❄️20❄️
Despertar a lado de NamJoon era un hermosos regalo. Sentir sus manos apresarle la cintura, mientras su respiración golpeaba su cuello era un verdadero paraíso. Sin contar con lo bien que se sentía tener sus piernas enredadas con las de NamJoon, en un toque tan íntimo.
Después de siete horas de sueño, había despertado. Quería levantarse a preparar el desayuno, pero temía levantarse y despertar a NamJoon, quien seguramente se encontraba muy cómodo. Con cuidado de no hacer mucho movimiento, se dio la vuelta, quedando frente a frente al rostro del pelinegro.
Con cuidado, detalló cada rasgo y cada gesto que hacía mientras dormía. Pasó sus dedos con delicadeza por su rostro y con las yemas de sus dedos lineó cada rasgo fino que se formaba.
Se encontraba encantado con su color de piel, lucia tan sexy, pero a la vez tan deliciosa, como la canela. Y el hecho de que oliera tan bien no ayudaba en absoluto, pues la tentación de morder, besar y lamer-…
—¿SeokJin?
—¿Ah?—preguntó, sintiéndose perdido y en parte, como un depravado.
—Buenos días…—saludó con voz gutural, mientras le sonreía con cariño.
Aquella noche había sido muy distinta a todas aquellas otras noches, pues sus cuerpos ya no respetaron aquella frontera de amistad que los separaba. Se abrazaron por la noche y se aferraron el uno al otro, mientras se daban calor de la manera más primitiva y hermosa.
—Buenos días…—le sonrió de regreso, sintiendo una explosión de hormonas en su ser con tan sólo mirar sus ojos.
—¿Te… desperté?
—Oh, no. Ya me había despertado, pero te veías tan cómodo que fui incapaz de despertarte—sonrió nervioso, pues NamJoon lo miraba fijamente, con una sonrisa pequeña en sus labios y eso lo cautivo por completo.
De pronto, NamJoon reforzó el agarre que tenía sobre la cintura del castaño, para luego atraerlo más hacia él y esconder su cabeza en su cuello, tomando al contrario por sorpresa ante aquel acto tan íntimo y romántico.
—¿N-NamJoon? ¿Sucede algo?—preguntó consternado, sintiendo como su corazón golpeaba justo sobre sus oídos.
Definitivamente moriría de un infarto.
El pelinegro sacó su cabeza y levantó su mirada, encontrándose con la de SeokJin, la cual se encontraba igual que la suya. Enamorada…
—¿Amas al idiota?—preguntó de la nada, captando la atención de SeokJin y provocando un fruncido de cejas.
—¿De qué estás hablando, Nam?
—El idiota, amigo de Kai.
SeokJin pareció pensar un poco, ya que no recordaba a un amigo de Kai que fuese idiota, o tal vez sí…
—¡Ah! Ese idiota—dijo, recordando a la persona a la que se refería.
Fue entonces que se hecho a reír.
—Por supuesto que no, Nam. Ni siquiera sé su nombre.
—Pero se… —un nudo se formó en su garganta al recordar ese día, sin embargo fue valiente y completó—, besaron.
—Solamente fue un beso, Nam. No te preocupes por eso, nunca más volverá a suceder.—le tranquilizó.
Sin embargo, NamJoon no terminaba de entender. ¿Un beso era sólo un beso y ya?
Si eso era verdad, ¿significaba que SeokJin no lo amaba y que sólo lo había besado por su propia satisfacción?
Las lágrimas rápidamente se acumularon en sus ojos al imaginarse el dolor que sentiría en cuanto SeokJin le diera una respuesta afirmativa a su pregunta.
Jin rápidamente se alarmó y sin saber que hacer, rápidamente lo abrazo. Mientras que NamJoon luchaba en su interior por deshacer ese nudo en su pecho que le impedía decir la pregunta que podría ser como un completo cataclismo en su ser.
—¿S-sólo fue un beso y ya entre n-nosot-…
—¡Debe ser una maldita broma!
De pronto, la puerta de la habitación fue abierta bruscamente, llamando la atención de ambos.
—¡CHANYEOL! ¡¿Qué demonios haces?!—gritó SeokJin, molesto por la intromisión de su primo—Pudimos haber estado ocupados—dijó a regañadientes.
—¿Ni siquiera le has pedido matrimonio y ya lo quieres desvirginizar?
—¡ChanYeol!—chilló, sintiéndose apenado con NamJoon. Mientras que ChanYeol parecía divertirse con la situación, pues nunca había visto a su primo actuar de esa manera.
—Yo quiero ser desvirginizado por SeokJin—opinó NamJoon, intentando que SeokJin dejara de verse como el malo, aún si no sabía que significaba la palabra.
El rostro de SeokJin era todo un caso. Estaba completamente rojo de la vergüenza y en parte sonrojado por lo que acababa de decir NamJoon. Ojalá supiera lo que significaba.
