Miércoles 17 de diciembre – 6:10 AM

El sonido de su propia respiración pesada llenaba la habitación.

Yoichi se sentó en su cama, sintiendo el sudor frío recorrer su espalda. Miró a su alrededor, tratando de encontrar algo que le dijera que lo que acababa de experimentar no era real.

Pero su celular marcaba claramente la fecha: 17 de diciembre.

Tres días antes de la graduación.

Cerró los ojos con fuerza. Había vuelto en el tiempo.El impacto del auto, el sonido del claxon, la imagen de Ness cayendo del puente... Todo estaba demasiado fresco en su mente.

—Mierda...—

Nunca había hablado con él. Apenas lo conocía. Pero había visto su rostro antes de caer. Pero  ahora tenía una oportunidad.No sabía cómo ni por qué, pero no iba a dejar que esa escena se repitiera.

Academia Ichigan  – 8:00 AM

El aula bullía de actividad como cualquier otro día.

Isagi entró con la mochila colgada al hombro, echando un vistazo a la sala. Sus amigos estaban en su sitio de siempre, conversando animadamente sobre la graduación, la universidad y los planes a futuro.

Pero él buscaba a otra persona.

Ahí estaba.

En la última fila, pegado a la ventana, Alexis Ness.

El alemán miraba fijamente hacia afuera con la barbilla apoyada en la mano. Sus ojos magenta reflejaban la luz del sol de invierno, pero su expresión estaba vacía.

¿Siempre había tenido esa mirada?

Isagi sintió un extraño nudo en el estómago. No había prestado atención antes.

No se habían hablado en todo el año. No porque se llevaran mal, sino porque simplemente sus caminos nunca se cruzaron.Pero esta vez sería diferente.Se dirigió a su asiento, sin apartar la vista de Ness. Tenía que encontrar una forma de acercarse.

Clase de Ética – 10:00 AM

—Haremos un ensayo sobre la ética en las decisiones difíciles. Trabajarán en parejas —anunció la profesora.

Los estudiantes comenzaron a agruparse en seguida. Isagi giró la cabeza hacia Ness.Estaba solo.

Sin perder tiempo, se levantó de su asiento y caminó hasta él.—Oye.—

Ness levantó la mirada, sorprendido.—¿Huh?—

—¿Te importa si hacemos equipo?—

El alemán parpadeó, claramente confundido.—...¿Contigo?—

—Sí. ¿O ya tienes pareja?—

Ness pareció dudar.—No, pero...—

—¿Entonces?—Lo miró con curiosidad.

—Nunca me has hablado antes.—

—Siempre hay una primera vez.—

Por un momento, Ness pareció analizándolo. Luego, una pequeña sonrisa apareció en sus labios.

—Interesante. Está bien.—

Primer paso completado.

Se sentaron juntos y comenzaron a discutir el ensayo.

A medida que hablaban, Isagi se dio cuenta de algo: Ness evitaba el contacto visual.

No era algo obvio, pero lo notó cuando el alemán hablaba y apartaba la vista, mirando su cuaderno o sus manos.

—Entonces, ¿qué opinas? —preguntó Ness.

Isagi se enderezó.—Ah... creo que las decisiones difíciles definen a una persona.

El alemán inclinó la cabeza y sonrió levemente.—No es una mala respuesta.

La clase continuó y, por primera vez en el año, Isagi y Ness hablaban entre ellos.

Almuerzo – 12:30 PM

Después de la clase, Isagi decidió seguir con su plan.Vio a Ness salir del aula con su bandeja de almuerzo. Siempre comía solo.En lugar de unirse a sus amigos, lo siguió.

El alemán se sentó en una mesa alejada.

"...Bien. Allá voy."

Isagi respiró hondo y caminó hasta él.—¿Te importa si me siento aquí?—

Ness levantó la vista, arqueando una ceja.—¿Otra vez tú?—

—Sí.—

—¿No tienes amigos con los que almorzar?—

—Tengo, pero... hoy quiero comer aquí.—

Ness se rió suavemente y le hizo un gesto con la mano.—Haz lo que quieras.—

Isagi se sentó y comenzaron a comer en silencio.Pero no tardaron en hablar.—Ness.—

—¿Sí?—

—¿Te gusta esta escuela?—

El alemán se detuvo.—...Es una escuela. ¿Qué tiene de especial?—

—No sé. Solo me preguntaba si has disfrutado tu tiempo aquí.—

Ness dejó su tenedor y lo miró con seriedad.—¿Por qué preguntas eso?—

"...No puedo decirle la verdad."

—Solo curiosidad.—

Ness entrecerró los ojos, como si tratara de leerlo.Finalmente, suspiró y sonrió levemente.— Supongo que no ha sido tan malo.—

Pero su voz sonó triste.

Después de la escuela – 4:00 PM

Isagi decidió seguirlo.

