𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝟏𝟐
🌰🧺🐻
El bendito lunes había llegado.
Y por primera vez en su existencia, estaba emocionado por ir al instituto.
El rubio iba conduciendo felizmente hasta dicho lugar; puesto que el fin de semana estuvo pensando y analizando todo.
Era obvio que recordaba el beso con el azabache, cómo olvidar aquella majestuosidad.
Y por supuesto, era difícil de olvidar e ignorar qué aquello reventó sus redes sociales. Porque claro, gracias a Chaeryeon aquella foto estaba posteada en todos lados.
Desde el viernes no ha hablado con el menor, puesto que pensó qué seria mejor darle un poco de espacio para que las cosas no sé sintieran tensamente incómodas. Y además porque el necesitaba pensar, sin soltar nada estupido frente al castaño.
De igual forma, le sirvió en demasía el quedarse todo su fin de semana pensando.
Pues por fin se dió cuenta de que el sentía cierto tipo de atracción por el chico, y esta vez no era una atracción meramente sexual.
Si bien aún no podía ponerle una etiqueta a aquel sentimiento, tenía claro que debía de hacer algo. Y cómo siempre, Jay no se rendiría.
Si bien por otro lado, tenemos a un confundido pero a la vez ansioso Jungwon, qué al igual qué Jay, sus redes sociales colapsaron debido a los tweets y mensajes qué le llegaban, y claro, le fue imposible no ver la foto.
Y a pesar de todo, no se sentía arrepentido, quizá si algo avergonzado, pero no arrepentido.
Al ver aquella foto le hacía que los colores se le fueran a su cabeza y que sintiera un calor en su estómago. Sabía que sentía algo, pero no sabía si era mutuo, y eso le hacía entrar en dudas.
Y agregarle que Jay no le habló durante el fin de semana, y eso le hacía sentir inconforme y algo triste, subiendo así más sus inseguridades.
Se sentía extraño, por una parte desilusionado y por otra parte ansioso, y lo peor es qué no sabía como quitarse de la cabeza aquellos sentimientos, no paraba de pensar.
Su subconsciente le hacía malas jugadas, pensando que quizá Jay le siguió el beso solo gracias a los efectos de las sustancias en sus cuerpos, o qué solamente Jay aprovechó el momento.
Sinceramente no sabía qué pensar.
—Hey nene, no te sientas mal, quizá solo quería darte espacio, no lo sé— habló su hermano Sunoo, quién estaba sentado a su lado y aprovechó de qué su padre se bajo del auto para ir a comprarles unos Frappuchinos.
—Uh, de qué hablas SunSun, no estaba pensando en eso— trató de disimular, aunque fue inútil, lo supo cuando vió la expresión de su mellizo viéndole con ojos casi cerrados.
—A mi no me engañas, sé qué estás así por eso. No deberías de tomarle tanta importancia Wonnie, dime ¿acaso crees qué Jay no se fijaría en ti? Porque si crees que no, es porque realmente estás loco, se nota qué el oxigenado está loco por ti, ¿quién no lo estaría? What the fuck— decía el de cabellos negros, haciendo sonreír al azabache; amaba qué su hermano siempre brillara, y qué le subiera los ánimos para qué el no se apagara.
El viaje continuó mucho mejor qué antes, ahora con mejores ánimos y un Frapp de caramelo.
Llegaron al instituto, en dónde al bajarse, cómo siempre los recibieron con varías miradas, aunque esta vez iban acompañadas de susurros.
Caminaron juntos hasta sus casilleros, ignorando a los demás, y luego fueron hasta el patio central, dónde tomaron asiento bajo un bello árbol con flores de color naranja.
—Hey mira, éste árbol se parece a ti —bromeó el más bajo, causándole risas a su hermano quien llevaba una camiseta de color verde.
Sé quedaron conversando entre risas y bromas, pero ninguno de los dos notó como dos chicos les miraban dudando si debían acercarse o no.
—Vaya, Park tiene vergüenza~ —canturreó el de cabellos cenizos a su lado, qué estaba en las mismas situaciones qué el mayor.
—Oh cállate, tú estás igual —contraatacó el rubio.
—Claro, es obvio, a mi me gusta Sunoo —dijo obvio Niki.
—Bueno quizá a mi igual me gusta Jungwon. —dijo finalmente cabreado, sin darse cuenta de lo que acababa de decir.
—Qué...—fue lo último qué alcanzó a escuchar del pelo cenizo, puesto qué Jay se alejó dejando al menor con la boca abierta, tomando camino hasta los dos chicos, pero siendo acorralado por un grupo de chicas.