—JAJAJAJA.—ChanYeol reía a carcajadas mientras presenciaba la escena de su primo rojo como un tomate y un NamJoon confundido sin saber lo que había dicho—. Mejor salgan, ya hice el desayuno.
—¿Tú?—preguntó SeokJin con confusión, casi olvidando por completo su sonrojo.
—Sí, ¿Qué tiene de malo?
—Qué tú no sabes cocinar.
—¡Por supuesto que sí! ¿Entonces como crees que sobrevivo en Italia?
—A base de fideos instantáneos y bebidas energizantes. —ChanYeol estaba apunto de desmentirlo, sin embargo nada salió de su boca, porque era verdad.
—Bueno, sí. Pero hice mi mayor esfuerzo preparándoles el desayuno.
—Pensé que Eunwoo te haría el desayuno.
—Ahg, sí. El idiota no estaba cuando me desperté—dijó, fingiendo no importarle, sin embargo, SeokJin sabía que realmente le había afectado. Así que lo miró fijamente, esperando algo más—. ¡Mira que todavía que decidí quedarme, el estúpido me dejó!
—Posiblemente salió a comprar algo para comer.
—¿Algo para comer? ¡Quién no tiene comida en su casa! Es ridículo.—se quejó—. A mi se me hace que realmente creyó que me iría y al verme ahí, se arrepintió y se fue, para esperar a que yo me fuera y no verme nunca más—dijo, provocando confusión en NamJoon y SeokJin, quienes se voltearon a ver en busca de respuestas.
—Bueno, no creo a EunWoo capaz de eso, pero si te sientes más tranquilo, puedo llamarlo—dijo, para luego acercarse a su mesita de noche, donde se encontraba su celular, pero antes de poder tomarlo, ChanYeol se lanzó sobre él.
—¡NO!—exclamó—No le marques, creará que me afectó el que se haya ido.
—¿Y no lo hizo?
—Nop—dijo, para después reincorporarse—Hoy me regreso a Italia, así que no importa.
—Bueno, eres ChanYeol, yo sé que puedes superar algo como eso. ¿No es así?—inquirió el castaño, arqueando una ceja con diversión.
—¡Por supuesto! ¡Claro que sí!
¿Ves que he madurado?—cruzó sus brazos, sintiéndose orgulloso de sí mismo. Luego recordó que el desayuno se estaba enfriando—¡El desayuno se está enfriando!—avisó, para luego irse, dejando a una parejita soñolienta.
—Vamos, Nam. Tenemos que ir a comer el veneno qué preparó ChanYeol.
—¿Veneno?
—Ja, ja, ja, es un decir. Así que no te sorprendas si sufres malestar estomacal por un mes—la expresión de NamJoon provocó que SeokJin riera a carcajadas hasta el punto de caer de la cama, a pesar de que NamJoon hizo todo lo que pudo para detenerlo—JAJAJA. Vamos Nam.—se levantó del suelo, para después atravesar la puerta y ser seguido por NamJoon.
En el comedor, unos platos con hot cakes los esperaban. ChanYeol mostró con orgullo su creación, sin embargo, su sonrisa desapareció cuando SeokJin comenzó a reír a carcajadas y fue entonces que arrugó su entrecejo ofendido.
—¡Qué! ¿De qué te ríes?
—JAJAJA, ChanYeol ¿A eso llamas hot cakes?
—Cállate, son hermosos.
—Tienen forma de huevo estrellado y están quemados. —criticó.
—¡Ey!—dijo, ofendido.
—Ja, ja, es la verdad.
—Pues a NamJoon parece gustarle—dijo orgulloso, picando el orgullo de su primo, el cual se encontró herido aún más cuando NamJoon pidió más.
—¿Hay más?
—Por supuesto que sí, Nammie~—
—¡Ey! ¡Sólo yo puedo decirle Nammie!
—¿No puedo decirle Nammie?
—¡No!
—¿Ya son novios?
—N-no…—respondió con pena al darse cuenta de su comportamiento.
—Entonces no seas tóxico. Yo también puedo llamarlo Nammie, ¿verdad Nammie?—se dirigió a NamJoon, quien ya hacía entretenido en comer más hot cakes, pero pendiente de la conversación, negó con su cabeza.
—¡Ah!—bufó ChanYeol, sintiéndose traicionado.
—JAJAJAJ.
—¡NamJoon! Se supone que tenemos que hacer sentir celos a SeokJin.
—SeokJin ya es mi esposo—dijo con naturalidad, provocando que SeokJin comenzara a ahogarse con su propia saliva y ChanYeol comenzara a reír a carcajadas.
—JAJAJAJA
—¡Cállate!—le gritó SeokJin, tratando de ocultar su sonrojo.
—JAJA, será mejor que le rompas la ilusión antes de que vaya por ahí diciendo que son esposos.—le susurró al oído, a lo que SeokJin estuvo de acuerdo.