Sabía que se veía raro, pero no podía arriesgarse a perderlo de vista.

Vio a Ness caminar por las calles con la mirada baja, como si no tuviera un destino en mente.

Finalmente, llegó a un parque vacío. Se sentó en un columpio y sacó su teléfono.

"...Parece perdido."

Entonces, sin previo aviso, Ness dejó caer su teléfono y se cubrió el rostro con las manos.

El corazón de Isagi se detuvo por un segundo.

¿Estaba... llorando?

Dio un paso adelante, pero se detuvo.

No quería asustarlo.

Respiró hondo y, con pasos firmes, se acercó.

—Hey.—

Ness se sobresaltó y levantó la vista. Sus ojos magenta estaban rojos.—Isagi... ¿qué haces aquí?—

—Podría preguntarte lo mismo.—

El alemán se limpió los ojos apresuradamente y sonrió con torpeza.—No es nada.—

—No pareces estar bien.—

—Estoy bien.—

Isagi suspiró.—¿Necesitas hablar con alguien?—

Ness lo miró sorprendido.Pasaron unos segundos antes de que respondiera, con una voz baja y temblorosa:—No lo sé...—

Isagi se sentó a su lado.—Entonces, si quieres, puedo quedarme aquí contigo.—

Ness lo miró fijamente.Y por primera vez, sonrió de verdad.

Jueves 18 de diciembre – 7:30 AM

El sol matutino bañaba los pasillos de la Academia Ichigan con su luz tenue de invierno. El clima era frío, y un leve viento recorría los alrededores, helando la piel de los estudiantes que llegaban poco a poco.

Isagi caminaba con las manos en los bolsillos de su abrigo escolar.Había pasado todo el miércoles tratando de acercarse a Ness.

No había sido fácil.

A pesar de sus intentos por entablar una conversación más profunda, el alemán mantenía una distancia emocional evidente. Sonreía, bromeaba de vez en cuando, pero en sus ojos había algo más, algo que Isagi no lograba descifrar.

Y eso lo frustraba.

No podía darse el lujo de fracasar.

No esta vez.

Se prometió a sí mismo que descubriría qué atormentaba a Ness. No permitiría que muriera de nuevo.

No lo dejaría solo.

Hora del almuerzo – 12:30 PM

El comedor de la academia estaba repleto. Las charlas animadas de los estudiantes llenaban el aire junto con el aroma de la comida caliente.

Tal como el día anterior, Isagi se acercó a la mesa donde Ness comía solo.

—¿Otra vez tú? —Ness lo miró con una ceja arqueada.

—¿Esperabas a alguien más? —bromeó Isagi, dejando su bandeja sobre la mesa.

El alemán rodó los ojos, pero no le pidió que se fuera.

Durante unos minutos, comieron en silencio. Solo se escuchaba el ruido de los cubiertos y las voces de los demás estudiantes.

Hasta que Isagi habló.

—Ness.—

—¿Mmm?—

—¿Cómo era tu vida en Alemania?—

El alemán dejó de comer por un instante.

Su expresión cambió.

Por primera vez, su sonrisa desapareció por completo.

—¿Por qué quieres saber eso? —preguntó con voz neutra.

—Porque quiero conocerte mejor.—

El tenedor de Ness tintineó contra su plato.—No hay mucho que contar.—

—No te creo —replicó Isagi con firmeza.

Ness soltó una risa seca, sin rastro de diversión.

—Eres terco, ¿eh?—

—Sí, bastante.—

El alemán desvió la mirada, fijando sus ojos en la ventana cercana. La luz del sol se reflejaba en sus pupilas , dándoles un brillo melancólico.

—Mi familia es... complicada.—

—¿Complicada cómo?—

Ness apretó los labios, pensativo.

—No era como aquí —dijo en voz baja—. Mi hogar no tenía "magia". Solo reglas, expectativas y frialdad.—

Isagi frunció el ceño.—¿Tus padres?—

Ness asintió, sin mirarlo.—Mi padre es un científico. Mi madre también. En mi casa, todo debía tener lógica, datos, resultados. Y yo...—

Se detuvo un momento, como si dudara en seguir.—...yo nunca encajé ahí.—

un silencio resono en el ambiente yoichi intento reconfortarlo pero no dijo nada .

Por un momento, Ness pareció querer decir algo más, pero en vez de eso, sonrió.

Era una sonrisa vacia .

Viernes 19 de diciembre – 8:00 AM

La atmósfera en la escuela se sentía distinta.

Ness no había venido.

El estómago de Isagi se revolvió con una sensación amarga.

—Esto está mal... —susurró para sí mismo.

En la otra línea del tiempo, Ness sí había venido ese día.

Algo cambió.

Y no era para bien.

Durante todo el día, Isagi sintió un mal presentimiento. Algo estaba mal.

