La rubia se sentaba en las piernas del señor lee y acariciaba su mentón con sus largas uñas, —¿Donde esta tu angelito?— pidió y el señor con burla respondió —con mis guardias—.

—Lo deben estar cuidando bien— beso su mejilla del hombre y gimio en su oreja — yo lo vi con otro chico besándose, a menos que sea tu guardia— relamio su labio — o Talvez un guardia de Taehyung— culmino.

Hyow quería el poder y no le importaría a quien pisar para poder llegar a él. El señor lee saco una tarjeta y se la dio —Disfruta de ella muñeca— la bajo con cuidado y al caminar donde jimin lo agarro del cabello —Sabes lo que se les hace a las putas como tu— lo tiro al piso y ordeno que se lo llevaran, buscaría en todo lado al que puso un solo dedo a su monumento.

El señor lee admiraba aquella belleza tan única del menor que odiaría que otro ser pusiera una sola mano, lo que se ve no se toca y esa era la regla para las demás personas ante jimin.

—Jefe lo encontramos— dijo minho.