—Oh no, ni creas qué podrás escapar —Habló Ryunjin, quién le miraba con cierto rastro de emoción y burla.
—Y no creas que no escuchamos lo qué le acabas de decir al patito Niki—habló está vez Yeji.
—Ahora cuéntanos todo Park —le dijo amenazante la menor del grupo, Chaeryeon, quién le veía retadora pero a la vez emocionada cómo una niña pequeña.
—Yo...— iba a contestar Jay, pero el grupo fue interrumpido por una linda voz, dejando a todos congelados.
—Hola chicos— saludó alegremente Jungwon, quién no iba a jugar el papel de Niño tímido esperando qué el mayor se le acercara, por qué probablemente el rubio no tendría el valor para hacerlo.
Y sinceramente, estaba en lo correcto.
—Wonnie~, qué alegría verte por acá— decía Chaer de forma inocente, pero a la vez miraba con malicia al rubio qué estaba en un estado vegetal.
—Digo lo mismo yeonie— contestó con el lindo apodo qué le tenía a su amiga.
—Bien Wonnie, creo qué quieres hablar con el imbécil de acá, así qué los dejamos solos, bye bebé— sé despido Yeji, llevándose consigo a todas sus hermanas qué estuvieron de acuerdo silenciosamente, disimulando qué se retirarían del lugar cuándo en realidad se esconderían cerca para escuchar el drama.
—Bien... Hola Seongie hyung— saludó natural, aunque por dentro sentía cómo si fuera el año nuevo chino.
—Pure boy, ¿cómo estás?— trató de disimular el mayor, fallando en el intento.
—Estoy muy bien hyung, gracias por preguntar— decía el menor, dejando en claro detrás de sus palabras que necesitaba hablar.
—Bien yo... supongo qué quieres hablar sobre la fiesta —el más bajo asintió —está bien, Jungwon quiero ser sincero contigo. —paró de hablar por un momento, pues en realidad no sabía muy bien qué decir.
Fueron eternos los segundos en los que el mayor no hablaba, o al menos así los sintió el azabache, qué por dentro crecían más aquellas inseguridades.
—Okay yo, si bien no te hablé durante el fin de semana, y quiero aclarar bien las cosas; Wonnie quise darte espacio pues yo no sabía cómo te tomarías tú toda situación, mucho menos sabrías cómo es que tú sientes todos esto, si te incomodó o si te da igual, yo... solo quería no presionarte ¿si?— decía titubeando el mayor, quién no sabía muy bien si se estaba explicando de forma correcta por qué ni el mismo se entendía.
—Yo... me parece una linda consideración de tu parte Seongie... muchas gracias por pensar en cómo me sentiría, pero debo admitir qué si estuve esperando algún mensaje tuyo, y qué si bien yo no te escribí fue por vergüenza— rió el menor, sacándole una boba sonrisa al mayor — y la verdad es qué el beso no me incomodó en lo absoluto, y tampoco me da igual— sonrió en grande, esfumando todas sus inseguridades en ese momento.
—Jun, exactamente no sé qué siento, y aunque sé que mereces a una persona con sus sentimientos claros, me gustaría que me dieses una oportunidad para formar algo... aunque claro si no deseas eso yo puedo compren-...— fue cortando por un tierno pico en los labios, qué si bien solo fue un pequeño roce, Jay sintió entrar en una dimensión en dónde veía ángeles volando con una música de fondo.
—¡ya! Basta de tus bobos rodeos Seongie~ —habló el menor quien estaba rojito y bastabte feliz por saber qué aquel lindo sentimiento era mutuo —Y si Jay, claro que a mi me encantaría darte una oportunidad— habló finalmente poniéndose cómo un tomatito, dejando a Jay como un idiota viéndole —¡ya! deje de mirarme, ¡me avergüenzas!— decía el menor quien tapaba su carita debido a que se sentía expuesto frente al mayor.
—¡hey no te atrevas a tapar tu carita!— jugueteaban ambos chicos, quienes eran mirados por todo el instituto, pero no le daban importancia, pues en ese momento solo eran ellos dos.
Aunque claro, si bien la mayoría de las personas que estaban ahí les miraban con ternura; habían dos personas que miraban la escena con desprecio y asco.
Porque claro, no todo el mundo te deja ser feliz.
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Momento de reconciliación 👀
Les dejo un bonito dibujo que encontré en twitter.
Nos leemos pronto~
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