidas ¿eh?-Le preguntó, pero no recibió respuesta, solamente una risa.-Pues no fue nada divertido, NamJoon.-Cruzó sus brazos.-¡Este día ha sido verdaderamente catastrófico! ¡Primero, el vecino me pide salir con él y solamente no lo demando por acoso porque tiene una sonrisa bonita! ¡Segundo, llego al departamento y me encuentro con que la caja que me dieron a cuidar con mi vida se encuentra vacía, tú deberías estar ahí!-Lo apuntó, para después apuntar la caja de madera y NamJoon simplemente lo miraba sin comprender.-¡Tercero, hiciste un caos allá afuera y tuve que pagar un buen dinero para que no te arrestaran y para que el hombre ese se callara la boca porque era un completo fastidio! Y por último, ¡Te escondes y me haces creer que has desaparecido! ¡Si llego a perderte será el fin para mí NamJoon, escuchaste!-El mencionado no entendió ni pío de lo que SeokJin le había dicho, se quedó quieto en su lugar por un instante. SeokJin se sintió mal por la manera en que este lo veía. Solamente quería divertirse un poco y él como un adulto amargado le había regañado por el simple hecho de haber jugado.
-Y-yo lo siento, NamJoon. Es sólo que tengo miedo, si cuando no estabas "vivo",-Hizo comillas con sus dedos.-tenía miedo de una gran responsabilidad, ahora más que eres un saco de papas andante.

Se aproximó hacia él, pero este por instinto retrocedió y entonces SeokJin tuvo que entender que necesitaba ganarse su confianza poco a poco y dejar de regañarlo.

-¿Quieres comer?

Nuevamente no comprendió lo que le estaba preguntando, pero SeokJin fue paciente y se dirigió a la cocina para después comenzar a sacar cosas de las bolsas de cartón. El más alto, curioso, lo siguió hasta la cocina para comenzar a observar detalladamente cada movimiento que hacía el hombre bonito.

Jin movía agilmente sus manos en la cocina y eso fascinaba a NamJoon. SeokJin se percató de eso y lo llamó con un movimiento de mano, entonces el contrario se acercó algo temeroso.

Y para no hacerles largo el cuento, fue mala idea haberlo acercado a la cocina, ya que este había puesto su mano en la parrilla caliente por mera curiosidad y ahora se encontraba vendándole la mano, mientras este soltaba gruñidos y quejidos.

-No, no me gruñas NamJoon, eso te pasa por no hacerme caso.-Nuevamente recibió un gruñido.-Si sigues gruñendome no te daré postre.

-Grrrjskldks.

SeokJin suspiró frustrado. Tenía que entender que no estaba tratando con un hombre racional como él

Debía actuar como si estuviera conviviendo con un niño de meses, de aquellos que no saben hablar y comienzan a descubrir el mundo a su propio paso, la única diferencia es que para nada parecía un niño de meses. Era alto y extrañamente fornido, dedujó que posiblemente NamJoon hubiera sido participe de la caza en su grupo y que gracias a eso se debían sus músculos trabajados. Su piel color canela era tan atractiva y llamativa, mentiría si dijera que no luchaba con la tentación de querer acariciarla aunque sea un poco. Tenía tanta curiosidad por su descubrimiento.

Se puso de pie y decidió ir a buscar algo de ropa para el moreno. Aún era agosto y el hombre no tendría frío con su ropa, pero tampoco se veía muy cómoda que digamos. Afortunadamente al fondo de su closet tenía alguna ropa holgada que probablemente nunca usaría y entonces creyó que sería la indicada para NamJoon.

Cuando volvió a la sala este ya no estaba ahí, está vez lo había encontrado en la cocina, comiendo ¿harina?

-¿Eso es harina?-Preguntó extrañado al ver como este se encontraba con el rostro cubierto de un polvo blanco y llevaba puños de este mismo a su boca.-¡NamJoon! ¡Deja de ser tan travieso!-Lo regaño, para después quitársela y llévarlo a lavar su cara y sus manos.

Fuera como fuera, SeokJin rogaba por una señal que le dijera como es que se apagaba este sexy hombre prehispánico.

¡Dónde rayos estaba el botón de apagado!

___________❄️__________


Después de un largo día al fin había caído rendido sobre el colchón, sí, el colchón, NamJoon se había adueñado de este en el momento en que después de una ducha cayó rendido como un bebé. Y SeokJin no protestó, ya que lo único que quería es que este se durrmiera cuánto antes.

Fue difícil, el hecho de haberlo ayudado a ducharse hasta el hecho de prácticamente haberlo cambiado de ropa. No es como si Kim SeokJin nunca hubiese visto a un hombre desnudo, pero este era un casi muuuy diferente. Literalmente sentía sus mejillas arder a cada instante. Se sintió como un pervertido al recordar las palabras de esos estudiantes en el laboratorio y al tratar de calcular cual era la verdadera medida.

Pero lo importante fue que se logró, ahora tenía tiempo para navegar en las redes aunque fuera por unos cuantos minutos antes de dormir. Se tiró al sofá, para después soltar un largo suspiro de satisfacción. A los segundos de prender su celular, un mensaje de Dahyun llegó.

Dahyun✨

¡Hola!
10:30 p.m

Oppa quería preguntarle sobre la caja.
10:31 p.m


Todo bien con ella ¿verdad?
10:32 p.m

No quería mentirle, pero tampoco quería decirle que extrañamente el cavernicola había cobrado vida y ahora se paseaba por su casa como un cachorro asustado. Sí, el hombre le irritaba y fastidiaba, pero no podía decirle que no cuando lo veía con esos ojitos de cachorro asustado.

Sacudió su cabeza, alejando aquellos recuerdos de los ojos del pelinegro sobre él, para después contestarle a su amiga Dahyun, quien era una persona muy histérica y sería capaz de ir al día siguiente a revisar que todos estuviera en orden.

¡Hola Dahyun!

10:37 p.m

Tranquila, está a salvo aquí conmigo. No me he separado de ella en ningún instante.
10:38 p.m

Mordió ligeramente su labio ante la mentira que estaba diciendo, pero tampoco la iba a preocupar.

Puedes dormir tranquila.
10:39 p.m

Fiuuu, es un alivio Oppa, por un momento pensé que algo malo había pasado y por eso tardó en contestarme.
10:40 p.m

Ja, ja, Dahyun sólo fueron cinco minutos.
10:40 p.m

Lo sé, lo sé, pero todo puede pasar en cinco minutos.
10:41 p.m

Ja, ja, sí tienes razón. Pero mejor ya vete a dormir, mañana tienes que ir al trabajo y yo tengo series que terminar.
10:42 p.m

Ja, ja, ja, de acuerdo, Oppa, buenas noches.
10:43 p.m

Buenas noches Dahyun.
10:43 p.m

Y entonces apagó su celular, para después ponerlo a un costado de él. Llevó sus manos a su rostro con frustración, para después soltar un largo suspiro.

Se sentía terrible mintiendole así a la única persona que había confiado en él, también se sentía terrible por haber traicionado la confianza que le había dado al momento de darle a cuidar algo tan delicado.

Se arrepentía de haber abierto la caja.

Miró al techo y pensó. Tal vez no podía remediar lo que había pasado, pero podía mejorar el futuro.

Haría lo que le prometió a Eunwoo, educaría y cuidaría a su cachorrito NamJoon...

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