Y cuando la escuela estaba por terminar...

—¡No... no puede ser...!—

Isagi giró la cabeza al escuchar la voz temblorosa de Kurona Ranze ,era el unico amigo de Alexis en la academia .El chico estaba llorando, rodeado de varios estudiantes que intentaban calmarlo.

—Kurona... ¿qué pasó? —pregunto uno de sus compañeros

Kurona sollozó, con los ojos enrojecidos.—A-Alexis... él...—

Isagi sintió un nudo en la garganta.

No.

No. No. NO.

—Murió...—

El mundo se detuvo.

—¿Qué? —susurró una chica.

—Se... se suicidó. Una sobredosis de pastillas...—

Las voces a su alrededor se volvieron ruido blanco.

No... esto no puede estar pasando.

Ness debía morir el sábado.

¡No el viernes!

En vez de salvarlo... adelanté su muerte.

El cuerpo de Isagi se estremeció.

—No...—

Dio un paso atrás.

Necesitaba verlo.

Sin pensarlo dos veces, salió corriendo hacia la puerta de la escuela.

—¡Isagi! ¿A dónde vas?—

Ignoró las voces de sus compañeros.

No importaba.

Solo había una cosa en su mente:

Ness estaba en el hospital.

Tenía que verlo.

No importaba si estaba sin vida. Tenía que ver a Ness con sus propios ojos.

Debía llegar al hospital.

Las puertas de la escuela se abrieron de golpe cuando salió corriendo hacia la calle, el viento helado golpeándole el rostro. No sentía nada más que el pulso frenético en sus oídos.

Pero entonces, un sonido brutal.

Un chasquido seco.

¡CRACK!

Y un dolor... atroz.

—...¿Ah?—

No tuvo tiempo de procesarlo.

Su visión se volvió borrosa. El cielo gris giró violentamente sobre su cabeza mientras caía de rodillas.

Había gritos a su alrededor. Voces.

—¡Llamen a una ambulancia!—Grito algunos de sus compañeros

—¡Dios mío, su cabeza...!—Grito otro

Su cabeza?

La presión era insoportable. Algo caliente y espeso se deslizaba por su frente. Sus párpados pesaban demasiado, y su respiración se volvía cada vez más errática.

Con los ojos entrecerrados, trató de enfocar lo que había pasado.

Frente a él, en la acera, había esparcidos fragmentos de ladrillos rotos.

¿Ladrillos...?

Entonces lo entendió.

Desde la azotea de la escuela, alguien debió haber dejado caer accidentalmente una pila de ladrillos de construcción. Y uno de ellos le había golpeado la cabeza.

El mundo se tornó confuso.

Los sonidos parecían venir desde muy lejos.

Su visión oscilaba entre la negrura y el parpadeo de luces distantes.

No... otra vez no...

Quería gritar, pero su cuerpo no respondía.

El sabor del hierro inundó su boca.

Sus oídos solo captaban murmullos distantes.

Las voces de los estudiantes, horrorizados.

Los sonidos de sirenas a lo lejos.

Y luego, nada.

Oscuridad.

Miércoles 17 de diciembre – 6:00 AM

Un jadeo escapó de sus labios cuando despertó.

Sus pulmones se llenaron de aire de golpe, como si hubiera estado ahogándose.

Su cuerpo entero temblaba.

Sus manos recorrieron su cabeza frenéticamente. No había sangre. No había heridas. Estaba en su cama.

Otra vez.

El calendario en su mesita de noche marcaba la fecha.

17 de diciembre.

Otra vez aquí.

—No...—

Sus pupilas dilatadas recorrieron cada rincón de su habitación, como si esperara ver algo diferente. Pero todo estaba igual.Su cuerpo se desplomó de rodillas en el futón, sus manos aferrándose a su propio cabello mientras su respiración se volvía errática.

—No otra vez...—

Un sollozo tembloroso escapó de su garganta.

¿Por qué mierda tenía que seguir repitiéndose esto?

Las lágrimas calientes resbalaron por sus mejillas.

Cada vez que trataba de salvar a Ness, las cosas terminaban peor.

Cada vez que intentaba cambiar el futuro, moría de una forma distinta.

—¿Por qué...?—

¿Por qué él?¿Por qué le tocaba vivir esto?

Su respiración era un desastre. Su pecho subía y bajaba de forma irregular mientras se abrazaba a sí mismo, temblando incontrolablemente.

Tenía miedo.

Por primera vez en su vida, estaba realmente aterrorizado.

No sabía qué hacer.

No sabía cómo romper este ciclo.

Pero...

No podía rendirse.

Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y respiró hondo.

Esta vez, haría lo que fuera necesario para salvar a Alexis Ness.

Esta vez, encontraría la manera de romper este bucle infernal.

Ahora tengo que ver cómo hacer la portada y los banners 😔 no me gusta la estética del libro