Unos fuertes brazos rodean protectoramente la cintura de la chica que duerme plácidamente a su lado, la chica llevaba dormida ya hace una hora ella realmente amaba las siestas y por más que el amara verla dormir tan tranquila debía despertarla sino se le haría tarde.

──Suzy, bonita.──susurra moviéndola suavemente.──Despierta.

──Solo cinco minutos más.──la chica se queja somnolienta ocultando su rostro entre las almohadas.──¿No puedo solo quedarme aquí.?──susurra acurrucándose aun más cerca al cuerpo del chico.

──Belle te sacará la cabeza.

──Que se pudra, Belle.──respondió sacándole una risa al chico detrás suyo.──Channie, no quiero ir.

El corazón del hombre se contrae de ternura al ver el pequeño puchero que hace su novia y no puede evitar tener un ataque de ternura, provocando que la tome del rostro dejando besos por todo éste ocasionando que la pelinegra riera y tratara de apartarse de su lado; realmente amaba cuando Chris actuaba así de cariñoso sin importarle parecer tan encimoso u intenso. Ambos se quedaron un rato más recostados en la cómoda cama y entre las suaves sabanas de la chica, quizás solo pasaron algunos minutos pero Suzy sentía que a lado de él el tiempo no tenía limite más aún cuando el castaño se dedicaba a envolverla en sus brazos pudiendo escuchar los latidos de su corazón golpear estruendosamente contra su pecho.

──¿Qué tal si te quedas aquí conmigo.?

──Sabes que amaría hacerlo pero no quiero reprobar.

Sin decir nada más la chica deja un rápido beso en los labios ajenos antes de levantarse de la cama, tomando apresurada algunas prendas de su armario y así dirigirse hacia el baño de su recamara porque si no se empezar arreglar ahora llegaría tarde y su amiga realmente la mataría por ser tan impuntual.

──¿Podemos tomarnos un descanso.?

La pelinegra levanta su vista y observa atenta a la chica frente suyo, había pasado una hora desde que ambas estaban sentadas en los cómodos asientos de una cafetería arreglando los últimos detalles de su proyecto final y desde que pusieron un pie en el lugar no despegaron su vista ni manos del material, pidiendo algunos bocadillos que ni siquiera se dignaron a probar.

──Sí, no nos vendría mal.──afirma dejando caer su espalda contra el respaldo de su silla.──¿Puedes pedir café?.──pregunto quitándose los lentes hastiada por el punzante dolor de cabeza.

──¡Claro.! Luego de que regrese del baño.

Observa a la rubia dirigirse hacia los baños antes de volver a fijar su vista en la computadora revisando si había algún que otro error que corregir, realmente odiaba cuando las palabras se cambiaban solas y aún más cuando era toda una perezosa para arreglarlos y, una vez más, el punzante dolor de cabeza volvió haciendo que sea imposible poder mantener la vista en la pantalla.

Resignada a no poder seguir con su proyecto decide darle una mirada completa al lugar dónde estaba y a la gente que entraba y salía de ésta, la mayoría eran estudiantes buscando un lugar con un buen wifi para poder arrasar con sus deberes y la otra parte eran grupo de amigos o parejas en citas casuales. ¿Cuándo fue la última vez que había salido a una cita.?

Suzy no recordaba haberse arreglado para uno en bastante tiempo tampoco recordaba cómo eran los nervios de una primera cita, no, no lo recordaba en absoluto. No, ella mentía, sí tenía citas solo que en la comodidad de su hogar sin tener que hacer tanto esfuerzo o dilema en arreglarse y tener que elegir algún lugar pero ahora sí que quiera sentir esos nervios de nuevo.

──Tu café como tanto te gusta.

La pelinegra parpadea repetidamente volviendo de sus pensamientos dejando atrás el laberinto sin fin de ellos para tomar gustosa la taza con la bebida caliente que su compañera de equipo le ofrecía, el silencio no tardo en adueñarse del momento mientras aunque ambas chicas no hacían y no procuraban romperlo, cada una metida en su mundo sin prestarle suficiente atención a la otra o por lo menos hasta que la rubia se canso de sus redes sociales queriendo por fin entablar una conversación con Suzy, quien estaba muy metida en su celular mirando la pantalla con el ceño fruncido y los labios apretados.

Hace horas que no había recibido señal alguna de su novio y eso era algo raro, ya que el chico solía hablarle hasta cuando estaba en la tina.

──¿Cuándo dejaras de hacerte la misteriosa?.──pregunto antes de darle un sorbo a su bebida.

──¿De qué hablas.?

──¡Vamos.! No te hagas la tonta, ¿Quién es ese chico que tanto ocultas.?

──Yo no oculto a nadie, tonta.

──Llevas casi siete meses saliendo con él y lo único que sé es que... Nada, literalmente no sé nada sobre él.──bufó.──¿Realmente te gusta ser reservada o te haz vuelto loca a nivel de alucinar con alguien.?

Casi siete meses.

Esas palabras resuenan por su mente y hacen un eco tan grande que es imposible taparlo con el alboroto a su alrededor; siete meses de que habían empezado a salir y ni siquiera se han presentado formalmente pero ¿Si quiera eran algo formal.? En su mente ellos eran una pareja porque, bueno, hacían cosas de una. Dormir juntos y hacer cosas de pareja eran dos cosas distintas pero... ¡Incluso tenía un cajón con sus cosas en su departamento! y compartieran todo en general desde los "Buenos días" hasta los más íntimos secretos y sueños, besos y caricias que podían curar un alma rota.

Su relación empezó hace seis meses atrás y en ninguno de ellos habían llegado a tener una conversación de qué eran realmente pero todo lo que Suzy sabía era que se amaban y que había una conexión tan mágica y especial entre ellos pero... ¿Qué eran realmente.? ¿Era muy tarde o muy temprano para poner una etiqueta aparte de la "Tú y yo".? Casi siete meses y aún no lo tenía en claro.

Así que esa tarde llego a casa y como todos los días él estaba ahí esperando por ella con una sonrisa tan hermosa y brillante, luciendo tan pacífico en el sofá de su sala mientras leía unos de los libros de la chica y sin perder un minuto más dejo sus zapatos y mochila sobre el mueble cerca de la entrada para correr hacia el chico de tez blanca y hermosos rizos castaños oscuros siendo recibida con tanto amor y cariño como todos los días.

──¿Qué tal estuvo tu tarde.?

──No puedo quejarme pero realmente quiero hacerlo.──comento con una mueca adornando sus labios causando que él riera.──¿Me haz extrañado.?──pregunto la pelinegra con ojos brillosos.

Con mejillas ligeramente rojas y una sonrisa tímida Chan asintió a su pregunta acercándola más a su cuerpo: ──Cada segundo y minuto.

Chan ahueca sus mejillas y deja un dulce beso sobre los rosados belfos de su novia provocando en ella un rubor que solamente él podía lograr, realmente estaba enamorada de ese hombre y juraba que era el amor de su vida.

Ella no quería pensar en ese tema más de lo que ya lo había hecho camino a casa pero si no se sacaba la duda no podría dormir en toda la noche así que juntando el valor se acomodo mejor a lado de su amado mirándolo directamente a los ojos lista para preguntar con el corazón en la mano.

──Chris... ¿Qué somos.?

Nueva fic porque sí 🥰
Espero que le guste y le den tanto
amor con a mis otras historias, tqm muac muac