—A-ah… —titubeó, pues no tenía ningún problema, ya que amaba a NamJoon de manera romántica, sin embargo, sentía que eso era demasiado rápido para él.
NamJoon dejó de comer ante el titubeó del castaño, para después poner su total atención en SeokJin y ver su reacción.
—¿Sucede algo?
SeokJin rápidamente miró a Chanyeol, pidiéndole que los dejara solos, cosa que Chanyeol aceptó a regañadientes, para después irse del área.
—NamJoon… —lo llamó dulcemente, para después sentarse frente a él—Te quiero muchísimo y creo que eso quedó más que claro ayer.—una sonrisa se escapó de sus labios, contagiando a NamJoon, quien también sonrió enamorado al recordar el día siguiente—. Pero esto es nuevo para ambos, más para ti. Así que creo que deberíamos tomarlo con calma y conocernos más, no digo que no nos conozcamos, me refiero a que nos conozcamos de manera…romántica.
—¿Entonces aún no somos esposos?
—Ja, ja, no. No podemos estar casados si apenas tenemos un día de habernos besado.
—Pero yo quiero ser tu esposo. ¿Tú no quieres ser mi esposo?
—Por supuesto que quiero, pero-… ¿Sabes lo que hacen los esposos?—inquirió, con duda, a lo que NamJoon rápidamente asintió.
—Lo vi en televisión—respondió, a lo que SeokJin comenzó a reír enternecido por su respuesta.
—No todo es como en la televisión, Nammie. Aveces las cosas suelen ser peor o…. mejor—dijo, acariciando el rostro de su cavernicola—Todo lo que hay en la televisión y los demás medios son simplemente entretenimiento. Los romances no siempre son como en la televisión los pintan. Los matrimonios reales se divorcian si creen que todo se basa en amor como en las películas o los dramas. El amor no es un sentimiento como lo ponen ahí, es una fuerte conexión que forjas con alguien y tú decides si quieres continuar conectada a esa persona o realmente no es lo que quieres. Si alguno de los dos descuida esa conexión, la relación se va a la basura. Es por eso que para forjarla, es necesario conocernos lo suficientemente
—Quiero conocerte… —rápidamente tomó sus manos entre las suyas y lo miró con dulzura. Causando que el corazón de SeokJin amenazara con salirse de su pecho. Mientras que NamJoon se sentía feliz, pues sus sentimientos eran correspondidos a pesar de todo.
—No quiero interrumpir, pero mi avión despega en una hora—interrumpió.
—¡¿Qué?! ¿Cómo que en una hora?—reaccionó SeokJin con sorpresa—¿Y ya tienes tus maletas listas?
—No, las voy a hacer cuando NamJoon y yo terminemos de ver el último capítulo de nuestro drama. ¡Vamos NamJoon!—dijo, para después dirigirse a toda prisa hacia la sala. NamJoon rápidamente se levantó de su silla, comió de un bocado su último pedazo de hot cakes y dio un casto beso sobre la mejilla de SeokJin, para después seguir a ChanYeol con emoción.
SeokJin moría de ternura cada que NamJoon tomaba la iniciativa con demostraciones de amor, pero esta vez no permitiría que se salieran con la suya.
—¡Nada de ver televisión! Tienes que empacar tus maletas o sino el avión despegara y te dejará.
—Oh, no importa, puedo quedarme aquí con ustedes. No me importa escuchar como te rompen el cul-…
—¡KIM CHANYEOL! ¡CÁLLATE! NamJoon aún no tiene edad mental suficiente para saber de esas cosas.
—¿A no? ¿Entonces porque cuando se las dije las aprendió todas?
—¿Qué mierd-… Ahhhh, respira, SeokJin…—Se dijo a sí mismo.
Trató de tranquilizarse y de olvidar que Chanyeol había destruido la inocencia de su hombre, en parte se lo agradecía, porque él no hubiera sido capaz, pero ese no era el tema. El tema era que no quería A Chanyeol en su casa para siempre.
Amaba a su primo, pero aveces era realmente insoportable, además de que aquel departamento se trata de su espacio personal, el cual compartiría solamente con su NamJoon.
Imágenes de Chanyeol fisgoneando y haciendo mal tercio mientras él y NamJoon estaban juntos, llegaron a su mente como especie de flashes y no le agradó para nada la idea.
—¡D-de ninguna manera! Ese boleto salió muy caro y sería un desperdicio no usarlo.—ChanYeol alzó sus hombros, restándole importancia y fue entonces que SeokJin se vio obligado a usar la artillería pesada—. Bien, entonces puedes quedarte, pero recuerda que tendrás que aprender a lidiar con EunWoo, porque te lo encontraras muuuuy seguido por aquí.
—Pensándolo bien, iré a hacer mis maletas—soltó el control remoto y se dirigió con rapidez hacia el cuarto de invitados donde había sido hospedado, para comenzar a hacer sus maletas.
Por otro lado, SeokJin sonrió triunfante al ver que su plan había salido a la perfección.
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